Embarazo despues de 2 abortos: Embarazo después de un aborto espontáneo: lo que hay que saber

Embarazo despues de 2 abortos: Embarazo después de un aborto espontáneo: lo que hay que saber

Cuando sufres dos abortos seguidos: diagnóstico y opciones

Un aborto espontáneo se define como la pérdida de un embarazo en las primeras 20 semanas. Según la American Pregnancy Association (APA), aproximadamente del 10 al 25% de todos los embarazos clínicamente reconocidos terminarán en un aborto involuntario. Si has experimentado dos abortos seguidos, es posible que tengas dudas sobre tus posibilidades de concebir y llevar un embarazo a término. Sufrir un aborto espontáneo supone una sensación de pérdida dolorosa y frustrante. Sin embargo, tienes que saber que existen opciones médicas y de apoyo que te pueden ayudar.

 

Contents

  • 1 Dos abortos seguidos: ¿diagnóstico de pérdida recurrente de embarazo?
  • 2 ¿Qué pruebas se realizan para la pérdida recurrente del embarazo?
  • 3 Opciones cuando has sufrido dos abortos involuntarios seguidos

Dos abortos seguidos: ¿diagnóstico de pérdida recurrente de embarazo?

Tradicionalmente, la pérdida recurrente de embarazo (PRE) se definió como tres o más abortos espontáneos. En 2013, la American Society of Reproductive Medicine (ASRM) actualizó la definición de PRE a «dos o más embarazos fallidos». Si has tenido dos abortos seguidos de forma involuntaria, tu diagnóstico es pérdida recurrente de embarazo.

Los abortos espontáneos durante el primer trimestre pueden ser causados por varios factores que incluyen, problemas autoinmunes, problemas endocrinos y anomalías uterinas. Aunque, la causa más común de una pérdida gestacional en el primer trimestre es una anomalía cromosómica en el embrión.

El riesgo de aborto involuntario también puede aumentar con el número de pérdidas de embarazos anteriores. Por esta razón, si has sufrido dos abortos seguidos, te recomendamos que veas a un médico para intentar averiguar qué puede estar causando el problema.

¿Qué pruebas se realizan para la pérdida recurrente del embarazo?

Hay varias pruebas que te pueden hacer para saber qué ha causado dos abortos seguidos. Por ejemplo, si tu médico sospecha que puedes tener un problema en el útero, te realizará una prueba llamada histerosalpingograma (HSG). Se trata de una radiografía de tu útero para ver si hay alguna anomalía que esté dificultando que lleves el embarazo a término.

También hay varios tipos de análisis de sangre y pruebas que tu médico puede solicitar:

  • Analizar tus niveles hormonales.
  • Analizar tus niveles de progesterona.
  • Averiguar si tienes alguna deficiencia de proteínas.
  • Vigilar la tiroides.

Cuando sufres un aborto espontáneo, es posible que necesites someterte a una dilatación y curetaje (D&C). También puedes hacerte un test de restos abortivos (POC). Esta prueba estudia el tejido fetal de una pérdida gestacional para comprobar si el aborto ha sido el resultado de una aneuploidía cromosómica. Esto te puede proporcionar información útil sobre si tienes riesgo de tener otro aborto involuntario en el futuro debido a una anomalía cromosómica.

Opciones cuando has sufrido dos abortos involuntarios seguidos

Después de realizarte un estudio de fertilidad y con los resultados de las pruebas, tu médico podrá determinar las causas de los dos abortos espontáneos seguidos. Si tienes un diagnóstico específico, quizás se pueda tratar y abordar adecuadamente.

Si te recomienda un tratamiento de fertilidad o si considera que las pérdidas del embarazo pueden deberse a una anomalía genética, existe la posibilidad de que te sometas a una fecundación in vitro (FIV) con diagnóstico genético preimplantacional para detectar aneuploidías (PGT-A, anteriormente conocida como PGS). Este test puede aumentar tus posibilidades de tener un bebé sano y disminuir tus probabilidades de volver a sufrir un aborto espontáneo al seleccionar embriones cromosómicamente normales.

Pero, si tu médico considera que puede haber un problema de implantación, te recomendará que te realices un Análisis de Receptividad del Endometrio (ERA). El test ERA localiza tu ventana de implantación personalizada. De esta manera, tu médico sabrá cuál es el momento óptimo para transferirte el embrión aumentando las probabilidades de que se implante en tu útero.

Durante todo este proceso, mientras se busca la causa de los abortos de repetición y se encuentra una solución, no descartes solicitar ayuda psicológica para ayudarte a llevar esta situación. En ocasiones, experimentar un aborto involuntario puede resultar doloroso y difícil de sobrellevar. Pero, gracias a los avances en reproducción asistida, tu médico te podrá sugerir la mejor solución para intentar que logres un embarazo exitoso.

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María es médico de familia. Tras su segundo aborto espontáneo se hizo una ecografía que mostró un gran mioma en el útero. Habló con su ginecóloga y decidió no preocuparse: “Me dijo que el mioma podía ser compatible con el embarazo. Si me operaba, pasaría tiempo antes de volver a plantearme el embarazo y no me garantizaba que se acabaran los abortos”, cuenta. Así que hizo lo que ya había visto hacer en su consulta a otras mujeres: “La clave para conseguir un embarazo de éxito, la mayoría de las veces, es insistir; sin obsesionarse con las pérdidas”, puntualiza. En el caso de María, a la tercera fue la vencida y hoy su hija, de dos años, corretea a su lado mientras ella recuerda aquella época. El aborto espontáneo casi nunca es causado por aglo que hizo la embarazada. Actividades cotidianas como mantener relaciones sexuales, hacer deporte o trabajar no provocan un aborto de este tipo. 

Tristeza e inseguridad

No todas las mujeres lo viven con la perspectiva de María. El primer aborto precoz (se conoce así a los que ocurren antes de la semana 12) pilló a Olivia, de 38 años, desprevenida. Se había quedado embarazada con rapidez, como planeó, pero perdió el embarazo en la octava semana. Junto a la tristeza empezó a hacerse hueco la inseguridad… ¿Tendría problemas para tener hijos, como tanto escuchaba a su alrededor? Jamás pensó que pudiera pasarle a ella. Cuando tres meses después tuvo su segundo aborto espontáneo, la duda se asentó en su vida: “¿Podré ser madre?”, se preguntaba una y otra vez.

El aborto precoz es más común de lo que imaginamos: según las estadísticas, le ocurre al 15% de las mujeres. Sin embargo este argumento no siempre consuela a quien acaba de pasar por una pérdida: “Todos te dicen que es normal, que no pasa nada, que antes de darte cuenta tendrás un bebé en brazos… Pero a veces esos consejos solo incrementan tu ansiedad: no reducen el dolor y te sientes muy incomprendida”, relata Katia. “A veces te alivia si la historia viene de una mujer que ha pasado por lo mismo que tú”, concede. “O de un profesional en el que confías”.

Quizá por eso a Olivia le consolaba tanto la historia de su abuela: “Siempre contaba con normalidad que había tenido 3 hijos y 4 abortos; además no hablaba de los abortos con angustia”, reflexiona, “y recordarlo me ayudó”. A pesar del alivio que puede suponer corroborar que es algo común, la mujer que ha pasado por esta experiencia suele necesitar algo más para empezar a recuperar la esperanza. El siguiente paso, normalmente, es buscar una causa.

El pánico se apodera de ti

“Cuando te pasa una vez puedes pensar que ha sido casualidad. Aún así el siguiente embarazo lo vives con ansiedad desde el primer momento, no puedes quitarte de la cabeza la posibilidad de perderlo y si vuelve a ocurrir, el pánico se apodera de ti”, recuerda Olivia: “Necesitas una explicación para poder manejar la angustia”, resume.

Muchas veces miramos en la dirección equivocada: “Las mujeres empiezan a echarle la culpa a haber tomado la píldora durante mucho tiempo, o incluso lo relacionan con un aborto voluntario en la juventud si lo hubo”, apunta la enfermera Alicia Pérez. Pero estos factores no tienen nada que ver, como corrobora la ginecóloga Ana Belén Espejo.

El embarazo llegará

La mayoría de los abortos espontáneos se debe a malformaciones congénitas: “no venía bien”, como se decía antes. Se trata de malformaciones “de novo”, apunta la doctora Espejo, es decir exclusivas de ese embrión. Puede ocurrir una vez o dos, o tres, sin que refleje imposibilidad para llevar a término el embarazo deseado. Los datos lo corroboran: “El 70% de las mujeres que ha tenido abortos e insisten tiene hijos sin necesidad de recurrir a tratamientos”, apunta la ginecóloga.

Junto a las malformaciones congénitas, hay otras posibles causas que los estudios pueden revelar. Normalmente a partir de la tercera pérdida consecutiva (o de la segunda, en función de la edad de la mujer) se pone en marcha un protocolo de pruebas y estudios para intentar determinar la causa de los abortos repetidos. Los estudios genéticos se hacen siempre a partir del tercer aborto. En el 50% de los casos, aproximadamente, los estudios no revelan una causa que justifique las pérdidas. Seguir intentándolo es la medida.

En el otro 50% de los casos, se pueden encontrar razones que implican algún tratamiento que normalmente favorece la buena marcha del embarazo. Se pueden encontrar, por ejemplo, “problemas de coagulación no diagnosticados o factores metabólicos (como diabetes o hipotiroidismo) no tratados”, apunta la doctora Espejo. También pueden encontrarse malformaciones uterinas.

Los problemas genéticos que dificultan que el embarazo siga adelante, ya tengan su origen en las células reproductoras del hombre o de la mujer, son los menos habituales. El 5% de las parejas con pérdidas precoces deberá pasar por técnicas de reproducción asistida.

Para nuestras abuelas era normal tener varios abortos

Las pérdidas gestacionales en las primeras semanas no son exclusivas de nuestra época. El problema es que ahora ocurren no al principio de una vida fértil, sino más bien en medio o al final de la misma. Las condiciones sociales han dado lugar a que se retrase el primer embarazo y, cuando lo buscamos, no esperamos encontrar dificultades. La edad tiene un doble peso:

¿Hay algo más que influya en las pérdidas precoces? Los estudios señalan el tabaco, la alimentación y los tóxicos ambientales como factores que pueden influir en que un embarazo salga adelante.

Y el estrés o la ansiedad… ¿influyen? “No hay evidencia científica, faltan estudios”, corrobora la doctora Espejo. Muchas mujeres, no obstante, sí lo relacionan con la marcha de su embarazo.

A Olivia, que está a punto de cumplir 40 años, le quedan pocos días para dar a luz. “Por mi edad, tras los dos primeros abortos me recomendaron empezar con un programa de apoyo a la fertilidad. Solo pensarlo me creaba más estrés. Acababa de pasar por una situación familiar muy complicada, pensé que quizá no había sido un buen momento para quedarme embarazada y decidí darme otra oportunidad antes de empezar con el tratamiento”, recuerda.

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