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La preeclampsia, o toxicosis tardía, es una complicación del embarazo que se desarrolla en el segundo y tercer trimestre. Es posible sospechar su desarrollo en las primeras etapas por la formación de edema y aumento de la presión. Al mismo tiempo, el diagnóstico puede ser confirmado o refutado solo por los resultados de los análisis de sangre y orina.
La toxicosis tardía, en comparación con la temprana, se desarrolla con poca frecuencia. Según la Organización Mundial de la Salud, sus síntomas se presentan en un promedio del 8% de las mujeres embarazadas. Al mismo tiempo, en el territorio de los países de la CEI, esta cifra alcanza el 10-17%.
Las formas graves de preeclampsia son raras, pero no se puede ignorar el riesgo de tales complicaciones. A diferencia de la toxicosis temprana, la toxicosis tardía representa una seria amenaza para la vida de la madre y el niño. Es una de las principales causas de morbilidad perinatal y mortalidad materna.
Aunque las consecuencias de la preeclampsia parezcan aterradoras, no se preocupe antes de tiempo. Primero, el edema y la hipertensión pueden ocurrir por otras razones. En segundo lugar, con el diagnóstico oportuno de toxicosis tardía y la selección de la terapia correcta, una mujer puede soportar completamente el embarazo y dar a luz a un bebé sano.
¿A qué hora comienza la toxicosis tardía? Se cree que el inicio temprano de la preeclampsia se asocia con un curso grave y, a menudo, conduce a un parto prematuro, incluso por cesárea.
Causas de toxicosis tardía en mujeres embarazadas
No se ha establecido exactamente qué provoca el desarrollo de preeclampsia en mujeres embarazadas. Hay varias teorías que tienen un número diferente de seguidores, pero ninguna de ellas le permite determinar con precisión qué mujer desarrollará una toxicosis tardía y cuál no.
Están en riesgo las mujeres embarazadas con:
La probabilidad de desarrollar toxicosis tardía aumenta en el contexto de enfermedades crónicas. Sin embargo, incluso si hay varios factores de riesgo, no se puede decir con certeza que habrá una complicación.
Cómo se manifiesta la preeclampsia
Cuando la preeclampsia se desarrolla en una mujer, primero hay un espasmo de todos los vasos y una alteración de la circulación sanguínea, así como de su coagulación y fluidez. Debido a esto, puede desarrollarse hipoxia, afectando el funcionamiento del corazón, los riñones, el hígado, el cerebro y la placenta. Como resultado, pueden ocurrir cambios distróficos en estos órganos.
Hay 4 etapas de preeclampsia:
En la primera etapa, la toxicosis tardía se manifiesta por edema en las piernas, brazos, abdomen y en la cara y el cuello. En la mayoría de los casos, no provocan un deterioro significativo en el bienestar de una mujer embarazada o el desarrollo de complicaciones graves en ella. Además, con la terapia oportuna, las siguientes formas de preeclampsia se desarrollan en no más del 20% de los casos.
Con la nefropatía, además del edema, aparece hipertensión y alteración de la función renal, que está determinada por la liberación de proteínas en la orina.
La preeclampsia es la tercera etapa de la preeclampsia, que se desarrolla en solo el 5% de las mujeres embarazadas. Se caracteriza por cambios en el sistema nervioso central que provocan náuseas, vómitos, dolor de cabeza y otros síntomas.
La etapa más difícil de la toxicosis tardía es la eclampsia. Con su desarrollo, los trastornos patológicos se agravan y, además de los síntomas enumerados, la mujer también tiene convulsiones, un fuerte aumento de la presión y el riesgo de accidente cerebrovascular.
La toxicosis tardía puede resultar en:
En la preeclampsia severa, la condición de una mujer embarazada puede volverse crítica.
Características del tratamiento de la preeclampsia
Para el diagnóstico de preeclampsia, se prescriben una serie de análisis de sangre y orina de laboratorio, se realiza una ecografía, un examen del fondo de ojo y, si es necesario, otros exámenes.
En caso de toxicosis tardía leve de mujeres embarazadas, que se manifiesta solo por edema, los obstetras-ginecólogos recomiendan el tratamiento en un hospital de día o en el hogar. Si una mujer embarazada también desarrolla hipertensión, se excreta proteína en la orina o aparecen otros síntomas de patologías, es posible que deba ser hospitalizada en un hospital obstétrico.
Las náuseas son comunes durante las primeras semanas del embarazo, pero son más una excepción en el tercer trimestre. Los cambios hormonales, la desnutrición y las enfermedades graves pueden causar malestar.
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Es posible que los episodios raros de náuseas y vómitos durante el tercer trimestre no sean motivo de preocupación. El tratamiento de los casos graves requiere hospitalización y líquidos intravenosos, ya que las náuseas en el tercer trimestre pueden provocar deshidratación y aumentar la posibilidad de complicaciones para el bebé y la madre. Considere las causas de las náuseas al final del embarazo.
Contenido del artículo
¡No se automedique! En nuestros artículos, recopilamos los últimos datos científicos y las opiniones de expertos en salud autorizados. Pero recuerda: solo un médico puede diagnosticar y prescribir el tratamiento.
Las náuseas y los vómitos en el tercer trimestre son menos frecuentes. Por lo general, estos síntomas de embarazo en la mayoría de las mujeres pasan en la semana 16. Conocer los desencadenantes de las náuseas y evitarlos puede ayudar a controlar las náuseas.
Causas de las náuseas:
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Algunos medicamentos pueden tratar las náuseas y los vómitos durante el embarazo. Sin embargo, no puede usar medicamentos sin receta médica.
Las náuseas repentinas y persistentes en el tercer trimestre pueden indicar en algunos casos un parto prematuro.