Generalmente son necesarios varios ciclos manteniendo relaciones sexuales sin protección para que una mujer en edad fértil quede embarazada. En mujeres de 30 años se considera que la probabilidad de conseguir un embarazo por mes será de alrededor del 15%. Así que no os desesperéis si no conseguís el embarazo a la primera.
No siempre. Hay muchas mujeres que no tienen síntomas de embarazo claros hasta pasadas varias semanas. En muchos casos los síntomas son molestias en las mamas, sensación de hinchazón en el vientre y poco más, puede que nunca tengas náuseas, pero si las tienes, lo normal es que aparezcan en torno a la semana 5 de embarazo, suelen ser mas llamativas hacia la semana 8-9 y por lo general desaparecen al entrar en el segundo trimestre de gestación. Las más frecuentes son las náuseas matutinas, aunque hay mujeres que las tienen a lo largo de todo el día. Procurar no tener vacío el estómago, comer pocas cantidades, mas veces al día, mejor alimentos sólidos y frescos suele aliviar la sensación nauseosa. Si no toleras ningún alimento y vomitas con mucha frecuencia consulta con tu matrona o tu ginecólogo.
general). Mantener una alimentación variada, sana y equilibrada que aporte todos los nutrientes necesarios nos ayudará a mantener unos niveles adecuados de todas las vitaminas o minerales, fundamentales tanto para el desarrollo de tu bebé como para mantener nuestra salud. Nuestra dieta mediterránea es ideal para conseguir ese aporte de micronutrientes y mantener nuestro peso.
Es importante, no obstante, mantener una serie de precauciones en nuestra alimentación para evitar el contagio de ciertas bacterias o virus que podrían afectar a nuestro embarazo.
Algunas de las precauciones más importantes en tu dieta son éstas:
Otro de los mitos mas extendidos es el del sueño en el embarazo. Es cierto que la hormona progesterona puede producir que tengamos más sueño, pero no son raros los casos en los que ocurre lo contrario. Una de las circunstancias mas frecuentes es que tengas mucho sueño por el día, pero por la noche la cosa se complique. Puede que consigas dormirte rápidamente, pero tendrás que levantarte a orinar a las 3 o 4 horas y probablemente desde ese momento no consigas dormir profundamente y mantengas el resto de la noche en duermevela.
En muchas ocasiones, una vez realizada la analítica del embarazo nos podemos encontrar con algunas carencias y hay que complementar con otras vitaminas o hierro.
Las primeras semanas de embarazo son, desde el punto de vista emocional, bastante complicadas por lo general. Los cambios hormonales, las primeras molestias del embarazo, el miedo a que todo salga bien hacen que pasemos de la alegría al llanto con facilidad y que vivamos esas semanas con cierta ansiedad. Tranquila, todo esto es pasajero y mas adelante empezarás a disfrutar de verdad del embarazo.
Realizar ejercicio es muy beneficioso para el embarazo, pero con precauciones. Si nunca has realizado deporte el primer trimestre no es el momento de iniciarse en la práctica deportiva, si es tu caso un paseo tranquilo es una buena opción de momento:
En cualquier caso, el primer trimestre es un momento para tomarlo con calma. Consulta siempre con tu matrona o tu ginecólogo el deporte más adecuado y el mejor momento para empezar a retomar la práctica deportiva.
La información profesional y contrastada nos ayudará a evitar muchos de los miedos que a veces nos provocan las personas que nos rodean que, con buena intención, aunque no muy acertadamente, nos repiten los mitos del embarazo que han ido pasando de generación. Estas “leyendas urbanas” pueden hacer que el comienzo de la gestación no sea todo lo tranquilo y feliz que esperábamos…
Natividad García
Matrona del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)
28 May 2021
Alimentos y Bebidas
Una pregunta frecuente en la consulta de Obstetricia trata sobre la conveniencia o no de tomar infusiones durante el embarazo. La futura mamá nos pregunta especialmente por el tipo de planta con la que realizar la infusión. Por supuesto es importante, pero lo es aún más la cantidad de infusión que se tome y la concentración del extracto de la planta en la misma.
El consumo moderado de infusiones durante el embarazo y la lactancia puede ser muy recomendable si elegimos las más adecuadas, que nos aporten beneficios saludables. Además nos ayudarnos a incrementar nuestro consumo de agua, así como a sustituir otras bebidas menos aconsejadas, como el café, refrescos con gas y azúcar…
En primer lugar, debemos tener claro que la creencia extendida de que todas las infusiones son buenas -puesto que están hechas por nosotros mismos con plantas naturales- está lejos de ser cierta. No olvidemos que la mayoría de los medicamentos, sus principios activos, provienen de las plantas, y también multitud de venenos usados desde la antigüedad.
Es muy difícil evaluar la evidencia científica sobre este tema, ya que no hay estudios clínicos adecuados por la dificultad de homogeneizar criterios de inclusión y resultados (dosis, concentración, efectos en la madre y el feto…). Al no haber datos concluyentes, la tendencia general es a no recomendar su consumo por la falta de evidencia científica de inocuidad.
Las recomendaciones que exponemos a continuación se basan tanto en los efectos de las plantas conocidos desde la antigüedad, como en los efectos observados en madres consumidoras de distintos tipos de infusiones. Hay algunas infusiones que no deben tomarse en el embarazo y la lactancia, por presentar ciertas propiedades que pueden resultar perjudiciales para la madre o el feto:
En cuanto al té, que merece mención aparte por la frecuencia de su consumo, puede ser tan beneficioso como perjudicial, por ello es importante beberlo con moderación. Muchas veces no se recomienda en el embarazo porque contiene teína (sustancia similar a la cafeína), que es excitante y estimulante (puede provocar contracciones), y además reduce la absorción de ácido fólico y hierro, pero si lo tomas ocasionalmente te puede ayudar a regular el azúcar en sangre y evitar el desarrollo de diabetes gestacional.
La infusión de manzanilla puede proporcionar beneficios en el embarazo (ayuda a combatir el insomnio, la ansiedad, las náuseas y los problemas digestivos), pero un exceso puede alterar el sistema inmune, y por los posibles problemas circulatorios que se cree puede causar en el bebé, se recomienda un consumo muy ocasional.
La Infusión de valeriana es famosa por ayudar a conciliar el sueño, no obstante, algunos expertos desaconsejan su uso durante el embarazo. En el caso de que desees tomarla, hazlo con moderación.
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Y finalmente os enumero las más indicadas por sus propiedades beneficiosas, para el organismo de la mujer gestante o en periodo de lactancia y la ausencia de efectos perjudiciales que se hayan descrito:
La infusión de rooibos es beneficiosa. Contiene antioxidantes que estimulan las defensas y el sistema inmunológico, además de favorecer la circulación sanguínea.
La de jengibre ayuda a aliviar las náuseas, tan frecuentes y molestas sobre todo en los primeros meses de gestación.
La infusión de tomillo es una excelente fuente de antioxidantes y vitaminas como hierro, manganeso, calcio y fibra. Se recomienda para aliviar los dolores que suelen aparecer en la primera mitad del embarazo y está indicada en catarros e infecciones respiratorias.