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La balanitis consiste en la inflamación del glande (o la cabeza del pene). Aunque se trata de una inflamación que puede ocurrir a cualquier edad, como durante la adolescencia o en la etapa adulta, es mucho más común en niños menores de cinco años, especialmente en los bebés, ya que no pueden retraerse y limpiarse debajo del prepucio, a menos que lo hagan sus padres habitualmente.
Por suerte, aunque es cierto que puede llevar a ser bastante molesta y dolorosa, suele resolverse en dos o tres días, pero la afección puede llegar a complicarse cuando aparece de forma recurrente, ya que podría requerir que el médico deba llevar a cabo una intervención quirúrgica (como podría ser el caso de la circuncisión).
El pene es el órgano sexual masculino. Está formado por el glande (la cabeza), el cual se encuentra recubierto por el prepucio, que consiste en un tejido de color rosado y húmedo; el cuerpo cavernoso, formado por dos columnas de tejido que recorren los lados; el cuerpo esponjoso, que es una columna de tejido esponjoso que recorre la parte frontal; y la uretra, que atraviesa el cuerpo esponjoso y expulsa la orina del cuerpo.
Cuando existe balanitis el glande se encuentra inflamado. Sin embargo, cuando el prepucio también se ve afectado, nos encontramos ante una afección conocida con el nombre de balanopostitis.
En los bebés y niños tanto la balanitis como la balanopostitis son muy comunes. De hecho, se estima que afecta a alrededor de un 4 por ciento de los niños, debido a que no pueden por sí solos retraer el prepucio para limpiar el área, por lo que es riesgo es muy elevado cuando los padres tampoco tienden a hacerlo muy a menudo.
Las causas exactas no se conocen del todo, aunque sí se sabe que la mala higiene puede originar una acumulación de esmegma, que consiste en una combinación de células muertas y aceites corporales, el cual puede acabar afectando a la normal retracción del prepucio si se solidifica, aumentando el riesgo de reproducción de bacterias e irritación. Finalmente, termina cursando con hinchazón e inflamación.
En el caso de los niños, sin embargo, la más habitual es la balanitis química, que cursa con un enrojecimiento leve como consecuencia de la irritación causada por jabones o por cualquier otro irritante. No obstante, también es posible que ocurra por infecciones bacterianas o por hongos (levadura).
Síntomas de la balanitis infantilFoto: Istock
Es muy común que la balanitis origine molestias en el pene y una incómoda picazón. Además, los padres no solo notan que el bebé (o niño pequeño) se encuentra más molesto e irascible, sino que es normal que surja un enrojecimiento en el área del glande, con la evidente inflamación.
En ocasiones también es posible que el prepucio se sienta como apretado, lo que puede originar problemas a la hora de intentar retraerlo para limpiar y tratar la zona.
En lo que a los síntomas de la balanitis se refiere, además del enrojecimiento, la hinchazón, el picor y el dolor también es habitual que surjan otras señales como manchas blanquecinas, esmegma (acumulación de líquido espeso), mal olor, dolor al orinar y fiebre.
En la mayoría de las ocasiones la balanitis tiende a resolverse a los pocos días, especialmente cuando el área es limpiada debidamente y tratada. Sin embargo, dependiendo de cuáles sean las causas es posible que el pediatra prescriba un tratamiento específico.
Por ejemplo, se recetan antibióticos y cremas antibióticas tópicas en caso de que la balanitis haya sido causada por una infección bacteriana. Mientras que las infecciones por hongos (levaduras) son tratadas con cremas antimicóticas tópicas.
En aquellos casos en los que la balanitis es recurrente (es decir, se repite con regularidad), es posible el tratamiento quirúrgico, en especial cuando la afección no responde bien al resto de los tratamientos, como podría ser el caso de los medicamentos.
Con la circuncisión el médico extirpa y retira el prepucio, lo que puede ser de muchísima ayuda a la hora de evitar más casos de balanitis (no solo en la etapa infantil, sino a lo largo de toda la vida).
Te explico porqué se produce, cómo actuar y cómo evitarla.
El pene de los niños nace cubierto de una piel que llamamos prepucio. Antes o después esa piel debe poder retirarse con facilidad dejando al descubierto el glande.
Entre el prepucio y el glande queda un huevo que llamamos espacio balano prepucial. En él hay glándulas que producen secreción para mantener bien hidratado al glande.
Decimos que hay fimosis cuando la abertura del prepucio es tan escasa que no permite retirarlo hacia atrás para dejar el glande al descubierto.
Cuando esto ocurre las secreciones que se producen en ese espacio tienen dificultad para salir y pueden infectarse por una higiene deficiente. En realidad, porque resulta imposible realizarla.
Cuando se infecta produce una irritación en el pene del niño.
fimosis y cuidados del pene en el bebé.
Si aparece alguno de estos síntomas o varios de ellos con el picor al orinar podemos saber si realmente hay infección de orina con una analítica.
Hay tiras reactivas que son muy rápidas y pueden descartar la infección de orina. Si la tira no detecta infección es casi seguro que no la hay.
Si la tira dice que puede haber infección, lo recomendable es confirmarlo con un sedimento de orina. Es una prueba que en cualquier hospital pueden realizar en menos de una hora.
Cuando el sedimento confirma la infección se inicia el tratamiento con antibióticos y se hace un cultivo de la orina para identificar al germen que causa la infección y los antibióticos a los que es sensible o resistente. Pero este cultivo puede tardar entre 3 y 7 días en dar un resultado. En muchos casos, el resultado llega cuando el niño ya está bien. Pero si no va bien puede decirnos qué hacer. Hay veces que el antibiótico que hemos usado de entrada no mata al germen que causa la infección de orina. Si llega el resultado del cultivo nos puede decir cuál es el mejor tratamiento en ese caso.
Cuando no hay ningún signo de infección más que los que vemos en el pene y las analíticas son normales hablamos de balanitis (sólo infección del pene en su parte final).
No hace falta ninguna prueba complementaria para diagnosticar y tratar una balanitis.
Es algo muy evidente y suele responder muy bien al tratamiento con cremas antibióticas (mupirocina por ejemplo) y un anti-inflamatorio en jarabe, por ejemplo el ibuprofeno del que puedes calcular la dosis en esta calculadora.
La mayoría con esto ceden en 2-3 días como mucho.
Si no es así puede ser recomendable hacer un cultivo de la secreción para averiguar el germen causante y a qué antibióticos es más sensible o resistente.
Raramente es necesario dar antibiótico por boca. En casi todos los casos basta con aplicarlos directamente en la zona.
Deberemos mejorar la higiene, en la mayoría de los casos siendo menos agresivos. No es necesario bajar la piel a diario y frotar con jabón. Eso es demasiado irritante.
Suele bastar con retirar el prepucio y enjuagar un poco con el mismo agua del baño. Y con hacerlo un par de veces por semana suele bastar.
Cuando el problema es una fimosis o adherencias balano prepuciales pueden resolverse de forma «civilizada» como te explico en el artículo anteriormente citado sobre cuidados del pene.
Dar tirones fuertes es contraproducente. Puede empeorar el problema por generar cicatrices que estrechen aún más el prepucio. Y además hacerlo es muy doloroso para el niño.
Lo que os recomiendo es que solucionéis este tema cuando el niño es aún pequeño. Muchos a partir de los 3-4 años ya no permiten que les hagas nada en la zona y entonces puede prolongarse el problema dando lugar a infecciones repetidas en el pene.
Si esto ocurre puede dar lugar a una fimosis cada vez más marcada, ya que la inflamación y las cicatrices sucesivas en el prepucio pueden ir estrechando cada vez más a apertura.
Para mí una buena edad para arreglar el tema es entre los 6 meses y el año de vida.
Balanoposthitis is an inflammatory disease of the glans penis (balanitis) and foreskin (posthitis). It can be triggered by an infection, an allergy, or skin damage.
Balanoposthitis in men begins to develop in the acute stage, which is characterized by severe symptoms.
Main manifestations of the disease:
These symptoms may be accompanied by fever, body aches and general malaise. Often, balanitis develops against the background of other genitourinary infections, due to which the symptoms may differ.
If the balanoposthitis has passed into the chronic stage, the symptoms may become less pronounced. nine0003
Balanoposthitis can occur in 2 forms:
Acute balanoposthitis is also divided into:
Chronic balanoposthitis is divided into:
Depending on the provoking factor, balanitis also happens:
Inflammation can be provoked by:
Many men develop balanitis as a result of urethritis, cystitis, or other urinary tract disease. Also, a common cause is poor hygiene and allergies to washing gels, contraceptives, etc.
If you experience the above symptoms, you should consult a urologist or andrologist. During the appointment, the doctor will conduct an examination, ask about complaints, the presence of chronic diseases, etc.
To determine the diagnosis, the following is performed:
Symptoms of balanitis are non-specific, that is, they are characteristic of many diseases. An accurate diagnosis can only be made after testing. nine0003
In the early stages, balanoposthitis can be treated conservatively. The treatment program depends on the form of the disease, the degree of change, and the cause.
For the treatment of balanoposthitis, a specialist can prescribe:
When treated in time, balanoposthitis is successfully treated and does not cause complications. They can occur in the absence of therapy or the wrong choice of drugs, so you should not postpone a visit to the doctor or self-medicate.
Complications of balanitis can be:
The main cause of balanoposthitis is an infection, therefore, as a preventive measure, it is advised to treat all diseases in a timely manner and carefully monitor intimate hygiene using appropriate soft products. Hypothermia of the pelvic organs should also be avoided.
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