Carta a mi abuelita en el cielo: A mi abuela en el cielo – Carta al cielo donde estás

Carta a mi abuelita en el cielo: A mi abuela en el cielo – Carta al cielo donde estás

A mi abuela en el cielo – Carta al cielo donde estás

A mi abuela en el cielo

Spiritual

No hay mucho que describir… Solo quise escribirle una carta a mi viejita que ya no está más aquí.
*El 23/01/2018 puesto #456 Espiritual
*El 02/02/2018 puesto #717 Espiritual

#abuelita
#carta
#enelcielo
#teextraño
#wattys2018

por DiFatith

Compartir

                                    
                                              
                          

ABUELITA:

Hace un año todavía estabas junto a mí. .. A ratos me sonreías ya con tu dentadura chimuela y tu cabello blanco algo corto para que no te diera el calor...

Sostuve tu mano por largas horas y por largos días... Tus últimos días fueron los que más me rompieron el corazón.

Y es que saber que esta vida es pasajera, que a todos nos llega nuestro momento, no lo hace menos peor. Realmente es muy difícil esperar aquella noche negra, que sabes que de a poco se llevará algo que amas con tanto fervor.

¿Por qué te escribo estas líneas si jamás podrás leerlas?, las escribo simplemente porque las quise escribir. Porque los humanos somos débiles y somos algo torpes también, nuestra memoria falla con el tiempo, pero las letras se quedarán aquí.

Sé que estás  en un lugar mejor, un lugar donde ya no existe ni la tristeza ni el dolor, un lugar donde no hay mentiras ni hay maldad, un lugar donde todo es blanco y puro, un lugar al que siempre anhelaste llegar; y cuando miro al cielo, entre las nubes te quiero encontrar, si es de día, te busco rumbo al hermoso sol que alumbre, si es de noche, en una bella estrella fugaz.

"Que Dios y la virgen y todos los santos te cuiden mijita" decías todos los días, cada día, desde que puedo recordar... Al principio era antes de ir a la escuela, cuando crecí, me lo decías antes de ir a trabajar.

El primer día que no te tuve, cuando salí a mi trabajo me detuve en la puerta al no escucharte hablar... Esa misma tarde regresé de un arduo día y me detuve sin pensar en la puerta de tu habitación... "Ya regresé", te saludé, pero obviamente ya nadie respondió en tu lugar. 

Ahora yo miro al cielo en donde tú te encuentras y te digo "Que Dios y la virgen y todos los santos te cuiden a ti, mi viejita linda".

Me alegra saber que supiste cuanto te amé, me alegra saber que pude estar contigo en tus últimos días, me alegra saber que me pude despedir de ti. ..

Sin embargo te extraño y ahora que se cumple un año desde que te fuiste, quise escribirte a ti.

Grande entre las grandes, Juanita lo fue, una linda viejita de grandes sentimientos dejó una descendencia que era de amor, una gran mujer que trabajó toda su vida y luchó por dejar inculcados fuerza y valor.

Gracias por todo lo que enseñaste, sin palabras y con muchos ejemplos, espero que desde donde estés puedas estar orgullosa de mí.

Te envío al más grande y fuerte abrazo que existe, un beso también, uno tan grande que llegue desde la tierra al cielo en el que estás. Disfruta la paz que trasciende lo conocido, aquí siempre tendrás tu lugar.

Para ti, todo mi amor y todo mi cariño, por siempre eras y serás mi otra mamá.

Por siempre te amo:

Di.

🎉 Has terminado de leer A mi abuela en el cielo 🎉

También te gustarán

Carta a mi abuelo que está en el cielo; gracias por todas sus enseñanzas

Carta a mi abuelo que está en el cielo; gracias por todas sus enseñanzas | unsplash

Hoy se cumple un mes más de su partida, el tiempo pasa tan rápido que parece como si hubiese sido ayer. Sé que los tiempos de Dios son perfectos y que gracias a él, usted se fue tranquilo y sin sufrir. Aunque su partida nos ha dejado totalmente rotos, estamos dispuestos a seguir adelante por su esposa, mi abuelita que lo extrañé mucho.

Sé que ya no me está escuchando, pero esta carta va dedicada para usted, pues a través de esta podré expresar algunas cosas que nunca le pude decir. Perdón porque a pesar de haberlo tenido, no pase el suficiente tiempo a su lado, aunque en sus últimos días lo pude hacer y lo vi tan feliz.

Te puede interesar: Cuando te sientas vacía deja que Dios te llene, nunca te abandonará 

Ya no recuerdo cuándo fue la última vez qué le di un abrazo, un beso, una acaricia, pues hice todo lo imposible para que usted no se contagiara del virus y nos durará más tiempo aquí en la tierra, pero desafortunadamente esto ya no pudo ser, pero tenga por seguro que siempre lo vamos a tener presente en nuestro corazón.

Mi abuelita, mis tías, mi tío, mi papá, sus nueras, sus yeros, sus nietos, sus bisnietos, amigos, hermanos; lo extrañamos mucho. Pues su partida ha dejado un vacío enorme en nuestros corazones. Estos tiempos han sido muy difíciles sin usted, estábamos tan acostumbrados a verlo en su casa, con mi abuelita y ahora, cada que vamos a su casa es un dolor enorme no verlo ahí con nosotros.

Me siento tan agradecida porque usted me pudo acompañar en cada logro que tuve, el último fue cuando me gradué, pero yo deseaba con todo mi corazón que usted estuviera presente en mi boda, la boda de su primer nieta que se casaría. Pero a la vez estoy tan tranquila porque usted pudo conocer al hombre con quién me voy a casar, un hombre que me respeta, me valora, y me ama.

Nunca olvidaré su sonrisa y todas las bromas que nos hacía. Aún tengo la esperanza de llegar a su casa y verlo, pues mi mente aún no asimila que usted ya no esté. Después de tenerlo tantos años con nosotros, cada integrante de la familia, ha aprendido a valorar, disfrutar, y aprovechar cada momento en el que estamos unidos.

El dolor de cada integrante de la familia es muy diferente, en lo personal yo puedo ser muy fuerte ante ellos, pero cada que estoy sola ya no puedo más y es cuando suelto en llanto, no se imagina cuanto lo extraño. Usted era mi único abuelito, la persona que tenía como ejemplo a seguir.

Tengo muchísimos recuerdos de usted que me llenan de alegría, como cuando éramos pequeños y usted agarraba su cigarro, sus pepitas, su coca y se escondía para comérselas porque si mi abuelita lo veía lo iba a regañar. Recuerdo cuando fuimos a Acapulco y usted me estaba enseñando a andar en tabla y de repente llegó una ola y me dejó caer para que aprendiera a quitarme el miedo.

Adiós abuelo y muchas gracias porque usted nos dejó un gran legado, una familia hermosa con la que usted siempre procuró que estuviéramos juntos, sin duda alguna la familia aprendió a estar junta gracias a usted porque usted nos enseñó a convivir, a compartir y sobre todo a comer todos juntos.

Esta carta es para ustedes y para mi familia que está herida e incompleta por su pérdida, también tengo que reconocer que su partida me ha ayudado a valorar más a mis seres amados, a disfrutar cada momento con ellos. No le reprocho nada a Dios pero quisiera que me concediera el deseo de poder abrazarlo por última vez y decirle cuánto lo amo.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *