Las pérdidas involuntarias de orina suelen ser habituales durante el embarazo, especialmente a partir del tercer trimestre. Pero este problema también puede persistir después de dar a luz, convirtiéndose en una de las molestias más habituales durante el postparto.
Según nos explica Sara Cañamero, matrona y directora de Maternatal, se calcula que la incontinencia urinaria afecta a entre un 5-7% de personas en España, siendo el embarazo y el parto -sobre todo el parto vaginal- los principales factores de riesgo.
¿Por qué sigue habiendo incontinencia urinaria tras el parto y qué podemos hacer para solucionarlo? La matrona nos lo explica.
Si estás embarazada y sufres pérdidas de orina involuntaria, quizá tengas la esperanza de que una vez des a luz estas cesen de forma inmediata. Sin embargo, debido al peso que tiene que soportar el suelo pélvico durante todo el embarazo es posible que la musculatura de la zona se haya debilitado, por lo que las pérdidas de orina podrían durar un tiempo más.
A este factor se suman otros que contribuyen a que la incontinencia urinaria persista tras el parto:
Durante el embarazo se producen importantes cambios en el tejido conjuntivo del suelo pélvico debido a la relaxina que impregna todas las estructuras y la disminución de colágeno. Estos cambios hacen que el suelo pélvico se vuelva especialmente vulnerable, produciéndose disfunciones a nivel mecánico y muscular.
Durante el trabajo de parto el paso del bebé puede lesionar la musculatura del suelo pélvico, aumentando el riesgo cuando la madre permanece inmóvil en la cama.
“El movimiento de la madre durante la dilatación y el expulsivo es un factor protector de la musculatura del suelo pélvico”, apunta Sara Cañamero.
Pero no solo la posición estática durante el expulsivo puede dañar la musculatura del suelo pélvico, sino también el tiempo que este dure y los tipos de pujo que se realicen.
De este modo, y según apunta la experta, a mayor tiempo de expulsivo mayor riesgo de alteraciones en el suelo pélvico. Del mismo modo, cuantos más pujos se realicen en apnea mayor hiperpresión en el suelo pélvico y mayor riesgo de lesiones secundarias, como la incontinencia.
El tipo de parto que la mujer tenga también es un factor importante a la hora de aumentar el riesgo de sufrir pérdidas de orina. En este sentido, el riesgo de incontinencia urinaria aumentan con el parto vaginal, especialmente si se producen desgarros o lesiones en la musculatura del suelo pélvico como consecuencia del uso de instrumental.
Por su parte, el parto por cesárea “parece que ayudaría a reducir el riesgo de incontinencia urinaria, aunque no lo elimina. Hay que tener en cuenta que la cesárea es una cirugía mayor, por lo que se asocian otros condicionantes que aumentan las probabilidades de incontinencia, como el uso de sonda vesical o de lesiones en la vejiga”, señala la matrona.
A pesar de que los riesgos se elevan en determinadas circunstancias, las mujeres también podemos hacer mucho para prevenir la incontinencia urinaria tras el parto. Estos son los consejos que nos ofrece la matrona:
Revisar el suelo pélvico antes, durante y después del embarazo para prevenir esta patología antes de que aparezca.
Fortalecer el tono muscular del trasverso abdominal pues esta zona es la que se encargar de sujetar el peso del útero a medida que va creciendo. Si el trasverso abdominal no está fuerte, el peso del abdomen acaba recayendo sobre el suelo pélvico, con su consiguiente debilitamiento.
“Lo ideal es trabajar el trasverso abdominal antes del embarazo, para afrontar los cambios con buena preparación física. Pero durante el embarazo y el postparto mas inmediato también se puede trabajar esta zona controlando la forma en la que respiramos y manteniendo una postura correcta que ayude a prevenir la sobrecarga excesiva en el suelo pélvico”, nos aconseja Sara Cañamero.
Controlar el peso que cogemos durante el embarazo, pues se ha demostrado que pasarse con los kilos puede acarrear problemas para la salud del bebé y de la madre, entre los que se encuentra la incontinencia urinaria. Pero también es importante cuidar nuestro antes del embarazo.
Los ejercicios de Kegel son un buen aliado para fortalecer el suelo pélvico y ayudar a prevenir problemas de incontinencia. Sin embargo, Sara recalca que es importante “que estos ejercicios sean valorados por un especialista, pues hacerlos de manera indiscriminada sin la supervisión del profesional podría agravar la patología.”
“Los ejercicios de Keggel están contraindicados en caso de maña ejecución del ejercicio o cuando hay hipertonía del suelo pélvico. Por eso, siempre se debe consultar antes de hacerlos”
La incontinencia urinaria tras el parto suele desaparecer cinco o seis semanas después de dar a luz, pero si esto no sucede así es fundamental consultarlo con una matrona o un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para abordar el problema de forma precoz.
En caso de que hubiera que iniciarse algún tratamiento, el especialista será quien decida el mejor en nuestro caso, pudiendo abarcar desde ejercicios que ayuden a recuperar el tono muscular y la fuerza del suelo pélvico, hasta el tratamiento de cicatrices, gimnasia hipopresiva para fortalecer el trasverso abdominal, técnicas manuales, electroestimulación, radiofrecuencia, entrenamiento propioceptivo. ..
“Existe un amplísimo abanico de tratamientos para prevenir y trabajar la incontinencia urinaria en el postparto. Es fundamental dar con el profesional adecuado para iniciar el tratamiento lo antes posible”.
Agradecimientos | Sara Cañamero, matrona y directora de Maternatal
Para más información | Consultar con Maternatal
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22 Jun 2020
por Ginefem
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Uno de los principales motivos de consulta en el postparto es la incontinencia urinaria, es decir, la pérdida involuntaria de orina. Este es uno de los trastornos relacionados con el suelo pélvico, que es el conjunto de músculos y ligamentos que se encuentran en la base de la pelvis y que sirven de apoyo a la vejiga, una parte del intestino y el útero.
Durante el embarazo, la musculatura del periné de la mujer está sometida a un considerable peso, lo que debilita el suelo pélvico. A esto se suma el efecto que tiene la hormona relaxina sobre el suelo pélvico, haciéndolo inestable, pero ésta es necesaria para la movilidad de la pelvis durante el parto.
Además, el suelo pélvico se puede ver aún más afectado si en el parto vaginal se utiliza cualquier instrumental, expulsivo prolongada, la epidural o se realiza alguna maniobra hiperpresiva o lesiva como la episiotomía.
Por todo ello, el suelo pélvico se encuentra debilitado después del parto, lo que puede provocar incontinencia urinaria de dos tipos.
Para recuperar el suelo pélvico después del parto, es necesario fortalecerlo. Para ello, existen diferentes tratamientos, con o sin cirugía.
En Ginefem contamos con un equipo médico dirigido por el Dr. Francisco Montes de Oca, especializado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las patologías genito urinarias, como la incontinencia urinaria.
Uno de nuestros tratamientos sin cirugía para corregir las pérdidas de orina es la Silla BTL Emsella, la primera silla automática para fortalecer el suelo pélvico.
La Silla BTL Emsella ayuda a recuperar el suelo pélvico tras el parto, prevenir el descenso de la vejiga, el útero o el recto, e incluso trata el dolor genital y mejora la calidad de las relaciones sexuales.
Este tratamiento innovador, además de corregir la incontinencia urinaria, evita los prolapsos genitales y tonifica las paredes vaginales, sin necesidad de realizar ningún esfuerzo.
La Silla BTL Emsella utiliza una tecnología electromagnética de alta frecuencia que estimula todos los músculos del suelo pélvico, provocando miles de contracciones supramáximas de los músculos del suelo pélvico, zona urogenital y la vejiga. De esta forma, logra restaurar el control neuromuscular de esos músculos.
La paciente solo tiene que sentarse vestida en esta silla automática durante la media hora que dura la sesión. Solo se nota un hormigueo y contracciones de los músculos del suelo pélvico.