Sin comentarios
Suscríbete a Bebés y más
Lola Rovati
@Lolarovati
Dejar el pañal es un proceso que el bebé debe hacer a su propio ritmo, cuando esté preparado y sin presiones, y en el que el papel de los padres es acompañarle con comprensión y mucha paciencia.
Hablaremos sobre cómo saber si tu hijo o hija están preparados o es preferible esperar unos meses, y os daremos algunas claves para ayudarlos a dejar el pañal, un proceso que será más fácil y llevadero si lo hacemos respetando sus ritmos.
El proceso de aprendizaje de control de esfínteres comienza alrededor de los dos años, pero no quiere decir que al cumplirlos debamos retirar el pañal. Cada niño tiene su propio ritmo, que puede no ser el que esperan los padres o el colegio.
El proceso de aprendizaje de control de esfínteres comienza alrededor de los dos años, pero no quiere decir que al cumplirlos debamos retirar el pañal. Cada niño tiene su propio ritmo, que puede no ser el que esperan los padres o el colegio.
No todos los niños tienen el mismo ritmo madurativo, algunos hacen unas cosas antes y otros después. Un niño debería dejar los pañales cuando esté preparado para hacerlo, y no cuando a nosotros o a los del colegio nos parezca que debe hacerlo.
A los 30 meses, es decir dos años y medio, la mitad de los niños controlan los esfínteres. A los 36 meses, que son 3 años, son capaces de ir sin pañal el 75% de los niños, y a los 42 meses es cuando lo logra el 95% de los niños. Eso son 3 años y medio y aún falta un 5% por conseguirlo.
Esto no quiere decir que no hagamos nada, siempre se puede intentar que el niño vaya al lavabo a hacerlo, pero si no lo consigue, si pasan días y no hay avance, no hay ninguna necesidad de seguir con ello.
Se vuelve a poner el pañal y se espera a que esté preparado.
Como decimos, el control de esfínteres es un proceso madurativo y hay ciertas señales que podemos identificar y pueden indicarnos que está preparado para dejar el pañal. Son señales que tiene que darse en conjunto y nos hablan de la madurez del niño para afrontar este paso.
A veces no diferencia entre pis y caca, pero siente la necesidad de ir al baño.
Si no le sale el pipí no te enfades ni le regañes. Insiste siempre con el mismo ritual para que el niño aprenda a repetirlo de un modo automático.
Debemos ser muy pacientes, respetuosos y empáticos durante todo el proceso, y ser conscientes de que habrá escapes y retrocesos.
Debemos ser muy pacientes, respetuosos y empáticos durante todo el proceso, y ser conscientes de que habrá escapes y retrocesos.
El proceso de dejar el pañal tiene que se algo natural respetando las necesidades y ritmos de cada niño, donde las presiones y las prisas no tienen cabida. Si véis que es un drama, que no es el momento, que habiéndolo intentado durante unos días no hay progresos, no hay problema con ponerle el pañal y volver a intentarlo unos meses más tarde.
En Bebés y más | Por qué decidí esperar el mayor tiempo posible para hacer la “operación pañal” con mi hija
Temas
Dejar el pañal es un paso muy importante para un niño. Pero el éxito de este paso a veces depende de muchos factores, y el proceso se alarga y se alarga, para desesperación de los padres.
Es un momento importante para cualquier niño.
Por otro lado, es un proceso en el que los padres juegan un papel fundamental. Son ellos quienes tienen que enseñar al niño a ir al baño solito. Se trata de un paso decisivo en la autonomía del bebé, el más importante después de comenzar a andar.
Para los padres puede suponer una auténtica liberación. Se cambian cerca de 6 pañales al día, o lo que es lo mismo, dos mil pañales al año. Por lo tanto, no es de extrañar que para mamá
Algunos niños aprenden en pocos días, pero muchos otros tardan varios meses. En general, cuanto más pequeño es el niño al empezar el entrenamiento, más tardará en aprender.
Los niños dejan el pañal cuando han alcanzado cierto grado de madurez psicológica y fisiológica. Sin duda, lograr que los pequeños consigan tan importante independencia es una meta a veces difícil para los padres.
Como punto importante , antes de intentar que el niño deje el pañal, es bueno que recuerdes que conseguir educar el esfínter del pequeño es una tarea que requiere de mucha paciencia.
Por lo tanto, a la hora de empezar el proceso de dejar el pañal, tu buena disposición resultará de mucha ayuda.
Debemos comenzar indicando la edad en la que comienza el niño a mostrar que puede dejar el pañal. Este es un proceso individual que depende de la madurez del niño; en promedio, a partir del año y medio de vida pueden estar listos para realizar los primeros ensayos. Pero los pediatras recomiendan hacerlo a partir de 2 años de edad.
A continuación te daremos algunos consejos que quizá puedan ayudarte en este proceso. Solo recuerda siempre tener mucha paciencia y amor.
Es importante observar si tu hijo empieza a mostrar ciertas señales de que ya está listo para aprender a ir al baño solito y se encuentre preparado físicamente. Algunas preguntas que puedes hacerte para ver si está listo son: ¿Obedece instrucciones sencillas? ¿Camina y se sienta solo? ¿Trata de imitar a los adultos o hermanitos cuando van al baño? ¿Puede subirse y bajarse la ropa interior?
Preparar el lugar para que vaya al baño.
El primer paso para que el niño deje el pañal consiste en poner en el baño el adaptador para el inodoro o comprar el orinal o bacinica. Puedes dejar que el niño escoja el adaptador o bacinica para que esto lo incentive a utilizarlo y que tenga un motivo más para dejar el pañal.
Si compras un asiento adaptador para el inodoro, revisa que sea cómodo y seguro, y compra también un banquito para que tu niño pueda apoyar los pies y subir y bajar del inodoro con facilidad. También le ayudará a tener firmeza y estabilidad, y a pujar al evacuar.
Para empezar, puedes hacer que tu niño se siente completamente vestido en su orinal una vez al día, después de desayunar, antes de bañarse o cuando normalmente suele hacer popó o pipí. Así se irá acostumbrando al orinal y empezará a aceptarlo como parte de su rutina diaria.
Si no se quiere sentar, no te preocupes. No debes forzarlo, ni obligarle a permanecer sentado.
Y, sobre todo, no insistas demasiado si lo notas aprensivo. Si esto ocurre, lo mejor es guardar su orinal o por lo menos dejarlo a un lado por algunas semanas o un mes, y luego volver a intentarlo. Una vez que tu niño ya esté plenamente acostumbrado a sentarse vestido en su orinal, el siguiente paso es lograr que lo haga sin el pañal.
Para empezar, puedes hacer que tu niño se siente completamente vestido en su orinal una vez al día, después de desayunar, antes de bañarse o cuando normalmente suele hacer popó o pipí. Así se irá acostumbrando al orinal y empezará a aceptarlo como parte de su rutina diaria.
Si no se quiere sentar, no te preocupes. No debes forzarlo, ni obligarle a permanecer sentado. Y, sobre todo, no insistas demasiado si lo notas aprensivo. Si esto ocurre, lo mejor es guardar su orinal o por lo menos dejarlo a un lado por algunas semanas o un mes, y luego volver a intentarlo. Una vez que tu niño ya esté plenamente acostumbrado a sentarse vestido en su orinal, el siguiente paso es lograr que lo haga sin el pañal.
Los niños aprenden imitando a los adultos, por lo tanto la manera más natural de que aprendan a usar el inodoro es viéndote hacerlo. Cuando le estés mostrando a tu niño o niña cómo se usa el inodoro, es bueno que le vayas explicando lo que estás haciendo, le enseñes lo que has «producido», y le muestres que al final te limpias, te vistes, tiras de la cadena y te lavas las manos.
Aunque tendrás que ayudarlo a bajarse, subirse la ropa y limpiarse por algún tiempo, verte haciéndolo lo ayudará a entender el proceso.
Será de mucha ayuda la ropa interior infantil con una protección extra absorbente, o pañales desechables que se suben y bajan como la ropa interior, ya que permiten que tu hijo se los quite y se los ponga él solito.
Aunque la ropa interior entrenadora de tela son menos convenientes que los desechables, a algunos padres les gustan porque el niño puede sentir de veras cuando hace pipí o popó.
Sea cual sea la opción que elijas, introdúcela gradualmente, unas horas cada día, y sigue poniéndole pañales normales por las noches.
Cuando vaya al baño no le des premios, ya que con esto conseguimos que vaya únicamente por el juguete o dulce que se le dará, pero cuando no le demos algo no querrá utilizarlo. Mejor celébralo con un abrazo, un choque de manos o puños. Cuando ocurran accidentes tampoco lo regañes o castigues, mejor pídele que se cambie o que te ayude a limpiar el accidente y anímalo a que lo siga intentando, de esta forma evitaremos retroceder en el proceso.
Cuando vaya al baño no le des premios, ya que con esto conseguimos que vaya únicamente por el juguete o dulce que se le dará, pero cuando no le demos algo no querrá utilizarlo. Mejor celébralo con un abrazo, un choque de manos o puños. Cuando ocurran accidentes tampoco lo regañes o castigues, mejor pídele que se cambie o que te ayude a limpiar el accidente y anímalo a que lo siga intentando, de esta forma evitaremos retroceder en el proceso.
Cuando el niño está en proceso de dejar el pañal, es importante encontrar el método que nos facilite las salidas. Siempre lleva varios cambios de ropa y toallitas para limpiar. Es mejor que el niño utilice ropa interior de entrenamiento desechable para que si ocurren accidentes no se mache tanto y lo haga sentir incómodo. En caso de no tener algún sanitario público cerca, puedes conseguir un orinal portátil que puedes guardar en la mochila para utilizarlo en cualquier momento.
