Calculadora nacimiento bebe: Ecografía semana 20: Medición del diámetro biparietal

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Complementos en el embarazo – Gynea

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Muchas pacientes nos preguntan si tomar suplementos en el embarazo es realmente necesario. Es cierto que, con una dieta equilibrada, los principales requerimientos nutricionales están cubiertos. Sin embargo, desde la revolución industrial hemos vivido un descenso en la calidad de muchos alimentos. Algunos de ellos llegando a convertirse en productos, más que en verdaderos alimentos. Es por ello por lo que puede existir deficiencia de muchos micronutrientes que son imprescindibles en un momento de alta exigencia metabólica como en un embarazo.

Estos son los principales elementos que no pueden faltar durante el embarazo para el correcto desarrollo del recién nacido:

Ácido fólico

Es un alimento IMPRESCINDIBLE para el correcto desarrollo del embrión durante las primeras semanas del embarazo, ya que está implicado en la división celular. Por ello suplementamos, (400µg al día), a todas las mujeres que estén planeando embarazo o estén embarazadas, idealmente desde al menos 3 meses antes de la gestación.

Ya se conoce desde hace décadas la importancia del ácido fólico en el desarrollo del tubo neural y la relación entre su déficit y la espina bífida. Sin embrago también se ha demostrado la relación entre estados carenciales de ácido fólico y malformaciones cardiacas, abortos del primer trimestre y problemas neurológicos.

Proteínas

En el embarazo, sobre todo a partir del segundo trimestre, aumenta la demanda de proteínas para formar tejido nuevo, tanto del feto como de la madre (placenta, útero, glándulas mamarias…).

Yodo

Los niveles adecuados de yodo son imprescindibles para el correcto funcionamiento de la glándula tiroidea, tanto materna como fetal. El déficit de yodo era la causa del “cretinismo”. Esta enfermedad, prácticamente superada en nuestro medio gracias a la suplementación sistemática de las embarazadas y lactantes con dosis entre 150 y 200 mGr diarios de yodo.

La hormona tiroidea está implicada en múltiples procesos y en múltiples tejidos a lo largo de todo el organismo: crecimiento y mineralización ósea, sistema visual y auditivo, desarrollo y función del intestino delgado, función hepática, función cardiaca, regulación del sistema inmune, metabolismo basal…

La correcta función tiroidea tiene especial importancia en el neurodesarrollo del feto, y los déficits de yodo se asocian a TDAH e incluso a autismo.

Vitamina D

La vitamina D, además de ser imprescindible en el metabolismo fosfo-cálcico, es un potente regulador inmune y de la inflamación.

Omega-3

El Omega-3 es imprescindible para el correcto desarrollo del sistema nervioso y visual.

Hierro

El embarazo, sobre todo en el tercer trimestre, es un periodo en el que los requerimientos de hierro se elevan. Para prevenir la anemia ferropénica, se recomienda tomar como suplementos en el embarazo con, al menos, 28 mGr diarios de hierro durante el segundo y tercer trimestre. Además, esta actitud puede ayudar a recuperar la anemia del postparto que se produce por la pérdida hemática durante el mismo.

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Aborto espontáneo, más común de lo que piensas

Un aborto espontáneo es la pérdida espontánea del feto antes de la semana 20 de gestación. Es un momento muy duro emocionalmente que suele ir acompañado de sentimientos de pérdida y duelo. Es un tema que con frecuencia se trata como tabú y del que no se suele hablar, lo que puede añadir una sensación de soledad y desamparo e incluso llegar a sentir que se ha hecho algo mal. Sin embargo, sufrir un aborto durante el primer trimestre del embarazo es algo común que ocurre a muchas mujeres, y que, en la mayoría de los casos, es independiente de lo que se haya podido hacer durante esos primeros meses de embarazo.

Se estima que entre el 10 y el 25% de los embarazos resultan en un aborto espontáneo. La mayoría ocurren durante las primeras siete semanas y el riesgo decrece tras la semana 12. De hecho, el 80% de los abortos espontáneos ocurren durante las primeras 13 semanas.

Causas y factores de riesgo de un aborto espontáneo

Aunque no siempre se sabe la causa exacta por la que se produce un aborto espontáneo, la más habitual es de origen genético, es decir, suele producirse por anomalías en los cromosomas.

Otra de las causas es por exposición a agentes teratógenos, que son agentes físicos, químicos o biológicos capaces de causar defectos congénitos y provocar abortos espontáneos o malformaciones fetales, como por ejemplo la radiación o algunos medicamentos como la aminopterina —usada en quimioterapia— o la tristemente famosa talidomida —responsable de miles de casos de malformaciones congénitas durante los años 50-60—.

Un factor de riesgo muy importante es la edad. El riesgo de aborto se incrementa a partir de los 30 años, haciéndose más grave entre los 35 y los 40 años, y mucho mayor a partir de los 40. Antes de los 30 años, el riesgo de sufrir un aborto es menor del 10%, mientras que a partir de los 42 años el riesgo es casi de un 75%.

Haber tenido uno o varios abortos anteriormente incrementa de nuevo la probabilidad. Si se ha sufrido ya un aborto, el riesgo de sufrir otro de nuevo es del 20%, pero si se han tenido ya tres o más abortos consecutivos, el riesgo aumenta hasta un 43%.

Ciertas enfermedades de la madre también pueden aumentar el riesgo de aborto, como por ejemplo diabetes, trombofilia, síndrome antifosfolipídico e hipertensión. También influyen el sobrepeso o la malnutrición.

Una infección seria, una lesión mayor, problemas inmunitarios u hormonales también pueden provocar un aborto espontáneo. Por último, existen otros factores relacionados con el estilo de vida como alcoholismo, drogadicción, tabaquismo o tomar cantidades muy elevadas de cafeína.

Los abortos espontáneos tardíos —después de los 3 meses— pueden ocurrir por anomalías en el útero.

Síntomas del aborto espontáneo

Los síntomas más comunes son sangrado vaginal (con o sin coágulos), dolor abdominal intenso y cólicos. El sangrado y los cólicos pueden desaparecer rápidamente o durar varias horas. Aunque, no todos los abortos espontáneos son iguales y no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas. Algunas veces no hay síntomas, la pérdida del embarazo se detecta por ultrasonido.

Si estás embarazada y sufres alguno de estos síntomas, llama a tu médico para que evalúe si has tenido un aborto y si precisas tratamiento.

Tipos de abortos espontáneos

  • Amenaza de aborto: Puedes tener cólicos moderados y sangrado vaginal, pero el cuello uterino permanece cerrado. La mitad de las veces el sangrado se detiene y el embarazo evoluciona con normalidad. La otra mitad de las veces resulta en aborto espontáneo.
  • Aborto inevitable: la hemorragia aumenta, el cuello uterino se abre y se presenta el aborto espontáneo.
  • Aborto incompleto: junto con el sangrado sale parte del tejido del embarazo, pero otra parte se queda dentro del útero. En estos casos suele ser necesario un tratamiento para eliminar el tejido restante del interior.
  • Aborto completo: todos los tejidos del embarazo salen del cuerpo.
  • Aborto retenido: se pierde el embarazo, pero los tejidos no salen del cuerpo. En este tipo de aborto no suelen presentarse cólicos o sangrado, pero el ultrasonido indica un embrión sin latido o un saco gestacional vacío, es decir, sin embrión.

Evaluación y diagnóstico

Cuando se presentan algunos de los síntomas descritos anteriormente, es necesario que el médico evalúe si se trata de un aborto espontáneo, un embarazo ectópico, un embarazo molar o un embarazo viable, pero con complicaciones. Normalmente se usan técnicas de ultrasonido y se analizan los niveles de la hormona hCG (gonadotropina coriónica humana) para examinar el contenido intrauterino y la viabilidad del embarazo.

Tratamiento

Ante un aborto espontáneo es importante que acudas a tu médico para asegurarte que no queden restos de tejido fetal en tu interior. El objetivo principal del tratamiento durante o después de un aborto es evitar la hemorragia y/o una infección.

Hay tres opciones de tratamiento que dependerán de cada caso:

  • Tratamiento expectante: esperar a que el aborto espontáneo termine por sí mismo.
  • Medicación
  • Intervención quirúrgica

Cuanto más temprana sea la fase del embarazo en la que se ha producido el aborto, más probabilidad de que el cuerpo expulse todo el tejido fetal por sí mismo y no sea necesario ningún procedimiento médico.

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