Por qué las embarazadas no pueden comer jamón: ¿Se puede comer jamón estando embarazada? Resolvemos tus dudas

Por qué las embarazadas no pueden comer jamón: ¿Se puede comer jamón estando embarazada? Resolvemos tus dudas

¿Se puede comer jamón estando embarazada? Resolvemos tus dudas

 

Una vez que una mujer comunica que está embarazada una de las primeras frases que suele escuchar es “pues ya no puedes comer jamón” y es una de las preguntas más frecuentes que escuchamos en nuestras consultas durante la primera revisión de la gestación. Pero ¿esto es cierto? ¿puede una mujer embarazada comer jamón o no puede?

Hay mujeres que no lo prueban durante toda la gestación y otras que si. Una gran mayoría lo congelan previamente por debajo de -22º durante al menos 10 días.

La SEGO, Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, afirma que una mujer embarazada si puede comer jamón siempre y cuando el producto haya pasado por una cadena de producción controlada por Sanidad.

Sin embargo no es necesario congelar el jamón siempre y cuando cumpla una serie de condiciones. La SEGO, Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, ha investigado en este sentido y afirma que una mujer embarazada si puede comer jamón siempre y cuando el producto haya pasado por una cadena de producción controlada por Sanidad. Lo que no debe comer es jamón ni ningún tipo de embutido de matanza popular del pueblo porque aunque el cerdo si haya pasado los controles, no se ha analizado cada parte del animal para comprobar si tiene toxoplasmosis.

Un estudio publicado en el año 2016 por investigadores de las universidades de Granada y Valencia concluían que el método tradicional de salado y curación en la producción del jamón asegura la total eliminación del parásito, siempre que se respete el periodo de maduración que marca la normativa vigente.

En resumen podemos decir que una mujer embarazada puede consumir jamón serrano siempre y cuando haya sido elaborado bajo los controles de Sanidad, y cuanto mejor sea la calidad del producto, mejor. Si congelarlo da mayor seguridad y la mujer se queda más tranquila también puede hacerlo aunque no sea necesario si el producto viene de la cadena de producción adecuada.

¿Qué ocurre con otros alimentos crudos no curados?

Durante el embarazo si se debe evitar el consumo de carne cruda o poco hecha en general por el riesgo de contraer toxoplasmosis. El consumo de lácteos crudos tiene también riesgo de infección por listeria, aunque lo más normal es que los productos lácteos que encontramos en las tiendas hayan sido sometidos a un proceso de esterilización y pasteurización. Hay que prestar especial atención a algunos quesos elaborados a partir de leche cruda, que las embarazadas si deben evitar.

¿Se puede consumir pescado crudo durante la gestación?

En el caso del pescado crudo, como el shusi o los boquerones en vinagre, si se pueden comer siempre y cuando nos aseguremos que ha sido previamente congelado tal y como obliga la ley española.

El gran peligro del pescado crudo es el anisakis, que se elimina cociendo el pescado o bien congelándolo previamente durante al menos 48 horas por debajo de los -30º y sin que se haya roto la cadena de frío. Es importante acudir a un buen restaurante y en el caso que no nos puedan asegurar que el producto haya sido así tratarlo, mejor dejarlo para después del embarazo.

¿Qué ocurre con el pescado azul?

El pescado azul sí está recomendado durante el embarazo por su aporte de ácidos grasos omega 3. Los más recomendados son los de tamaño pequeño como sardinas, salmón, boquerones… pero se debe controlar el consumo de los pescados azules de gran tamaño como el atún rojo o el emperador por la presencia elevada de sustancias tóxicas como el mercurio, pero consumiéndolo una o dos veces al mes no conlleva ningún peligro.

Mejor evitar los refrescos

Los refrescos y otras bebidas azucaradas es mejor evitarlas. Son muchas las patologías asociadas al consumo de azúcares contenidos en los refrescos: obesidad, diabetes, hipertensión. Estas bebidas también suelen contener cafeína y una importante cantidad de gas, por lo que es mejor evitarlo y en caso de consumirlo que sea de manera ocasional.

Una buena hidratación es siempre importante, y en el caso de la mujer embarazada más. Lo mejor que puede beber es agua, y en ocasiones especiales tampoco es necesario rechazar una cerveza sin alcohol o una copa de vino. Es una etapa en la que mujer debe cuidarse y el consumo de estas bebidas siempre debe hacerse con sentido común.

Alimentos preparados y comida rápida.

Estos productos no son buenos ni para la mujer embarazada ni para nadie. La comida preparada contiene niveles altos de arsénico, grasas trans y conservantes.

En conclusión podemos decir:

  • Es seguro comer jamón durante el embarazo siempre y cuando sea un producto que ha pasado los controles de calidad.
  • No se debe comer carne cruda sin proceso de curación.
  • El pescado es conveniente congelarlo previamente.
  • Lo mejor para hidratarse es el agua, sin rechazar ocasionalmente una copa de vino o una cerveza (mejor sin alcohol).
  • La mejor alimentación es nuestra dieta mediterránea: verduras, fruta, huevos, legumbre y proteína.
  • Como todo en la vida, siempre debe primar el sentido común

Ante cualquier duda es mejor consultar al ginecólogo y él nos dirá lo mejor para nuestra salud y la de nuestro futuro hijo. En EGOM disponemos de consultas en distintos puntos de la Comunidad de Madrid para que nuestras pacientes puedan elegir el lugar más cómodo a sus necesidades.

Disponemos de una unidad especializada en Embarazo de Alto Riego para todas las pacientes que lo puedan necesitar. En Casos de diabetes, obesidad o hipertensión, nuestros especialistas realizaran un seguimiento del embarazo más riguroso y estricto.

¿Pueden las embarazadas comer jamón? Lo que sabemos sobre su consumo en el embarazo

4 comentarios

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Laura Guerrero

Un estudio realizado por el Centro Tecnológico Agroalimentario (Cicap), ha concluido que el consumo de jamón es seguro entre las mujeres embarazadas siempre que tenga más de 18 meses de curación (el ibérico tiene que tener al menos 24 meses).

Hasta hace pocos años el jamón serrano se metía en el mismo saco que el resto de embutidos como alimento prohibido durante el embarazo por la posibilidad de provocar toxoplasmosis congénita, una enfermedad que puede provocar graves daños y hasta la muerte del feto. Sin embargo, ya son varios los estudios que apuntan a que el proceso de curación eliminaría el parásito. Eso sí, si las embarazadas comen jamón, que sea del bueno.

Jamón y embarazo

El jamón serrano es uno de los alimentos que más echan de menos muchas mujeres durante el embarazo. De hecho, los bocadillos de jamón se “cuelan” en las maternidades como primera comida post parto de muchas mamás.

El motivo de que estuviera vetado a algunas embarazadas es que este alimento podría estar contaminado con del Toxoplasma Gondii, el parásito causante de la toxoplasmosis. Si la mujer ya ha tenido contacto con el parásito antes del embarazo no hay ningún problema porque han desarrollado anticuerpos que protegerán al feto. Sin embargo, a las mujeres que no hayan tenido contacto con la enfermedad se les recomienda evitar los embutidos por considerarlos carne cruda.

El jamón ibérico, la excepción

Sin embargo, ya hay bastantes estudios que apuntan a que comer jamón de unas determinadas características podría ser seguro para las embarazadas, como se ha puesto de relieve en la jornada ‘Jamón y Embarazo’ que ha tenido lugar en el Hospital San Juan de Dios de Córdoba en colaboración con la Denominación de Origen Protegida (DOP) Los Pedroches y la DOP Priego de Córdoba. Manuela Hernández, coordinadora del Centro Tecnológico Agroalimentario, detalla cuáles serían las condiciones que tendría que tener el jamón para ser seguro:

“A partir de los 15 meses de maduración del jamón la toxoplasmosis pierde su acción, por tanto, el jamón con denominación de origen, con 24 meses de curación, asegura la no supervivencia del parásito. De ahí la importancia de que en el etiquetado del producto a consumir se detalle el tiempo de curación.

¿Pero es seguro o no?

Los responsables del estudio (y muchos ginecólogos) ya están dejando de prohibir el consumo de jamón ibérico a las embarazadas: “No debe desecharse durante la gestación cuando no existen estudios concluyentes que establezcan que su ingesta aumenta las posibilidades de contagiarse por toxoplasmosis”, afirma el jefe de la Unidad de la Mujer, José Eduardo Arjona, que hace hincapié en los beneficios del jamón como alimento cardiosaludable.

Sin embargo, puede que nuestro ginecólogo nos recomiende evitar este producto pues de momento, no existe un protocolo general que aclare cómo actuar en este tema. Lo que dice la web de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) al respecto es:

“Los procesos de ahumado o curación de carnes y embutidos no han conseguido eliminar los quistes. Se están realizando estudios en esta dirección obteniendo datos prometedores con procesos de curación que duren más de dos años en productos como el jamón ibérico·.

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