— Reto de la semana: conocer el trabalenguas “La Bruja Piruja”. Y hacer un brebaje.
TRABALENGUAS: “LA BRUJA PIRUJA”.
TRABALENGUAS: LA BRUJA PIRUJA
LA BRUJA PIRUJA
PREPARA UN BREBAJE
CON CERA DE ABEJA,
DOS DIENTES DE AJO,
CUARENTA LENTEJAS
Y UN PELO DE OVEJA.
Los trabalenguas son un juego de palabras con sonidos de pronunciación difíciles y en esto reside su gracia. Es muy divertido trabajar con ellos.
Es un ejercicio ideal para adquirir rapidez en el habla y precisión sin equivocarse, ayuda a la concentración y a la buena dicción.
¿Qué es un brebaje?
Es una bebida elaborada con varios ingredientes que, por lo general, resultan poco agradables al gusto.
Preguntas de comprensión lectora para tu hijo/a.
Una vez que han entendido y aprendido el trabalenguas, responder a estas preguntas de comprensión lectora:
1. ¿Cómo se llama la bruja?
2. ¿Qué prepara la bruja?
3. ¿Qué cuatro ingredientes utiliza para preparar el brebaje?
4. ¿Qué cantidad utiliza de ajos, lentejas y pelo de oveja?
Actividades sugeridas para esta semana:
— Repetir varias veces en voz alta el trabalenguas hasta que lo memorice. Después le puedes sugerir que lo diga cada vez más rápido. Será divertido.
— La letra “J”. Buscamos en el trabalenguas las palabras que tengan la letra J: BRUJA, PIRUJA, ABEJA, AJO, LENTEJAS Y OVEJA.
Haz en un folio la letra J mayúscula y decórala como te guste .Busca otras palabras que tengan esta letra.
— Escribo los nombres que corresponden a cada dibujo: BRUJA, LECHUZA, ESPEJO, ESCOBA, SOMBRERO, GATO, VARITA, y CALDERO. Vais viendo la imagen y escribiendo en un folio.
Utilizaremos el abecedario en mayúsculas que dimos en verano para formar cada palabra y después la escribimos. Ir identificando cada letra. Al final tendremos nuestro listado de cosas que utilizan las brujas.
— Busca las palabras que hemos escrito en el siguiente crucigrama, de forma oral: BRUJA, LECHUZA, ESPEJO, ESCOBA, SOMBRERO, GATO, VARITA, CALDERO. Fíjate muy bien. Esta actividad no la hemos realizado nunca. ¡Vamos detectives, a buscar!.
— Jugamos con uno de los ingredientes del brebaje de la bruja Piruja:
Las lentejas. Contamos 40 lentejas (decir a los niños/as la palabra “cuarenta”). Hacer agrupaciones con las lentejas de 4 en 4 hasta terminarlas. Después, realiza el número 40 con las lentejas y las pegas en un folio. Decora como quieras.
— Inventar y hacer un brebaje. ¡Utiliza tu imaginación!. Emplea los ingredientes que más te gusten.
— Aprendemos las palabras mágicas de la bruja Piruja. Dibuja a la bruja y escribe su nombre y palabras mágicas. ¿Qué vocal se repite en las palabras mágicas? Cuenta las “A” que aparecen.
“ABRA CADABRA PATA DE CABRA”
— Buscar las cuatro diferencias que faltan por encontrar entre las dos imágenes (lo pueden hacer oralmente supervisado por los padres).
— Juego de memoria con cartas: mezclar las cartas y colocarlas boca debajo de manera que las imágenes no se vean. El primer jugador dará la vuelta a dos cartas, si son iguales se las lleva, en caso contrario les vuelve a dar la vuelta. Después le toca hacer lo mismo al siguiente jugador.
— Hacer circuitos en casa. Poner objetos y el niño/a tiene que seguir el circuito sin tropezar con los objetos. Lo pueden hacer hacia adelante y hacia atrás. Aquí tenéis un ejemplo por si os animáis.
— Juego de las órdenes (tipo Simón dice…): andar, caminar a cuatro patas, caminar de puntillas, caminar con los talones, arrastrarse hacia delante y hacia atrás, hacia un lado y hacia otro…Podéis aumentar la dificultad transportando algún objeto en la mano, sin que se caiga…
— Podemos hacer alguna de estas experiencias:
1. Tinta invisible. Jugaremos toda la familia y haremos magia con el limón. Necesitamos un bastoncillo de algodón o un pincel, folios, limón y agua. Exprimimos e zumo de limón en un cuenco, añadimos una cucharada de agua. Y mezclamos. Con la ayuda del bastoncillo escribimos un mensaje en un folio. Dejar secar. Papá o mamá pondrán una vela o un flexo debajo (sin que esté muy cerca del papel) y podremos ver el mensaje.
2.
Arcoíris de caramelo.
Se necesitan los siguientes materiales: un plato (preferiblemente blanco), caramelos con cubierta azucarada (como Sparkies o M&M´s) y agua.
Poner los caramelos en el borde del plato. Se pueden ordenar creando los colores del arcoíris, diferentes patrones o según el orden que se prefiera. A continuación, verter agua en el centro del plato hasta cubrir los caramelos hasta la mitad. Si estos se mueven, hay que ponerlos en su lugar rápidamente. Esperar… y observar con detenimiento lo que sucede.
¿Qué pasa con los colores de los caramelos? Estos comienzan a derretirse hasta llegar al centro del plato creando un arcoíris de colores. Esto sucede porque los caramelos están cubiertos con una capa de azúcar y colorantes. Cuando viertes agua sobre ellos, el colorante y el azúcar se disuelven y se esparcen por el agua. Este proceso se conoce como solubilidad.
Variaciones: este experimento te ofrece muchas oportunidades de investigación. Intenta usar diferentes temperaturas de agua, o utilizar otros líquidos como vinagre blanco, leche o zumo de limón para descubrir qué sucede.
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Otras actividades posibles:
— Contar a nuestra familia el trabalenguas que hemos aprendido.
— Visionar cuentos y una canción de la Bruja Piruja:
CUENTOS DE LA BRUJA PIRUJA.
CANCIÓN: ¿DÓNDE ESTÁ LA ESCOBA DE LA BRUJA PIRUJA?
— Encontrar la solución de esta adivinanza…Se la decimos a los niños/as y cuando sepan la solución, les enseñamos la imagen.
— Colorear, recortar y montar.
— Observar y contar el número que hay de ratones, murciélagos, ranas y gatos.
— Ayudamos a la bruja Piruja a llegar hasta su caldero.
— Careta de bruja. Colorear, recortar y montar.
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Irene Marias
La Bruja Piruja tena fama de ser muy malvada y de comerse a los nios casi crudos.
Pero, realmente, lo que a ella le gustaba era dar vueltas a la luna, montada en su escoba Rigoberta. A veces, giraba tan rpido que se mareaba y se caa de la escoba. Entonces, alguna nubecilla cercana la recoga entre su suave algodn y la iba bajando, dulcemente, hasta dejarla recostada en la mullidita hierba del bosque.
Normalmente, la Bruja Piruja se quedaba dormida un buen rato mientras la escoba Rigoberta segua volando en compaa de los pjaros, pues estaba convencida de ser un ave ms y siempre estaba buscando una bandada que la admitiera sin ningn tipo de prejuicio. Pero, hasta ahora, haba probado con las palomas y no haba tenido mucha suerte. Le dejaron jugar y volar con ellas, pero cuando quisieron picotear las migas que la ancianita del parque les tiraba cada tarde, result que la pobre mujer se dio tal susto cuando vio la escoba voladora que a punto estuvo de darle un patats, as que, a las palomas no les qued ms remedio que decirle a Rigoberta que realmente ella no era una paloma.
Tambin haba probado con los gorriones, pero le era imposible baarse con ellos en las fuentes, lo haba intentado pero resultaba que sus resecas y mugrientas hebras chupaban toda el agua y dejaban la fuente vaca y sucia.
Una vez, incluso haba viajado hasta la costa con la ilusin de ser realmente una gaviota, pues ellas eran ms grandes. Pero regres decepcionada. Haba volado libremente con las gaviotas, que la aceptaron desde el principio como una ms, el mar le haba gustado muchsimo, era inmenso y azul, pero fue incapaz de comerse un solo pez, el olor del pescado le daba asco, no pudo probar bocado en los das que estuvo en la playa y, al final, muerta de hambre, volvi al bosque donde viva con la Bruja Piruja.
Ahora volaba en compaa de un grupo de cuervos negrsimos, que al principio le dieron un poco de miedo, pero enseguida se hicieron amigos y se lo estaban pasando muy bien haciendo giros en el aire, dando triples volteretas y graznando con los cuervos, aunque tena la impresin de que no la entendan del todo, a lo mejor es que no pronunciaba muy bien, tendra que practicar ms.
Entretanto, la Bruja Piruja se haba despertado de la siesta y despus de sacudirse las hierbas de la falda, pens que era hora de regresar a casa y silb con todas sus fuerzas para llamar a su escoba. En el pueblo se escuch el fuerte silbido y todas las madres y abuelas, que en ese momento preparaban la cena para sus nios y nias, sintieron un escalofro que les bajaba por la espalda y que les puso el vello de punta.
La Bruja Piruja viva en el interior del bosque, en una chocita de barro con techo de paja. Su casa estaba situada justo debajo de un enorme roble que, de vez en cuando, le regalaba unas nueces deliciosas. En el rbol viva una ardilla que a veces tomaba el t con ella y como la bruja haba notado que la ardilla solo aceptaba la invitacin cuando el t estaba acompaado de pastitas de avellana, procuraba tener siempre una fuente preparada, pues le gustaba mucho la compaa de la ardilla roja.
En el centro del saln principal, haba un caldero de hierro con el fuego eternamente encendido, bullendo y sacando humo. Todas las brujas y magos del mundo que se precien tienen un caldero como aqul, siempre dispuesto para preparar pcimas y brebajes. Aunque, la Bruja Piruja prefera hacer sopa de pollo, lentejas estofadas o infusiones para el dolor de tripa.
Cerca del caldero estaba su cama, pues as dorma calentita en el invierno y al lado de la cama haba una mesita de noche, donde dejaba por las noches sus gafas y su dentadura postiza dentro de un vaso de agua y es que, la Bruja Piruja, ya era muy mayor.
Al otro lado de la cama estaba el armario de las pcimas. En sus estantes, haba frascos que contenan lquidos de muchos colores. La botellita rosa tena una etiqueta que pona: peligro, muy venenoso, pero en realidad era jarabe de fresa para la tos. En otra botella negra pona: pcima de pelo de gato negro y ojos de cuervo, aunque era zumo de regaliz.
Cerca de la puerta de entrada haba un perchero muy simptico que daba los buenos das o las buenas tardes a todo el que entraba. De l colgaban araas peludas, murcilagos y ratas de rabo largo. La Bruja Piruja deca que eran animales disecados, pero la verdad es que eran de gominola. La escoba Rigoberta, que dorma all, de vez en cuando les pegaba un bocado o les daba una chupadita.
A la Bruja Piruja no le gustaba la gente, bueno, en realidad no le gustaban los adultos, porque siempre queran llevarla a un asilo y le decan que era demasiado vieja para vivir sola. Pero ella no estaba sola, viva con Ribogerta, su escoba, y, adems, reciba muchas visitas; la ardilla roja, a la hora del t con pastas; todo un pelotn de hormigas, que barran el suelo de migas despus de las tostadas del desayuno; el bho Don Casimiro, con el que comparta las veladas de lectura a la luz de la luna y, en algunas ocasiones, iban a merendar con ella algunos nios y nias del pueblo. Tomaban chocolate calentito con nubes de nata, pastelitos de frambuesa y zumo de regaliz. Cantaban y jugaban al corro de la patata. Se lo pasaban estupendamente. Pero, eso s, a la hora de irse, todos tenan que tomar una cucharadita de la pcima del susto. Esta pcima, que saba a menta, produca en los nios los efectos necesarios para que, cuando sus padres los viesen llegar a casa, se dieran un susto de muerte pensando lo mal que lo haban pasado sus queriditos nios en casa de la Bruja Piruja y, as, no se les ocurriese nunca asomar las narices por su casa.
La pcima del susto lograba, a los diez minutos de ingerirla, que al nio o nia que la haba tomado se le pusiesen todos los pelos de punta, la cara blanca como la tiza de la escuela y que los ojos se le abriesen tanto que pareca que se le podran caer rodando por el suelo. Entonces, los nios y nias, por su parte, contaban unas cuantas mentirijillas a sus papis y abuelos: La bruja es horrible, nos quera comer, escapamos por los pelos, en su casa hay animales horribles y los cuece a todos en un caldero.