Dias menos fértiles de una mujer: ¿Cuales son los días menos fértiles para la mujer?

Dias menos fértiles de una mujer: ¿Cuales son los días menos fértiles para la mujer?

cuáles son los días de mayor y menor riesgo de embarazo

La menstruación forma parte del día a día cotidiano de la mitad de la población mundial durante varias décadas de su vida, y por eso solemos pensar que lo sabemos todo sobre ella.

Pero es sorprendente la cantidad de gente que no lo sabe, bien por desinterés (principalmente los hombres), bien por tabú (hasta hace poco tiempo este era un tema del que no se hablaba), bien por falta de ocasión de preguntarle a alguien de confianza. Asumimos nosotros esa responsabilidad y aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la menstruación y cómo afecta a la fertilidad.

¿Cómo funciona el ciclo menstrual?

El ciclo menstrual es la serie de continuos cambios que experimenta el cuerpo de la mujer para permitir la procreación. Cada mes (28 días de media aunque esto puede variar unos cuantos días arriba o abajo según cada mujer) el cuerpo se prepara para gestar un bebé. Se prepara recubriendo el interior del útero de una capa de capilares sanguíneos y mucosa y madurando y liberando un óvulo.

Cada mes (28 días de media aunque esto puede variar unos cuantos días arriba o abajo según cada mujer) el cuerpo se prepara para gestar un bebé

En caso de producirse la fecundación de ese óvulo por parte de un espermatozoide, éste quedará adherido a esa pared de mucosa y dará comienzo el embarazo. Si la fecundación no se produce, el cuerpo se deshace del óvulo y de toda esa capa generada, llamada endometrio. Eso es lo que comúnmente llamamos “regla”, el sangrado vaginal que las mujeres presentan cada mes.

Todo el proceso está regulado por señales hormonales que son las que indican al cuerpo cuándo empezar a madurar el siguiente óvulo, cuando liberarlo, si ha sido fecundado o no y cuándo liberar el endometrio y poner el proceso en marcha de nuevo.

Esas hormonas pueden tener otros efectos en el cuerpo durante el ciclo, como la hinchazón y sensibilidad en los pechos, hinchazón en el abdomen, dolores en los riñones, cansancio y náuseas, irritabilidad. .. Todos estos síntomas, que pueden aparecer al completo o solo algunos y con mayor o menos intensidad, suelen darse antes de que baje la regla y reciben el nombre de síndrome premenstrual.

¿Cuáles son los días más y menos fértiles?

Se considera que el ciclo menstrual comienza el primer día de la menstruación y dura hasta el día anterior a que comience el siguiente. El ciclo está dividido en dos fases diferenciadas, y los días más fértiles del mes coinciden justo con los últimos de la primera fase y los primeros de la siguiente.

La primera fase se llama fase folicular, y dura desde el primer día hasta el día 14 aproximadamente, momento en que se produce la ovulación. En este periodo aumentan los estrógenos y uno de los dos ovarios comienza a madurar un nuevo óvulo.

Los seis o siete días centrales del ciclo son los más fértiles, es decir, el día de la ovulación más los tres días anteriores y los tres días siguientes.

Del día 15 al 28 se da la fase lútea. Los dos o tres primeros días de esta fase aun son los días más fértiles del ciclo. En este periodo aumenta la progesterona, que es la que causa la irritabilidad propia de estos días hasta la siguiente regla.

Normalmente, desde el día 16 del ciclo hasta aproximadamente el 11 del día siguiente las probabilidades de quedarse embarazada disminuyen. Sin embargo, los espermatozoides pueden sobrevivir varios días en el interior del útero y las trompas de falopio, de forma que si quieres evitar un embarazo, no te la juegues con el calendario y utiliza siempre un método anticonceptivo adecuado.

¿Cómo puedes reconocer tus días fértiles?

Durante la evolución y los días que la rodean, el cuerpo sufre algunos cambios que aunque no son muy evidentes, si estás atenta pueden ayudarte a identificar los días en que serás más fértil. Esos cambios son los siguientes.

El flujo vaginal

Uno de esos cambios se da en el flujo vaginal, que cambia ligeramente de textura para facilitar a los espermatozoides llegar hasta el lugar donde está el óvulo maduro esperando a ser fecundado.

Los días de la ovulación, el flujo vaginal se vuelve más pegajoso y elástico, con un aspecto similar al de la clara de huevo. Puedes coger un poco con el dedo o con un poco de papel higiénico para observarlo. Pasados los días de la ovulación, la consistencia cambia y se vuelve más pastoso y seco.

La temperatura basal

La secreción de progesterona que ocurre durante la ovulación altera ligeramente la temperatura basal del cuerpo, es decir, la temperatura más baja a la que se encuentra el cuerpo, que se da mientras dormimos.

Para saber cuál es tu temperatura basal y así detectar cuándo estás ovulando, debes tomarte la temperatura por las mañanas, antes de levantarte, tratando de moverte lo menos posible. Conviene que lo hagas todos los días durante un par de meses y que vayas apuntándola. Los días de la ovulación, si tus mediciones son correctas, notarás una variación de entre 0,2 y 0,5 grados.

Qué altera el ciclo menstrual

Distintos factores pueden afectar al ciclo menstrual, retrasándolo o incluso interrumpiéndolo.

El estrés

Uno de esos desajustes puede ser un retraso de la menstruación, lo cual a su vez puede aumentar el estrés si se teme la posibilidad de un embarazo no deseado

El estrés tiene el poder de ponernos el cuerpo patas arriba y los ciclos menstruales no son una excepción. Muchas mujeres experimentan en su vida desajustes menstruales correspondiendo con épocas de mucho estrés. Uno de esos desajustes puede ser un retraso de la menstruación, lo cual a su vez puede aumentar el estrés si se teme la posibilidad de un embarazo no deseado.

El sobrepeso y la obesidad

Un exceso de peso provoca niveles de estrógenos más altos de lo habitual, lo que puede tener un impacto sobre los ciclos menstruales, ya que causa que la capa endometrial sea más gruesa y a veces interrumpa la liberación del ovario hacia el útero. Por esto las mujeres con sobrepeso pueden tener periodos más largos y pesados. En algunos casos pueden llegar a interrumpirse.

La falta de peso

El otro lado de la moneda también puede generar desajustes. Las mujeres con un peso muy bajo pueden no generar suficientes estrógenos, lo que dificultaría la formación del endometrio y con ello la desregulación o incluso la interrupción de la menstruación.

La falta de sueño o el sueño irregular

El insomnio prolongado, dormir mal durante mucho tiempo o tener horarios de sueño irregulares, por ejemplo por culpa de un trabajo con horarios cambiantes también puede causar alteraciones del ciclo menstrual.

Algunos medicamentos

Los anticonceptivos hormonales están basados precisamente en su influencia sobre el ciclo menstrual. Además de para evitar embarazos, muchas mujeres los toman para controlar los ciclos, el flujo o los dolores que causa la regla.

Pero no es el único medicamento que puede influir. Los tratamientos para el lupus o los de enfermedades metabólicas, entre otros, también pueden tener un efecto sobre el ciclo menstrual.

Aplicaciones para seguir tu ciclo menstrual

Si tu menstruación llega y se va cuando quiere, si estás intentando quedarte embarazada y quieres saber qué días son más propicios o si quieres llevar un registro de tu síndrome premenstrual y sus síntomas, hay algunas aplicaciones para tu móvil que pueden serte muy útiles.

Si eres precisa con la información que introduces, en un par de meses son capaces de avisarte con bastante precisión del día que comenzará tu siguiente regla

Estas aplicaciones, aunque con variaciones, consisten en un registro diario de todo lo relacionado con tus cambio hormonales, desde el cansancio o el humor de los días previos hasta los dolores o el sangrado menstrual, así como tus hábitos de sueño, de ejercicio físico, de alimentación, sexuales, etc.

Si eres precisa con la información que introduces, en un par de meses son capaces de avisarte con bastante precisión del día que comenzará tu siguiente regla, lo que es muy útil para que no te pille desprevenida.

Si bien hay varias que puedes utilizar (Flo, Mi Calendario o WomanLog), personalmente recomiendo Clue: es fácil de utilizar, te permite personalizar qué datos quieres incluir y cuáles no, tiene explicaciones claras y científicas sobre distintos momentos y efectos del ciclo menstrual y además prescinde de los colores rosas, las florecitas y la cursilería de otras aplicaciones.

Fotos | iStock
En Vitónica | La mujer y el deporte durante el ciclo menstrual

¿Es cierto que somos menos fértiles después de los 30?

  • Hannah Barnes
  • BBC

Fuente de la imagen, SPL

La mayoría de las mujeres mayores de 25 años se habrá enfrentado alguna vez con esas miradas preocupadas de madres y abuelas, que preceden la grave pregunta formulada en un susurro: “¿No crees que ya es hora de empezar a pensar en tener hijos?”. ¿Y si muchas de las creencias que tenemos sobre el impacto de la edad y la fertilidad no fueran ciertas?

Tómese por ejemplo esta estadística que se cita con frecuencia: que una de cada tres mujeres de más de 35 años no podrá concebir después de un año de estar intentándolo.

Jean Twenge, una psicóloga de la Universidad Estatal de San Diego, en Estados Unidos, tenía 34 años cuando se casó, empezó a buscar hijos… y escuchó esos mismos datos de su médico.

“Para mí fue algo aterrador, como es para muchas mujeres que ya están en sus 30”, cuenta.

Enfrentada a esas probabilidades, Twenge se propuso averiguar de dónde salía la estadística. El descubrimiento fue sorprendente.

“Los datos en los que se basa corresponden a Francia en el siglo XVIII. En ese entonces juntaron todos los registros de nacimiento de la iglesia y salieron con esta estadística sobre cuán posible sería quedar embarazada después de cierta edad”, cuenta.

Las mujeres de entonces no tenían acceso a la salud pública moderna, nutrición o incluso electricidad. ¿Cómo puede un investigador pensar que estos datos nos pueden decir algo útil sobre la fertilidad en tiempos modernos?

Bueno, en realidad esos datos representan una gran ventaja para los estudiosos: eliminan el factor “método anticonceptivo efectivo” de la ecuación.

“En este aspecto puedo sentir un poco de empatía con los investigadores”, concede Twenge, quién rastreó la fuente de los datos cuando hacía la investigación de su libro “Guía de una mujer impaciente para quedar embarazada” (An Impatient Woman’s Guide to Getting Pregnant).

“Es difícil sacar conclusiones sobre edad y fertilidad de poblaciones modernas cuando los controles de embarazo se usan ampliamente”.

El más citado de nuestra época

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Sin embargo, hay algunos estudios con parejas modernas que pintan un panorama distinto.

El más citado es el ensayo de David Dunson, publicado en 2004, que determinó que el 82% de las mujeres entre los 35 y 39 años quedó embarazada en menos de un año. Es una probabilidad significativamente mejor que la que ofrecían los registros de hace 300 años.

¿Podemos confiar en que estos datos son más precisos?

Sí, afirma David James, del grupo de desarrollo de directrices de fertilidad del Instituto Nacional del Reino Unido para la Excelencia de la Salud y el Cuidado (NICE, por sus siglas en inglés).

Fuente de la imagen, SPL

Pie de foto,

Si bien la fertilidad disminuye con la edad, la caída no es tan aguda como se piensa.

“Se trata de un solo estudio que se hizo relativamente hace poco, en unas 780 mujeres de siete centros europeos. Lo importante aquí es que esas mujeres estaban intentando concebir”, explica el experto.

Ahí radica el principal problema con los datos históricos, enfatiza James: posiblemente las mujeres “estudiadas” en el siglo XVIII no estuvieran intentando tener bebés después de alcanzar cierta edad.

De hecho, es probable que estuvieran intentando activamente no quedar embarazadas. Quizás ni siquiera mantenían relaciones sexuales.

“No hay duda de que el coito es menos frecuente en la medida que la pareja se hace mayor”, señala James. Y en el 1700 las personas envejecían más rápido que hoy.

Otro descubrimiento del estudio de Dunson fue que, si bien la fertilidad declina con la edad, no pareciera que lo hiciera tan rápido como creemos.

Entre las mujeres de 27 y 34 años, el estudio encontró que el 86% habrá concebido en menos de un año de intento. Por comparación, la cifra de 82% para las mujeres entre los 35 y 39 es tan sólo un poco más baja.

A partir de aquí el panorama es un poco menos auspicioso.

La neblina de los 40

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“A partir de la limitada y baja calidad de los datos que tenemos, pareciera que la tasa cae significativamente (con los 40). Pero tal y como sabemos por algunos casos de celebridades, no es imposible quedar embarazada al principio o incluso hacia el final de los 40″, recuerda James.

El especialista agrega que existe evidencia de que la fertilidad de la mujer está mejorando.

La última actualización de las directrices de NICE sobre fertilidad reconoce que “las probabilidades de una mujer de concebir de forma natural a los 40 son mucho más altas ahora que cuando se escribieron originalmente (en 2004)”, explica James.

¿Qué hay de los riesgos de anormalidades cromosómicas, como el síndrome de Down? Para James, existe la posibilidad de que esto también se haya exagerado.

Según el especialista, la posibilidad de una anormalidad cromosómica a los 20 años es de 1 en 500. Esta cifra aumenta a uno de cada 400 cuando se cruza la barrera de los 30 años, y a uno en 60-70 cuando se llega a los 40.

“Si volteamos esas cifras, lo que significa es que 59 de cada 60 mujeres de 40 años no tendrán bebés con problemas cromosómicos”.

Si bien es más difícil para una mujer mayor quedar embarazada y las posibilidades de un niño con anormalidad cromosómica aumentan, estos problemas no se incrementan con la edad tanto como tememos.

Quizás la excepción sea para aquellos que están intentando fertilización in vitro (FIV) o inseminación artificial.

“Esas estadísticas son más descorazonadoras para las mujeres mayores”, explica Twenge. “La diferencia en las tasas de éxito en FIV entre principios y finales de los 30 años es mucho mayor que la diferencia que hay en la concepción natural”.

Lo mismo ocurre con la inseminación artificial. Los datos muestran que las tasas de éxito sencillamente no son tan altas como los índices de embarazo natural y pueden distanciarse tanto como 20 puntos porcentuales.

Pero muchos de los problemas de fertilidad que experimentan las mujeres de más de 30 años no tienen nada que ver con la edad. Si hubieran intentado concebir a los 20, también hubieran encontrado dificultades.

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