Ginecología ·Embarazo
Actualizado a
Es algo muy común durante el embarazo. De hecho, un estudio reciente de la Universidad de Deakin (Australia) ha comprobado mediante resonancias magnéticas que, realmente, el cerebro de las embarazadas experimenta una serie de cambios cognitivos (falta de concentración, distracción y problemas de memoria).
Por tanto, no es ninguna leyenda ni un tópico, aunque también es cierto que no le ocurre a todas las embarazadas.
Pero si es tu caso y te notas más despistada de lo habitual o te cuesta concentrarte no tienes por qué preocuparte. Saber Vivir ha hablado con la Dra. Laura Cortés, de Women’s Heatlth Institute Barcelona, para indagar en las causas y asegura que “esos cambios que experimenta la mujer no tienen nada ver por con la inteligencia ni con una pérdida de eficacia. Esos cambios lo que hacen es prepararla para el gran momento que está por llegar: ser madre. No es más que un proceso adaptativo”.
Se ha demostrado científicamente que durante el embarazo se produce una reducción de la materia gris en ciertas áreas del cerebro, y quizá por eso la mujer sufre más olvidos.
Sin embargo, la Dra. Cortés asegura que “es mucho más lo que se gana que lo que se pierde porque se eliminan conexiones neuronales que la mujer no necesita tanto en esa etapa de la vida y se potencian otras que sí son necesarias”.
Tu cerebro se prepara para la maternidad
“Es como si el cerebro se especializara para afrontar la maternidad y se volviera más eficiente. De hecho, en esos estudios se ha visto que se desarrollan áreas del cerebro relacionadas con la empatía hacia el bebé, o el instinto de protección y supervivencia para anticiparte a posibles amenazas”. Y esos cambios podrían durar hasta dos años.
Las hormonas están revolucionadas
Durante el embarazo, los niveles de ciertas hormonas se disparan, y esto también se relaciona con la falta de concentración y los olvidos. Sin embargo, sigue siendo mucho más el beneficio que la pérdida:
Quizá no recuerdas dónde dejaste las llaves, pero te notas tranquila y tienes mayor autocontrol.El aumento de oxitocina ayuda a reducir el estrés
No hay que olvidar tampoco que los cambios que experimenta tu cerebro están también provocados por esa cascada hormonal que experimentas.
EL EMBARAZO CAMBIA TUS PRIORIDADES
Lógicamente, la nueva situación que estás viviendo hace que tus prioridades sean otras y te concentres más en el bebé, por eso posiblemente te cuesta más centrar la atención en otras tareas. Es completamente normal.
También hay mujeres que experimentan ansiedad o estrés durante el embarazo porque les preocupa en exceso la salud de su futuro hijo, cómo irá el parto… Y eso interfiere en su capacidad para recordar o realizar actividades.
El cansancio o la falta de sueño afectan a la cocentración
No hay que olvidar que al final del embarazo también te sientes más fatigada. Y cuando estás cansada es normal que rindas menos y acumules despistes. Si, además, no duermes bien de noche, todavía se agudiza más el cansancio de día.
Todos los cambios anteriores se intensifican a partir de la segunda mitad del embarazo y no hay que darles más importancia.
La Dra. Cortés asegura que, en realidad, “la maternidad nos hace más inteligentes.
Hay múltiples inteligencias porque en la vida hay múltiples problemas a resolver. Y para una mujer embarazada su principal prioridad es la supervivencia del recién nacido. Por eso su cerebro genera una serie de cambios que lo preparan para ello”.
Newsletter
Recibe cada semana toda la actualidad y los mejores consejos de salud para cuidarte día a día. Ver ejemplo
Suscribiéndote a nuestra newsletter, estás
aceptando la Política de Privacidad
Deseo recibir comunicaciones comerciales sobre productos y/o servicios ofrecidos por la Comunidad RBA. Ver la Política de Privacidad
Deseo recibir comunicaciones comerciales de terceras empresas colaboradoras de la Comunidad RBA. Ver la Política de Privacidad
Web acreditada por:
Entidades sanitarias colaboradoras:
Saber Vivir es una web especializada en salud y bienestar.
Nuestros artículos se redactan con fines informativos y, en ningún caso, pueden sustituir el diagnóstico de un profesional. Ante cualquier problema de salud, consulte con su médico.
¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de Saber Vivir?
Un embarazo es uno de los momentos más bonitos que puede experimentar una mujer… ¿o no? Existen también algunas desventajas como puede ser, entre otras, la pérdida de memoria en el embarazo, de la que vamos a hablar a continuación.
¿Estás haciendo algo y de repente te interrumpen y luego no recuerdas qué estabas haciendo? ¿vas al supermercado y te vienes sin la mitad de cosas que fuiste a comprar? Si antes no te ocurría, tranquila. Posiblemente estés sufriendo momnesia o pérdida de memoria en el embarazo.
No es que de repente te conviertas en Dory, de la película de Disney “buscando a Nemo”. Esta pérdida de memoria en el embarazo tiene una explicación científica, que vamos a explicar en este artículo.
Índice del Artículo
Una gran proporción de embarazadas asegura estar más despistada de lo habitual durante el embarazo. Estos despistes suelen producirse en cuestiones cotidianas como la pérdida del móvil o de las llaves, olvidar alguna cita, etc.
Pero, ¿realmente se relaciona esas pérdidas de memoria con el embarazo? El término momnesia o amnesia de las madres no ha sido acuñado aún por la ciencia. Sin embargo, hay distintos estudios que demuestran que esa pérdida de memoria en el embarazo existe.
El estudio, realizado por neurocientíficos de la Universidad Deakin de Australia, analizó los casos de 1.230 mujeres, de ellas 709 embarazadas, y se centró en las funciones cognitivas, de memoria y funcionamiento ejecutivo, que incluye la realización de múltiples tareas de forma simultánea.
Los resultados mostraron que las embarazadas tenían funciones cognitivas y de memoria más pobres que quiénes no estaban gestando.
Sin embargo, se necesitan más investigaciones al respecto para poder hablar de la existencia verídica de la amnesia de las madres.
¿Por qué ocurre la momnesia?
La pérdida de memoria en el embarazo suele darse durante el segundo y tercer trimestre, aunque también puede extenderse después del parto, desde unos días hasta un año posterior.
Son pequeñas pérdidas de memoria que, aunque no son graves, seguramente alertarán a la madre.
Según los expertos, estas pérdidas de memoria en el embarazo ocurren debido a los cambios funcionales y estructurales en el cerebro de la madre durante la gestación. Aunque la mayoría de estos cambios son positivos, también pueden afectar la forma negativa en el funcionamiento del cerebro.
Por lo que es común que las mujeres embarazadas presenten, además de falta de memoria, problemas de aprendizaje y pérdida de concentración.
Estos cambios en el cerebro de la madre son producidos por las hormonas del embarazo.
como la progesterona y la prolactina, que actúan en el cerebro volviéndolo más sensible. Estos cambios ocurren para ayudar a la mujer embarazada a mantener sano al bebé en su útero.
Esta revolución hormonal que experimentan las embarazadas afecta sobre todo a la memoria espacial, es decir, aquella relacionada con dónde ponemos las cosas.
Además, los investigadores creen que el cerebro eliminaría las conexiones cerebrales más débiles para que la madre pueda concentrarse en su conexión emocional y física con el bebé.
Por otro lado, también se pueden producir una serie de factores que contribuyen a la pérdida de memoria en el embarazo. Entre ellos, la falta de sueño que hace que el cerebro no descanse lo suficiente; el estrés por la llegada del bebé o una posible depresión post-parto. Todo ello, podría afectar también al rendimiento cognitivo que se ve afectado por la fatiga física y mental.
La maternidad nos hace más inteligentes.
Sí, has leído bien. A pesar de las distracciones que la madre puede sufrir, se ha demostrado que el cerebro de las mujeres mejora durante el embarazo debido a la exposición a las hormonas, favoreciendo que el cerebro se prepare para estar más alerta y más sensible a las necesidades del bebé.
Un estudio publicado en Nature Neuroscience, analizó el cerebro de madres primerizas, antes y después del parto, con escáneres cerebrales y resonancias magnéticas de alta resolución, para comparar su estructura cerebral. Los investigadores observaron que la materia gris de las embarazadas se reducía.
Este hecho no indica que se perdieran capacidades cognitivas, sino que se activaba o desarrollaba la región cerebral de las emociones y el apego. Y este cambio permanecía, al menos, durante los dos siguientes años de la maternidad.
Consejos para mejorar esos despistes.
Aunque la ciencia aún no haya avalado el término y los datos recabados no sean concluyentes, la mayoría de las mujeres sostienen que esos despistes o pérdidas de memoria en el embarazo son una realidad. Y si tú los tienes o los has tenido, lo podrás corroborar.
Si bien es cierto que es inevitable tener esas pequeñas pérdidas de memoria o falta de concentración, siempre podemos minimizar el problema aplicando algunas pautas que sirvan para reducir los frecuentes olvidos:
Anótalo todo y ponte alarmas.
Puedes llevar un control de tus citas en un calendario. Yo te recomiendo que lo hagas en el móvil y con avisos de alarmas previos a esa cita (30 min antes, por ejemplo).
Con ello, evitarás que esos despistes te hagan perder citas o reuniones importantes.
En el caso de las compras, hazte las típicas listas si no las hacías ya. No trates de hacer la lista en el momento justo antes de ir a comprar porque te ocurrirá lo mismo, puede que se te pasen cosas.
Mejor, ves anotando en el papel o móvil conforme ves que tienes que comprarlo (al menos que sea urgente y tengas que ir antes).
Puedes con todo, pero no con todo a la vez.
Esto es algo que se debe tener claro, tanto durante el embarazo como después (e incluso antes).
Si pretendes abarcar demasiadas tareas a la vez, lo más probable es que te agobies porque no las puedes llevar al unísono y posteriormente te frustres porque no has acabado casi ninguna.
Por lo que te recomiendo que organices y realices tus tareas en función de la importancia y la urgencia que tengan. De esta forma, atenderás a lo más urgente e importante y si el resto no te diese tiempo, no pasaría nada porque hay más días.
Aprende a delegar.
Esto de nuevo sirve tanto para durante el embarazo como posterior. Como hemos mencionado antes, no podemos abarcar muchas tareas, por lo que es importante que, si tienes a alguien que te pueda ayudar, pídeselo.
Que no te sepa mal, seguramente la otra persona estará encantada de ayudarte en lo que pueda, pero si no se lo pides, difícilmente sepa qué necesitas.
Dormir y descansar.
Ambos son fundamentales, si duermes pero no descansas adecuadamente, tu organismo no va a poder llevar el ritmo que deseas. Por eso, es importante que cuando duermas tengas lo que se denomina sueño reparador, es decir, que hayas descansado.
Los adultos necesitamos dormir entre siete y ocho horas diarias y esto, en el caso de las madres, es mayor porque estás más cansada.
Dormir más te ayudará a que el cerebro descanse, a que el estrés disminuya y a que tu atención se focalice.
Tal vez te interese este artículo sobre por qué soñamos: ¿Por qué sueño tanto?
Hacer ejercicio físico.
Intenta hacer ejercicio físico, obviamente dentro de tus posibilidades. Puedes salir a caminar, pilates o algunos ejercicios adecuados a las embarazadas.
Se ha demostrado que el ejercicio físico es saludable tanto para el cuerpo como para la memoria y esto te ayudará a combatir esas pérdidas de memoria en el embarazo.
El ejercicio estimula la producción de endorfinas, que son las encargadas del estado de ánimo y la reducción del estrés. Además, con el ejercicio aumenta la oxigenación del cerebro y mejora las funciones cognitivas.
Practica mindfulness.
El mindfulness una técnica de meditación basada en la toma de conciencia del momento presente, sin juicios. Este ejercicio nos enseña a fijar la atención en las sensaciones corporales, en la respiración y en la regulación de las emociones,
La práctica del mindfulness entrena el fijar la atención en las sensaciones corporales, la respiración, la regulación de las emociones, y el contexto circundante sin “intervenir” mentalmente en los mismos.
Numerosos estudios han demostrado que la práctica de mindfulness reduce el estrés.