Todos los padres han tenido que lidiar con el dolor de barriga en niños alguna vez. ¿Habrá comido demasiado? ¿Puede estar sufriendo estreñimiento? ¿Y si se trata de una intolerancia alimentaria? Las posibilidades son casi infinitas, pero en la mayor parte de las ocasiones el dolor de estómago no tiene una causa grave. ¡Simplemente hay que saber cómo tratarlo!
Continúa leyendo para descubrir cómo quitar el dolor de barriga, sus causas más frecuentes y cuándo saber si debes acudir al pediatra.
Índice
Tipos de dolor abdominal y síntomas
Existen dos tipos de dolor de barriga en niños: el dolor orgánico, y aquellas molestias recurrentes.
El dolor abdominal orgánico suele estar relacionado con una causa clara y específica. En concreto, es habitual que su origen esté en algún órgano abdominal, ¡aunque no siempre tiene que ver con el estómago!
En la zona del abdomen también se encuentran órganos como los intestinos, la vejiga, los riñones, el páncreas, el hígado, el apéndice, entre otros. ¡Y todos ellos podrían estar provocando el dolor de barriga!
El dolor abdominal crónico es aquel que persiste durante, al menos 3 meses, ya sea continua o intermitentemente. El dolor de barriga en niños crónico aparece a partir de los 5 años.
La intensidad del dolor, la localización de las molestias o incluso el tipo de dolor varía en función del niño. De hecho, fuera de los episodios de dolor de barriga recurrente, muchos niños hacen vida normal.
Su origen es variado y no tiene que ver con una causa específica. Se puede tratar de un trastorno digestivo como el síndrome de intestino irritable, o algún tipo de trastorno emocional como el estrés, entre otras.
Si tu hijo presenta dolores de barriga frecuentes, acude al pediatra para obtener un diagnóstico adecuado y comenzar a tratarlos.
Causas frecuentes del dolor de barriga en niños
Las causas más frecuentes de dolor de barriga en niños son las siguientes:
Cómo tratar el dolor de barriga en niños
¿Cómo calmar el dolor de barriga en niños? ¡La alimentación juega un papel muy importante! Opta por una dieta rica en fibra. Ofrece a tu hijo frutas y verduras para ayudarle a que los alimentos viajen más cómodamente por el aparato digestivo.
Además, tomar líquidos también contribuye a calmar el dolor de barriga en niños. Anímale a beber abundante agua o infusiones. La manzanilla ayuda a relajar el músculo del tracto digestivo y aliviar el dolor de tripa.
¡También puedes optar por otros remedios caseros contra el dolor de tripa como la bebida de jengibre! Gracias a sus propiedades, disminuye las náuseas y la sensación de malestar.
¿Conoces los alimentos que están contraindicados y no debes dar para el dolor de barriga en niños? ¡Te decimos cuáles debes evitar en este vídeo!
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Cuando los niños vomitan o tienen diarrea, las soluciones orales son una forma eficaz de aportar la cantidad de sales y azúcares que ayuden a recuperar su bienestar. Puedes encontrarlas en cualquier farmacia convencional.
Acude al médico en los siguientes casos:
Cómo prevenir el dolor de barriga o estómago
¡Presta atención a algunas maneras de prevenir el dolor abdominal!
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Consejos finales
No es recomendable ningún medicamento ni jarabe para el dolor de barriga niños. ¡Podría irritar más su estómago y empeorar las molestias! Recurre a remedios caseros como infusiones y una alimentación adecuada.
Si los dolores de barriga persisten, ¡no dudes en acudir a urgencias! Un especialista podrá observar sus síntomas y recetar un tratamiento adecuado.
En este sentido, contar con un seguro de salud de cuadro médico os permitirá elegir entre un gran abanico de facultativos según vuestras necesidades.
Preguntas frecuentes sobre el dolor de barriga
Se recomienda mantener una dieta blanda cuando un niño tiene dolor de barriga. Busca alimentos ricos en fibra, ofrécele abundantes líquidos y evita el azúcar y los alimentos demasiado grasos.
La duración depende de la causa que provoque las molestias. Si el dolor de estómago está provocado por una gastroenteritis, puede durar entre 7 y 10 días. Si se trata de un alimento mal digerido, la recuperación puede durar solo unas horas.
Para quitar el dolor de barriga en niños, se recomiendan las infusiones como la manzanilla o las bebidas de jengibre para reducir el malestar y la inflamación. También puedes ofrecerle frutas y verduras para estimular su aparato intestinal.
Te despiertas a media noche con retortijones en el estómago, te abrazas a la almohada y te haces un ovillo. Eso te ayuda un poco y vuelves a conciliar el sueño. Pero, por la mañana, el dolor todavía sigue allí. “¡Ay, me duele la barriga!”, le dices a tu mamá o a tu papá.
Y es entonces cuando empiezan las preguntas: ¿Tienes náuseas o ganas de vomitar? ¿Te ha costado ir al baño últimamente? ¿Tuviste diarrea ayer por la noche? ¿Te duele en alguna otra parte del cuerpo? ¿Te duele tanto que no puedes ni ponerte de pie? ¿Te preocupa algo relacionado con el colegio? Tu mamá o tu papá te hacen todas esas preguntas porque hay muchas cosas diferentes que pueden provocar un dolor abdominal o de estómago.
Sigue leyendo para averiguar qué es el dolor abdominal, qué lo puede provocar y qué puedes hacer para encontrarte mejor.
Cuando te duele el abdomen, podrías tener un problema en el estómago, pero no necesariamente. El abdomen es más que el estómago. Y más que los intestinos. Es toda el área comprendida entre el pecho y los huesos de la pelvis (o caderas).
Dentro del abdomen, se encuentran el estómago y los intestinos, junto con otros órganos: la vejiga urinaria, los riñones, el hígado, el bazo, el páncreas, la vesícula biliar, el apéndice y las glándulas suprarrenales.
Estos órganos no están sueltos dentro del abdomen; todos ellos están dentro de una membrana que hace de bolsa, llamada “peritoneo”. Esta membrana de dos capas también separa esos órganos de los músculos abdominales externos. Hay tres capas de músculos (anterior, posterior y lateral), que sostienen esta especie de “estuche” de órganos y lo protegen.
Un niño puede tener dolor abdominal por muchos motivos, incluyendo los siguientes:
Si no hay ningún motivo físico para que tengas dolor abdominal, tal vez el origen de tu dolor esté en tu cabeza. Si estás estresado o preocupado por algo, puedes tener un dolor agudo en el estómago. ¡Muchos niños lo tienen!
Si crees que es eso lo que te está ocurriendo a ti, siéntate con alguien de confianza y habla sobre cómo te va la vida. ¿Te están acosando en el colegio? ¿Discuten mucho tus padres? ¿Has hecho algo que desearías no haber hecho? ¿Te preocupa sacar malas notas? Habla sobre ello. Muchas veces, las preocupaciones dejan de resultar tan estresantes cuando se dicen en voz alta, en vez de guardárselas “dentro del estómago”.
Cuando hables sobre lo que te preocupa, asegúrate de que averiguas qué puedes hacer para tener menos estrés en tu vida a fin de que los nervios se te dejen de poner en el estómago y dejes de tener dolor abdominal.
Primero, el médico te hará algunas preguntas, te examinará y tal vez te mande varias pruebas. Es posible que te recomiende tomar algún medicamento y/o te dé unas instrucciones especiales sobre cómo debes comer para no tener dolor abdominal.
Si el médico sospechara que podrías tener una apendicitis, solicitaría un análisis de sangre. O tal vez te pediría una radiografía, una ecografía o un TAC abdominal. Estas pruebas proporcionarían al médico más información sobre lo que estaría ocurriendo en tu interior. Si tuvieras apendicitis, tendrías que someterte a una operación denominada “apendicectomía”.
Si el estrés parece estar causándote los problemas abdominales, es posible que tu médico te recomiende que vayas a un especialista, como un psicólogo. Estos expertos ayudan a los niños a identificar el origen del estrés así como a idear formas de resolver sus problemas o de afrontarlos mejor.
Si te gustaría prevenir el dolor abdominal, he aquí algunos consejos que puedes seguir: