El legrado consiste en una intervención quirúrgica con el fin de extraer el contenido del útero. En ocasiones, este tratamiento es necesario si existen complicaciones después de un aborto voluntario (por ejemplo tras la administración de medicamentos usados para ello), o bien involuntario (después de un aborto espontáneo). Igualmente podemos mencionar otras técnicas relacionadas, como por ejemplo es el caso del raspado del útero.
Cuando nos encontramos ante un aborto significa que el embarazo ha llegado a su fin, y que además lo ha hecho de la forma menos esperada posible, especialmente si se trata de un aborto espontáneo o involuntario. Supone la muerte embrionaria o fetal no inducida antes de las 20 semanas de gestación. Pasado ese tiempo las probabilidades de que ocurra bajan.
Se estima que hasta el 50 por ciento de todos los embarazos terminan en un aborto espontáneo. En la mayoría de las ocasiones, antes de que una mujer haya perdido su período menstrual, o incluso sepa que está embarazada, por lo que el embarazo -y su pérdida- pasan casi prácticamente desapercibidos. Y, de producirse, más del 80 por ciento de estos abortos ocurren dentro de los primeros tres meses del embarazo.
Después de un aborto espontáneo, el objetivo principal del tratamiento es la prevención de hemorragias y/o infecciones. Se persigue que el cuerpo expulse todo el tejido fetal por sí solo, no necesitando de más procedimientos médicos. No obstante, cuando esto no es posible, el procedimiento más común es el legrado o dilatación y legrado (D&C).
Si tras un aborto no se necesita practicar el legrado dicho aborto se ha producido de forma completa. Es decir, se ha producido un aborto completo. Esto se traduce en que el cuerpo de la mujer ha expulsado todos los productos propios del embarazo (sangre, tejido, embrión), y luego no hay necesidad de cirugía o legrado. Después de un aborto completo no deben existir síntomas habituales de aborto, como dolor extremo, sangrado intenso prolongado o fiebre. No obstante, sí es posible sangrar algo de 1 a 3 semanas.
La única manera que el especialista tiene para asegurarse de que ha ocurrido un aborto completo es mediante la realización de una ecografía después de producirse el aborto, u obtener una prueba de embarazo negativa entre 3 a 4 semanas después de usar los medicamentos para abortar (en caso de que el aborto sea voluntario).
El legrado es una intervención médica sencilla que se lleva a cabo especialmente después de producirse un aborto espontáneo. Consiste en el raspado del útero -o curetaje- de sus paredes interiores. Aunque el legrado se puede realizar con el fin de extraer muestras del endometrio para analizarlas, el objetivo tras un aborto es el de vaciar el interior del útero.
Cuando los tejidos fetales quedan o permanecen en el interior del útero se produce lo que se conoce como aborto retenido, que ocurre cuando el cuerpo de la mujer no ha sido capaz de expulsar los restos después de finalizar la gestación. Es decir, no ha sido capaz de contraerse con el fin de expulsar el feto y todos los elementos propios del embarazo, posiblemente porque aún no se ha “dado cuenta” de que el feto ya no continúa vivo en el interior del útero.
Legrado uterino y aborto
Este procedimiento quirúrgico se realiza a menudo después de un aborto espontáneo durante el primer trimestre, ya que después de las primeras semanas de gestación será necesario llevar a cabo otras técnicas más agresivas.
De hecho, es común que en los embarazos que acaban antes de las 10 semanas el aborto se produzca de forma completa, mientras que después de 10 semanas es más probable que el aborto espontáneo esté incompleto, requiriendo la práctica del procedimiento conocido como D&C.
La dilatación permite abrir el cuello uterino, mientras que el curetaje es útil para la eliminación de los contenidos del útero. Así, el legrado se puede realizar raspando la pared uterina con la ayuda de un instrumento de cureta, o bien mediante un legrado por succión (también conocido como aspiración al vacío).
El legrado puede llevarse a cabo en una clínica o en un hospital, y la anestesia puede ser general o local en función de las características de la paciente. Se recomienda no comer ni beber nada ocho horas antes si la anestesia que se va a aplicar es general, y no tomar medicamentos sin la debida supervisión médica.
Es posible que el proveedor de atención médica te haga varias pruebas:
Algunos de los posibles diagnósticos son:
Ante una amenaza de aborto espontáneo, el proveedor de atención médica podría recomendarte reposo hasta que disminuya el sangrado o el dolor. No se ha demostrado que el reposo en cama prevenga el aborto espontáneo, pero en ocasiones se indica como medida de seguridad. También es posible que te pidan que evites el ejercicio y las relaciones sexuales. Si bien no se ha demostrado que estas medidas reduzcan el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, pueden mejorar tu comodidad.
En algunos casos, también es una buena idea posponer los viajes, en particular a lugares en los que sería difícil recibir atención médica inmediata. Pregunta a tu proveedor de atención médica si sería conveniente retrasar los próximos viajes que tengas programados.
Con la ecografía, ahora es mucho más fácil determinar si el embrión ha muerto o si nunca se formó. Cualquiera de estos resultados implica que definitivamente habrá un aborto espontáneo. En esta situación, podrías tener varias opciones:
En la mayoría de los casos, la recuperación física después de un aborto espontáneo solo tarda entre unas pocas horas y un par de días. Mientras tanto, llama a tu proveedor de atención médica si presentas sangrado abundante, fiebre o dolor abdominal.
Es posible ovular dos semanas después de un aborto espontáneo. Es de esperar que el periodo te regrese en un plazo de cuatro a seis semanas. Puedes comenzar a usar cualquier tipo de anticonceptivo inmediatamente después de un aborto espontáneo. Sin embargo, evita tener relaciones sexuales o ponerte cualquier cosa en la vagina (por ejemplo, un tampón) por dos semanas después de un aborto espontáneo.
Es posible quedar embarazada durante el ciclo menstrual inmediatamente después de un aborto espontáneo. Pero si tú y tu pareja deciden intentar otro embarazo, asegúrate de estar lista a nivel físico y emocional. Pídele asesoramiento a tu proveedor de atención médica acerca de cuándo puedes tratar de concebir.
El aborto espontáneo suele ser un episodio que sucede una sola vez. La mayoría de las mujeres que tienen abortos espontáneos logran tener un embarazo saludable más adelante. Menos del 5 % de las mujeres tienen dos abortos espontáneos consecutivos y solo el 1 % tiene tres o más abortos espontáneos consecutivos.
Si tienes varios abortos espontáneos, por lo general dos o tres seguidos, considera hacerte pruebas diagnósticas para identificar si hay causas subyacentes. Esas causas pueden incluir problemas del útero, de coagulación o de cromosomas. Si no se puede identificar la causa de tus abortos espontáneos, no pierdas las esperanzas. Alrededor del 60 al 80 % de las mujeres que tienen abortos espontáneos repetidos sin causa aparente después tienen embarazos saludables más adelante.
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La sanación emocional puede demorar mucho más que la sanación física. El aborto espontáneo puede ser una pérdida desgarradora que las personas cercanas a ti tal vez no comprendan. Tus emociones pueden variar desde el enojo y la culpa hasta la desesperación. Date tiempo para asumir la pérdida del embarazo, y busca ayuda de tus seres queridos.
Probablemente nunca te olvides las esperanzas y los sueños relacionados a este embarazo, pero con el tiempo la aceptación puede aliviar tu dolor. Consulta con tu profesional de salud si sientes tristeza o depresión profundas.
Si tienes signos o síntomas de aborto espontáneo, comunícate de inmediato con tu profesional de salud. Dependiendo de las circunstancias, podrías necesitar atención médica inmediata.
A continuación encontrarás información que te ayudará a prepararte para la consulta y a saber qué esperar de tu profesional de salud.
Antes de tu consulta, quizás quieras realizar lo siguiente:
A continuación te presentamos algunas preguntas básicas que puedes hacerle al profesional de salud acerca del aborto espontáneo:
Además de las preguntas que hayas preparado, no dudes en hacerle otras preguntas durante la consulta, especialmente, si necesitas que te aclare algo o no entiendes algo.