Artículo publicado en Sin categoría en por Creciendo y Criando
¿Tu bebé solo quiere dormirse en tus brazos?
¿Intentas que duerma en la cuna y al minuto se despierta llorando?
¿Salís de paseo y terminas con tu bebé en brazos y tu empujando el carro?
¿Tu bebé llora desconsoladamente, lo coges y de repente se calla?
No te preocupes…no te está tomando el pelo ni nada que se le parezca. Tienes un bebé maravilloso que solo está haciendo lo que su instinto de supervivencia le dice que tiene que hacer.
Nils Bergman dice que “Para el bebé nada tiene sentido si no es bajo el prisma del cuerpo de su madre”.
Y nada tiene sentido porque ha estado en el cuerpo de su mamá durante 9 meses, y es normal que la vida no tenga sentido sin él. Lo que un bebé recién nacido espera es que su vida siga siendo la misma que tenía dentro del útero. Ahí estaba tan agustito… tenía siempre el calorcito de mamá, escuchaba continuamente el latido de su corazón, su voz susurrándole. Cuando tenía hambre siempre tenía el alimento disponible, a cada rato se sentía contenido y protegido… todo era maravilloso.
Pero un día nace y todo es diferente. De repente duerme en una cuna inmensa, agita los brazos pero solo encuentra vacío. La voz de mamá suena más lejana y el sonido del corazón ya no lo oye. Los ruidos son muy fuertes, siente frío, calor, hambre. No sabe que está pasando, sus niveles de alerta se disparan, su ansiedad aumenta, se estresa, siente dolor, vacío…donde está su mamá? Y si le pasa algo? .Tiene que avisarle de que está en peligro… LLANTO!!! Es la única forma que conoce para demostrarle su malestar. La mamá, en el mejor de los casos acude, lo envuelve con sus brazos, vuelve a sentir su corazón, escucha su voz diciéndole cuanto le quiere, sacia su hambre voraz, le besa en la carita. Ahora sí, se siente protegidx, contenidx, sabe que puede volver a dormir tranquilx.
En brazos de mamá nada malo puede pasar.
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En ellos encuentra todo lo que necesita, a nivel fisiológico y emocional: calor, alimento, seguridad, cariño… No te voy a negar que resulta muy agotador, por supuesto que sí. Y hay dias muy chungos en los que apenas tienes tiempo para satisfacer tus propias necesidades, muchos días no podrás hacer la comida, la casa estará patas arribas, no te podrás duchar…y necesitarás mucha ayuda y comprensión de tu entorno. Que no te engañen diciéndote que se va a malacontumbrar a tus brazos. Los bebés ya nacen acostumbrados a tus brazos porque solo en ellos tienen todo lo que necesitan. Lo que pasa es que sus necesidades chocan con las nuestras. Para facilitarnos la vida, se han inventado miles de artilugios como cunas, carritos de paseo, mecedoras, hamacas, tronas… artilugios que necesitamos nosotros, no nuestros bebés (así que no nos sorprendamos si los odian). Y los necesitamos irremediablemente porque nuestro mundo de adultos no está hecho para criar a bebés en brazos.
Creo que el porteo es ese punto intermedio entre lo que el bebé y la mamá necesitan. Ya os hablé de mi experiencia con él en este post y como estoy consiguiendo llevar el máximo tiempo posible a mi bebé en brazos, y al mismo tiempo seguir haciendo mis cosas. No os voy a negar que he tenido que escuchar muchos comentarios porque llevar a tu bebé colgando todo el día “no es lo normal” ¿o si?… bueno de esto ya os hablaré otro día.
Puede que seas de las mamás que tenga suerte y tu bebé se duerma tranquilamente en su cunita y le encanten los paseos en carro… pues genial!! No hay ningún problema. Pero si tu bebé no es de esos, no lo fuerces dejándole llorar para que “se acostumbre”. Si tu bebé te pide brazos, no se los niegues y menos aún le dejes llorar. No está haciendo nada que no sea normal y sano para su desarrollo. Es una etapa más que forma parte de su proceso evolutivo. Poco a poco ira cogiendo la confianza necesaria para irse separando de ti y echarás de menos cogerlos en brazos.
Así que aprovecha mientras se deje.
Contarme… ¿vuestros bebés piden brazos? ¿Duermen tranquilamente en su cuna? ¿Les gusta el capazo del carrito?
Abrazos Amorosos
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Alrededor de los ocho meses del bebé, es habitual que los padres nos repitamos mucho una frase: “mi bebé solo quiere estar en brazos”. Esta nueva situación puede suscitar nuestra preocupación y hacernos plantear un millón de dudas. No te preocupes, este es un proceso normal. Presta atención y conoce más sobre el tema en Be Tribe.
Lo primero que debemos hacer es colocar en una balanza los pros y contras de llevar al bebé en brazos. Así podrás tomar una decisión según tus necesidades, gustos y aquello que te haga sentir más cómoda y segura como mamá.
Te darás cuenta de que los beneficios de esta práctica son infinitos para tu hijo.
– Mejora el sueño: Ayuda a dormir a tu bebé más rápido y profundo.
– El bebé llora menos: Al estar en brazos seguros, los pequeños lloran entre 40 y 50% menos.
– Fortalece el vínculo afectivo: Para la relación de mamá y papá con el bebé esta práctica es maravillosa. En este momento se liberan hormonas en el cerebro que potencian el vínculo materno o paterno.
– Más atención a sus necesidades: Al tener al bebé en brazos puedes estar más atento a lo que este necesita. Así conocerás mejor sus reacciones e incluso patrones de necesidades básicas.
– Mayor sensación de seguridad: Estar fuera del útero de mamá requiere de un proceso de adaptación. Sentir cerca unos cálidos brazos y el latido de un corazón (especialmente materno), hace que tu pequeño se sienta seguro en esta etapa.
– Lactancia materna: Tener al bebé cerca del pecho estimula la producción de leche materna.
Existen muchos otros pros de esta práctica. Además de que el bebé y la familia sentirán mucho amor y tendrán una relación más estrecha. ¿Algo mejor que esto?
Los contras de esta práctica son para mamá, sin embargo, se pueden resolver. Los puntos negativos de llevar al bebé en brazos son:
– Dolor de espalda.
– Demanda de tiempo.
“Mi bebé solo quiere estar en brazos” es una afirmación habitual de la mayoría de los padres. No te preocupes, a continuación te explicaremos el motivo de este comportamiento y el porqué debes estar tranquila/o ante esta situación.
Hay una etapa en la que nuestro hijo empieza a demandarnos estar en brazos casi todo el tiempo. Está inquieto y llora cuando lo ponemos en su mantita de juegos o en la tronita y no sabemos porqué nuestro niño ahora sólo quiere estar cargado. Pues bien, lo primero que queremos transmitiros es tranquilidad, puesto que esta es una etapa totalmente natural en el desarrollo del bebé.
Es la llamada “ansiedad por separación”.
Esta surge del instinto natural del bebé a estar con su figura principal de apego, que le confiere seguridad y garantiza su supervivencia. Se puede presentar a partir de los cuatro meses, sin embargo es más común entre los ocho y los nueve meses de nacido.
Lo primero es entender que los bebés no se mal acostumbran a los brazos. Por lo que no hay que asustarse ni buscar soluciones drásticas que puedan perjudicar la estabilidad emocional de nuestro hijo.
Dejarle llorar o forzar situaciones para que se entretenga solito no es el camino correcto. De hacerlo, fomentas más ansiedad en ellos.
Lo ideal es lograr una relación fuerte y sana con el bebé. Un vínculo de seguridad, donde se sienta cubierto totalmente en sus necesidades emocionales y físicas. Solo de esa manera conseguirás que esta etapa se desarrolle de la mejor manera posible, dando como resultado una mayor autonomía en ellos.
Muchas familias se comienzan a preocupar bajo la premisa de “mi bebé se duerme en brazos y cuando lo acuesto se despierta”.