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Obesidad significa pesar más de lo que es saludable para una determinada estatura. La obesidad es una enfermedad grave y crónica. Puede llevar a otros problemas de salud, incluyendo diabetes, enfermedad cardíaca y algunos cánceres.
La obesidad está volviéndose mucho más común en la niñez. Con mayor frecuencia, empieza entre las edades de 5 y 6 años y en la adolescencia.
Los expertos en la salud infantil recomiendan que a los niños se les hagan pruebas de detección para obesidad a la edad de 2 años. De ser necesario, deben remitirlos a programas de manejo del peso.
El índice de masa corporal (IMC) de su hijo se calcula usando la estatura y el peso. Un proveedor de atención médica puede usar el IMC para calcular cuánta grasa corporal tiene su hijo.
Medir la grasa corporal y diagnosticar la obesidad en los niños es diferente a medir estos parámetros en los adultos. En los niños:
Un nivel de IMC que diga que un niño tiene obesidad en una edad puede ser normal para un niño a una edad diferente. Para determinar si un niño tiene sobrepeso u obesidad, los expertos comparan los niveles del IMC de niños de la misma edad entre sí. Ellos usan una tabla especial para decidir si el peso de un niño es saludable o no.
Gahagan S. Overweight and obesity. In: Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ, Shah SS, Tasker RC, Wilson KM, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 21st ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 60.
O’Connor EA, Evans CV, Burda BU, Walsh ES, Eder M, Lozano P. Screening for obesity and intervention for weight management in children and adolescents: evidence report and systematic review for the US Preventive Services Task Force. JAMA. 2017;317(23):2427-2444. PMID: 28632873 pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28632873/.
Versión en inglés revisada por: Neil K. Kaneshiro, MD, MHA, Clinical Professor of Pediatrics, University of Washington School of Medicine, Seattle, WA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
Hojee la enciclopedia
Los médicos usan los términos «sobrepeso» u «obeso» para indicar que una persona tiene más probabilidades de desarrollar problemas de salud relacionados con el exceso de peso.
El IMC (índice de masa corporal) utiliza las medidas de estatura y de peso para calcular la cantidad de grasa corporal que tiene una persona. Pero calcular el IMC sin ayuda puede ser complicado. Es más fácil utilizar una calculadora de IMC.
Después de calcular el IMC y de colocar los resultados en las tablas de IMC estándar, los médicos usan cuatro categorías para describir el peso de los niños de 2 a 19 años:
Para los niños menores de 2 años, los médicos usan las tablas de peso por altura en lugar de las tablas de IMC para determinar cómo está el peso del bebé en relación con su altura. Se considera que un niño de menos de 2 años tiene sobrepeso si se encuentra por encima del percentil 95.
El IMC no es una medida perfecta de la grasa corporal y, en algunos casos, puede causar confusión. Por ejemplo, una persona con la musculatura muy desarrollada puede tener un IMC alto pero sin tener sobrepeso (porque su desarrollo muscular aumenta su peso corporal, pero no su cantidad de grasa). Además, es posible que durante la pubertad, momento en el cual se experimentan períodos de crecimiento rápido o “estirones”, el IMC sea difícil de interpretar. Recuerde que el IMC suele ser un buen indicador de la cantidad de grasa corporal, pero no se trata de una medida directa.
Si está preocupado por el peso de su hijo, llévelo al médico. El profesional le preguntará sobre los hábitos de alimentación y actividad, y hará sugerencias de cambios para lograr un estilo de vida saludable. También es posible que el médico le pida un análisis de sangre para descartar algunos problemas de salud que se asocian a la obesidad.
Según la salud y el IMC de su hijo (o de la medición de su peso en proporción a su altura), el médico puede enviarlo a ver a un dietista registrado o a un programa de control del peso.
Las cosas que pueden favorecer el sobrepeso en una persona incluyen los malos hábitos alimenticios, la falta de ejercicio físico, la genética o una combinación de estos factores. La falta de acceso a alimentos saludables y a lugares seguros para hacer ejercicio físico es un desafío para muchas familias. Es muy poco frecuente que el exceso de peso se deba a un problema endocrinológico, a un síndrome genético o a algunos medicamentos.
Con frecuencia, escogemos alimentos que se comen rápido y fácilmente (desde comidas rápidas a comidas y tentempiés procesados y envasados). Las muchas ocupaciones pueden dejar poco tiempo para preparar comidas saludables y encontrar el momento de hacer algo de ejercicio físico. El tamaño de las porciones, tanto en casa como fuera, es demasiado grande.
Además, la vida moderna es sedentaria. Los niños pasan más tiempo jugando con dispositivos electrónicos que jugando activamente al aire libre. Los niños que pasan mucho tiempo delante de las pantallas tienen más probabilidades de tener sobrepeso. El tiempo ante la pantalla también interfiere con el sueño. Los niños que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de tener sobrepeso.
Muchos niños no hacen suficiente actividad física. Los niños mayores y los adolescentes deben hacer un mínimo de 1 hora de ejercicio físico, de moderado a vigoroso, cada día, incluyendo tanto actividades de tipo aeróbico como ejercicios de tonificación muscular. Los niños de entre 2 y 5 años deben hacer al menos 3 horas de actividad por día.
Los factores genéticos pueden desempeñar un papel en el peso de un niño. Nuestros genes ayudan a determinar el tipo de cuerpo y la forma en la que el cuerpo almacena y quema la grasa. Pero la crisis de obesidad actual no se explica únicamente por los factores genéticos. Puesto que tanto los genes como los hábitos se transmiten de una generación a la siguiente, es posible que varios miembros de la misma familia tengan problemas de sobrepeso.
Las personas de la misma familia suelen compartir patrones de alimentación, conductas sedentarias y niveles de actividad física similares. Las probabilidades de un niño de tener sobrepeso aumentan si uno de los padres tiene sobrepeso o es obeso.
Las personas con un IMC elevado tienen más probabilidades de tener problemas de salud relacionados con el peso. Entre ellos, se incluyen la diabetes tipo 2, la hipertensión y el colesterol elevado; todas enfermedades de los adultos.
Los niños y adolescentes con sobrepeso también pueden presentar lo siguiente:
Los factores de riesgo cardiovascular (como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes) que aparecen en la infancia favorecen el desarrollo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en la etapa adulta. La prevención o el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en los niños puede ayudar a protegerlos de estos problemas cuando son mayores.
Los niños también pueden tener problemas emocionales (como una baja autoestima), ser el blanco de burlas, acoso o rechazo de parte de sus compañeros. Los niños que no están contentos con su peso corren los siguientes riesgos:
Para prevenir el sobrepeso en los niños es necesario hacer elecciones saludables sobre la forma de alimentarse, hacer ejercicio físico y pasar tiempo juntos de su familia. Para ayudar a los niños a adoptar un estilo de vida saludable, se debe empezar con el buen ejemplo de los padres.
Para que los niños de todas las edades se mantengan dentro de un peso saludable, opte por un enfoque familiar. Haga de la alimentación saludable y de la práctica del ejercicio físico una cuestión de familia. Haga participar a sus hijos permitiendo que ayuden a planificar y preparar comidas saludables. Llévelos con usted cuando haga las compras de alimentos. Enséñeles a hacer buenas elecciones de alimentación.
Intente evitar caer en las siguientes trampas:
He aquí algunas otras recomendaciones para niños de todas las edades: