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Los indicadores del desarrollo y los consejos para padres de los CDC han sido actualizados y se han agregado nuevas edades a las listas de verificación (15 y 30 meses). Debido al COVID-19, las fotos y los videos actualizados no están disponibles todavía, pero se agregarán a esta página en el futuro. Para más información sobre los actualizaciones más recientes de los indicadores del desarrollo de CDC, por favor revisa los artículos de la revista de Pediatría y estos puntos claves importantes.
La manera en que su hijo juega, aprende, habla y actúa nos ofrece pistas importantes sobre cómo se está desarrollando. Los indicadores del desarrollo son las cosas que la mayoría de los niños (75% o más) pueden hacer a una edad determinada.
Verifique los indicadores del desarrollo que su hijo ha alcanzado al final de los 15 meses completando la lista de verificación de la aplicación móvil gratuita de los CDC Sigamos el Desarrollo, para dispositivos iOS y Android . Puede usar la lista de verificación digital en línea o imprimir la lista de verificación [1 MB, 2 Pages, Print Only] a continuación. En cada visita médica de su hijo, lleve la lista de verificación y hable con el médico sobre los indicadores que su hijo alcanzó y cuáles son los que debería alcanzar a continuación.
Los materiales de “Aprenda los signos. Reaccione pronto.” no sustituyen a las herramientas estandarizadas y validadas para evaluar el desarrollo.
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Usted conoce a su hijo mejor que nadie. Si su hijo no está alcanzando los indicadores del desarrollo, si ha perdido destrezas que antes tenía, o si usted está preocupado por algo más, no espere. Reaccione pronto. Hable con el médico de su hijo, comparta sus preocupaciones y pregunte sobre las pruebas del desarrollo.
Si usted o el médico siguen preocupados:
Para obtener más información sobre cómo ayudar a su hijo, visite cdc.gov/Preocupado.
Como primer maestro de su bebé, usted puede ayudarlo a aprender y a desarrollar su cerebro. Pruebe estos sencillos consejos y actividades de una manera segura. Hable con el médico y los maestros de su bebé si tiene preguntas o desea obtener más ideas acerca de cómo ayudar en el desarrollo del bebé.
Haga clic acá para ver más consejos y actividades
Queremos agradecer especialmente a los expertos en la materia y a las demás personas que contribuyeron con la revisión de los datos y la selección de los indicadores del desarrollo que se incluyeron en este material, en particular a Paul H. Lipkin, MD, Michelle M. Macias, MD, Julie F. Pajek, PhD, Judith S. Shaw, EdD, MPH, RN, Karnesha Slaughter, MPH, Jane K. Squires, PhD, Toni M. Whitaker, MD, Lisa D. Wiggins, PhD, y Jennifer M. Zubler, MD.
Un sincero agradecimiento a Natalia Benza, MD y a José O. Rodríguez, MD, MBA por su cuidadosa revisión de la traducción al idioma español de estos indicadores del Desarrollo.
Esta página fue revisada: el 10 de agosto del 2022, 12:00 AM
Fuente del contenido: División de Desarrollo Humano, Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
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Desarrollo del bebé mes a mes
A los 15 meses de edad es probable que tu bebé ya camine con más seguridad, aunque todavía no tiene una gran estabilidad y se cae con facilidad. Puede decir algunas palabras por lo que puedes comunicarte con él de forma más sencilla. También verás que se entretiene jugando con objetos de apilar o llevar juguetes de un lado al otro de la casa. Y, en cuanto a su carácter, tiene más temperamento y lo muestra cada vez que se frustra. Es muy frecuente escuchar un ‘no’ ante cualquier pregunta. ¿Quieres saber más? Así es el desarrollo de un bebé de 15 meses.
A los 15 meses de vida, el bebé ya camina bien y puede subir escaleras gateando, siempre con supervisión de un adulto. Utiliza reja de seguridad si tienes escaleras en casa, ya que aunque a esta edad aprenden a subirlas a gatas, hacerlo sin la supervisión de un adulto podría ser muy peligroso para ellos.
Se levanta y se sienta sin la ayuda de un adulto, incluso para tomar cosas del suelo y le encanta explorar su entorno. A esta edad empiezan a fomentar su autonomía, por lo que es natural que comiencen a escaparse detrás de algo o deseen soltarse de la mano para caminar por la calle. Los padres deben tratar de aportarles esa autonomía siempre en un espacio seguro.
Tu bebé se ha convertido en una especie de terremoto en casa, por lo que si no lo has hecho ya es el momento de aplicar medidas de seguridad más restrictivas. Tapa todos los enchufes, esconde de forma segura los cables y aleja de tu hijo productos tóxicos como jabones o productos de limpieza y elementos cortantes con los que se podría hacer daño (cuchillos, ralladores…). Los armarios que están al alcance de su mano y que podrían ser peligrosos para el bebé deben cerrarse con llave o con algún sistema de seguridad.
[Leer más: El peligro de los geles de sílice para los niños]
Comienza a beber líquidos con pitorro o en taza y puede que use la cuchara con más agilidad para comer, aunque siempre preferirá comer con las manos. Puede sostener más de un juguete en la mano, ya que su motricidad va mejorando día a día, esto le lleva a realizar construcciones con dos a tres cubos apilados o a pintar garabatos en un papel.
Tu bebé entiende perfectamente órdenes sencillas como ‘dame el juguete’, ‘vamos a la calle’, ‘hora de comer’… Además, poco a poco va ganando vocabulario y ya puede decir entre tres y seis palabras. Una de ellas será ‘no’, una manera de reafirmarse a sí mismo.
Es capaz de indicar lo que quiere, ya sea con alguna palabra o bien tirando de ti, señalando algo o incluso con un refunfuño o enfado. Los padres no deben frustrarse ante las pataletas, ya que son algo habitual de su desarrollo cognitivo. Lo mejor para que vayan disminuyendo es mantener la calma y poco a poco enseñarle al bebé a controlar sus propias emociones.
También comenzará a aprender a señalar las partes de su cuerpo (la nariz, la cabeza, el pelo…), por lo que las canciones y juegos de aprendizaje son esenciales en esta etapa.
Es importante que el vocabulario forme parte del entorno del bebé, por lo que se recomienda a sus padres y cuidadores hablarle de manera natural, enseñándoles constantemente el nombre de las cosas que llaman su atención.
[Leer más: Errores de los padres en el desarrollo del habla del niño]
Tu hija o hijo cada vez es un ser más social, por lo que es natural que se interese por otras personas, niños y también por animales domésticos. Además, comienza a expresar preferencias por ciertas actividades, y si está haciendo algo que le interesa mucho, podría olvidarse por completo de su siesta.
Puede que empiece a haber cosas que le frustren mucho y lo manifieste: un ruido fuerte, el baño o una comida en especial. Le gusta imitar a sus referentes, por lo que es habitual que desee barrer o limpiar una superficie si ve a papá o mamá haciéndolo. ¡Es capaz de distraerse un buen rato con un paño limpiando superficies!
Usa objetos de transición (un peluche o una mantita) para sentirse mejor y tranquilizarse ante una frustración. También muestra su afecto con las personas que le cuidan, así que es natural que de repente ofrezcan un abrazo, un beso o una caricia espontánea que suele derretir a sus padres y cuidadores.
Elogiar su buena conducta le ayudará a ir reconociendo ciertos comportamientos que están dentro de lo válido en su entorno social. Y, aunque creamos que pueda servir para poco, es bueno que desde ya (incluso desde el año) empieces a ponerle límites. ¡Así cuando sea mayor ya los tendrá más interiorizados! Algunos padres lo que suelen hacer es ignorar sus malos comportamientos o en su caso hacer una pausa obligada (o tiempo fuera) que permita enseñar disciplina a tu pequeño o pequeña.
La introducción de la alimentación complementaria estará ya consolidada y tu bebé seguramente coma casi como lo haces tú. Aprovechad esos momentos de la comida o la cena para pasar un rato agradable en familia. Habrá alimentos que todavía no pueda comer y que tengas que esperar hasta los dos años, como las uvas por el riesgo de atragantamiento y otros que tengan mucha azúcar y sal.
En general, pueden comer diferentes texturas y suele ser el bebé quien decide qué comer. A esta edad es muy habitual que los bebés se nieguen a comer algo o señalen la comida de mamá y papá porque la quieren probar. Es importante dejar que puedan elegir, así que un buen ejercicio es mostrarle dos alimentos (pera o plátano) y dejar que escoja. Esto fomentará su autonomía y seguridad en sí mismo.
A partir de esta edad muchos padres empiezan a identificar una disminución de la cantidad de alimentos que los bebés consumen. En realidad, es algo natural, pues su crecimiento empieza a disminuir en intensidad a comparación de los meses anteriores. Los padres y cuidadores suelen preocuparse bastante, pero si el bebé es activo, feliz y ágil no hay de qué alarmarse.
No se aconseja tratar de obligar al niño o niña a comer, ya que podría relacionar la comida con situaciones de estrés o aprender a utilizarla como método de coerción. Si los padres se sienten preocupados, lo ideal es que acudan a su pediatra.
Es muy importante estimular el aprendizaje del bebé con sencillas actividades como nombrar las partes del cuerpo, los objetos cotidianos, los animales o las plantas. Para que su lenguaje sea correcto, es conveniente no deformar las palabras ni utilizar diminutivos.
Leer cuentos y cantar canciones al bebé estimulará su fantasía e imaginación y les irá introduciendo en el hábito de la lectura. Además (ponle si quieres un delantal o algo para que no se manche), permítele jugar con pinturas dedos. ¡Menuda creaciones te hará!
Para mejorar sus movimientos podéis hacer ejercicios como jugar al escondite, pasaros la pelota o bailar. Y, si tenéis patio o terraza o hace bueno, nada mejor como salir a la calle y jugar a correr por el campo. ¡Que respiren aire puro y se muevan con libertad! Para esos momentos, no te olvides de usar protector solar FPS mayor de 30 (a ser posible de 50). Se recomienda aplicarlo 15 minutos antes de exponerse al sol y aplicarlo cada dos horas.