¡Mi bebé tiene un bulto en la cabeza! ¿Por qué lagrimea todo el tiempo? ¿Es normal que la fontanela esté abombada? Eso blanco de la encía, ¿es un diente? La cabeza del bebé, al igual que su piel, puede ofrecer numerosas dudas a sus padres, sobre todo en sus primeros meses y más si los padres son primerizos. Aunque puedan alarmarte, no suelen ser cuestiones de importancia. Por ello, en este artículo te brindamos explicaciones que pueden resultarte muy útiles, para que conozcas de antemano algunos de los rasgos más llamativos.
Cefalohematoma
¿Tiene tu bebé una bolita en la cabeza? ¡No te alarmes antes de tiempo! Un parto complicado puede provocar pequeñas lesiones en el bebé. A veces, por la aplicación de fórceps, puede producirse una hemorragia en la superficie de un hueso del cráneo, habitualmente el parietal, llamada cefalohematoma y que se manifiesta por un bulto que va formándose en su cabeza horas después de su nacimiento.
Por lo general, no requiere ningún tratamiento y la sangre tarda de dos semanas a tres meses en reabsorberse. Pero, por supuesto, no debes dejar de acudir al pediatra para que sea valorado y controlado por este profesional.
2. Fontanela
Las fontanelas son las separaciones que se observan, entre 12 y 18 meses, entre los huesos del cráneo de un bebé, en el sitio donde después se formarán las suturas. La evolución del tamaño de las fontanelas puede poner al pediatra en la pista de una enfermedad, pero el hecho de que al nacer sea muy grande, si el tamaño de la cabeza es normal, no significa nada, salvo que probablemente tardarán más tiempo en cerrarse.
Imagen: maessive
Lagrimeo
El conducto por donde las lágrimas desaguan en la nariz puede hallarse obstruido en algunos peques, causando un excesivo lagrimeo al que pronto se añaden legañas e infecciones repetidas.
Para solucionarlo, si el problema es benigno y poco urgente, suele bastar con colirios antibióticos y masajes para recanalizar el conducto.
⚠️ ¡Importante! Cuando a un bebé, además de lagrimear, le molesta mucho la luz, debe ser valorado con urgencia por el especialista.
Orejas de soplillo
Las orejas despegadas (o de soplillo) tienen tendencia a hacerse más discretas a medida que el niño se va haciendo mayor.
En todo caso, pueden corregirse a partir de los cinco años por medio de una sencilla operación. El clásico remedio casero de adherirlas con esparadrapo al cráneo no sirve para nada.
Perlas de Epstein
En la encía y en el paladar del recién nacido se observan con cierta frecuencia unos nódulos blanquecinos o amarillentos del tamaño de un grano de arroz, llamados nódulos de Bohn o perlas de Epstein, según se hallen en encías o paladar. Son pequeños quistes de queratina, que desaparecen antes de quince días.
Una perla de Epstein puede confundirse con un auténtico diente. Es algo muy raro pero posible, pues un bebé puede nacer con un diente o le puede crecer uno durante el primer mes de vida. Como en estos casos pueden estar mal anclados, lo más probable es que los dientes deban ser extraídos para evitar que el peque los trague.
Candida albicans
Después de una toma de leche, pueden quedar restos en el interior de la boca del bebé. Pero si están fuertemente adheridos y no se pueden desprender con facilidad pasando la yema del dedo, lo que ocurre es que tiene una infección de la mucosa bucal causada por un hongo llamado Candida albicans.
En muchos lugares es conocida como muguet, por el color blanco y el aspecto moteado que las flores de esa planta tienen.
Aunque algunos niños no parecen tener molestias por su causa, puede dificultar su alimentación, por lo que deben seguir un tratamiento.
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Un cefalohematoma es una acumulación de sangre que ocurre entre el cráneo y el cuero cabelludo de los recién nacidos. La causa más común de un cefalohematoma es un trauma o golpe en la cabeza del niño. Un cefalohematoma se caracteriza por ser un área suave y abultada en la parte trasera del cráneo del niño.
El pronóstico para los niños que padecen de esta condición es, por lo general, positivo. Usualmente, un cefalohematoma no provoca daño cerebral, ya la sangre se acumula en la parte superior del cráneo.
Sin embargo, los recién nacidos con un cefalohematoma pueden estar en riesgo de padecer ciertas condiciones médicas, entre las que se incluyen la ictericia, una infección y anemia. Si estas condiciones no se tratan, o si el bebé padece de otros problemas de salud, los cefalohematomas pueden ser graves, e incluso mortales.
Un cefalohematoma se considera como una lesión de nacimiento que ocurre durante el parto. Por lo general, es causado por la presión de la cabeza del bebé contra la pelvis de la madre, y/o el momento en el que el bebé pasa por el canal de parto. Esta presión causa que los delicados vasos sanguíneos se rompan, formando un bulto inusual en la parte trasera del cráneo.
Todos los niños están en riesgo de padecer de un cefalohematoma, pero es más común que ocurra en alguna de las siguientes situaciones:
Aunque alrededor del 1% o del 2% de los niños desarrollan un cefalohematoma, los niños parecen verse más afectados por ellos que las niñas.
En ocasiones, las personas confunden los cefalohematomas con una condición menos severa llamada caput succadeneum. El Caput succedaneum ocurre con la presión natural de la cabeza del bebé al pasar por el canal de nacimiento. Varios bebés recién nacidos tienen una cabeza que es ligeramente bulbosa y que parece estar hinchada durante las primeras horas o días luego de haber nacido.
A diferencia del caput succedaneum, el cefalohematoma es causado por vasos sanguíneos rotos que causan inflamación por debajo del cuero cabelludo. Un bebé puede tardar varios meses en recuperarse de un cefalohematoma. En situaciones especiales, si el bulto se vuelve más pronunciado o no reduce su tamaño por su cuenta, los doctores deben drenar el fluido.
El pronóstico para los recién nacidos que desarrollan un cefalohematoma es, por lo general, positivo. Usualmente, un cefalohematoma es diagnosticado por el bulto que aparece en la parte trasera del cráneo. Puede que note este bulto al nacer, o que se desarrolle un día después del nacimiento. Sin embargo, puede que el doctor solicite evaluaciones adicionales, entre las que se incluyen:
Su doctor puede recomendarle que tome fotografías o medidas de la hinchazón. Usted debe buscar atención médica inmediata si su hijo desarrolla un nuevo bulto, o si este se hace más grande.
Tratamiento común para el cefalohematoma
Además del monitoreo para asegurarse que la inflamación se reduzca de forma gradual, por lo general, no hay un tratamiento específico para los cefalohematomas.
Puede notar ciertos cambios y características, tales como:
Si usted nota que su bebé tiene problemas para alimentarse, o no se desarrolla conforme a los hitos normales, comuníquese con su proveedor de atención médica.
Un cefalohematoma puede aumentar el riesgo de su bebé de padecer de ciertas condiciones médicas, entre las que se incluyen:
Su bebé puede estar anémico si tiene problemas para respirar, si su tono de piel no es saludable o si su latido es más rápido de lo normal. Algunos bebés con anemia requieren una transfusión de sangre para mantener niveles de oxigenación saludables.
La ictericia causa que la piel, e incluso la esclerótica de los ojos de su bebé, se tornen de color amarillo. Puede que su doctor desee revisar la función hepática de su bebé para descartar alguna anormalidad.
Como otros tipos de lesiones al nacer, los cefalohematomas usualmente son causados por proveedores de atención médica que no mantienen los niveles de atención aceptados.
El cefalohematoma de su bebé pudo haberse evitado al:
Un cefalohematoma es causado por una lesión de nacimiento que puede afectar el pronóstico de la salud de su bebé. No debería tener que sufrir económicamente a causa de la negligencia o el descuido de un médico.
Cómo nuestra firma puede ayudarlo
No es inapropiado el buscar una compensación monetaria si su familia se vio afectada por la negligencia o el descuido de un médico. Un abogado de Oresky & Associates, PLLC, o de asesoría, puede ayudarlo a entender sus derechos y opciones legales.
Podemos ayudarlo a obtener una compensación por parte de los responsables, como:
Usted espera que su obstetra y el resto de los proveedores de atención médica hagan todo lo posible para prevenir un cefalohematoma, así como otras heridas al nacer. Cuando no cumplen con este deber, es su derecho el hablar con un abogado de negligencia médica sobre una compensación.
Un abogado de negligencia médica asociado a nuestra firma, o que trabaja para nuestra firma, entiende todos los aspectos legales y médicos de un caso de lesión de nacimiento.