La mayoría de los padres esperan con ansias el momento de volver del hospital a casa con su bebé en brazos. No obstante, los primeros días del bebé en el hogar pueden ser difíciles y generar muchas dudas y preocupaciones, sobre todo cuando se trata de padres primerizos. De hecho, es normal que durante los primeros días aparezcan temores y un poco de inseguridad, aunque en realidad no es tan complicado como parece. La clave radica en dejarse llevar por el instinto y darse tiempo para conocer al bebé.
Los expertos recomiendan que al menos durante los primeros meses el bebé aproveche los beneficios de la lactancia materna exclusiva. Solo cuando la madre no pueda amamantar a su hijo o no tenga leche suficiente se debe recurrir a los biberones. En cualquier caso, debes tener presente que durante esta primera etapa debes alimentar al bebé cada dos horas aproximadamente ya que su estómago es aún muy pequeño para asimilar demasiada comida de una sola vez.
En sentido general, se estima que durante los primeros días en casa el bebé pasará durmiendo entre 16 y 20 horas diarias, un hábito que no solo le ayuda a descansar sino que también estimula su desarrollo y crecimiento. De hecho, durante los primeros meses es probable que solo se despierte cuando tiene hambre o si se siente mal, aunque a medida que va creciendo pasará despierto cada vez más horas.
Durante las primeras semanas es normal que el bebé haga entre 6 y 8 deposiciones al día, aunque esto puede variar de un niño a otro dependiendo de la frecuencia con que se amamante, si se alimenta con leche materna o leche de fórmula y de la rapidez con que su organismo metabolice los nutrientes. En los primeros días, el bebé debe expulsar además el meconio por lo que es normal que las heces adquieran un color negruzco que irá desapareciendo con el paso de las semanas.
Por lo general, los primeros días del bebé en casa suelen ser muy tranquilos ya que el pequeño para la mayor parte del tiempo durmiendo.
De hecho, es probable que llore muy poco, solo si se siente incómodo o tiene hambre. Sin embargo, en esta primera etapa el llanto es su única forma de comunicación por lo que es importante que acudas a su encuentro cada vez que llore ya que si lo dejas llorar podrías generarle inseguridad y ansiedad.
Durante los primeros días el bebé no necesitará baños extensos, pero sí cuidados especiales en su cordón umbilical. Hay expertos que recomiendan no sumergir al bebé en agua hasta que el cordón haya caído y cicatrizado, mientras que otros no le otorgan gran importancia a este detalle siempre que tras el baño se seque bien el cordón umbilical. En cualquier caso, puedes asear a tu bebé pasándole una esponja húmeda y así lo vas adaptando al agua.
Tras salir del hospital es normal que los amigos y familiares quieran conocer al bebé.
Sin embargo, tanto el bebé como tú necesitáis tranquilidad durante los primeros días en casa para poder adaptaros y descansar. Además, es probable que quieras pasar tiempo a solas con tu pareja disfrutando de la nueva vida en familia, así que lo mejor será que postergues las visitas para más adelante.
Las noches con el bebé en casa pueden resultar agotadoras ya que los recién nacidos se despiertan aproximadamente cada dos horas para alimentarse. Por eso, es conveniente que durante el día te adaptes al ritmo circadiano del bebé y le saques el máximo partido a las horas que duerme para tomar una siesta y reponer energía.
Con la llegada de un bebé es normal que toda tu atención se centre en cuidarlo y descuides tu propia alimentación. De hecho, es probable que apuestes por hábitos poco saludables, como comer muy rápido, a deshora o consumir fast food. Sin embargo, es importante que desde el primer momento apuestes por una alimentación saludable que te brinde la energía y los nutrientes que necesitas para amamantar y cuidar a tu hijo.
Una vez que hayas repuesto fuerzas, y si el médico no te ha indicado lo contrario, debes salir de casa con el recién nacido a hacer paseos cortos y tomar un poco el sol. Se trata de una excelente estrategia para relajar las tensiones y eliminar el estrés de los primeros días, a la vez que te ayuda a adelgazar tras el parto y le permite al bebé empezar a sintetizar vitamina D.
Con la llegada del bebé a casa es normal que no tengas mucho tiempo libre, pero intenta dentro de lo posible dedicar al menos media hora diaria a hacer esas cosas que tanto te gustan. Una apuesta excelente para relajar tensiones, retomar tu antigua rutina y evitar caer en la monotonía.
Después del parto y de pasar algunos días en el hospital, donde el bebé y la madre pudieron contar con todo el apoyo y atención médicos, ha llegado el momento de volver a casa, y en esta ocasión llevando a un bebé en brazos.
Es normal que los padres, especialmente los primerizos, tengan que enfrentarse a dudas, miedos e inquietudes en cuanto al cuidado del bebé y a la nueva realidad familiar. Eso suele pasar en los primeros días del bebé en casa.
El bebé está en casa, ¿y ahora qué? Esta sensación de desorientación es normal en los padres durante los primeros días del bebé en casa. Aparte de alimentar, bañar, curar el ombligo y cambiar el pañal al bebé, hay que conocerle, saber por qué llora, cuándo tiene hambre o sueño, y a comunicarse con él. Todo parece difícil al principio, pero pasados unos días todo seguirá su ritmo y los padres ni se acordarán de los días que estuvieron sin su bebé.
Para que los padres vivan esta etapa con tranquilidad y que además disfruten de su bebé y de su paternidad, y que puedan conocer al bebé y el bebé a ellos, es conveniente seguir algunos consejos:
1 – Aprende a delegar
No descarten la ayuda de algún familiar o amigo, especialmente en los primeros días con el bebé.
Delegar a alguien las tareas domésticas, recados, etc., os relajará. Puede que no las hagan como os gustaría, pero recordad que la prioridad ahora es el bebé.
2 – Bienvenidos a los que vengan a ayudar
Es aconsejable limitar las visitas. En los primeros días del bebé en casa, lo mejor es evitar que la casa se llene de gente. Lo ideal es que si viene alguien, que venga para ayudar.
3 – Descansa mientras el bebé duerme
Durante los primeros días el bebé solo comerá y dormirá. Así que deben aprovechar para descansar o hacer las tareas domésticas que les correspondan.
4 – Planifica las tareas del hogar
Es necesario planificar el cuidado del bebé y las labores domésticas entre la pareja para que ninguno de los dos se sienta abrumado.
5 – Alimentarse bien tras el parto
Es importante, no solo el descanso de la madre para favorecer la producción de leche, como también que se alimente bien.
Una buena dieta e hidratación también favorecerá a la lactancia.
6 – Cuidados y cura del ombligo
La cura del ombligo del bebé suele durar entre 5 y 8 días. Por lo general, no se baña al bebé en este período, aunque hay madres que lo que hacen es bañar al bebé y secar muy bien su ombligo tras el baño con gasas esterilizadas. En todo caso, se debe seguir las orientaciones médicas.
7 – Cuidados con el pecho de la madre
El cuidado de los pechos es importante ya que será, en muchos casos, la fuente de alimentación del bebé. Masajes circulares, por ejemplo, pueden evitar problemas como la mastitis, por ejemplo.
8 – Estimular el vínculo materno
Cuánto más brazos, más contactos piel a piel, más caricias, mejor para el bebé y para la madre. Es esencial este tipo de comunicación entre el bebé y su madre.
9 – La prioridad es el bebé
Aunque las tareas os pueda agobiar en los primeros días es importante no olvidarse de disfrutar al máximo de vuestro bebé porque es único y especial en vuestras vidas, con cariño, dedicación y paciencia.
10 – Compras básicas para el bebé
Para evitar que tengan de salir para comprar algo que pueda faltar al bebé, lo mejor es prepararse antes con cosas básicas para el bebé, como tener pañales suficientes, toallitas, ropas, biberones (para el caso de que no tengas leche materna), leche de fórmula, cuna, sábanas y todo lo necesario para los primeros días de tu bebé en casa.
Los primeros días con tu bebé en casa deben ser vividos con paciencia, tranquilidad y respeto. Recuerda que tanto para él como para vosotros los padres, todo es nuevo y que nadie nace sabiéndolo todo. Tu bebé llorará, se dormirá, hará sus necesidades y dependerá únicamente de ti. Así que ten en cuenta:
– Que al nacer, aunque el bebé tiene visión borrosa, es capaz de identificar los rasgos de tu cara a un palmo de distancia. Que vuestro bebé vea siempre una sonrisa en vuestra cara.
– Que el bebé empezará a conocer el mundo que le rodea a través de los sonidos que escucha.
Él empezará a conoceros a través del sonido de vuestras voces. Que siempre tengan palabras amables para él.
– Que el bebé utilizará todos los sentidos como el olfato y el tacto, para identificar a la persona que lo lleva o lo atiende.
– Que el bebé necesita ser alimentado a cada 2 a 3 horas. Es importante despertarlo para alimentarlo. Que el bebé sienta que es asistido y cuidado.
– Que el bebé dormirá mucho y necesitará vigilancia. No dejes al bebé solo en una habitación aunque pueden aprovechar este tiempo para organizaros y descansar también.
– Que vuestro bebé es único. Necesita no solo cuidado como también mucho cariño y atención. Es vuestra prioridad.
1- Si puedes sentarte, no te quedes de pie
2- Si puedes tumbarte, no te quedes sentado
3- Si puedes dormir, no te quedes despierto
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