Mi hijo de 2 años entiende todo pero no habla: hablantes tardíos • Mi hijo no habla

Mi hijo de 2 años entiende todo pero no habla: hablantes tardíos • Mi hijo no habla

hablantes tardíos • Mi hijo no habla

Has llegado hasta aquí porque piensas que mi hijo no habla pero entiende todo. Desde hace algunos años sabemos que hay niños que hablan más pronto y otros que hablan más tarde. Cuando nuestro hijo o nuestra hija habla tarde o es un hablante tardío tenemos miedo de que exista algún problema detrás o que le perjudique en un futuro. Pero ¿qué es un niño que habla tarde? ¿Les perjudicará en un futuro? Vamos a ver exactamente en qué consiste. También veremos si es grave o no que mi hijo no hable pero entienda todo.

Hablamos sobre…

  • 1 Qué es un niño que habla tarde o hablante tardío
  • 2 Mi hijo no habla pero comprende todo, ¿qué va a pasar?
  • 3 Mi hijo no habla pero comprende muy bien ¿necesita ayuda?
  • 4 Parece que mi hijo es un hablante tardío, ¿cómo puedo ayudarle?
    • 4.1 Terapia clásica llevada a cabo por el/la logopeda
    • 4.2 Terapia puesta en práctica por los padres
    • 4.3 Mi hijo no habla pero entiende todo, ¿qué tengo que hacer?
  • 5 Bibliografía
    • 5. 1 También te interesa:

Qué es un niño que habla tarde o hablante tardío

Ya hablará es una frase que solemos escuchar bastante las madres y los padres de niños que hablan tarde. Vemos a su amigo de la escuela infantil que habla por los codos o a la primita que repite todo lo que le dicen. Otras veces la pediatra o la enfermera nos informan de que nuestro bebé no llega al temido número de palabras que debe decir a esa edad. Entonces salta la alarma en tu cabeza aunque piensas «mi hijo no habla ¡pero entiende todo!». No sabes si es normal o qué puede pasar. Solo queda esperar, buscar por internet o consultar a una logopeda (recuerda que en la parte superior de la web tienes mis datos de contacto).

Pues bien, se sabe que entre el 13% y el 15% de los niños de dos años hablan tarde o son hablantes tardíos; significa que 1 de cada 7 niños hablará más tarde que el resto de los niños de su edad.

¿Y cómo sabemos que mi hijo no habla pero entiende todo? Se considera que un niño habla tarde cuando a los dos años dice menos de 50 palabras. Claro está que es necesario valorar después cada niño o cada niña para ver cómo comprende. O compararle con  su grupo real de edad, porque no es lo mismo el desarrollo de una niña de 2 años y 2 meses que el de una niña de 2 años y 11 meses, por poner un ejemplo. También se considera que una niña o un niño es un hablante tardío cuando no junta dos palabras como «más pan».

Por último, para considerar a una niña o un niño hablante tardío no debe tener problemas del desarrollo o estar en situación de discapacidad neurológica o sensorial.

Mi hijo no habla pero comprende todo, ¿qué va a pasar?

Leslie Rescorla, investigadora de Estados Unidos que falleció recientemente en octubre de 2020, dedicó gran parte de su vida a comprender por qué algunos niños hablan más tarde que otros y a saber qué pasa cuando mi hijo no habla pero entiende todo. Ella y otros investigadores llegaron a la conclusión de la mayoría de los niños que hablan tarde alcanzan a su grupo de edad a los 5 años. Sin embargo parece que en la adolescencia su dominio del lenguaje es ligeramente peor que el de sus iguales.

Además, algunos investigadores (6) distinguen 3 clases de niños hablantes tardíos:

  • Late Bloomers o niños cuyo lenguaje «florece tarde»: se retrasan un poco al hablar y al aprender palabras nuevas. A los 3 años suelen hablar como el resto de los niños y conocen muchas más palabras que los dos grupos siguientes.
  • Slow learners o niños que aprenden despacio: si mi hijo no habla pero comprende todo entonces está en esta categoría. Son niños que comprenden el lenguaje muy bien pero que no terminan de hablar aún una vez cumplidos los 3 años. Alrededor de los 4 años de edad suelen ponerse al nivel del resto de los niños. Se diferencian del grupo siguiente porque a esta edad sus frases son más largas y distinguen aspectos como si una palabra está en plural, singular, masculino o femenino.
  • Niños que no hablan y a los que les cuesta mucho comprender. Son niños que necesitarán la ayuda de una logopeda durante mucho tiempo y que posiblemente tengan algún problema del desarrollo del lenguaje.

¿Influye que en la familia haya habido personas que empezaron a hablar tarde? ¿Hay más niños o más niñas que empiezan a hablar tarde? Lo cierto es que Evelyn Fisher, una investigadora de Nuevo México, se hizo estas mismas preguntas y encontró que no parece haber relación o al menos, no muy fiable.

Mi hijo no habla pero comprende muy bien ¿necesita ayuda?

La respuesta rápida es que sí.

«Pero si mi hijo no habla pero entiende todo y sabemos que a los 4 años hablará igual que el resto de sus compañeros, ¿para qué le vamos a ayudar?» estés pensando quizá. Varios investigadores han encontrado relación entre los niños que comienzan a hablar más tarde y problemas a largo plazo en la lectoescritura, el rendimiento escolar y en la comunicación años más tarde.

Por lo tanto, como vemos, la logopedia es una herramienta que puede ayudar si tu hijo no habla pero entiende todo ahora e incluso en un futuro.

Parece que mi hijo es un hablante tardío, ¿cómo puedo ayudarle?

La verdad es que la pregunta está muy bien hecha, ¿cómo puedes tú ayudarle? Porque las logopedas podemos ayudarle pero su principal apoyo vas a ser tú. Déjame que te explique. Actualmente hay dos maneras básicas de ayudar a un niño o una niña con problemas tempranos del lenguaje:

Terapia clásica llevada a cabo por el/la logopeda

En este tipo de terapia es el/la logopeda básicamente los que valoran al niño o a la niña, deciden los objetivos a alcanzar, cómo serán las sesiones y qué materiales se utilizarán. El papel de la familia en este caso es como acompañante. Durante la sesión el/la logopeda está con el niño mientras la familia espera fuera. Al terminar, posiblemente el/la logopeda les indique qué ejercicios reforzar en casa una vez terminada la sesión. Cada semana el niño recibirá entre dos y tres sesiones.

Terapia puesta en práctica por los padres

Durante este tipo de terapia los padres son parte activa para ayudar a su hija o hijo. Acuerdan los objetivos con el/la logopeda, las sesiones y son los padres los que tratan directamente al niño/a. El/la logopeda está para apoyar y dar información de cómo pueden hacer los padres en cada caso para potenciar la comunicación de su hijo/a.

El método más representativo de este tipo de terapia es el método Hanen. Leslie Rescorla encontró que las madres que recibían formación sobre el método para familias Hanen, hablaban más despacio, con frases más cortas y utilizaban un número mayor de palabras a trabajar, que las madres que no se habían formado. A su vez, los hijos de las madres que se formaron con el método Hanen aumentaron su vocabulario y combinaban más palabras que los hijos del grupo que no recibió formación en Hanen.

Los estudios indican que esta es la terapia más efectiva con personas con otro tipo de problemas como niños con retraso del desarrollo o niños con riesgo de problemas del lenguaje debido a ambientes con pocos estímulos. Sin embargo, resulta curioso que según otros estudios para los late talkers o niños hablantes tardíos tanto la terapia clásica como la terapia llevada a cabo por los padres resultan igualmente efectivas.

Por último, existe una terapia específica para los late talkers llamada Milieu Communication Training pero su eficacia aún no está demostrada.

Mi hijo no habla pero entiende todo, ¿qué tengo que hacer?

Ahora vamos al grano. Algunas de las cosas que puedes hacer para facilitar que tu hija o tu hijo se lancen a hablar son las siguientes:

  • Observa a tu hijo/a. Fíjate y seguro que descubres maneras de comunicarse o expresiones nuevas que te indican algo.
  • Deja que tu hijo o hija tome la iniciativa. Nos hemos acostumbrado desde que eran bebés a leer sus necesidades. Ahora dejemos que sean ellos quienes nos las hagan notar.
  • Mira a tu hija o hijo cara a cara. Ponte a su altura, mírale a los ojos. Evita en esos momentos el móvil o la televisión.
  • Escucha e interpreta lo que te dice. ¡No queremos corregirle! Solo queremos darle la forma correcta para que la entienda. Por ejemplo, si nos dice ‘aduaaaaguaaa’ podemos interpretarlo como que quiere agua. En lugar de corregir con un ‘se dice quiero agua, aaagua´ podemos decirle ‘¡ah, ¿quieres agua?’
  • Utiliza apoyos visuales.Entre estos se incluyen los signos, una herramienta muy poderosa. Si quieres saber más puedes seguir leyendo en signos bimodal: aprende a usarlos con tu hijo. También puedes utilizar fotografías, dibujos y más adelante, pictogramas. Puedes saber de qué tratan y cómo ponerlos en práctica en el artículo «qué son los pictogramas».

Con respecto a juegos cotidianos apropiados a cada edad para estimular el lenguaje mi hijo no habla: cuándo preocuparse.

¿Te ha resultado interesante el artículo? ¿Te apetecería que una logopeda viera a tu hijo o a tu hija para ver en qué momento está con respecto a su lenguaje? En la parte superior de la página tienes a mano mi email y mi WhatsApp por si quieres escribirme ahora.

Bibliografía

1. Stoel-Gammon C. Prespeech and early speech development of two late talkers. First Language. 1989;9(6):207-223. doi:10.1177/014272378900900607

2. Cable, A.L. and Domsch, C. (2011), Systematic review of the literature on the treatment of children with late language emergence. International Journal of Language & Communication Disorders, 46: 138-154. https://doi.org/10.3109/13682822.2010.487883

3. DeVeney SL, Hagaman JL, Bjornsen AL. Parent-Implemented Versus Clinician-Directed Interventions for Late-Talking Toddlers: A Systematic Review of the Literature. Communication Disorders Quarterly. 2017;39(1):293-302. doi:10.1177/1525740117705116

4. Gilbert, K. (2008). Milieu Communication Training for Late Talkers. Perspectives on Language Learning and Education, 15(3), 112. doi:10.1044/lle15.3.112

5. Bonifacio, S., Girolametto, L., Bulligan, M., Callegari, M., Vignola, S. and Zocconi, E. (2007), Assertive and responsive conversational skills of Italian‐speaking late talkers. International Journal of Language & Communication Disorders, 42: 607-623. https://doi.org/10.1080/13682820601084386

6. Chilosi, A. M., Pfanner, L., Pecini, C., Salvadorini, R., Casalini, C., Brizzolara, D., & Cipriani, P. (2019). Which linguistic measures distinguish transient from persistent language problems in Late Talkers from 2 to 4 years? A study on Italian speaking children. Research in Developmental Disabilities, 89, 59–68. doi:10.1016/j.ridd.2019.03.005

7. Fisher, E.L. A Systematic Review and Meta-Analysis of Predictors of Expressive-Language Outcomes Among Late Talkers. Journal of Speech, Language, and Hearing Research. 2017; 60(10), 2935-2948. doi:10.1044/2017_JSLHR-L-16-0310

8. Thal, D. & Bates, E. Language and Gesture in Late Talkers. Journal of Speech, Language, and Hearing Research. 1988; 31(1), 115-123. doi:10.1044/jshr.3101.115

9. Rescorla, L.A. & Dale, P.S. (2013), Late talkers. Language development, interventions and outcomes. Brookes Publishing.

10. Rescorla, L. A. (2011), Late Talkers: Do Good Predictors of Outcome Exist?. Dev. Disabil. Res. Rev., 17: 141-150. https://doi.org/10.1002/ddrr.1108

Foto de portada de Josh Liba.

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Mi HIJO de 2 AÑOS NO HABLA ✅

¿Qué ocurre si mi hijo de 2 años no habla?

En primer lugar, lo que tenemos que hacer si tu hijo de 2 años no habla, es no dejarse llevar por los consejos de los vecinos y personas cercanas. Por un lado, vemos que los primeros años de vida son decisivos para el desarrollo de los niños. En general, debido a la plasticidad cerebral presente aprendemos muchos aspectos en muy poco tiempo. Por tanto, en ello también influye el ambiente en el que nos desarrollamos. Es decir, un entorno rico en estimulación y afectividad le permitirá al niño desarrollarse de manera sana y desarrollar al máximo sus capacidades. 

Sin embargo, cada niño tiene un ritmo evolutivo diferente. Pero hay una serie de hitos que debe ir adquiriendo en unos periodos de tiempo aproximados. Generalmente, hay que tener en cuenta que el desarrollo en estas edades es progresivo y trascendental para su evolución futura y detectando posibles complicaciones en su desarrollo. Por ello, es importante conocer las diferentes etapas por las que los niños van pasando. Es decir, el fin de todo esto es adecuar la actuación a las características evolutivas de cada niño.

Como comentamos, es relevante tener en cuenta que pueden darse diferencias en el desarrollo de cada niño. Ya que, en este proceso intervienen variables muy valiosos relacionadas tanto con sus características personales. Y también, en el ambiente socio-estimular y afectivo en el que se desenvuelve.

¿Me tengo que preocupar si mi hijo no habla?

La capacidad de comunicarse y el interés por compartir y entender a otros, es uno de los rasgos que nos caracteriza a la especie humana. Por ello, la ausencia de intención comunicativa es un signo de alarma en el desarrollo. De esta manera, si tu hijo de 2 años no habla es algo a tener en cuenta y que necesita ser estudiado por parte de un profesional. Aun así, esto no va a indicar de manera categórica la presencia de un trastorno del lenguaje. Además, existen rasgos madurativos propios de cada niño que pueden justificar esta situación sin estar relacionados con una patología.

Dicho esto, si tu niño a los 2 años no habla hay que considerar ciertos aspectos para descartar la presencia de algún problema que le esté impidiendo la adquisición del lenguaje. Generalmente, suelen ser problemas auditivos, del desarrollo, etc. Es decir, aunque el hecho de que si un hijo de 2 años no habla, no tiene por qué ser significativo. Normalmente, resulta importante valorar si existen otros problemas que puedan estar interfiriendo en un desarrollo normalizado del lenguaje.

Además, es fundamental detectar estos posibles problemas lo antes posible para que de este modo, se puedan trabajar de manera temprana. Por ello, la estimulación temprana puede marcar una gran diferencia en los niños que no reciben este tipo de atención. Normalmente, estos niños pueden tener problemas con la lectura, la escritura y el aprendizaje en general. A su vez, las alteraciones comunicativo-lingüísticas también pueden conducir a problemas en las habilidades sociales. Como, por ejemplo, hacer amigos, y algunos niños también pueden mostrar problemas de comportamiento porque se frustran cuando no pueden expresar lo que necesitan o quieren o no se les entiende. De esta manera, la detección precoz conduce a un tratamiento temprano. Y, por lo tanto, a una mejor evolución futura y a la prevención de otras alteraciones derivadas de las dificultades lingüísticas.

Por ello, una vez descartada cualquier alteración, es importante estimular al niño para que se comunique mediante gestos o sonidos. También, es fundamental jugar, leer y hablar con él y permanecer pendiente de su desarrollo. Por ello, el objetivo será detectar si el niño necesita más ayuda de un profesional capacitado, un logopeda, para desarrollar el lenguaje y aprender a comunicarse. Si te preguntas ¿a qué edad hay que llevar a los niños al logopeda?, te lo explicamos a continuación.

¿Cuántas palabras dice un niño de 2 años?

A los dos años, los niños se encuentran en una fase inicial de desarrollo del lenguaje. Cabe reseñar, que el desarrollo del lenguaje comprensivo va por delante del expresivo. Es decir, que primero los niños nos deben comprender para poder expresarse.

Por ello, si un niño a los dos años no utiliza frases cortas de dos o tres palabras, o a los 18 meses no usa una decena de palabras, se puede considerar un “hablante tardío”. En la mayoría de las ocasiones, se va a tratar simplemente de un retraso del lenguaje, que supone una aparición más tardía del lenguaje, pero normal al fin y al cabo. Pese a esto, resulta importante valorar la presencia de alguna complicación que esté afectando a la adquisición del lenguaje.

Alrededor de los dos años, los niños pronuncian entre 20 y 50 palabras con facilidad, combinan palabras y siguen órdenes de dos pasos.

A continuación, podemos resumir el desarrollo del lenguaje por edades, de la siguiente manera:

  • De 0 a 1 mes: se comunica a través del llanto, buscando cubrir sus necesidades.
  • A los 3 meses: emite sonidos guturales (“gu-gu”).
  • A los 6 meses: emite las primeras sílabas (“pa”, “ma”, “ta”…).
  • Sobre los 8 meses: parlotea, repite sílabas (“ma-ma”).
  • A los 12 meses: imita la entonación y dice dos o tres palabras simples como mamá, pan, etc.
  • A los 18 meses: dice unas 10 palabras y señala partes de su cuerpo.
  • En torno a los 2 años: comienza a usar frases cortas de unas dos o tres palabras.
  • A los 3 años: mayor incremento de vocabulario. Es capaz de tener pequeñas conversaciones con los demás.
  • Sobre los 4 años: domina la gramática, utiliza pronombres, verbos, artículos, realiza preguntas (“¿por qué?”…).

A los 2 años de edad, la mayoría de los niños:

  • Conocen muchas partes del cuerpo y objetos comunes.
  • Señalan imágenes en libros.
  • Siguen indicaciones de una orden sin gesto (“Pon el vaso en la mesa”).
  • Dicen aproximadamente entre 50 y 100 palabras.
  • Producen frases sencillas de dos (“mamá pan”, “coche mío”) e incluso tres elementos (“papá dame zumo”).

¿Cuándo debe hablar un niño?

A continuación se expone el desarrollo comunicativo-lingüístico normativo aproximado de los niños:

A los 9-12 meses

  • Emite las primeras palabras con significado.

Signos de alarma a los 9-12 meses

  • No sonríe a las personas conocidas.
  • Omisión de interesarse por lo que le rodea.
  • No emite ningún sonido para atraer la atención.
  • Nunca llora ni protesta ante la ausencia de personas muy cercanas y familiares.

En torno a los 12-18 meses

  • Repite sonidos que hacen otros.
  • Obedece órdenes simples acompañadas de gestos.
  • Combina dos sílabas distintas.
  • Identifica entre dos objetos el que se le pide.
  • Le gusta mirar cuentos con imágenes.
  • Atiende a su nombre.

18 – 24 meses

  • Emplea una o dos palabras significativas para designar objetos o personas.
  • Disfruta con la música e imita gestos y ritmos.
  • Comienza a entender y aceptar órdenes verbales (recoger, sentarse, ir a la mesa, etc.).
  • Comienza a juntar palabras aisladas para construir sus primeras “frases” (mamá pan).
  • Atribuye funciones a los objetos más familiares y comienza a nombrarlos.
  • Imita sonidos de animales y objetos conocidos (onomatopeyas).

Signos de alarma en torno a los 18-24 meses

  • No señala las principales partes del cuerpo.
  • Nunca se acerca ni muestra interés por jugar con otros niños.
  • No reconoce distintos espacios familiares (cocina, baño, dormitorio, etc.).
  • No imita acciones ni sonidos conocidos.
  • Omisión ante la respuesta a su nombre.

24-30 meses

  • Hace frases de estructura sustantivo + verbo (“papá ven”).
  • Utiliza el “no” de forma oral y no sólo con el gesto.
  • Responde a preguntas del tipo: “¿qué estás haciendo?”, “¿dónde?”.
  • Conoce los conceptos “grande” – “pequeño”.
  • Presta atención durante algún tiempo a música o cuentos cortos.
  • Entona algunas canciones aprendidas y se mueve a su ritmo.

30-36 meses

  • Dice su sexo cuando se le pregunta.
  • Emplea el gerundio, los plurales y los artículos.
  • Articula correctamente los sonidos: b, j, k, l, m, n, ñ, p, t.
  • Es capaz de comunicarse a través de los gestos y la mímica, además del lenguaje oral.
  • Habla de sí mismo en primera persona usando “yo”, “mi” y “me” en lugar de su nombre.
  • Usa el lenguaje oral para contar lo que hace, lo que quiere, lo que le pasa, etc.

Signos de alarma en torno a los 30-36 meses

  • Al finalizar el tercer año, no pide pis ni caca. 
  • No comprende órdenes sencillas.
  • No identifica imágenes.
  • Permanece aislado. No muestra curiosidad por nada.
  • Utilización exclusiva de palabras aisladas, sin conexión entre ellas.

¿Cuál es la edad máxima para que un niño hable? 

Como venimos comentando, se puede decir que tarda en empezar a hablar cuando a tu hijo de 2 años no habla o no produce enunciados de dos palabras. Si a esta edad no habla nada, es algo a tener en cuenta y que necesita ser estudiado por parte de un profesional. Aun así, no siempre es sinónimo de un trastorno del lenguaje. 

Sin embargo, si un niño de 3 años tampoco habla nada ya hay que ponerse en alerta para buscar la causa. Con esta edad, la capacidad de comprensión y expresión debería estar suficientemente desarrollada. Por ello, es necesario que un profesional analice posibles causas.

A partir de esta edad, si se trata de un niño de 4 años que no habla nada, la ausencia de lenguaje suele asociarse a algún tipo de problema neurológico, trastorno del desarrollo o del lenguaje. Por ello, es necesaria e imprescindible la valoración por parte de un profesional especializado.

¿Cómo saber si mi hijo de 2 años tiene problemas de lenguaje?

La siguiente lista muestra los signos de alarma generales a tener en cuenta para saber cuándo hay que preocuparse por el desarrollo comunicativo-lingüístico del niño:

Antes del año:

  • No responde con normalidad a los sonidos o no vocaliza ningún sonido.

Entre uno y dos años:

  • No usa gestos o señala con el dedo.
  • No dice adiós a los 12 meses o se despide con la mano
  • A los 18 meses prefiere utilizar gestos a expresar verbalmente para comunicarse.
  • No imita sonidos habituales.
  • Tiene dificultad para comprender órdenes sencillas.

A los dos años:

  • No emite palabras o frases.
  • Repite sonidos o palabras, pero no emplea el lenguaje de manera espontánea con finalidad comunicativa. Es decir, sólo imita el habla o los actos ajenos y no usa el lenguaje oral para comunicar más que sus necesidades inmediatas.
  • No es capaz de entender instrucciones sencillas.

¿Cómo estimular el habla de un niño de 2 años?

A continuación se exponen una serie de pautas y actuaciones para la estimulación del lenguaje de los niños.

0-12 meses 

  • Utilización de juguetes musicales.
  • Hablar al niño en todo momento y de forma específica, mientras se le alimenta, en las horas de juego, durante el baño, etc.
  • Hablarle utilizando cambios de voz y de tono, repitiendo sonidos familiares para el niño (“Rin-rin”, “piii-piii”, etc.).
  • Responder a los intentos comunicativos del niño, hablándole desde los primeros días de vida.
  • Gratificar al niño mediante sonrisas, gestos, etc., en cuanto emita algún sonido o cuando comience a balbucear. 
  • Favorecer la comprensión de palabras familiares (papá, mamá).
  • Ayudarle a responder a órdenes sencillas cuando se lo indicamos “toma”, “dame”, “ven” y órdenes con objeto “dame la muñeca”. 
  • Aprovechar las palabras que el niño va incorporando a su lenguaje, usándolas en distintos contextos y gratificándolas siempre.

12-18 meses

  • Favorecer la intercomunicación aprovechando los momentos de juego, alimentación, baño…
  • Describir verbalmente, y de forma sencilla, las cosas que hacemos nosotros y las que hace él.

18-24 meses

  • Jugamos a nombrar sus juguetes, cosas, animales, etc. para estimular la comprensión, adquisición y expresión de vocabulario. 
  • Reforzamos el aprendizaje y el uso del “si” y el “no”. 
  • Contamos cuentos con libros muy sencillos.
  • Nombramos las acciones básicas del día a día (“vamos a comer”, “nos vestimos”…).
  • Nombramos los objetos que utiliza y las acciones que realiza.

2-3 años 

  • Describir verbalmente las cosas que hacemos y las que hace él.
  • Reforzar la denominación de las cosas y no el empleo únicamente del gesto.
  • Aprovechar las palabras que el niño ya emplea para incorporarlas a las conversaciones.
  • Jugar a construir pequeñas frases.
  • Narrar cuentos sencillos infantiles y responder preguntas relacionadas con los mismos.
  • Proporcionar al niño un entorno lingüístico simplificado para que le sea accesible. Pero, que a su vez crezca en complejidad, conforme crecen sus necesidades comunicativas.
  • Favorecer las situaciones de juego en las cuales sea una parte activa.

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