Frío, viento, lluvia y, en muchas ocasiones, cambios bruscos de temperatura. Durante los meses invernales nuestra salud se resiente, y la de los niños especialmente. Días de constipados, mocos, dolor de garganta y fiebre, noches eternas de tos… tal situación lleva a muchos padres a recurrir a complementos nutricionales que prometen ser eficaces frente a catarros y otras afecciones típicas de esta época.
Por su procedencia natural, el própolis es, junto con la miel, la jalea real y otros productos de las abejas, uno de los complementos más recomendados. Pero, ¿es el propóleo bueno como complemento alimenticio para los niños? y si es así ¿por qué?
Te lo contamos en este artículo, donde te hablamos además de otras de sus utilidades para los más pequeños.
El própolis o propóleo es una resina cérea de consistencia viscosa y composición compleja, que las abejas elaboran a partir de sustancias resinosas de distintas fuentes vegetales. Se trata pues de un producto cien por cien natural y libre de sustancias tóxicas que puedan provocar efectos adversos en la salud del niño.
Además de su origen natural, el própolis no contiene gluten. Por lo que es apto en casos de celiaquía, o enfermedad celíaca (EC), que se manifiesta tanto en niños como en adultos, y otras afecciones derivadas del consumo de este conjunto de proteínas contenidas en la harina de los cereales.
Los datos positivos que arrojan los estudios, las ventajas de la terapia con productos naturales, su buena tolerancia y criterios más económicos hacen que el propóleo sea recomendable para el tratamiento local de enfermedades rinofaríngeas en niños y para la mejora de la inmunidad y las defensas. Pasemos a verlo con un poco más de detalle en el siguiente apartado.
Nota: comprueba que el producto con propóleo en cuestión esté realmente elaborado con ingredientes naturales y/o ecológicos certificados.
Asimismo, se recomienda realizar una prueba previa a su ingesta o aplicación para descartar posibles intolerancias o alergias en el niño.
Las propiedades biológicas del propóleo natural de abeja —antibacterianas, antimicóticas y curativas— aportan beneficios para los niños y para los adultos. Entre estos beneficios se hallan:
El extracto de propóleo para bebés y niños, por su rico contenido en flavonoides, es eficaz en el tratamiento de enfermedades inflamatorias de la parte superior de las vías respiratorias, como la rinofaringitis aguda y crónica en niños. Actúa disminuyendo el número de casos sintomáticos y reduciendo la carga microbiana y viral de las vías respiratorias superiores.
«En el caso del propóleo, sí que hemos observado que los niños que lo consumen habitualmente tienen menos complicaciones de vías respiratorias altas», explicaba la doctora Amparo Saura, pediatra, en este artículo del diario ABC.
Indicado también como agente balsámico para la garganta. Gracias a su actividad antiinflamatoria y analgésica —debida a la acción de determinados fenoles como el ácido fenil-etil cafeico o la kaempferida—, el própolis resulta efectivo para el alivio de la inflamación y el dolor bucal, dolor de garganta o dolor que se produce al tragar a causa de dicha inflamación de la mucosa.
El própolis y alguno de sus componentes se muestran eficaces frente a numerosas especies de microorganismos y hongos patógenos, y tienen efectos inhibidores de, entre otros, los virus de la viruela, influenza (gripe) o herpesvirus. El propóleo es pues beneficioso para la prevención de resfriado común y gripe, mucosidad, anginas y, en general, para la mejora de las defensas del organismo en niños.
Considerado un antibiótico natural, la ingesta de própolis por vía oral aumenta la capacidad de secreción de citoquinas, lo que conduce a una estimulación de la inmunidad.
Propóleo para niños opiniones y propiedades
Las aftas —pequeñas úlceras o llagas superficiales redondeadas y blanquecinas— son una de las lesiones más frecuentes de la cavidad bucal, presentándose con gran asiduidad en niños y adolescentes. El propóleo es muy usado para tratar estas y otras infecciones orales causadas por bacterias o virus.
Debido a la presencia de arginina, es eficaz en casos de irritación, quemaduras, heridas o acné. La crema para la piel a base de propóleos favorece la cicatrización de quemaduras de espesor parcial y la curación de heridas, y regenera el tejido epitelial. «…las heridas tratadas con crema de propóleos para la piel mostraron consistentemente menos inflamación y cicatrización más rápida».
En Propol-mel fabricamos complementos nutricionales o alimenticios con ingredientes naturales y sin gluten, elaborados con própolis de calidad y certificado ecológico.
Encontrarás:
El ungüento de própolis ecológico Propol-mel es una pomada regeneradora dérmica indicada para todo tipo de problemas cutáneos, algunos muy habituales en niños y adolescentes, como irritación, heridas, inflamación, quemaduras, eczemas, psoriasis, dermatitis, acné, etc.
Imagen: Dr. Well
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Desde hace unos años se ha extendido el uso del propóleo, la jalea real o la equinacea para prevenir los resfriados.
De hecho, ya son muchos los adultos y niños en todo el mundo que lo toman cuando llega el invierno.
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.
Última actualización: 27 julio, 2022
El propóleo es una sustancia que se produce por la actividad de las abejas al extraer resina de diversas fuentes de origen vegetal (generalmente plantas) para cubrir sus colmenas.
A pesar de que ellas utilizan el propóleo para proteger sus hogares, los seres humanos podemos utilizarlo como remedio para varios malestares.
La temporada de frío viene normalmente acompañada de los primeros catarros, la gripe, la tos y las bronquitis. Los niños, y sobre todo los más pequeños, suelen ser los que se enferman más rápido.
Cuando un niño tiene fiebre, tos o mocos, lo primero que tenemos que hacer siempre es acudir lo antes posible al pediatra o al especialista.
No obstante, hay algunas medidas sencillas, pero eficaces que nos ayudan a aliviar los malestares y también a prevenirlos.
La mayoría de estas medidas se utilizan desde hace muchos años y se transmiten de generación en generación. Uno de ellos es tomar mucha fruta por su alto contenido vitamínico. Las naranjas, las mandarinas, los kiwis, los limones o los pomelos son frutas ricas en vitamina C indicadas para prevenir los resfriados.
También desde hace unos años muchos padres recurren a complementos nutricionales y vitamínicos que se venden en farmacias o en herbolarios. Estos productos prometen ser eficaces en la prevención de los constipados.
Hay que tener mucho cuidado porque aunque algunos prometen en su publicidad muchos beneficios para la salud, a veces no son más que un placebo sin eficacia ninguna.
Además pueden causarnos algún trastorno si no están indicados para la edad de los niños o tienen algún componente que no pueden tomar.
Siempre que vayamos a administrarle a nuestro hijo cualquier remedio natural, tenemos que consultar su opinión al pediatra o al especialista.
Incluso cuando en el prospecto nos aseguran que no tiene ninguna contraindicación. Si además los niños tienen alguna enfermedad crónica, no debemos administrarle ningún remedio natural.
Se trata una sustancia natural elaborada por las abejas. Ellas mismas lo utilizan para recubrir sus colmenas y protegerlas. En los últimos años se considera a esta sustancia un remedio natural para prevenir catarros y constipados. Existen estudios muy recientes que catalogan a esta sustancia de un potenciador del sistema inmunitario. No obstante son necesarios más ensayos en humanos para garantizar la evidencia de esta afirmación.
Un estudio publicado en la revista Moleculesdestacó las propiedades antibacterianas del propóleo. La investigación demostró que el propóleo posee actividad contra bacterias como Staphylococcus aureus y Escherichia coli.
Además, la efectividad del compuesto puede variar dependiendo de su procedencia.
Por si fuera poco, también se ha demostrado la eficacia del propóleo en el tratamiento y prevención de la COVID-19. Una investigación realizada en el 2020 demostró que el compuesto inhibe la replicación del SARS-CoV-2 en la orofaringe.
Se ha observado que los niños que lo consumen habitualmente tienen menos complicaciones de vías respiratorias altas. Esto no significa que el propóleo cure ninguna enfermedad sino que ayuda a intentar evitar el contagio.
Entre los principios activos del propóleo destacan sus propiedades antivirales. Esta sustancia contiene flavonoides que son conocidos como un útil y un práctico antiviral.
Su ingesta ayuda a fortalecer el sistema inmunológico contra enfermedades como el resfriado y la tos. Se recomienda también para afecciones más graves como la bronquitis y el dolor de garganta.
En algunos casos puede ser muy útil para tratar afecciones como la inflamación de las encías, o estomatitis, y también se puede utilizar para combatir los hongos en la boca. Incluso existen estudios que han demostrado su eficacia junto a los antivirales en el tratamiento del herpes.
Cuando tenemos un dolor de garganta, muchos padres creemos que el mejor remedio son los antibióticos. Pero estos solo son eficaces cuando la infección es de origen bacteriano.
En el mercado existen muchas formas diferentes para tomar el propóleo, tales como: puro, granulado, en espray, en jarabe, en comprimidos con vitamina C o en caramelos.
También se presenta en gotas y se puede echar en la leche o en otros líquidos. Para los niños hay que encontrar la forma en la que les sea más atractivo.
Por su efecto antibacteriano también se suele utilizar para tratar el acné. Razón por la cual muchos productos ideados para esta afección contienen propóleo.
De esta manera, se puede encontrar en jabones, geles, lociones, cremas y otros ungüentos.
El propóleo puede ser una buena opción para fortalecer el sistema inmunológico de los niños. También es muy útil para prevenir enfermedades como el resfriado y la tos.
Entre los posibles efectos secundarios del propóleo se incluyen: alergias, boca seca (xerostomía) y malestar estomacal (de intensidad leve a moderada). Por consiguiente, es aconsejable consultar siempre con el médico antes de proceder a aplicarlo como tratamiento.
Normalmente estos trastornos desaparecen apenas se suspende su uso. No obstante, cada organismo es distinto y es necesario prevenir para no lamentar después.
Los niños pequeños pueden ser más propensos a manifestar estos efectos secundarios. Asimismo los niños que sean alérgicos a las picaduras de los insectos, como las abejas, también son propensos a experimentar los efectos secundarios.