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Karmen Pascual
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La ausencia de la menstruación suele ser una de las señales más fiables de que está creciendo un bebé en nuestro interior. Sin embargo, los sangrados pueden seguir apareciendo durante la gestación. ¿Significa que una mujer puede seguir teniendo la regla aunque esté embarazada? Respondemos todas tus dudas.
Desde que en la adolescencia se inicia la etapa fértil femenina con la maduración de los órganos sexuales, una vez al mes, un óvulo abandona uno de los ovarios y se desplaza a través de las trompas de Falopio hacia el útero, donde esperará la llegada de un espermatozoide para ser fecundado.
Si esta fecundación no se produce, el endometrio, que se había preparado para recibir al óvulo fecundado, ya no es necesario y el cuerpo lo expulsa poco a poco junto con una determinada cantidad de sangre a través de la vagina. Y esto es lo que se conoce como periodo menstrual, menstruación o regla.
Por eso, aunque pueden aparecer ligeros sangrados durante la gestación que llegan a confundir a la futura madre, lo cierto es que no tienen nada que ver con la menstruación.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que hasta 1 de cada 4 mujeres presenta sangrado vaginal en algún momento durante su embarazo. Añade que es más común en los primeros tres meses (primer trimestre), especialmente con gemelos.
Así, sangrar es algo natural si:
Ocurre después de alguna prueba o examen vaginal y tras mantener relaciones sexuales. Este traumatismo en el cuello uterino puede provocar un ligero sangrado provocado por los cambios que suceden durante la gestación: el aumento del riego sanguíneo en la zona de la cérvix. No es necesario consultar al médico.
Durante las primeras semanas de embarazo, un sangrado abundante (como una regla) pero sin dolor abdominal, puede deberse a una acumulación de sangre en el interior de la cavidad endometrial. Este hematoma uterino suele desaparecer haciendo reposo el hematoma se reabsorbe y las pérdidas desaparecen.
Sufrir pérdidas de sangre más abundantes (como una menstruación) puede ser una señal de aborto espontáneo. Van acompañadas de cólicos abdominales.
Sangrado escaso y de color pardo pero con dolor intenso, puede ser uno de los síntomas de embarazo ectópico o embarazo extrauterino. Ocurre cuando el embrión se implanta fuera del útero, normalmente en la trompa de Falopio, y tiene muy pocas posibilidades de llegar a término. El sangrado puede aparecer varios días o semanas antes de que aparezcan los dolores.
Durante los meses 4 a 9, la sangre también puede estar provocado por un desprendimiento prematuro de placenta, una placenta previa, neoplasias o pólipos cervicales.
Las infecciones, como la candidiasis o las infecciones de transmisión sexual, aunque no tienen que ver con el embarazo en sí, también pueden provocar pérdidas en los primeros meses.
Las pérdidas de sangre son bastante frecuentes y tenerlas no significa la pérdida del embarazo. Aún así, si sufres alguna hemorragia, aunque sea muy leve, es fundamental acudir al médico y seguir al pie de la letra sus indicaciones, ya que en ocasiones pueden ser graves e indicar que algo no va bien. Evaluará el origen del sangrado realizando una exploración y una ecografía. Deberás explicarle cuánta sangre expulsaste, qué aspecto tenía y si incluía coágulos o tejido.
La clínica Mayo detalla cuándo hay que consultar, según el trimestre de gestación en el que te encuentres.
Primer trimestre (semanas 1 a 12).
Comenta a tu ginecólogo en siguiente visita de control si manchas la ropa interior de forma leve que desaparece en el día.
Acude al médico de inmediato si el sangrado dura más de un día, sea la cantidad que sea.
Si sangras de forma moderada a intensa, expulsas tejido de la vagina o tienes sangrado vaginal, en la cantidad que sea, acompañado de dolor abdominal, cólicos, fiebre o escalofríos.
Si tu tipo de sangre es Rh negativo y experimentas un sangrado porque podrías necesitar una medicación que impida que tu cuerpo produzca anticuerpos que puedan ser perjudiciales para tus futuros embarazos.
Segundo trimestre (semanas 13 a 24)
Tercer trimestre (semanas 25 a 40)
Sangrado vaginal, no importa si es leve o abundante, o que esté acompañado de dolor abdominal.
En las últimas semanas de embarazo, el flujo vaginal de color rosa o con sangre puede ser un signo de trabajo de parto inminente.
Fotos | iStock
En Bebés y Más | Embarazo ectópico: qué es, síntomas y factores de riesgo, Signos de alarma en el embarazo: ¿cuándo he de preocuparme?
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El cuerpo de la mujer comienza a prepararse para ser madre en el momento mismo en el que se queda embarazada. Pero no es hasta poco después cuando comienza a dar señales de que gesta una nueva vida en su interior. La más clara y notoria es, en general, el retraso de la regla. Pero ya antes se hacen presentes otras que, aunque no tan fáciles de advertir, avisan de que se ha producido la concepción. Este artículo enumera siete de esos síntomas del embarazo que se pueden notar antes del retraso menstrual: cambios en los senos, un pequeño sangrado vaginal, náuseas, más cansancio y ganas de orinar, cambios de humor y mayor sensibilidad ante olores y sabores.
El síntoma más evidente del embarazo es el retraso de la menstruación. Sin embargo, muchas mujeres se preguntan cómo saber si están embarazadas antes del retraso. Hay signos que son menos claros pero que aparecen antes de que se perciba la falta de la regla. Son señales sutiles, que no se manifiestan todas en una misma persona (en ocasiones, de hecho, no se evidencia ninguna) y que, a menudo, pasan inadvertidos o se confunden con signos premenstruales.
A continuación se enumeran siete de los síntomas más comunes que suelen llegar antes del retraso del periodo. Los dos primeros -los cambios en los senos y el pequeño sangrado vaginal-, si bien se puede creer que son signos de la regla, son más notorios y, si se observan con atención, dan una pauta bastante clara de la existencia de un embarazo.
Los otros cinco son más parecidos a los que acompañan al periodo o más fácilmente atribuibles a factores externos. Pero si una mujer advierte que han aparecido juntos y permanecen durante varios días, quizá pueda empezar a sospechar. Para confirmarlo, puede realizar un test casero de embarazo, cuya eficacia, después de unos 12 días de producida la fecundación, es muy alta.
Imagen: CandyBoxImages
Una de las primeras partes del cuerpo en que se notan diferencias es en los senos. Aumentan su tamaño y, sobre todo, su sensibilidad de un modo más pronunciado (y, en general, molesto) que durante la bajada de la regla.
Además, las areolas se oscurecen y se forman en ellas unos pequeños bultos: son pequeñas glándulas, llamadas tubérculos de Montgomery, que comienzan ya entonces a preparar los pechos para la lactancia.
Algunas mujeres sufren un pequeño sangrado vaginal, que en ocasiones se confunde con la regla. Sin embargo, la cantidad de sangre que se pierde en este caso es mucho menor y es de un color algo diferente, rosado o amarronado. Se produce unos días después de la fecundación, como resultado de la rotura de algunos conductos sanguíneos durante el viaje del embrión desde la trompa de Falopio hasta el útero.
Este sangrado es normal y no tiene ninguna consecuencia. Pero si se origina en gran cantidad o se acompaña de dolor, hay que acudir de inmediato al médico, porque podría tratarse de un aborto espontáneo u otro problema.
Este es otro de los síntomas más frecuentes de los primeros tiempos del embarazo. Es normal creer que se debe a alguna comida que haya sentado mal, u otro motivo similar, pero conviene que la mujer que sufra estas náuseas (o incluso vómitos) deba estar atenta a la posibilidad de que lleguen acompañadas de otros de estos síntomas que se tratan en este artículo
La sensación de mayor cansancio del habitual también es típica de las primeras semanas de la gestación. Se debe a varios factores: el aumento de la temperatura basal (la del cuerpo al despertarse, antes de levantarse y desayunar), la aceleración del ritmo cardiaco y la menor tensión arterial.
Además de más cansancio, también es normal que la embarazada tenga más sueño. Al igual que las náuseas, también estas sensaciones pueden hacer pensar no en una gestación, sino en otros factores, como una mayor actividad en esos días.
Los cambios de humor también son frecuentes durante el embarazo. Se deben a la «revolución hormonal» que el cuerpo de la mujer experimenta a partir del mismo momento en que se produce la fecundación. Por supuesto, los estados de ánimo cambiantes -que pueden ser positivos o negativos- también se pueden atribuir a otros motivos, o incluso variar sin razón aparente.
Pero la causa puede ser esta: una gestación todavía inadvertida. Esto, sumado al mayor cansancio y a las náuseas, a veces genera un malestar como el que tiene una persona cuando está a punto de constiparse o sufrir alguna enfermedad parecida.
La necesidad de ir más veces al baño también se corresponde con cambios hormonales, ya que en el cuerpo de la mujer aumenta el nivel de líquidos. Otra causa de tener más ganas de orinar (aunque esto tiene mucha mayor influencia según avanza el embarazo) es que el útero, al incrementar cada vez más su tamaño, ejerce presión contra la vejiga.
Las hormonas, una vez más, son las responsables de que, durante la gestación, se agudicen algunos sentidos. La percepción de los olores cambia: la futura madre nota aromas que, por lo general, le pasan inadvertidos o le generan repulsión y rechazo perfumes a los que está acostumbrada.
Con los sabores pasa algo parecido, y de esto se derivan los famosos «antojos», esos deseos muy pronunciados de comer algo en particular que desde siempre se atribuye a las embarazadas.
Además de conocer los principales síntomas que aparecen al estar embarazada, cuando no sabes si lo estás o no surgen otras muchas dudas. A continuación, tratamos de dar respuesta a algunas de las más frecuentes, como en qué momento puedes hacerte un test o cuántos días de retraso son normales para saber si es un embarazo o la menstruación.
No tengo síntomas de embarazo pero no me baja la regla… ¿Qué me pasa? Lo cierto es que los síntomas son muy similares, y quizás lo que a veces crees que son signos de la regla es un embarazo. Es muy difícil diferenciarlo, aunque como ya se ha citado hay pequeños signos que revelan un posible embarazo:
En primer lugar, debes conocer de la manera más exacta posible el ciclo de tus reglas (hay mujeres que menstrúan cada 28 días y otras cada 31 o 32…). Una vez conocido, si hay más de cinco días de retraso respecto a la fecha que esperabas la bajada, se puede hablar de regla tardía pero dentro de lo normal.
Si pasa más de una semana (entre 8 y diez días) deberás ir al médico para saber tanto si estás embarazada como si el retraso se debe a algún problema ginecológico.
Es frecuente tener cólicos o calambres menstruales antes de que baje la regla, pero es cierto que a veces también se sienten en el embarazo. En este caso, se sienten levemente en la parte baja del estómago o la espalda baja.
En ambos casos, periodo y embarazo, el pecho nota muchos cambios, que son muy similares:
🔺 Menstruación: puedes tener una sensación de pesadez en los senos con sensibilidad y un dolor intenso y sordo
🔺 Embarazo: puedes sentir dolor o senos muy sensibles al tacto.