Según los investigadores, aunque algunos adultos encuentren alivio al tomar probióticos, las bacterias ‘amigables’ no benefician a los niños con estreñimiento
Written by Bill Hendrick
23 de mayo de 2011. Los investigadores europeos afirman que un producto lácteo fermentado que contiene unas bacterias específicas conocidas como probióticos no alivió el estreñimiento de los niños más que un producto lácteo sin un probiótico.
El hallazgo es significativo, comentan los investigadores, porque los probióticos han ayudado a algunos adultos con estreñimiento.
Parecía lógico que los probióticos, microorganismos vivos que a menudo se denominan bacterias “amigables” o “buenas”, pudieran funcionar para los niños. Sin embargo, en un estudio reciente, a los niños que consumieron el producto lácteo fermentado no les fue mejor, basado en la cantidad de heces producidas, que a los jóvenes en un grupo de comparación.
El estudio examinó a 159 niños con estreñimiento durante por lo menos dos meses con una tasa de defecación de menos de tres veces a la semana. Alrededor de la mitad recibió el producto probiótico dos veces al día por espacio de tres semanas; a los niños del grupo de comparación se les dio un producto lácteo sin el probiótico.
En el estudio, el producto lácteo fermentado que contenía cepas de B lactis DN-173 010 aumentó la frecuencia de las deposiciones, pero no mucho más que el producto lácteo sin el probiótico que recibió el grupo de comparación, según los investigadores de Holanda y Polonia. La investigadora del estudio, Merit M. Tabbers, MD, PhD, gastroenteróloga pediátrica de Emma’s Children’s Hospital Academic Medical Center en Amsterdam, Holanda, comenta a WebMD que aunque darles probióticos a los niños para ayudarlos a aliviar los problemas de estreñimiento constituye una práctica común, todavía no hay pruebas suficientes para “respaldar una recomendación general acerca del uso de los probióticos en el tratamiento del estreñimiento funcional infantil”.
Sin embargo, debido a que el estreñimiento es un problema común en los niños pequeños, hay más investigaciones en proceso.
“De hecho, los cuidadores también administran los probióticos en Holanda y en otros lugares porque el estreñimiento es un problema de larga duración y difícil tratamiento en la mayoría de los pacientes”, comenta Tabbers a WebMD a través de un correo electrónico. “Aproximadamente, el 50 por ciento de todos los niños a quienes se les dio seguimiento por espacio de entre seis y doce meses se recuperaron y dejaron de usar laxantes con éxito”.
Tabbers comenta que un estudio en otro hospital “incluso reveló que pese a la terapia conductual y médica intensiva, el 30 por ciento de los pacientes que desarrollaron estreñimiento antes de los 5 años siguieron teniendo quejas graves de este, defecación dolorosa e infrecuente, e incontinencia fecal después de la pubertad”.
Sandra Fryhofer, MD, una especialista en medicina interna en Atlanta que no formó parte del estudio, comenta que el estreñimiento puede ser molesto para los niños y, por esa razón, “no es irrazonable que los padres que buscan un remedio natural y seguro recurran a los probióticos en busca de alivio”.
Para los niños con estreñimiento, “el primer paso del tratamiento consiste en la educación, el asesoramiento dietético y los cambios de comportamiento”, comenta Tabbers a WebMD. “Si no surte efecto, se recetan laxantes”.
Tabbers comenta que aunque no se cuenta con investigaciones controladas con placebo que muestren la eficacia de los probióticos sobre el placebo, “su uso en la práctica clínica está ampliamente aceptado”.
Los investigadores comentan que los estudios en adultos han revelado que el mismo producto lácteo fermentado que contiene B lactis DN-173 010 parece surtir algún efecto para aliviar el estreñimiento.
Concluyen que el “estreñimiento en los niños difiere considerablemente del de los adultos en lo que respecta a su prevalencia, inicio, etiología, síntomas, tratamiento y pronóstico”.
Según los investigadores, los estudios futuros “deben centrarse en si el consumo de este producto probiótico podría ser más eficaz en los niños con antecedentes breves de estreñimiento”.
Dos de los investigadores, Catherine Perrin, PhD, y Nolwenn Crastes, son empleados de Danone Research, que suministró los productos usados en el estudio. No se reportaron otros conflictos potenciales.
El estudio aparece publicado en la edición del 23 de mayo de Pediatrics.
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