Carta a un padre que me abandono: Carta al padre que se negó a conocerme: su abandono me hizo más fuerte | Estilo de Vida Parejas

Carta a un padre que me abandono: Carta al padre que se negó a conocerme: su abandono me hizo más fuerte | Estilo de Vida Parejas

Sé feliz, libérate de la culpa

Carta al papá que me abandonó : Sé feliz, libérate de la culpa. | Unsplash

Hoy hago una pausa del amor y la fuerza para tocar un tema que aunque no es mi favorito, es parte de mi vida y no tengo por qué ocultarlo. Esta es una carta al papá que me abandonó a quien solo tengo una cosa qué decirle: sé feliz, libérate de la culpa.

Mucho tiempo pensé que el sentimiento era mutuo, que si él no me quiso yo tampoco lo iba a querer, pero la vida me enseñó que no tenía caso vivir así, buscando al papá que se fue en otros hombres para que se aprovecharan de mí o vengarme de él con gente que no tenía la culpa. 

#Mujer Mamá baila vals con su hijo, en caso de que quiste le arranque la vida y su boda nunca llegue https://t.co/aGq8Jp5b97 #Mujeres #Chicas pic.twitter.com/fTDyCN2Ny6

— Soy Carmín (@SoyCarmin)
March 6, 2020

La vida fue buena y supo llenar ese lugar con otras personas que sí eligieron quererme, la primera mi mamá, la mujer que siempre vivió por dos para sacarnos adelante y lo hizo en modo Fénix, con más fuerza que nunca.  

Cuando supe que tenía un papá en algún lugar del mundo y que simplemente no quiso ser parte de mi vida, pensé en buscarlo, tenía curiosidad de saber si me parecía en algo, pero luego me di por vencida porque sentía que traicionaba a mi mamá y a mi padrastro. Lo que no supe es que el universo escucha y un día me iba a dar lo que pedí.

Un día sin planearlo me topé con el eslabón a esa familia y los conocí a todos, veintitantos años tarde, pero fue bueno, entendí mucho de mí y encontré grandes personas, pero a papá, ni los buenos días. Nos hemos visto, pero él actúa como si no existiera y francamente ya me da igual.

Imagino que él decidió lo que consideraba mejor en ese tiempo, tal vez no fue lo correcto pero no me gano nada con juzgarlo. Lo único que pido es que viva en paz con el resultado, no tengo nada qué reclamarle y seguramente ha de ser feo vivir con el miedo a que alguien llegue y te reclame un sin fín de cosas, no importa si lo disfrazas de enojo con el mundo.

No me ganaba nada con imaginar, o peor aún, con asumir cosas y aprendí que las cosas valen por lo que uno decide, no por lo que son, que el pasado no se puede cambiar pero sí se puede sanar si uno quiere porque es la única forma de poder volar alto y sin miedo.

Carta al papá que me abandonó : Sé feliz, libérate de la culpa. Unsplash

Hay papás que se quedan igual y nos lastiman, no tuvieron el valor de irse pero tampoco el de ser un buen papá, no generalizo, también hay mamás que desaparecen o que viven en la mente en otro lugar y en otro tiempo, pero ¿de verdad vamos a vivir siempre culpando a nuestros papás de lo que ocurrió y lo que no?

Llega un momento en que nosotras decidimos qué será de nuestra vida y tenemos que entender que no siempre alguien va a salvarnos, nos toca hacerlo solas, sea un papá que nos abandonó, una pareja que nos engañó, un día malo en la escuela o el trabajo, tenemos que ser más fuerte que todo porque la vida no espera a nadie.  

Así que en lo que refiere al papá que me abandonó o que simplemente no quiso estar, que sea feliz, no quiero cargar dolor ni rencor y simplemente disfrutar a las personas que sí llegaron para quedarse, yo ya lo perdoné. 

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Estudié la Licenciatura de Comunicación en UABC Tijuana, además cuento con una Maestría en Mercadotecnia y Medios Digitales por parte de UNID. Antes de llegar al maravilloso equipo de Soy Carmín, fungí como Community Manager de diversas empresas en Tijuana y jefa de redacción en diversos medios. Actualmente me apasionan temas como la maternidad, crianza infantil, las series de televisión, las películas y las novelas, además de las celebridades también me encanta escribir sobre pareja, inteligencia emocional, amor propio, vestidos, maquillaje, realeza, estudios curiosos, remedios caseros y salud, además de noticias de interés general.

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💔Herida del abandono: Carta al padre que nunca tuve – Isabel Alarcón García

 

¿Temes al abandono? ¿tus parejas te abandonan con frecuencia o al contrario, prefieres abandonarlas tú antes de que te dejen a ti? ¿te cuesta trabajo terminar una relación? ¿temes la soledad? ¿te gustaría estar todo el tiempo con tu pareja y no concibes que el otro no quiera lo mismo?

 

El sentimiento de abandono puede ser debido a distintas causas como por ejemplo:

  • el fallecimiento y consecuente pérdida del padre,
  • que no estuviera a tu lado, ni presente en tu vida,
  • que aun viviendo contigo, no pudiera hacerse cargo de ti (por exceso de trabajo, por alguna enfermedad que le impidiera…)

 

Si te sientes identificada, te animo a que pongas en práctica este ejercicio que te ayudará a entender, afrontar y superar la herida del abandono. He escrito esta carta inventada, intentando abarcar diversos aspectos para que te sirvan de ejemplo, pero se trata de que prepares tu la tuya y la personalices según lo que sentiste o lo que te sucedió. Puedes hacerlo por escrito o en tu mente, lo que más te ayude.

Antes de comenzar a escribir te recomiendo busques un lugar tranquilo, apartado de ruidos donde puedas relajarte y hacer tres o cuatro inspiraciones profundas. Trae a tu mente la imagen de tu padre o si no le conociste, una representación de su figura. Lee esta carta y observa que es lo que resuena en tu interior para luego realizar la tuya propia.

Carta al padre que nunca tuve:

Hola papá.

Me contaron que era muy pequeña cuando tomaste otro camino. No sé qué fue lo que realmente te alejó de mi. Tal vez nací niña cuando tu esperabas un niño. Quizás te dí demasiado trabajo. A lo mejor trunqué tu vida. Tal vez te pillé por sorpresa. Puede que ser que tuvieras que partir fuera a trabajar para darnos alimento o simplemente, te vine grande. Era muy pequeña para entender ¿por qué te habías ido? ¿qué fue lo que hice para que te fueras? Nunca sabré lo que realmente te alejó de mi.

Cada día anhelaba tus abrazos, tus besos de buenas noches, jugar y reír contigo, que me defendieras cuando otros niños se metían conmigo y que me dieras sabios consejos. Buscaba ansiosa tu protección, que me dijeras lo orgullo que estabas de mi, que estuvieras a mi lado, me brindaras tu apoyo y que cada día oyera un, te quiero.

Un profundo dolor se instaló en mí, siempre a la espera de que aparecieras. No soportaba ese dolor. Tu ausencia me dolió, me dolió y mucho. No podía vivir así. Necesitaba llenar ese enorme vacío que dejaste en mi. Por ello, hice todo lo posible y lo imposible por cubrirlo rodeándome de personas. Daba igual si me hacían daño y si sufría estando con ellas. Daba igual, a toda costa quería seguir ahí, acompañada. Fui capaz de dejar de ser quien era por adaptarme a cada una de esas personas, todo para que me aceptaran, me quisieran, me apoyaran y me dieran todo lo que necesité de ti.

Con el tiempo fui aprendiendo a depender de ellos. Se convirtieron en mi «droga». Me bastaba saber que estaban conmigo, para yo estar bien. En el momento que veía la posibilidad de que se fueran, me generaba tanta ansiedad que hacía lo que fuera por retenerles. Les necesitaba para sentirme bien. Me aferraba con todas mis fuerzas para no sufrir la soledad, para no volver a repetir el dolor del abandono.

¿Sabes una cosa, papá? Todos me dicen que tengo que quererme más, pero ¿cómo hago eso? ¿cómo podría quererme si nadie me enseñó?

He tenido que tocar fondo para darme cuenta de que así no puedo seguir. Quiero acabar con este sufrimiento y sanar la herida del abandono. Mi felicidad no puede depender de los demás. He crecido, soy adulta y ya estoy en disposición de cuidarme yo misma, de aceptarme tal y como soy, de protegerme y de quererme como nunca nadie lo ha hecho. Hoy quiero poner punto y final a este capítulo y comenzar a vivir una vida plena y llena de amor porque lo valgo y lo merezco. Desde hoy, todo aquello que anhelaba, que deseaba de mis parejas, me lo voy a dar a mí misma.

Papá, no te guardo rencor. Aunque no apruebo que me dejaras, lo acepto y te perdono porque fueron diversas circunstancias las que te llevaron a tomar esa decisión. Quizás tu tuvieras también tus propias heridas, o no tuviste los recursos necesarios para hacer frente a la situación, por ello, hoy decido soltar ese dolor.

Yo también quiero perdonarme a mi misma, por haber estado este tiempo buscando fuera lo que yo misma llevaba dentro, por haber culpado a otros de mi desdicha, por no haberme respetado. Hoy decido comenzar esa búsqueda dentro de mi. #HoyEmpiezoAQuererme. Aprenderé a ser mi máxima prioridad en mi vida creando espacios exclusivos para mi. Me haré amiga de la soledad, pues es la única que me puede mostrar lo que llevo dentro. Empezaré a cuidarme (comer de forma saludable, practicar deporte, arreglarme para estar hermosa. . ).

Caminaré hacia la aceptación reconociendo mis luces y mis sombras. Eso me dará la fuerza necesaria para emprender nuevos proyectos, aquellos que tal vez un día dejé aparcados por dedicar mi vida por y para los demás. Será momento de hacer nuevas amistades, pero esta vez basadas en el amor y no para cubrir mis necesidades. Celebraré cada día esos pequeños pasos que me llevaran a ser quien soy, una mujer plena, feliz, que se quiere más que nadie.

Papá, aunque no estuviste a mi lado, hoy quier aprovechar para darte las gracias porque aunque sea en mi cabeza, te tengo aquí presente para decirte todo esto que desde hace tiempo, necesitaba decirte y sacar fuera. Gracias papá, porque todo esto me ha hecho más fuerte. Con todo el amor que siento hacia mi, allá donde estés te mando luz, paz y amor.

Tu hija.

Te quiero. Me quiero

 

¿Que te ha parecido? ¿Te has sentido identificada? Déjame un comentario y cuéntame si lo has puesto en práctica cómo te ha resultado, estaré encantada de leerte.

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