Con este cuento, padres e hijos podrán reflexionar acerca de los Derechos de los niños. Según la Declaración de los Derechos de los niños, ‘el niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, maltrato, crueldad y abusos. No deberá permitirse al niño trabajar antes de la edad mínima adecuada…’. Guiainfantil.com les ofrece el cuento El niño gigante, para que los niños entiendan el concepto de la explotación y del abuso a los niños.
Un día un niño muy grande llegó a un pueblo que le pareció un poco especial. Toda la gente era muy pequeña. El niño tenía mucha hambre y le dieron de comer.
Como el niño no encontró a sus padres en aquel pueblo, dio las gracias por la comida y ya se iba a marchar para seguir buscando a sus padres, cuando le dijeron que lo que había comido costaba mucho dinero y que tendría que pagar por ello. Pero el dinero que tenía el niño no valía para pagar en aquel pueblo.
Le dijeron que tendría que trabajar para pagarles su comida. El niño contestó que él no sabía trabajar porque era un niño. Le contestaron que era demasiado grande para ser niño y que podía trabajar mejor que nadie porque era un gigante.
Así que el niño que era muy obediente, se puso a trabajar. Como trabajó mucho le entró mucha hambre y tuvo que comer otra vez. Y como estaba muy cansado tuvo que quedarse allí a dormir. Y al día siguiente tuvo que trabajar otra vez para poder pagar la comida y el alojamiento.
Cada día trabajaba más, cada día tenía más hambre y cada día tenía que pagar más por la comida y la cama. Y cada día estaba más cansado porque era un niño.
La gente del pueblo estaba encantada. Como aquel gigante hacía todo el trabajo, ellos cada día tenían menos qué hacer. En cambio, los niños estaban muy preocupados: el gigante estaba cada día más delgado y más triste. Todos le llevaban sus meriendas y las sobras de comida de sus casas; pero aún así el gigante seguía pasando hambre. Y aunque le contaron historias maravillosas no se le pasaba la tristeza.
Así es que decidieron que, para que su amigo pudiera descansar, ellos harían el trabajo. Pero como eran niños, aquel trabajo tan duro les agotaba y además, como estaban siempre trabajando no podían jugar, ni ir al cine, ni estudiar. Los padres veían que sus hijos estaban cansados y débiles.
Un día los padres descubrieron lo que ocurría y decidieron que había que castigar al gigante por dejar que los niños hicieran el trabajo pero cuando vieron llegar a los padres del niño gigante, que recorrían el mundo en busca de su hijo, comprendieron que estaban equivocados. El gigante ¡era de verdad un niño!
Aquel niño se fue con sus padres y los mayores de aquel pueblo tuvieron que volver a sus tareas como antes. Ya nunca obligarían a trabajar a un niño, aunque fuera un niño gigante.
(Texto de: Jose Luis García Sánchez y M.A. Pacheco)
(Este cuento forma parte de la serie Los Derechos del niño, cuentos dedicados a ilustrar los principios del decálogo de los Derechos del niño proclamados por la ONU. )
1. ¿Cómo era el pueblo donde llegó el niño grande?
2. ¿A cambio de qué le dieron de comer al niño?
3. ¿Por qué el niño grande se estaba quedando cansado y triste?
4. ¿Qué hicieron los niños del pueblo para ayudar al niño gigante?
5. ¿Qué ocurrió cuando los padres de los niños del pueblo descubrieron que ellos estaban ayudando al niño gigante?
6. ¿Cómo la gente del pueblo se dio cuenta que el niño gigante era un niño?
7. ¿Qué aprendieron con esta historia?
8. ¿Qué has aprendido con este cuento?
El 20 de noviembre se celebra desde 1959 el Día Universal del Niño, una fecha para mostrar que, por desgracia aún hoy, todavía hay muchos niños que no pueden ser niños: no pueden jugar con amigos, no van a la escuela, no tienen acceso a una asistencia sanitaria adecuada, son obligados a trabajar, carecen de un hogar, no reciben una alimentación adecuada, tampoco pueden expresar su opinión y ni tan siquiera disponen de un hogar o una nacionalidad.
Y, aunque ese día la la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 aprobó una declaración para proteger los Derechos de los Niños, no fue hasta el 20 de noviembre de 1989 cuando se estableció un texto legal que muchos países se comprometieron a firma en favor de los más pequeños.
Se trata de un día para un día a fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales y, sobre todo, para mostrar al mundo y a los principales líderes políticos que hay muchos niños todavía no gozan de derechos y viven en situaciones devastadoras. ¡Hay que trabajar para que todos los niños, independientemente del lugar o las condiciones en las que hayan nacido, tengan un futuro mejor!
Igual que celebramos los santos o los cumpleaños de nuestros hijos, ¿por qué no hacer lo mismo con el 20 de noviembre, Día Internacional de los Derechos del Niños? Tanto si eres profesor como madre o padre, ¡aquí tienes unas ideas muy originales y fáciles de llevar a cabo?
— Explícales qué se celebra hoy y cuáles son los derechos que tienen. Y, por supuesto, que hay que seguir luchando para que todos los niños pueden tener una vida como ellos.
— Hoy todos vamos a ser azules y es que este color se relaciona con Unicef, la agencia de las Nacionales Unidas que trabaja para garantizar los derechos de los niños. Te proponemos que os pintéis la cara o las uñas de azul o que vistáis de este tono.
— Podéis contarle el cuento que arriba te hemos mostrado o, también, con ayuda de internet, mostrarles las frases célebres sobre niños y la infancia.
— Esta actividad seguro que les encanta: ¿y si hacen un dibujo sobre qué significa para ellos ser niños? Si lo hacéis en casa, podéis pegar en la puerta de la nevera; si eres profesor, podéis hacer un collage con todas la fotos.
— ¿Cómo sería un mundo gobernado por niños? Probablemente se les ocurriría un montón de buenas ideas que nos ayudarán a crear un mundo mejor. Como hoy es su día, vamos a dejarles que lleven ellos la voz cantante y que nos indiquen el camino para un futuro más próspero para todos.
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El 20 de noviembre es el Día Universal del Niño, una jornada en la que podemos aprovechar para hablar de los derechos fundamentales de los niños a nuestros hijos. Al ser un tema tan importante y en el que todos nos tenemos que involucrar, tanto ese día (como cualquier otro) podemos leer este cuento corto para niños escrito por Marisa Alonso. Se titula ‘Solo dos niños’ y habla sobre los derechos en la infancia.
Tras la lectura del cuento, podéis llevar a cabo las actividades de comprensión y de debate que os proponemos.
Villa Poder y Villa Querer eran dos localidades, una al lado de la otra, separadas por el parque Entre Dos Villas. Las dos tenían los mismos paisajes. El parque era un lugar de encuentro, tenía una gran arboleda, y una zona con columpios donde iban los niños a jugar.
Marcos y Gabriel tenían diez años y físicamente eran muy parecidos: ojos oscuros, pelo castaño y cara pecosa. Precisamente, en el parque Entre Dos Villas fue donde se conocieron los dos pequeños y donde empezaron a quedar para jugar por las tardes.
Marcos vivía en Villa Poder. El primer día fue a jugar con su nuevo amigo cuando salió del colegio.
— Hola, Gabriel, ¿qué tal hoy en la escuela? — le preguntó nada más llegar.
— ¿En la escuela? Yo nunca voy a la escuela. Trabajo para ayudar a mis padres — contestó.
— ¡Los niños no trabajan! ¡Tienes que ir a la escuela! — exclamó Marcos con los ojos abiertos como platos.
Y enseguida empezaron a jugar olvidándose de todo.
Llegó el cumpleaños de Marcos. Lo celebró con sus amigos del colegio. Sus padres hicieron una rica tarta de chocolate, pusieron globos y piñatas por todo el jardín y le regalaron una bicicleta. Al día siguiente, Marcos fue al parque con su bicicleta nueva, y un trozo de tarta envuelto en papel.
— ¡Qué ricaaaaaaaa! — exclamó Gabriel mientras devoraba el pastel.
— ¿Quieres dar una vuelta en mi bicicleta? Me la regalaron ayer por mi cumpleaños.
— Yo nunca he tenido una bicicleta. En mi casa no tienen dinero para comprarme una, ¡apenas nos llega para comer! — le contó a Marcos.
Gabriel dio una vuelta, feliz, pensando por un momento que era suya. Y continuaron jugando olvidándose de todo.
Una noche hizo mucho frío. Marcos tomó un vaso de leche calentita, se metió en la cama bien abrigado y durmió plácidamente. Gabriel, esa misma noche, la pasó tiritando de frío, abrigado por el calor del cuerpo de su madre y su hermano pequeño y dos raídas mantas.
— ¡Hola, Gabriel! — saludó Marcos al llegar.
— ¡Hola! — contestó su amigo mientras sufría un fuerte ataque de tos.
— Tienes mala cara. ¿No te puede ver un médico?
Marcos se quitó la chaqueta de lana que llevaba debajo del abrigo, y se la dio a Gabriel para que se la pusiera inmediatamente. Y enseguida empezaron a jugar olvidándose de todo. Marcos habló de su nuevo amigo en casa:
— Gabriel pasa hambre, pasa frío. ¡Los niños tienen que ir a la escuela! ¡Los niños no pueden trabajar! — repetía una y otra vez a sus padres, sin entender nada.
Esa tarde, los padres de Marcos prepararon una cesta de comida para Gabriel, pero, precisamente ese día, el niño no fue a jugar.
A los diez días Gabriel apareció en el parque. Se le veía más delgado, tenía ojeras, pero al ver a su amigo sonrió.
— ¿Qué te ha pasado? Te he echado mucho de menos — le dijo Marcos corriendo a su encuentro.
— He estado muy enfermo. Ya me encuentro mucho mejor — contestó. Y enseguida empezaron a jugar olvidándose de todo.
— Los dos somos muy parecidos — dijo Marcos de repente.
— ¿Por qué si somos iguales nuestras vidas no lo son?
— ¡Mis papás te ayudarán! — le dijo tras unos segundos y abrazó a su amigo.
Los dos pequeños se miraron con complicidad, se encogieron de hombros y, como niños que eran, continuaron jugando olvidándose de todo.
A partir de este cuento podemos reflexionar con los niños sobre los derechos fundamentales de los niños y cómo no todo el mundo tiene la misma suerte que nosotros. Pero esta historia también nos puede servir para trabajar, por ejemplo, la comprensión lectora. A continuación te proponemos algunas actividades.
1. Preguntas de comprensión lectora sobre el cuento
Propón estas cuestiones a tu hijo o hija para evaluar si han prestado atención y han comprendido lo que habéis leído.
2. Cuestiones para reflexionar a partir de la historia
La actividad más interesante que podemos hacer con los niños, además de hablarles sobre cada uno de los derechos fundamentales de los niños, es hacerles reflexionar sobre la situación de injusticia que el cuento plantea. Para ayudarte a dirigir este debate, te proponemos unas preguntas:
3. ¿De qué valores habla este cuento?
Por último, te proponemos hablar con tus hijos sobre algunos de los valores más importantes de los que habla el cuento. Estos son la solidaridad, la empatía, la bondad, la justicia… Para ello, podemos utilizar otros cuentos. Pero, lo que nunca podemos olvidar es que la mejor herramienta para educar a los niños en valores es el ejemplo.
Este cuento puede servirnos de punto de partida para hablar con los niños sobre los 10 derechos fundamentales que deben estar garantizados para todos los niños del mundo. Parece mentira, pero en pleno siglo XXI todavía hay pequeños que no pueden disfrutar de estos derechos para la infancia.
Por ello, el 20 de noviembre, jornada en la se celebra el Día Universal del Niño, debe ser un día dedicado a los más pequeños, pero también debemos aprovechar para concienciar y luchar para que todos los niños puedan disfrutar de sus derechos. El 20 de noviembre de 1959, la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño recogiendo todo ello. Es importante que los padres nos informemos sobre estos derechos, ya sea a través de UNICEF u otros organismos como la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales.
Derecho de los niños y niñas a jugar. Los 10 Derechos fundamentales del niño. Declaración de los Derechos del niño. Todos los niños tienen derecho a jugar y a divertirse. Derecho de los niños y niñas a jugar
Derecho de los niños a la alimentación. Los 10 derechos fundamentales del niños. Declaración de los Derechos del niño. Todos los niños tienen derecho a la alimentación.
El derecho de los niños a tener un hogar y una vivienda. Todos los niños tienen el derecho a tener una vivienda, una casa donde protegerse del frío y donde vivir con su familia. Además de ser una vivienda, debe ser un hogar donde el niño pueda vivir con comprensión, tolerancia, amistad, amor y protección. El derecho de los niños a tener un hogar y una vivienda
El derecho de los niños a la salud. El derecho a la salud en los niños es uno de los derechos fundamentales a los que debería acceder cualquier niño. El derecho a la salud es un compendio entre el bienestar físico, mental y social, y más en los niños, que son más vulnerables a las enfermedades. Día 20 de noviembre, día internacional del niño.
Derecho de los niños a la educación. El Derecho de los niños a la educación se recoge en la Declaración de los Derechos del niño. Todos los niños tienen derecho a una educación, independientemente del sexo, religión, nacionalidad y cualquier otra condición. El Estado debe hacer todo lo posible para garantizar el acceso de los niños a la educación.
El derecho de los niños a la vida y a tener un familia. El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Crecer bajo la responsabilidad de sus padres y, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material. El derecho de los niños a la vida y a tener un familia.
El derecho de los niños a tener nombre y nacionalidad. Desde su nacimiento, el niño tiene derecho a tener un nombre y un apellido. Todo niño debe ser registrado inmediatamente después de su nacimiento, ya que los padres tienen la obligación de informar el nombre, el apellido y la fecha de nacimiento del recién nacido.
El derecho de los niños a la igualdad. El Derecho de los niños a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad. Con ello se pretende conseguir que todos los niños sean tratados de la misma forma, sean del origen que sean y se encuentren en el país que se encuentren, o tengan el color de la piel del color que sea.