Granitos espalda bebe: ¿cómo prevenir la sudamina o miliaria?

Granitos espalda bebe: ¿cómo prevenir la sudamina o miliaria?

¿cómo prevenir la sudamina o miliaria?

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Armando
@armando_bastida

Cuando llega el calor y los bebés duermen la siesta, o si los llevamos un rato en el cochecito o algo más tapados de lo que debieran ir, la piel reacciona al exceso de temperatura con un sarpullido que conocemos como sudamina o miliaria (en España se conoce más el término sudamina y en América se tiende a decir miliaria, aunque es lo mismo).

La sudamina o la miliaria es una reacción en la piel, una erupción, que aparece en los bebés menores de un año. Consiste en una obstrucción de las glándulas del sudor que, al generarlo y no tener por dónde salir, provoca pequeños granos que pueden ser rojos o blancos. Dichas erupciones se encuentran sobre todo en las zonas donde hay más glándulas (frente, cara, cuello, pecho y espalda) y hace que veamos al niño enrojecido y con una piel rugosa. Para evitar que nuestro bebé acabe así hoy os vamos a explicar qué podemos hacer para prevenir la sudamina o miliaria y, si ya ha aparecido, qué podemos hacer para resolverla.

Cómo prevenir la sudamina o miliaria

Como estamos hablando de una reacción de la piel ante la producción de sudor lo que tenemos que hacer es evitar que el niño pase calor y sude en exceso. Para ello tendremos que tener claro que el bebé no está pasando calor y, más que nunca, es importante que le toquemos el cuello y la espalda para ver si está caliente o incluso sudado. Si nos hemos pasado con la ropa, le ponemos menos.

Además, es mejor que la ropa no quede muy ajustada, para que la ropa pegada a la piel no contribuya a dar más calor y taponar más las glándulas de la piel. En cuanto a la composición, deberá ser de algodón, pues absorbe el sudor del bebé y, en cierto modo, ayuda a alejarlo de la piel.

La higiene será importante en esta etapa, pues ayuda a eliminar restos en la piel y a refrescar al bebé. En otras épocas no lo es tanto, pero si hace calor puede ser interesante bañarle cada día. En caso de que este baño le deje la piel más seca de lo habitual (normalmente se recomienda bañar al bebé cada 2-3 días) podemos poner un poco de crema hidratante, aunque si no sucede así, es mejor no ponerle nada, pues esa capa de crema puede dar más calor también.

Obviamente, para que estas medidas sirvan de algo (o si queremos evitar alguna como el baño diario) es importante que el lugar donde estemos no tenga una temperatura muy elevada. Vale más que pongamos un ventilador o el aire acondicionado flojito que no estar todos pasando calor, incluido el bebé.

Cómo tratar la sudamina o miliaria

Cuando llegamos tarde, cuando el bebé ya padece la erupción, el tratamiento pasa por hacer exactamente lo mismo que hacemos para prevenirla: evitar que pase calor y sude, evitar humedad, ropa liviana y de algodón, bañito refrescante, etc., y evitar el uso de talcos o cremas que puedan taponar aún más los poros.

Solo en caso de que la erupción sea importante y afecte al niño de algún modo (picor, molestia, intranquilidad) el pediatra podría recetar alguna crema con corticoides para aliviar la erupción más rápidamente.

Más información | AEPap, Medline Plus
Fotos | iStock
En Bebés y más | La sudamina o miliaria en los bebés, Acné en los bebés recién nacidos, Cuidar la piel del bebé en verano

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Cuando el calor provoca granitos en la piel del bebé: ¿cómo prevenir la sudamina o miliaria?

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12 sarpullidos cutáneos comunes en los niños durante el verano

Los días soleados y las noches estrelladas que pasamos jugando, chapoteando y explorando pueden dejar a los niños con algo más que cálidos recuerdos de verano. El clima templado también puede provocar picazón e irritación en la piel.

Revise esta lista de la American Academy of Pediatrics (AAP) para ver cómo puede ayudar a prevenir, identificar y aliviar estos sarpullidos cutáneos comunes durante el verano.

1. Sarpullido
por calor

El sarpullido Hipor calor (también conocido como sudamina o miliaria) se observa con mayor frecuencia en bebés y niños pequeños cuando se tapan los poros de las glándulas sudoríparas y la transpiración no puede salir. El sarpullido se ve como parches de pequeños bultitos o ampollas rosa o rojos debajo de la ropa o de sitios donde la piel tiende a plegarse (en el cuello, en los codos, en las axilas o en los muslos), aunque puede ocurrir en otras partes cubiertas.

 Lo que pueden hacer los padres:

  • Mantener a los niños a temperaturas frescas. Vista a su hijo con ropa que mantenga la piel fresca y seca. Si fuera posible, use ventiladores y aire acondicionado para evitar el sobrecalentamiento.

  • Prestar atención a los lugares calientes. Lave con agua fresca las áreas de la piel que se mantienen húmedas con transpiración, orina o baba. Séquelas con pequeños toques.

  • Dejar la piel al desnudo. Dejar las áreas afectadas al aire, sin ropa. No aplique ungüentos para la piel.

2. Sarpullidos
causados por hiedra venenosa y otras plantas

Muchos niños padecen de un sarpullido con ardor y picazón intensa en los sitios donde su piel roza las plantas como por ejemplo, la hiedra venenosa, roble venenoso o zumaque, que contienen un aceite pegajoso llamado urushiol. Una reacción alérgica cutánea causa enrojecimiento, hinchazón y ampollas. Otras plantas, como la chirivía o pastinaca silvestre, el perejil gigante y los cítricos contienen sustancias químicas que hacen que la piel tenga hipersensibilidad a la luz solar y causan un sarpullido por fitofotodermatitis.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Evitar la exposición. Enseñe a su hijo la apariencia (características) de estas plantas y cómo evitarlas. Tanto la hiedra venenosa como el roble venenoso tienen hojas verdes y brillantes que crecen de a tres en un tallo, por lo que puede enseñarle la rima: “Si están de a tres las hojas, no las tocas”. El arbusto de zumaque tiene tallos que contienen entre 7 y 13 hojas en pares, mientras que la chirivía silvestre y el perejil gigante tienen racimos de flores pequeñas y chatas en la parte superior, de colores amarillo y blanco. Si tiene niños pequeños, inspeccione los parques donde juegan y haga que quiten las plantas que provocan sarpullidos. 

  • Lavar y cortar. Si su hijo entra en contacto con estas plantas, lave toda la ropa y los zapatos con agua y jabón. Además, lave el área de piel que estuvo expuesta con agua y jabón por lo menos durante 10 minutos después de haber tocado la planta o el aceite. Para evitar que se rasque y siga lastimándose la piel, córtele bien las uñas al niño. Esto evitará, además, que el sarpullido se propague si todavía hubiera algo de aceite debajo de las uñas.

  • Bálsamos calmantes. Si el sarpullido fuera leve, aplique loción de calamina para calmar la picazón. Evite los ungüentos que contienen anestesia o antihistamínicos; pueden causar reacciones alérgicas por sí mismos. Otra buena opción para reducir la inflamación de la piel es crema de hidrocortisona al 1 %.

  • Hablar con su pediatra. Si bien los casos leves se pueden tratar en casa, hable con el pediatra si su hijo se siente bastante mal, si el sarpullido es grave o no se mejora, si el sarpullido está en la cara o en la zona de la ingle del niño o si nota signos de infección (por ejemplo, fiebre, enrojecimiento, hinchazón más allá de las lesiones por hiedra venenosa o roble venenoso).

3. Eccema

El eccema (también llamado dermatitis atópica o DA) es una afección crónica común en los niños que forma parches de piel seca, escamada y roja y que tiende a recrudecer en los meses fríos, cuando hay menos humedad en el aire. Pero la sequedad causada por el aire acondicionado y los aviones presurizados durante los viajes de verano también puede causar problemas. El sobrecalentamiento, la transpiración y el cloro de las piscinas también pueden disparar el eccema.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Humectar. Aplique cremas o ungüentos sin fragancia al menos una vez al día o más seguido si fuera necesario. Después de un baño o de nadar, seque la piel de su hijo suavemente dando golpecitos con una toalla y luego aplique humectante sobre la piel húmeda.

  • Vestirlo con buen criterio. Elija ropa de telas suaves y que permitan que la piel respire, como el algodón, cuando sea posible. Lave la ropa con un detergente que no contenga sustancias irritantes, tales como perfumes y tinturas.

  • No rascar. Mantenga cortas y limadas las uñas de su hijo y recuérdele no rascarse. Rascarse puede empeorar el sarpullido y causar una infección.

  • Hablar con su pediatra. Pregunte al médico de su hijo si las alergias a veces desencadenadas por árboles y plantas que florecen en verano podrían ser una causa del eccema. El pediatra de su hijo puede recomendarle medicamentos para ayudar a que su hijo se sienta mejor y a mantener los síntomas del eccema bajo control.

4. Picaduras de insectos 

Los insectos tales como abejas, avispas, mosquitos, hormigas rojas y garrapatas pueden causar picazón y molestias leves donde pinchan la piel. En algunos niños, las picaduras de insectos pueden causar una reacción alérgica grave llamada anafilaxia, que incluye un sarpullido o urticaria y síntomas potencialmente mortales como hinchazón de las vías respiratorias. (En los casos de niños con alergia conocida a las picaduras de insectos, es importante tener un Plan de atención de emergencia para tratar la anafilaxia implementado). Otras veces, las enfermedades propagadas por insectos tales como la enfermedad de Lyme, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas y el virus del Zika pueden causar sarpullidos y otros problemas de salud.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Evitar. Cuando vayan a pasar tiempo al aire libre, evite los jabones y champús perfumados y la ropa de colores brillantes: pueden atraer a los insectos. Si fuera posible, manténganse lejos de las áreas donde los insectos anidan y se juntan (por ejemplo, charcos de agua estancada, comida sin cubrir y flores florecientes).

  • Usar repelente de insectos. Los productos con DEET pueden usarse sobre la piel, pero busque productos aptos para la familia que no contengan concentraciones de más de un 30 % de DEET. Cuando su hijo regrese de las actividades al aire libre, lávele la piel expuesta al repelente de insectos con agua y jabón.

  • Cubrirse. Cuando estén en áreas boscosas o cerca de pastos altos, manténganse en senderos despejados lo más posible. Haga que su hijo use camisa de mangas largas, pantalones largos y sombrero. Evite el uso de sandalias en las áreas donde puede haber garrapatas.

  • Prestar atención. Usen ropa de colores claros para que sea más fácil detectar las garrapatas. Luego de volver al interior de la casa, revise la piel de su hijo para ver si tiene garrapatas: a menudo se esconden detrás de las orejas o sobre la línea de nacimiento del pelo.

  • Quitar aguijones y garrapatas. Para quitar un aguijón visible de la piel, ráspelo suavemente en sentido horizontal con una tarjeta de crédito o con la uña. Si encuentra una garrapata, agárrela despacio, lo más cerca posible de la piel, con pinzas de punta fina. Sin apretar el cuerpo de la garrapata, retírela lentamente de la piel. Para obtener más información, consulte Cómo extraer una garrapata.

  • Limpiar la piel. Después de sacar un aguijón o una garrapata, limpie el área de la picadura con alcohol o un ungüento de primeros auxilios.

  • Trate la hinchazón. Aplique una compresa fría o una bolsa de hielo sobre cualquier hinchazón por lo menos durante 10 minutos.

  • Ayudar a aliviar la picazón. Aplicar hielo, junto con loción de calamina o crema de hidrocortisona al 1 %, que también puede ayudar a aliviar la picazón.

5.  Impétigo

El impétigo es una infección cutánea bacteriana que es más común cuando el clima es caluroso y húmedo. Causa un sarpullido que puede tener ampollas llenas de líquido o un sarpullido supurante cubierto por costras amarillas. El impétigo tiene más probabilidades de desarrollarse cuando hay una grieta en la piel, como alrededor de picaduras de insectos.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Limpiar y cubrir. Limpie el área infectada con agua y jabón. Cúbrala sin ajustar (apretar) mucho el vendaje para evitar el contacto que contagie la infección a otras personas o a otras partes del cuerpo. Lávese bien las manos después de tratar las lesiones de su hijo.

  • Evitar rascarse. Córtele las uñas a su hijo y dígale que no se rasque. Si el niño se rasca podría propagar la infección a otras partes de su cuerpo. Puede cubrir el sarpullido con una venda sin apretarla para evitar que el niño se lo toque, pero asegúrese de que pueda pasar el aire para que la piel pueda sanar.

  • Hablar con su pediatra. Si bien los casos leves podrían responder a los antibióticos de venta libre como la bacitracina o bacitracina-polimixina, el impétigo suele tratarse con antibióticos recetados, ya sea una crema tópica o medicamentos orales. El pediatra podría indicar que se le haga un cultivo cutáneo (prueba de la piel de su hijo) para determinar qué bacteria está causando el sarpullido.

6. Picazón del nadador 

La picazón del nadador (también llamada dermatitis por cercaria o esquistosomiásica) puede aparecer después de jugar en lagos, océanos y otros cuerpos de agua. El sarpullido es causado por parásitos microscópicos que se encuentran en el agua llana y más caliente, cerca de la orilla, donde tienden a quedarse los niños. Los parásitos cavan en la piel y hacen que aparezcan pequeños puntitos rojizos y abultados sobre la piel que no está cubierta por el traje de baño. También es posible que se formen ronchas y ampollas.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Tener esto presente. No naden ni anden por zonas pantanosas donde suele haber caracoles. Intenten no atraer a las aves (alimentándolas, por ejemplo) donde nade su familia. Las aves podrían comer los caracoles y propagar los parásitos en el agua.

  • Ducharse o secarse con toalla. Duche al niño o frótele vigorosamente la piel con una toalla inmediatamente después de que salga del agua. Los parásitos comienzan a cavar cuando empieza a evaporarse el agua sobre la piel. Si su hijo siente pinchazos en la piel cuando lo frota y aparece una erupción debajo del traje de baño, es posible que en cambio tenga una “erupción del bañista” por las larvas de criaturas acuáticas que pican, como las medusas o las anémonas de mar. Deje de frotarlo y dúchelo.

  • No rascar. Córtele las uñas a su hijo y dígale que no se rasque. Los tratamientos caseros como compresas frías sobre las áreas afectadas, baños de sal Epsom o de avena o pasta de bicarbonato de sodio podrían ayudar a aliviar la molestia. Si la picazón fuera grave, hable con el pediatra de su hijo. Tal vez le sugiera lociones o cremas recetadas más fuertes para reducir los síntomas de su hijo.

7. Larva
migrans cutánea (dermatitis serpiginosa)

Los gusanos pueden estar presentes en la arena contaminada con heces de mascotas o animales vagabundos. Cuando un niño se para o sienta sobre arena contaminada en la playa o en un arenero, los gusanos podrían cavar túneles debajo de la piel, por lo general alrededor de los pies o las nalgas. A medida que los gusanos se mueven por debajo de la piel, aparece un sarpullido conocido como “erupción reptante” y puede crecer hasta varios centímetros por día. La afección es más común en zonas subtropicales y tropicales, como por ejemplo, el Caribe y partes del sudoeste de los Estados Unidos.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Mantener los zapatos puestos. No permita que su hijo juegue en playas donde la gente lleva a sus perros a caminar. Si su familia sale a pasear a una playa donde están permitidas las mascotas, asegúrese de que su hijo tenga zapatos puestos y que no se siente en la arena sin una manta o toalla.

  • Hablar con su pediatra. Su pediatra puede recetarle medicamentos antiparasitarios como p. ej. albendazol o ivermectina para tratar la erupción. Sin tratamiento, las larvas por lo general mueren en un plazo de 5 a 6 semanas. El pediatra podría sugerirle una crema que ayude a aliviar la picazón.

8. Folliculitis (Hot Tub Rash)

La foliculitis (sarpullido de jacuzzi) es un sarpullido que forma granitos y causa picazón que ocurre cuando las bacterias que viven en las piscinas y jacuzzis sucios se meten en los folículos pilosos de la piel. El área por donde salen los pelos de la piel se infecta y se inflama, formando a veces ampollitas llenas de pus. Puede ocurrir una erupción similar por usar trajes de baño húmedos que no fueron bien lavados y secados después de un uso anterior. El sarpullido de jacuzzi suele aparecer entre 12 y 48 horas después de usar un jacuzzi.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Evitar las piscinas sucias. Si no está seguro de que los niveles de ácido y cloro estén debidamente controlados en una piscina climatizada, no permita que el niño se meta.

  • No permitir que los niños pequeños se metan en tinas de hidromasaje o jacuzzis. Además del riesgo de ahogamiento y el sobrecalentamiento, los niños pequeños también corren mayor riesgo de contraer infecciones bacterianas cutáneas, porque tienden a pasar más rato en el agua que los adolescentes y los adultos. 

  • Hablar con su pediatra. El sarpullido del jacuzzi suele desaparecer sin tratamiento médico. Mientras tanto, las compresas tibias y una crema antipruriginosa (anti picazón) de venta libre recomendada por su pediatra pueden ayudar a que su hijo esté más cómodo. Si el sarpullido del niño dura más que unos pocos días, hable con su pediatra.

9. Virus del molusco 

El molusco contagioso es una infección viral que causa bultos perlados en la piel del pecho, la espalda, los brazos o las piernas del niño. Los bultos, con forma de cúpula, también conocidos como “verrugas de agua”, podrían tener un hoyito en el medio.  El poxvirus que causa los bultos es más común en climas calientes y húmedos. Algunos estudios sugieren que la infección podría propagarse en piscinas contaminadas.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Esperar. En la mayoría de los casos, los moluscos contagiosos no necesitan tratamiento. Los bultos suelen desaparecer en un plazo de 6 a 12 meses.

  • Detener la propagación. Un niño con moluscos contagiosos no debe compartir toallas, ropa de cama ni prendas de vestir con otros, para evitar propagar el virus. Los virus son contagiosos mientras están presentes.

  • Evitar rascarse. Rascarse los bultos podría propagar el virus y causar una segunda infección bacteriana donde se abre la piel.

10. Dermatosis
plantar juvenil (síndrome del calcetín transpirado)

Un sarpullido rojo y liso en los pies de su hijo, donde a veces la piel se pela, se agrieta o se escama, podría ser causado por una afección llamada dermatosis plantar juvenil (síndrome del calcetín transpirado). Ocurre cuando los pies se humedecen y se secan rápidamente una y otra vez (como cuando se quitan y se ponen los zapatos para entrar y salir de la casa en el verano).

Lo que pueden hacer los padres:

  • Usar calzado que permita que los pies respiren. Reduzca la frecuencia con la que los pies pasan de estar mojados a estar secos rápidamente haciendo que su hijo use calzado abierto o que permita una mejor respiración, hecho de materiales como malla o algodón (es decir, zapatos para el agua) o calcetines más gruesos y absorbentes.

  • Aplicar ungüentos. Tal vez ayude aplicar ungüentos humectantes o una crema con esteroides de venta libre sobre las áreas afectadas del pie de su hijo inmediatamente después de sacarle los zapatos o de que salga del agua. Si la afección no mejora, o si observa algún signo de infección donde la piel del niño se esté agrietando, hable con el pediatra.

11. Tiña
(dermatofitosis)

La tiña (dermatofitosis) es una infección causada por un hongo que se reproduce en condiciones cálidas y húmedas. Es similar al pie de atleta y la comezón del deportista (tiña inguinal) y puede aparecer en el cuero cabelludo u otras partes del cuerpo de un niño. El sarpullido de la infección tiende a formar manchas redondas u ovaladas cuyo centro se alisa a medida que crecen, mientras que los bordes se mantienen rojos y escamosos. El hongo se puede propagar rápidamente entre estudiantes deportistas, en especial durante las prácticas y los juegos de verano, en los que se transpira mucho, cuando comparten equipamiento deportivo y vestuarios.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Detener la propagación. Revise y trate a todas las mascotas que pudieran tener el hongo: preste atención a zonas de piel escamosas, sin pelo y que el animal se rasque. Los miembros de la familia, los compañeros de juego o los compañeros de la escuela que exhiban síntomas también deben recibir tratamiento. No permita que su hijo comparta peines, cepillos, pinzas o pasadores de pelo ni gorros. Asegúrese de que las alfombrillas que se usan en deportes tales como lucha libre y gimnasia se desinfecten debidamente después de usarse.

  • Hablar con su pediatra. Una única lesión de tiña en el cuerpo puede tratarse con una crema de venta libre que recomiende el pediatra. Si hubiera alguna lesión en el cuero cabelludo o más de una en el cuerpo, o si el sarpullido empeorase durante el tratamiento, su pediatra podrá recetarle un medicamento más fuerte y un champú especial.

12. Enfermedad
de mano, pie y boca

Muchos padres asumen que la temporada de virus acaba al terminar el invierno. Pero algunas enfermedades virales, como la enfermedad de mano, pie y boca, son más comunes durante el verano y a principios del otoño. Los brotes son más comunes en niños pequeños y se pueden propagar en centros de guardería, centros preescolares y campamentos de verano.  Causado por el Enterovirus coxsackie, la enfermedad empieza con fiebre, dolor de garganta y nariz que gotea, muy parecido al resfrío común, pero luego aparece un sarpullido con ampollitas en algunos o todos los siguientes lugares del cuerpo:

  • En la boca (parte interior de las mejillas, encías, a los lados de la lengua o en la parte posterior de la boca)

  • Dedos o palmas de las manos

  • Plantas de los pies

  • Nalgas

    Los síntomas son peores durante los primeros días, pero suelen desaparecer en el plazo de una semana. Luego de una o dos semanas es probable que la piel de los dedos y las uñas de las manos y los pies comiencen a pelarse, pero esto es inofensivo. Los padres de los niños con antecedentes de dermatitis atópica o eccema deben estar atentos dado que sus hijos podrían ser más propensos a sufrir un brote más grave.

Lo que pueden hacer los padres:

  • Controlar los síntomas. Asegúrese de llamar a su pediatra si la fiebre del niño dura más de 3 días o si no está bebiendo líquidos. Si los síntomas son graves, su pediatra podría tomar muestras de la garganta del niño para hacer pruebas de laboratorio.

  • Aliviar el dolor. Para la fiebre y el dolor, los pediatras también pueden recomendar acetaminofén o ibuprofeno. Los remedios líquidos para aliviar la boca podrían ser útiles para aliviar el dolor de las úlceras bucales. No use enjuagues bucales comunes porque provocan ardor.

  • Evitar la deshidratación: Los niños con enfermedad de mano, pie y boca necesitan beber mucho líquido. Llame a su pediatra o vaya a la sala de emergencias si sospecha que su hijo está deshidratado. Para obtener más información, consulte:  La deshidratación en los bebés y en los niños.

  • Informar a los demás. Diga a los proveedores de cuidados de guardería y a los padres de los compañeros de juegos del niño que estén atentos a los síntomas de la enfermedad. Los niños con enfermedad de mano, pie y boca podrían propagar el virus por las vías respiratorias (nariz, boca y pulmones) durante 1 a 3 semanas, y por las heces durante semanas o meses después del inicio de la infección. Una vez que el niño ya no tenga fiebre, y que se sienta mejor, no hay necesidad de retenerlo en casa salvo que todavía tenga ampollas abiertas y supurantes. Para obtener más información, consulte Cuándo dejar a su hijo en casa y no enviarlo a la guardería.

Recuerde…

Proteger la piel de su hijo es una preocupación de todo el año, pero es de particular importancia durante los meses del verano cuando queda tanta piel expuesta y vulnerable. Afortunadamente, muchos sarpullidos de verano desaparecen rápidamente por sí solos. Asegúrese de hablar con su pediatra ante cualquier sarpullido que le provoque inseguridad, en especial si no sabe qué lo provocó, si está incomodando mucho a su hijo, si no se resuelve rápidamente, si muestra signos de infección o si está acompañado de dificultad para respirar.

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