La princesa de la risa es un cuento infantil de una princesa que no podía parar de reír en toda ocasión, y la solución que encontró el rey para tan alegre problema. Es un cuento de Magalí Fernández principalmente para las niñas más pequeñas.
Hubo una vez en la historia del Reino de los Suspiros una princesa muy particular, particularmente bella, particularmente consentida con muy buena salud, se llamaba Alelí.
Tenía la costumbre de reírse con mucha facilidad. Era lindo cuando celebraba algo gracioso o una buena noticia era bien recibida, pero lo malo venía cuando la situación se ponía seria. Tal vez se ponía muy nerviosa, se tentaba, no lo podía evitar. Decía: “Jajjajajjueuejajeuuu” y, una vez que empezaba, seguía durante un buen rato.
El rey y la reina se empezaron a preocupar. ¿Qué pasaría con el tiempo, cuando tuviera que sentarse al trono como toda una reina? En vez de iniciar la paz con otros reinos, no tardarían en declararle la guerra porque nada se tomaría en serio.
Fue así que inmediatamente apenas cumplió quince años, convocaron a un consejo de sabios y acordaron curarla. Pero… ¿Qué podrían hacer? Y ante esta pregunta, comenzaron a llegar las propuestas.
Contarle una historia triste hasta que se quedara sin lágrimas, pero claro está después se iba a tener que comprar tantas cajas y cajas de pañuelos, que el castillo iba llenarse de papelitos blancos como en un mundial de fútbol.
Otras de las ideas, era bañarse todas las noches con rosas encantadas, así cuando quisiera reír caería en un profundo sueño, pero al final también se dejó de lado la idea porque si esto lo hacía en una fiesta de gala, la tildarían de floja.
– «Ay» -dijo el rey- «de nada sirve que llore o se duerma en medio de un festín, tiene que aprender a dejar de reír y para ello el que más sabe es el bufón de la corte. »
– «¡Herminio! ¿Donde está cada vez que se lo necesita?»
A los tropezones apareció enredado en una cortina pero al querer desenredarse se descolgó con cortina y todo.
– «¡Ay Señor!» -dijo el rey.
Tomó un tiempo para que un bufón se tomara la propuesta de solucionar así el tema de la risa con seriedad, si fuese por él todos contentos.
Se preparó un gran banquete, solo para el rey, la reina, los consejeros y Alelí. Cuando ya estaba por llegar a los postres Herminio inició su show:
– «¿Cómo se dice a las princesas que son ahijadas y se creen sortijas?»
– «Mmmmm no sé» -dijo Alelí.
– «¡Ensortijadas!»
– «En… en… ajajajajaj juuuuuuummm» –Alelí estaba panza arriba muerta de risa.
El bufón paralizado, no sabía si había o no causado efecto. Solo vio que no podía parar. Se detenía y seguía, se acordaba y continuaba, así fue que pasaron tres días completos, pero Alelí se quejaba del dolor de panza.
– «¡Basta, basta… jajajaj!»
Y un día Alelí pidió:
– «Bufón, quítame la risa ¡Que pare!»
Y así fue como Herminio le hizo cerrar los ojos, y se paró delante de ella, diciendo:
– «Puedes parar de reír. Cierra los ojos».
Al abrirlos, un pequeño frasquito un perfume color rosado viajó hacia su nariz, respiró hondo, entonces sintió una profunda paz, exhalo y dijo:
– «Estoy curada.»
La princesa de la risa es un cuento infantil que nos envió Magalí Fernández © Todos los derechos reservados.
Tabla de Contenidos
Cuentos infantiles que dan flojera
Tal y como dijo Chaplin, un día sin risas es un día perdido. Tomo la cita que abre el libro de Jaume Copons y Francesco Chiacchio para arrancar con este Cuentos que cuentan que hemos querido dedicar a la manifestación más espontánea de una de las emociones que más necesitamos estos días: la alegría. La risa es la mejor fuente de endorfinas, lo que nos hace sentirnos genial y, no lo decimos nosotros, lo dicen los expertos: reírse disminuye el dolor y fortalece el sistema inmunitario. Así pues, ahí van varios motivos para literarios para echarnos unas risas.
Jaume Copons y francesco Chiacchio (ilustraciones)A partir de 1 año. Combel.
Detalle del libro ‘Risas’ de Jaume Copons, ilustrado por Francesco Chiacchio
Combel
Un breve repaso, con ayuda sonora, a las tipologías de risas que existen, agradables o desagradables, agudas o graves; contagiosas, como la risa de bebé que se reproduce al inicio de este cuento interactivo, cuyo sonido es difícil que no nos arranque una sonrisa a los adultos y una sonora carcajada a los más pequeños; también hay las que se escapan en situaciones comprometidas que revisten de una cierta seriedad, risas que por más que lo intentemos se cuelan entre los dientes; risas compartidas o en solitario. … En definitiva, un gran libro-risa para ir practicando. También en catalán.
Matthieu MaudetA partir de 2 años. Lóguez
Detalle del libro ‘Ocupado’ de Matthieu Maudet
Lóguez
Con el humor peculiar que caracteriza al ilustrador francés Mathieu Maudet, nos encontramos aquí con una apurada Caperucita que necesita hacer pis y el único lavabo del bosque se encuentra ocupado. En la misma situación se encuentran dos cerditos, que con caras compungidas se disponen a esperar su turno, cuando aparece un pájaro que tampoco puede más. Pero dentro del lavabo, su ocupante se está tomando las cosas con calma – ahora se levanta el calzoncillo, ahora el pantalón, después se lava las manos- una parsimonia que exaspera a los apurados personajes que parece que vayan a hacerse pis encima de un momento a otro. Pero finalmente el lavabo queda desocupado y se desata el caos. ¿Qué ha sucedido?
Detalle del libro ‘Ocupado’ de Matthieu Maudet
Lóguez
Una aproximación particularmente divertida y gamberra a algunos de los personajes más famosos de los cuentos clásicos de la mano del ilustrador francés cuya fina ironía nos tiene el corazón robado. Un libro en cartoné ideal para la manipulación de los más pequeños.
Jonathan Stutzman y Heather Fox (ilustraciones)A partir de 4 años. La casita Roja.
Detalle del libro ‘Llama destruye el mundo’ de Jonathan Stutzman, ilustrado por Heather Fox
La casita roja
Atención, porque este libro comienza con una predicción que bien podría salir de los labios de Nostradamus: “El viernes Llama destruirá el mundo”. El matrimonio de creadores formado por Stutzman y Fox dan inicio así a una historia divertida y tan tontorrona que una vez acabada lo único que dan ganas es de volverla a comenzar. Tras tan drástico anuncio de aniquilación planetaria, Llama comienza su semana, arrancando el lunes con el hallazgo y consumo desmedido de “más pasteles de los que cualquier llama debería comer”. Su glotonería es el primer error de una cadena de consecuencias catastróficas que van sucediéndose día tras día: el martes, sus pantalones de baile no le entran pero de todos modos se los mete como puede (otro error), lo que provoca un sonoro rasgón que de tan ruidoso provoca la aparición de un agujero negro. Aunque la destrucción del mundo es inminente, Llama sigue a su ritmo, con sus quehaceres semanales, y no avisa a nadie.
Detalle del libro ‘Llama destruye el mundo’ de Jonathan Stutzman, ilustrado por Heather Fox
La casita roja
El caos ciclónico se desata: un torbellino de animales, plantas, tazas de té y sombreros anuncian la llegada del fin del mundo. El agujero negro se lo está tragando todo. Y aunque parece que todo está perdido, llega el sábado, y el mundo comienza al otro lado del agujero negro. ¿Y qué sucederá? Con ojitos como platos cargados de pura inocencia, Llama contempla “más pasteles de los que cualquier llama debería comer”. ¿Les suena la frase? También en catalán.
Fran Pintadera Christian Inaraja (Ilustraciones)A partir de 4 años. Libre Albedrío.
Detalle del libro ‘Se busca culpable’ de Fran Pintadera, ilustrado por Christian Inaraja
Libre Albedrío
Nos encontramos en un restaurante, intuimos de esos de toda la vida donde la comida casera es su lema y donde los clientes se encuentran como en casa. Allí se encuentra el señor Pons sentado en la mesa número 12, un cliente que también parece de toda la vida, un poco cascarrabias por el aspecto enfurruñado que luce hoy. Con las manos bajo la mesa, contempla atónito su comida. Ha encontrado un pelo en la sopa. Y exige explicaciones.
Detalle del libro ‘Se busca culpable’ de Fran Pintadera, ilustrado por Christian Inaraja
Libre Albedrío
Por este escenario desfilan la impoluta camarera, con su pelo pelirrojo que la descarta de la fechoría, el cocinero de pelo corto que también queda eximido, la tendera del mercado cuyo pelo rizado la absuelve de cualquier pecado, el agricultor, más calvo imposible…. Furioso, el señor Pons se tira de los pelos porque no encuentra culpable, sin darse cuenta que la solución está en sus manos. Una historia acumulativa con ilustraciones similares a las caricaturas, de corte sencillo pero con gestualizaciones exageradas ideal para echarse unas buenas risas. Ambos autores cuentan con una extensa trayectoria en el campo de la LIJ y ya habían colaborado con anterioridad en el álbum Cándido y los demás (Kalandraka), galardonado con el premio internacional Compostela en 2018.
GustiA partir de 3-4 años. NubeOcho.
Detalle del libro ‘¡Esta caca es mía!’ de Gusti
NubeOcho
El ilustrador de perlas como La mosca o ¿Feos y feas?, el argentino Gustavo Ariel Rosemffet, más conocido en el mundo de la LIJ como Gusti, nos trae en este título la hilarante historia de la mosca Lola y su estricto sentido de la posesión. Todo comienza cuando el perro Paco deposita un regalo en el jardín del cual se apropia la mosca Lola, convirtiéndose en el insecto más feliz de la tierra. Pero tamaño ejemplar de boñiga no podía dejar de atraer a otros seres alados y así es como la mosca Lola se ve envuelta en una guerra territorial con la mosca Fiona, disputa que no acaba bien para ninguna de las dos.
Detalle del libro ‘¡Esta caca es mía!’ de Gusti
NubeOcho
Un hecho cotidiano como el hacer caca de un perro en manos de Gusti se convierte en una divertida y escatológica historia no exenta de mensaje: compartir siempre es mucho mejor. Un binomio de éxito entre los más pequeños -humor y escatología- para plantear con originalidad el gran reto de compartir, y ya de paso el orgullo y la desconfianza. También en catalán.
Rafa Ordóñez y Rafa Antón (ilustraciones)A partir de 4-5 años. La Guarida.
Detalle del libro ‘El cumpleaños de la mosca’ de Rafa Ordóñez, ilustrado por Rafa Antón
La Guarida
Otro protagonista alado con predilección por las boñigas hasta que descubre que hay vida más allá de los regalitos que perros, gatos y otros animales dejan por doquier. Se trata de Mósquez, una pequeña mosca que muerta de hambre, contempla desde un castaño las posibilidades de llevarse algo a la trompa. Y lo encuentra, pero la competencia es tan feroz, y ella tan chiquita, que acaba estampada en la ventada de unos humanos donde se lleva a cabo un cumpleaños.
Detalle del libro ‘El cumpleaños de la mosca’ de Rafa Ordóñez, ilustrado por Rafa Antón
La Guarida
Allí descubre los pasteles y saciado su apetito, comienza a elucubrar cómo sería celebrar su propio cumpleaños. Una especie de cuento de la lechera pero con mosca, muchas mosca, y muchos regalos, y muchos pasteles y mucho estrés. Hasta que el cántaro se rompe, o dicho de otra manera, hasta que la mosca se da cuenta de que ella nunca podrá celebrar un cumpleaños. ¿Por qué? Divertida exposición e interesante reto matemático para aquellos que quieran seguir las kilométricas sumas de la atareada mosca.
Liz PichónA partir de 9-10 años. Bruño/ Bruixola.
Detalle del libro ‘La guerra de los zapatos’ de Liz Pichon
Bruño
No soy muy dada a comentar las portadas de los libros, pero déjenme por una vez comenzar esta reseña alabando al diseñador de las guardas de este libro. Sólo por ellas ya vale la pena adentrarse en este libro.
De la creadora de la premiada serie Tom Gates, la superventas inglesa Liz Pichon, nos llega esta divertida y original historia donde los protagonistas verdaderos no son otros que los zapatos. Veamos: el señor Ivor Pie y sus dos hijos, Ruby y Bear, viven en Zapatiburgo (no hace falta ser un genio para saber en qué es famoso este lugar), concretamente en el barrio de Cajacartón, en una casita con forma ídem. Los pueblos más cercanos son Villazuecos, Alpagatas del Rey, ambos serios rivales en el concurso anual que se celebra en el cual se concede el Premio Zapato de Oro a la creación más original. Un premio al que aspira con todo su ser la malvada Wendy Cuñas, que a la postre es la jefa del señor Pie.
Ivor Pie es un gran creador/inventor de zapatos, como la había sido Sally, la madre de los hermanos Pie. Ella diseñó un prototipo de zapatos voladores antes de morir por la mordedura de una sospechosa serpiente venenosa. Ahora el prototipo es una realidad y un secreto, pero también el motivo que pondrá en serio peligro a la familia y del que deberán salir airosos Ruby y Bear.
Detalle del libro ‘La guerra de los zapatos’ de Liz Pichon
Bruño
Divertida, ingeniosa y ágil de leer a través de su variada tipografía (mayúsculas combinadas con negritas) y sus ilustraciones -bueno, más bien monigotes- en blanco y negro intercaladas. No llegan a ser las viñetas del Diario de Grey, pero le dan a la lectura igual dinamismo. También sorprende la cantidad de teclas que toca Pichon en este libro como quien no quiere la cosa: el cautiverio de animales en peligro de extinción, la amenaza de las pequeñas empresas por parte de grandes firmas, la avaricia… A quien no le gusten los zapatos seguramente acabará esta lectura con otra opinión al respecto y con ganas de que alguien invente las zapatillas nubes, los zapatos bocadillos (con compartimentos para guardar la merienda) o las zapatillas con lápices y papel para tomar notas.