La aparición de la línea alba en embarazadas es algo muy habitual.
A muchas mujeres les despierta curiosidad, pero también les genera dudas y preguntas como: por qué aparece, si la línea alba desaparece tras el embarazo o no, o si el hecho de que no salga es motivo de preocupación.
A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la línea alba y resolvemos las dudas más frecuentes.
¿Qué es la línea alba?
La mayoría de las embarazadas ven como, con el progreso de la gestación, aparece en su barriguita una línea oscura. Es la línea alba o línea nigra, a veces también llamada línea del alba.
La línea alba es una estructura de fibras y tendones que une los músculos que conforman la pared abdominal y está presente tanto en hombres como en mujeres (embarazadas o no).
Se extiende desde el pubis hasta el inicio del esternón y, en condiciones normales, no es visible.
Sin embargo, la línea alba puede oscurecerse levemente por causas hormonales y hacerse visible, que es lo que ocurre en el embarazo.
Así, en algunas mujeres embarazadas, especialmente en aquellas con piel más morena, sí se puede hacer más perceptible, apareciendo una raya vertical que divide en dos la tripa.
Aunque anatómicamente la línea alba se extiende desde el pubis hasta el esternón, la porción que con más frecuencia se vuelve visible en las embarazadas es la que discurre del ombligo al pubis.
¿Por qué se produce el oscurecimiento?
Como tantos otros cambios sucedidos en el embarazo, la aparición de la línea alba en embarazadas se debe a causas hormonales.
Concretamente la pigmentación de la línea alba se debe a la acción de los estrógenos y la progesterona, dos hormonas que estimulan la producción de melanina (pigmento producido por el cuerpo para proteger la piel del sol).
Esta mayor estimulación de la melanina también explica la hiperpigmentación de la piel que se da durante el embarazo en diferentes zonas del cuerpo.
Es, por tanto, un cambio cutáneo natural que no conlleva ninguna molestia y que no se puede evitar, ni se debe minimizar usando productos blanqueadores.
En cambio, sí conviene limitar la exposición al sol y usar protector solar si queremos proteger nuestra piel de los rayos UV y evitar que la línea alba se oscurezca más.
¿Cuándo sale la línea alba?
El oscurecimiento de la línea alba suele empezar a notarse a partir del segundo trimestre, entre el cuarto y quinto mes de embarazo, y se va haciendo más patente a medida que avanza la gestación.
No obstante, también puede aparecer hacia el final del embarazo, en el tercer trimestre.
¿Cuánto tarda en desaparecer?
Después de que tenga lugar el parto los niveles hormonales se van estabilizando poco a poco hasta volver a la normalidad (situación previa al embarazo).
Por ello, la línea alba generalmente va atenuándose después del parto hasta desaparecer.
Sin embargo, esto no ocurre de manera inmediata y el proceso de desaparición no tiene una duración exacta para todas las mujeres.
En algunos casos puede tardar alrededor de cuatro meses en desaparecer, mientras que otras mujeres tendrán que esperar un año hasta que su línea alba se vuelva imperceptible de nuevo.
En cualquier caso, e independientemente del tiempo que se demore, la línea alba del embarazo desaparece por sí sola y sin que sea necesario tomar ninguna medida o cuidado especial.
¿Qué pasa si no sale la línea alba?
Si no sale la línea alba en el embarazo, no hay nada de que preocuparse.
Es tan normal que aparezca esta línea en el vientre como que no se vuelva evidente durante la gestación. Y es que el hecho de que la línea alba se oscurezca y sea visible, así como su ausencia, no es indicativo de nada (ni bueno, ni malo).
Tampoco es relevante si cuando aparece se nota mucho o poco, algo que dependerá de la tonalidad de la piel de cada mujer.
Además, puede oscurecerse en un primer embarazo y no aparecer en otro posterior o viceversa.
Cómo cuidar la línea alba durante el embarazo
La aparición de la línea alba, su aspecto o la intensidad con la que se aprecia está totalmente fuera de nuestro control.
Serán los cambios hormonales que experimentemos durante el embarazo los que determinen todo lo referente a esta peculiar línea y su transformación.
Puesto que la aparición de la línea alba en el embarazo no produce ningún dolor, molestia o alteración, no requiere ningún cuidado o atención especial.
Basta con mantener hidratada toda la piel del abdomen, un cuidado extrapolable a todo el cuerpo y que debemos aplicar por el propio embarazo, no por la aparición de esta rayita oscura en la barriga.
Podríamos resumir que la línea alba en embarazadas no es más que un cambio estético pasajero que experimentan algunas mujeres durante la gestación.
Algunas la adoran, pero a otras no les parece estéticamente bonita. En este último caso es importante tener en cuenta que no se recomienda utilizar cremas blanqueadoras.
Tampoco la realización de otro tipo de intervenciones con la finalidad de eliminarla o disimularla.
No olvides que, te guste o no, después de dar a luz la línea alba se irá difuminando, así que mejor dejar que tu cuerpo se exprese como quiera durante el embarazo.
FAQs sobre la línea alba en embarazadas
¿La aparición de la línea alba puede hacer que me salga vello?
No se debe a la línea alba, pero sí puedes experimentar un aumento del vello en el vientre durante el embarazo como consecuencia de los cambios hormonales.
¿Se puede evitar que aparezca la línea alba en el embarazo? No, no hay nada que se pueda hacer para prevenir este cambio normal durante la gestación.
¿Hay algún problema si mi línea alba está torcida? No, no hay ningún problema. Es relativamente común que la línea alba no sea recta de principio a fin, pero es solo una cuestión de aspecto.
¿Es cierto que si la línea sube por encima del ombligo el bebé será niño? No, solo es un mito. No existen evidencias de que el aspecto de la línea alba pueda anticiparnos el sexo del bebé.
Si quieres conocer más sobre este y otros cambios que se experimentan durante el embarazo, descarga gratis nuestra guía del embarazo.
Etapa vital
Mi embarazo
Durante el embarazo aparece, aproximadamente, en el 80 % de mujeres. También conocida como línea negra o nigra, es una mancha vertical de color parduzco que aparece en la piel y puede ir desde el pubis hasta el ombligo o, incluso, prolongarse hasta el esternón.
Si bien la causa exacta no está bien definida, se cree que se produce por los diversos cambios hormonales derivados del embarazo y el desarrollo del feto (como el aumento de estrógenos y progesterona, entre otros).
se cree que se produce por los diversos cambios hormonales derivados del embarazo y el desarrollo del feto
Diversos estudios señalan como responsable de la hiperpigmentación de la piel de la línea alba a la hormona α-MSH. Esta es producida por la hipófisis en todos los vertebrados, y su función es la de estimular la producción de melanocitos.
Esto explicaría que pueda aparecer en hombres y mujeres no embarazadas a causa de un desequilibrio hormonal del sistema endocrino.
Pero, si estás embarazada, la placenta también producirá su propia α-MSH. Esta hormona actúa mediante el receptor de melanocortina 1, por lo que los melanocitos estimulan la producción de melanina liberándola en tu piel.
La melanina es la responsable de la hiperpigmentación cutánea durante la gestación.
Por este motivo también podrías experimentar otros cambios, como el oscurecimiento de los pezones y areolas o las manchas en la cara conocidas comúnmente como «paño» o «máscara facial» (cloasma).
Estos cambios dermatológicos son muy comunes. Con una incidencia muy inferior, el exceso de coloración puede llegar a aparecer al final del embarazo en los genitales, perineo, ano y parte interna de los muslos. Sea cual sea tu caso, la hiperpigmentación por causas hormonales durante el embarazo es totalmente normal, y no indica patología alguna ni debe preocuparte en absoluto.
A modo de curiosidad, vamos a desmentir un bulo que circula en algunos ámbitos y que probablemente hayas escuchado alguna vez: que el sexo del bebé depende de la longitud de la línea negra.
Si fuera niño sería más larga y si va a ser niña solo llegaría hasta el ombligo. Ni qué decir tiene que no se puede hacer caso de dicha afirmación, carente de rigor científico.