Hace años, el sexo del feto era un misterio hasta el día del nacimiento.
Hoy, la incógnita se despeja mucho antes. Los avances médicos han hecho posible que meses antes de conocer a tu hijo puedes llamarle por su nombre (en cuanto te comunican el sexo del bebé deja de llamarse el feto para convertirse en Álba, Jorge, Pablo, Laura, Marc, Clara… etc). que puedas y preparar ropita.
No hay nada que puedas hacer para decidir el sexo del bebé, ni para adivinarlo, a pesar de lo que dicen algunas leyendas populares: como que los varones ponen a la embarazada más guapa o que las niñas producen más náuseas y hasta vaticinios que se basan en la forma de la coronilla del hermano mayor, pero solo son eso: leyendas o mitos del embarazo.
Con las ecografías actuales, a partir de las semanas 10-11 de embarazo, se puede sospechar si el embrión es niño o niña, siempre que no esté de espaldas, sentado o con el cordón umbilical entre las piernas.
Habitualmente, el sexo se puede ver con claridad a partir de la semana 20ª de embarazo, cuando los genitales del feto están totalmente formados.
Aunque la ecografía es cada vez más nítida y suele ser muy fiable, tiene un mínimo margen de error porque depende de la habilidad del médico especialista y de la posición del feto. Cuando no lo ven claro, muchos especialistas prefieren no decir nada para que no haya error.
En ocasiones (pocas), se producen errores al determinar el sexo del feto porque la posición del feto o el cordón se presta a engaño.
La amniocentesis y la biopsia corial confirman el sexo con total certeza, pero como son pruebas invasivas solo se aconsejan cuando existe un riesgo de sufrir anomalías cromosómicas.
Existe una prueba inocua, desarrollada en la Universidad de Granada, que permite conocer el sexo del bebé con total certeza a partir de la semana 8ª de embarazo a través de un análisis de sangre de la embarazada. En la sanidad pública solo se utiliza cuando la embarazada es portadora de una enfermedad hereditaria o genética que afecta a un determinado sexo. Pero se puede solicitar a través de muchas clínicas privadas
También se puede saber el sexo del bebé cuando se realiza el el test prenatal no invasivo, un test de adn fetal en sangre materna se puede realizar a partir de las 10 semanas de embarazo y da los resultados en un plazo de 4 a 10 días, y que ya ofrecen algunas comunidades autónomas y también algunos hospitales públicos y privados para poder evitar la amniocentesis cuando se detecta un mayor riesgo en el cribado del primer trimestre.
El sexo del bebé depende del cromosoma sexual que lleva el espermatozoide que fecunde el óvulo.
Las células del cuerpo están formadas por 46 cromosomas agrupados en 23 pares; en cada par uno de los cromosomas se hereda del padre y otro de la madre. En el par 23 está la información que decide el sexo (XX en la mujer y XY en el hombre).
Las células sexuales (el óvulo y el espermatozoide) tienen la mitad de cromosomas: 23. De esta forma cuando se unen se forman los 23 pares.
En los óvulos el cromosoma 23 es siempre X, pero en los espermatozoides puede ser X o Y.
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Son muchas las maneras que existen de vivir un embarazo. Muchas familias deciden no conocer el sexo del bebé hasta el momento del parto, igual que pasaba hace muchos años cuando los avances médicos no habían permitido saberlo de manera anticipada. Otras, sin embargo, están deseando que llegue la cita con el ginecólogo en la que, casi con exactitud, les dirán si están esperando un niño o una niña. Todo ello, sobre todo, de cara a comenzar con los preparativos.
A partir de la semana 20ª de embarazo los genitales del feto están totalmente formados y en una ecografía pueden distinguirse con claridad (a veces, incluso antes) y los padres pueden saber el sexo del bebé. Depende del método que se usa se puede saber antes o después, de manera que podemos averiguarlo de muchos modos:
Mediante la ecografía es la manera más segura de averiguar qué sexo tendrá, ya que no es invasiva y se realiza con mucha asiduidad, por lo que los médicos están muy acostumbrados a realizarla. Si se os da bien, a las 11 semanas podría verse, aunque cabe decir que no es fiable del todo dado que no se aprecia bien en todo momento. No cuesta dinero si tenéis seguro médico, ya que entra dentro del mismo.
En un porcentaje de casos el sexo no se puede ver con claridad por diversos motivos: colocación del feto, obesidad de la madre, escasez de líquido amniótico… Si hay dudas el especialista prefiere no decir nada para que no haya error.