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Establecer unas normas de casa es fundamental para que haya una buena convivencia familiar. Aunque cada familia sea diferente, hay una serie de normas que sí deben estar presentes en todos los hogares.
Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.
Última actualización: 11 octubre, 2022
El establecimiento de unas normas de casa es fundamental en una familia, sobre todo si en esta hay niños. Dichas normas van a ayudar a que todos los miembros de la familia sean conscientes de que convivir conlleva unos derechos y deberes que hay que cumplir.
Conforme los niños crecen, se hace necesario que establezcamos unas reglas que todos debemos respetar, de acuerdo a las capacidades y las responsabilidades que cada uno pueda asumir. Así pues, las normas de casa debemos establecerlas entre toda la familia.
Los padres seremos los encargados de que esas normas se entiendan, se asuman y se respeten. ¿Quieres saber qué normas no deben faltar en una familia con niños? Sigue leyendo.
Las normas nos ayudan a saber qué debemos hacer y qué no, además de que son las bases para una buena convivencia. ¿Por qué son necesarias?
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La clave para que los niños respeten las reglas y normas de casa es que estas sean pocas, sencillas y claras. Así, nos aseguramos de que sean entendibles para los más pequeños. ¿Qué debemos tener en cuenta para enseñar y hacer respetar las normas?
Las normas de casa pueden variar de una familia a otra, dependiendo de su cultura, valores, costumbres, creencias, etc. Sin embargo, hay una serie de normas que son básicas en todas las familias. A continuación, vamos a ver una lista con las más importantes.
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Esta lista de normas de casa son solo algunas ideas que podemos utilizar para mejorar la convivencia familiar, pero no son las únicas. Lo que no debemos olvidar es que papá y mamá tienen que respetar también las normas de casa. Los niños siguen nuestro ejemplo y, si ellos tienen que cumplirlas y nosotros no las cumplimos, ¿qué ejemplos les estamos dando?
Un aspecto básico de la educación de nuestros hijos es nuestro ejemplo y este marcará la construcción de los niños de unos valores, hábitos y costumbres sanas. Por lo tanto, tenemos que recordar que tenemos que comportarnos de forma coherente delante del niño y nunca entrar en contradicciones.
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¿Cuáles dirías que son las normas de convivencia que tienes en casa? ¿Hay alguna más importante que otra? ¿Tus hijos las conocen todas? ¿Se van cambiando según van creciendo? Los padres nos pasamos el día poniendo límites, diciendo que sí y sobre todo que no, estableciendo reglas y más reglas y enseñando valores para que los niños sean amables, ayuden a los demás y sepan respetar.
Sin embargo, igual estoy equivocada, pero me da la impresión de que son muchas cosas y que todo quedaría más claro si esas normas de convivencia estuvieran pactadas y además las reglas se pudieran negociar con los niños.
Las normas de convivencia no son las mismas que los límites, están ligadas, pero no son iguales. Donde los límites enseñan a los niños lo que sí y lo que no pueden hacer según el contexto, las normas nos ayudan a crear un buen ambiente, en este caso, en el hogar. ¿Te imaginas que no existieran? ¡La convivencia en casa sería un caos!
En dichas normas se incluyen cosas tan básicas que los adultos bien sabemos, pero que a los pequeños de la casa, en ocasiones, se les olvida: dar las gracias, ser cuidadoso o pedir las cosas con amabilidad. La mayoría de ellas están destinadas a los niños, pero muchas veces los padres también debemos aplicárnoslas a nosotros mismos.
Todas las normas que vayas a poner en casa, mejor que mejor si están basadas en valores y además y muy importante, están bien explicadas y argumentadas para que todos las puedan entender bien. ¡Podemos incluso ponerlas en un mural para tenerlas siempre presentes!
Estas son algunas de las normas de convivencia en casa que yo te propongo. Tendrás que adaptarlas a las necesidades de vuestra familia, así como a la edad de tus hijos. Recuerda, ¡son para los niños pero también para los padres!
1. Soy amable porque quiero que los demás también lo sean conmigo
‘Por favor’ y ‘gracias’ son palabras mágicas que no cuestan nada y dan mucho a cambio. Soy amable, saludo cuando llego y me despido cuando me voy, porque sé que con ello hago sentir bien a los demás, les demuestro mi cariño y porque es así como quiero que me traten a mí.
2. Puedo tener un mal día y puedo pedir ayuda al resto de la familia
Si un día grito o digo algo que no debía, no pasa nada, pido perdón y ya está. Lo que no vale es tratar siempre así a los que están a mi lado. No me puedo olvidar que el resto de mi familia me puede ayudar.
3. Colaboro y hago cosas en casa según mi edad
Soy mayor y, por lo tanto, soy responsable. Cada uno se ocupa de una tarea: poner la mesa, guardar los zapatos en el zapatero, meter la ropa en el cajón. ..
4. Soy respetuoso
Con los demás y también con las cosas de la casa: no salto en el sofá y no juego a la pelota en el salón porque puedo romper algo sin querer. Todos en esta casa somos respetuosos.
5. Ayudo a mis hermanos
Si mi hermano necesita que le ayude con la cremallera del abrigo, ¡lo hago! Con ello yo también me voy a sentir bien. Las normas de convivencia en casa también enseñan valores a los niños.
6. Comparto mis cosas
¿Me gusta que los demás compartan conmigo? ¡Entonces yo también les dejaré mis cosas a ellos!
7. Hago las tareas del colegio
Pido ayuda si la necesito, pero es mi responsabilidad y yo me pongo con los deberes sin que me lo digan muchas veces.
8. A la hora de desayunar, comer, merendar o cenar…
Me lavo las manos, me siento, si soy pequeño me puedo levantar alguna vez, pero no muchas, y, además, cuando he terminado, recojo mi plato, me lavo los dientes o pido a mamá o papá que me los cepille si aún no sé hacerlo solito.
9. Hablo lo que quiero, pero no grito
¿Mis gritos pueden incomodar a los demás? Mejor hablo lo que quiero, pero sin elevar la voz. Esta norma también es aplicable a los padres, ¿verdad?
10. Escucho cuando me hablan
Seguro que tienen algo interesante que decirme ¡y puedo aprender mucho de ellos!
[Leer +: Normas de convivencia en el colegio]
11. Pido permiso antes de coger las cosas de los demás
Por respeto y consideración. Si me dicen que no, no me enfado.
12. Tengo derecho a equivocarme
Si los demás se equivocan no me río ni hago burlas.
13. Pido las cosas, pero no las exijo
‘¿Me das el libro, por favor?’, en lugar de: ‘¡que me des el libro!’.
14. No hago ruido cuando no hay que hacerlo
Si papá duerme porque está cansado lo tengo en cuenta y juego en casa sin hacer mucho ruido. Los demás me cuidan y yo también les cuido a ellos.
15. No digo mentiras
En esta casa siempre decimos la verdad, tanto los padres como los niños.
16. Jugamos juntos
Pasamos tiempo de calidad en familia, nos contamos cómo nos ha ido el día y nos interesamos por las cosas de los demás. ¡Qué norma de convivencia tan maravillosa!
17. Y la más importante de todas ¡nos queremos mucho!
¿A que esta es una norma que no tienes que repetir dos veces?
Definimos las reglas de convivencia, todas, no nos dejamos ni una, se las enseñamos a los hijos poco a poco y según van creciendo y, por supuesto, las cumplimos nosotros mismos. ¿Cómo podemos adaptarlas según la edad de los niños? ¿Qué hay que tener en cuenta?
— Sé clara, concisa y usa palabras adecuadas a la edad de tus hijos a la hora de explicárselas. No olvides que de vez en cuando tendrás que recordárselas para que las tenga presentes.
— Usa dibujos, pictogramas o ejemplos para que les quede claro.
— Los cuentos también pueden ser de gran ayuda. No dudes en usarlos como recurso siempre que te hagan falta.
— Habla de las normas en un momento de calma como algo que os puede venir bien a todos y no como unas reglas que hay que cumplir. La idea es que los niños colaboren y entiendan por qué son tan beneficiosas. Recuerda, es mejor educar hijos responsables que obedientes.
— Cambia y adapta las normas según van creciendo, por ejemplo, las referentes a las tareas que hace cada uno en el hogar.
— Negocia todo lo que se pueda negociar, por ejemplo, ‘a la hora de la comida, como soy pequeño, me puedo levantar ¿una o dos veces?
— Haz partícipes a todos los miembros de la casa sobre las normas y permite que se expresen y comenten lo que quieran, será mucho más fácil de cumplir si todos estamos de acuerdo y conocemos bien las normas de convivencia.
¡Así sí!
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