La dieta es un factor importante tanto para prevenir el estreñimiento como para tratarlo, además de aliviar sus síntomas. Hacer ejercicio físico, beber más agua y consumir más fibra son los principales aliados. Los movimientos de los intestinos, muy próximos al útero, podrían perjudicar el crecimiento del feto. Por ello, como mecanismo natural de protección, el peristaltismo intestinal disminuye durante el embarazo. Además, los cambios hormonales empeoran el vaciado intestinal, una situación que acentúa el estreñimiento. En este artículo verás cómo prevenirlo y qué alimentos te ayudan a mantenerlo a raya en la gestación.
El estreñimiento se caracteriza por una reducción del número y el peso de las deposiciones que, a menudo, se acompaña de un endurecimiento de la textura de las mismas. Además, se asocia a síntomas molestos como dolor de cabeza, pesadez de estómago, flatulencias y gases, dolor al evacuar, hemorroides o fisuras anales.
Hay muchos factores que pueden causar estreñimiento: escasa ingesta de líquidos, inactividad física, poco aporte de fibra en la dieta, algunos medicamentos e, incluso, el uso de laxantes.
Muchas personas sufren estreñimiento sin ser conscientes, ya que es un problema subjetivo influido por las costumbres de cada persona y sus hábitos de alimentación y ejercicio. En una persona sana, la frecuencia normal de las deposiciones oscila entre tres al día y tres por semana, con una expulsión de las heces sin dificultad en el 75 % de las ocasiones. El estreñimiento se considera una enfermedad cuando llega a alterar la calidad de vida de la persona.
El embarazo es un estado en el que se registran cambios que afectan a la mayoría de los órganos, entre ellos, al intestino. Estas alteraciones tienen como consecuencia una reducción de los movimientos peristálticos intestinales, que son los encargados de permitir el avance de su contenido. El desarrollo de estreñimiento durante la gestación puede deberse a cambios hormonales o al aumento del tamaño del feto.
Una de las hormonas implicadas es la progesterona, que provoca un efecto relajante en los músculos de la parte intestinal y trastornos durante la digestión y causa debilidad de la mujer embarazada para expulsar las heces.
Imagen: Jason White
Los niveles de otra hormona, la motilina, que se encarga de estimular el movimiento del estómago y del intestino, también disminuyen durante la gestación. Esta escasa motilidad gastrointestinal también puede surgir como consecuencia de la presión del útero. Por esta razón, los movimientos intestinales disminuyen para proteger al feto, lo que provoca un retraso en el vaciado intestinal y causa o acentúa el estreñimiento.
La falta de fibra en la dieta, la insuficiente ingesta de líquidos, la falta de ejercicio físico, el estrés, la existencia de hemorroides e, incluso, los suplementos de hierro que deben tomar algunas embarazadas para tratar la anemia, son otros de los factores que favorecen el estreñimiento durante el embarazo.
¿Qué pasa si hago mucha fuerza al ir al baño cuando estoy embarazada? ¿Puedo provocar un aborto? El aborto puede sobrevenir si hay antecedentes de placenta previa, amenazas de aborto propiamente, pero no es lo habitual.
Sí podría provocar un aborto, de manera indirecta, una infección urinaria derivada del estreñimiento. De hecho, estas infecciones son una de las causas principales de aborto, sobre todo en el primer trimestre.
La manera de mantener a raya el estreñimiento es modificar los hábitos de vida, sobre todo, en lo que a alimentación se refiere. Algunos remedios son:
Debes ingerir de 25 a 30 gramos al día de fibra. Es el modo más natural y eficaz de conseguir aliviar los molestos síntomas del estreñimiento. Para ello, es aconsejable aumentar de forma progresiva la cantidad y frecuencia del consumo de alimentos ricos en fibra.
Hay que tener en cuenta que el incremento en el aporte de fibra tiene que ser progresivo para favorecer la adaptación del aparato digestivo y evitar otras molestias intestinales, como flatulencia o hinchazón.
Imagen: SHVETS production
Es importante beber entre 1,5 y 2 litros al día de líquidos. Una parte importante debe ser agua.
Hay que moverse para estimular el movimiento intestinal y fortalecer la musculatura que interviene en el reflejo de la defecación. Se puede nadar o caminar durante media hora al día, al menos tres días a la semana, lo que además aportará beneficios en el momento del parto.
Las infusiones (poleo, poleo-menta, manzanilla…) son excelentes contra el estreñimiento y sus efectos. Esto es así porque favorece las digestiones, además de deshinchar y eliminar los gases. Sencillas de preparar y tomar, además te hidratarán durante el embarazo ya que contienen mucha agua.
Antes de utilizar laxantes, hay que comentarlo con el especialista. A pesar de que las sustancias que aumentan el volumen de las heces —como los suplementos de fibra— son seguras, deben emplearse con prudencia, ya que su uso continuado puede provocar dependencia. No obstante, los agentes que contienen aceite de ricino, parafina y sales de magnesio están contraindicados en el embarazo.
Conviene tener un horario fijo para ir al baño, para intentar educar el intestino. Es bueno también comer despacio, masticar bien los alimentos y ser regular con los horarios de las comidas.
Entre los alimentos ricos en fibra figuran las hortalizas y las verduras, las frutas frescas y desecadas, las legumbres, los cereales integrales y sus derivados y los frutos secos.
Se aconseja su consumo, a excepción de los que provocan más flatulencia, como las alcachofas, col, coliflor, coles de Bruselas, pimiento, pepino, rábanos, cebolla, puerros, o los astringentes como el membrillo, el pomelo y el plátano.
Es preferible la opción integral de la pasta, el pan, las galletas y los cereales, y el arroz —alimento astringente— comerlo combinado con verduras, hortalizas y/o legumbres.
Pueden ser muy eficaces:
¡importante! Hay que valorar la tolerancia de cada embarazada para no hacer la dieta más estricta de lo necesario.
El papel de la fibra en el estreñimiento
La fibra es un componente que no se absorbe ni se digiere. Además de ayudar a prevenir o aliviar el estreñimiento, regula los niveles de colesterol y glucosa y tiene un gran efecto saciante. La fibra puede ser de dos tipos:
El aporte diario recomendado es de 25 a 30 gramos, que equivale a entre 2 y 3 piezas de fruta fresca. Si no hay costumbre, es recomendable aumentar la cantidad de manera paulatina. Tampoco un exceso de fibra aporta mayores beneficios.
Si se toman más de 50 gramos de fibra diarios, puede ser contraproducente, ante el riesgo de ocasionar diarreas e impedir la absorción de nutrientes como el hierro, el calcio, el magnesio, el zinc o la vitamina B.
Embarazo
El estreñimiento es un trastorno digestivo muy normal durante el embarazo. Alrededor de un tercio de las mujeres gestantes sufre esta alteración, que puede aparecer por diversas causas, aunque la principal es debido al aumento de la hormona progesterona.
Actualizado a: Viernes, 6 Mayo, 2022 00:00:00
Aproximadamente entre un tercio de las mujeres embarazadas padece estreñimiento.
Alicia Cruz Acal
El embarazo es un estado fisiológico que provoca importantes cambios en el cuerpo de la madre. Uno de ellos es el estreñimiento, ya que la gestación puede causar una ralentización y disminución en los movimientos intestinales. Todo ello causa una retención de agua, algo que dificulta la expulsión de las heces por su endurecimiento.
“El estreñimiento es un trastorno digestivo muy frecuente, siendo el embarazo un factor especialmente que predispone para padecerlo. Aproximadamente un 30-35% de las mujeres embarazadas lo sufre y se ha descrito en los tres trimestres de la gestación”, apunta Laura Muñoz Saá, especialista en Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra.
De forma más detallada, existen diversas causas por las que se puede producir esta alteración en el intestino. Muñoz explica que la principal es el aumento de los niveles plasmáticos de una hormona llamada progesterona, que comporta un efecto relajante sobre el músculo liso. Como consecuencia, disminuye el tránsito gastrointestinal y el vaciado gástrico. La experta señala que “diversos estudios han puesto de manifiesto el enlentecimiento de dicho tránsito intestinal, sobre todo en el segundo y tercer trimestre”.
Además de la concentración de progesterona, se encuentran otros factores que pueden contribuir al estreñimiento en la mujer embarazada, como la reducción de otra hormona llamada motilina o la mayor absorción por la mucosa del colon debido al tránsito enlentecido, que endurece las heces y empeora el cuadro. Muñoz subraya también que algunos medicamentos que se administran con frecuencia en la gestante, como los suplementos de hierro oral, pueden empeorar la situación.
Por otro lado, “el aumento progresivo del tamaño del feto provocará una compresión que dificultará tanto la digestión como los movimientos intestinales fisiológicos”, añade Josep Aixalà, pediatra de Vithas Lleida.
¿El estreñimiento puede provocar un aborto?
Como se ha mencionado, este trastorno digestivo es una consecuencia de los cambios que tienen lugar durante el embarazo, por lo que es “absolutamente normal”, afirma Muñoz, quien asegura que “no hay datos que asocien el estreñimiento con el riesgo aumentado de aborto”.
Acerca de si es contraproducente que la mujer en gestación realice un esfuerzo para defecar, la ginecóloga responde que la maniobra de llevar el vientre hacia adentro para evacuar no va a afectar ni a la gestación ni al feto. Eso sí, tal y como destaca Aixalà, “al hacer un esfuerzo notable, es posible que empeoren las hemorroides por la congestión o que se produzca alguna fisura anal, dando como resultado dolor e, incluso, pequeños sangrados”.
Consejos para aliviar el estreñimiento
Las expertas consultadas por CuídatePlus recomiendan que el abordaje del estreñimiento sea escalonado, comenzando siempre por medidas generales y, en caso de no dar resultados, optando por un tratamiento farmacológico. Entre los consejos generales destacan: