Por: Dra. Norma Elizabeth Vázquez Herrera. Especialista en Dermatología.
Publicado: Aug 2, 2022 5:47:00 PM
La lactancia materna es un gran reto para toda mujer, ya que lograr que se convierta en una experiencia agradable tanto para el bebé como la mamá depende de muchos factores.
Muchas mujeres desisten a la lactancia al tener irritación en el pezón u otro tipo de daño, por lo que su cuidado es muy importante para una lactancia exitosa.
Lograr un agarre adecuado del bebé al pezón es el primer paso. El bebé debe introducir el pezón completo y parte de la mama a su boca, lo suficiente para que la succión ocurra a nivel del paladar blando.
Para ello también es importante no dejar que el bebé esté muy hambriento para iniciar la lactancia, ya que esto previene que el bebé empiece a buscar el pezón desesperadamente y con más riesgo de lastimarlo.
Es normal que ocurra cierto ardor durante el primer mes de lactancia a los primeros segundos en los que el bebé empieza a succionar. Sin embargo, una vez que el bebé comienza una succión rítmica, la lactancia suele dejar de ser dolorosa.
De lo contrario, es necesario cambiar el agarre o incluso la posición de la mamá con el bebé. Hay ocasiones en las que una sola sesión de mal agarre es suficiente para dañar la piel del pezón.
En caso de no lograr un agarre adecuado, es mejor pedir ayuda con una asesora de lactancia y revisar con el pediatra y ginecólogo que no se trate de un problema anatómico que pueda dificultar que la lactancia se dé de manera natural. Asimismo, se debe descartar alguna infección de los ductos del pezón que requiera tratamiento oportuno.
Una buena noticia es que la piel del pezón se repara rápidamente, por lo que, en caso de presentar daño, hay estrategias que se pueden seguir para continuar una lactancia materna exitosa, aprovechando el tiempo entre tomar para recuperarse.
La aparición de grietas grandes que no sanan entre una sesión de lactancia y la siguiente puede ser indicio de una infección. En estos casos, lo recomendable es tomar un descanso. Mientras tanto, asegúrate de vigilar datos de infección, como enrojecimiento de la piel del pezón o de la mama y la presencia de pus.
Durante este descanso se puede extraer la leche de manera manual o con un extractor automático y dar leche al bebé con biberón o con el pezón no agrietado.
Esto suele ser un tema controversial, ya que la recomendación generalmente es no presentar al bebé ningún biberón hasta que se haya establecido la lactancia. Sin embargo, si los pezones no se recuperan con las recomendaciones anteriores, lo mejor es hacer una excepción y dar al bebé la leche con técnica de vasito con la leche extraída.
Esto dará tiempo a la piel de recuperarse, además de que permitirá iniciar algún tratamiento antibacteriano o antifúngico sin el riesgo de que el bebé consuma el medicamento.
En resumen, prevenir que los pezones se agrieten es la mejor manera de cuidarlos. Sin embargo, en caso de que aún con todos los cuidados estos se lastimen, hay estrategias que se pueden seguir para lograr su recuperación y de esta manera continuar con una lactancia exitosa.
Centro médico Hospital San José
Dermatología
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El dolor al amamantar es señal de un problema y no debería ignorarse. Si bien es común tener dolor o sensibilidad en los pezones durante los primeros días del amamantamiento, esto debería mejorar. Un dolor o sensibilidad normal suele ocurrir por aproximadamente un minuto cuando el bebé se prende al seno (mama). Un dolor que es intenso o continuo o que se produce otra vez después de que parecía haberse resuelto es señal de un problema y debería corregirse. Otros problemas pueden incluir pezones agrietados, sangrantes o amoratados.
A veces, el dolor en los pezones se produce cuando el bebé comienza a succionar con más fuerza porque no obtiene leche rápidamente. Esto a menudo está causado por:
El dolor en los pezones y los senos también puede deberse a lo siguiente:
Asegúrese de comunicarse con su médico o consultor en lactancia si sigue teniendo los pezones doloridos y enrojecidos después de probar tratamiento casero por un día o dos.
Evite:
Si tiene los pezones agrietados o le sangran, puede seguir amamantando a su bebé. Para ayudar a aliviarle la molestia, siga los consejos de cuidado ofrecidos arriba. Llame a su médico o consultor en lactancia si amamantar le duele demasiado o si ha probado el tratamiento casero por 24 horas y no le ayuda.
Preste atención a señales de infección, como fiebre, síntomas seudogripales o una zona dolorida en el seno que podría estar enrojecida, caliente al tacto, o ambas cosas.
Llame a su médico ahora mismo si usted tiene: