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La mayoría de las personas saben que fumar causa cáncer y otros problemas de salud graves. Y fumar durante el embarazo también puede causar serios problemas. Su bebé podría nacer mucho antes de lo debido, tener un defecto de nacimiento o morir a causa del síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés). Incluso estar cerca del humo de un cigarrillo puede causar problemas de salud en usted y su bebé.1
Lo mejor es dejar de fumar antes de quedar embarazada. Sin embargo, si ya está embarazada, dejar de fumar puede ayudarla de todas maneras a proteger su salud y la de su bebé para evitar problemas. Nunca es muy tarde para dejar de fumar.2
Si usted fumó y tuvo un embarazo normal en el pasado, no hay garantías de que su próximo embarazo también lo sea. Cuando usted fuma durante el embarazo, pone en riesgo su salud y la de su bebé.3
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Fumar puede causar problemas de fertilidad en usted y su pareja. Las mujeres que fuman tienen más dificultades para quedar embarazadas que las que no fuman. En los hombres, fumar puede causar daños en los espermatozoides y contribuir a la impotencia (disfunción eréctil o DE). Ambos problemas pueden hacer más difícil que un hombre procree un bebé cuando él y su pareja deseen hacerlo.3,4
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Si usted fuma durante el embarazo, tiene más probabilidades de dar a luz prematuramente. Un bebé que nace al menos 3 semanas antes de la fecha prevista del parto es considerado prematuro.5 A los bebés que nacen mucho antes de lo debido les falta el importante crecimiento que ocurre en el útero de la madre durante las últimas semanas y meses del embarazo.6
Mientras más prematuro sea un bebé, mayores son las probabilidades de que presente problemas de salud graves o de que muera. Los bebés prematuros pueden tener:6,7,8
Es posible que los bebés prematuros tengan que quedarse en el hospital durante días, semanas o incluso meses.5
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En idiomas asiáticos:
Amanda B. fumó mientras estaba embarazada. Su bebé nació 2 meses antes de lo debido y tuvo que estar en una incubadora.
“Nunca olvidaré su llantito tan bajito. No fue como el llanto que uno está acostumbrada a oír —tú sabes—, un llanto fuerte, como un grito, típico de bebé. Fue apenas un llanto suave, bajito”.
El mejor momento para dejar de fumar es antes de quedar embarazada. Sin embargo, dejar de hacerlo en cualquier momento durante el embarazo puede ayudar a su bebé a comenzar la vida de una mejor manera. Hable con su médico acerca de cuáles son las mejores maneras para dejar de fumar durante el embarazo o cuando esté tratando de concebir.
Si usted deja de fumar:1
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La mayoría de las mujeres embarazadas que fuman quieren dejar de hacerlo, pero esto no siempre es fácil durante el embarazo. Más aún, si usted está embarazada y sigue fumando, puede sentirse avergonzada y sola.
El apoyo correcto puede ayudar a las mujeres embarazadas a superar los desafíos particulares de dejar de fumar durante esta etapa de la vida. Hay consejos especiales disponibles para usted y para las personas que la rodean. Estos recursos incluyen:
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Dejar de fumar para proteger su salud y la de su bebé es una de las cosas más importantes que usted puede hacer. Si está embarazada o planea quedar embarazada, hable con su médico o llame al 1-855-DÉJELO-YA para comenzar.
Es importante que usted no vuelva a fumar. El humo del tabaco contiene una mezcla mortal de más de 7000 sustancias químicas.9 Cuando su hijo no está expuesto al humo, usted puede esperar que tenga lo siguiente.10
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Descargo de responsabilidad: Es posible que en este sitio encuentre algunos enlaces que le lleven a contenido disponible sólo en inglés. Además, el contenido que se ha traducido del inglés se actualiza a menudo, lo cual puede causar la aparición temporal de algunas partes en ese idioma hasta que se termine de traducir. Llame al 1-800-CDC-INFO si tiene preguntas, cuyas respuestas no ha encontrado en este sitio. Agradecemos su paciencia.
( Blog del editor )
Aunque la actitud frente al alcohol y el tabaco en el embarazo ha evolucionado mucho en los últimos años, todavía se oyen frases como “más vale fumar que estar estresada, aún peor para el feto” o “por una copita no pasa nada” de boca de embarazadas o de sus conocidos. ¿Es eso cierto? ¿Hasta qué punto es perjudicial consumir alcohol o tabaco embarazada? La ciencia nos da las respuestas.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que todo lo que toma la madre, pasa inmediatamente al feto en la misma cantidad. Por lo tanto, cada vez que la futura mamá da una calada a un cigarrillo es exactamente como si le ofreciera esa calada a su hijo de dos años, por poner un ejemplo. ¿Es posible que por esa calada “no le pasara nada” al niño? Sí, seguramente, pero seguramente ninguna madre pondría un cigarro en la boca de sus hijos pequeños. Hoy en día todo el mundo se escandalizaría ante tal actitud, pero la visión de una embarazada fumando seguramente no despierta la misma reacción. Sin embargo, la realidad es la misma en los dos casos.
Así pues, con cada cigarrillo todos los efectos nocivos del tabaco se traspasan de forma amplificada al feto, que ve reducida la cantidad de oxígeno en sangre durante unos minutos y recibe la misma concentración de nicotina en sangre que su mamá. Numerosos estudios han demostrado la relación entre el consumo de tabaco (incluso en cantidades mínimas) y peores resultados en el embarazo, como el bajo peso al nacer o la prematuridad, y que incluso los hijos de fumadoras pasivas tienen más riesgos en el embarazo y peor desarrollo neurológico. Por lo tanto, no solo no hay que tocar el tabaco, sino que hay que alejarse del tabaco, exigir que nadie fume cerca de la embarazada y evitar que ésta esté en una sala donde se haya fumado previamente. Los efectos del tabaco son altamente perniciosos para un feto en desarrollo. Y por supuesto, muchísimo peores e incomparables que unos supuestos efectos de la ansiedad materna por no fumar.
Con el alcohol nos encontramos en una situación muy parecida. En esencia, si el alcohol puede considerarse como un tóxico para el cerebro desarrollado, es fácil entender que su toxicidad es aún mayor para un cerebro que se está formando. Así pues, cada vez que la futura madre ingiere alcohol, éste llega al cerebro fetal en cuestión de minutos, interfiriendo en su desarrollo. Una vez más, es posible de que por una sola copa un día no pase nada, pero podemos recurrir al ejemplo anterior. ¿Daríamos un vaso de vino a un niño de dos años? Por tanto, no se lo demos a nuestro futuro hijo o hija. La recomendación es clara: no se debe consumir alcohol en ningún momento ni cantidad a lo largo del embarazo, especialmente durante los primeros meses, ya que siempre existe la posibilidad de que interfiera en algún proceso crítico del desarrollo cerebral fetal.
Una de las consultas más habituales al confirmar un embarazo es la preocupación por haber consumido alcohol o tabaco estando ya embarazada de pocos días pero sin saberlo. En este caso, lo mejor es tranquilizarse, ya que estamos ante una fase muy precoz del embarazo en la que aún no se ha empezado a formar el cerebro fetal; no obstante, si se está buscando un embarazo de forma consciente es muy recomendable reducir o evitar el consumo de estas sustancias para poder iniciar un embarazo en plena salud materna y fetal.