Salmon ahumado durante el embarazo: Las ventajas de comer salmón ahumado en el embarazo

Salmon ahumado durante el embarazo: Las ventajas de comer salmón ahumado en el embarazo

Salmón y embarazo: ¿una combinación peligrosa?

El salmón ahumado o crudo no debe consumirse durante el periodo de gestación. El riesgo por hacerlo es muy alto y no vale la pena. No es así con el salmón cocinado, pues el proceso de preparación es otro y elimina cualquier bacteria que pudiera ser peligrosa.

Entre las embarazadas es muy común la preocupación sobre lo que se puede o no consumir durante este período. Es importante saber que el salmón ahumado o crudo es potencialmente peligroso y que no se trata de un mito, es un hecho comprobado.

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Salmón y embarazo: ¿Una combinación peligrosa?

El salmón ahumado o crudo y el embarazo son una combinación peligrosa. Los síntomas en la madre pueden ser muy leves o incluso pasar inadvertidos unas horas después del consumo, pero los efectos para el bebé pueden resultar muy graves en algunos casos.

Aunque es un tema que todavía al día de hoy genera confusión, la verdad sobre esto es que el salmón ahumado es pescado crudo, y esto lo convierte en uno de los alimentos prohibidos durante el embarazo junto con otros tipos de carne crudos.

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¿Por qué el salmón ahumado está contraindicado y el salmón cocido no?

El salmón ahumado es potencialmente dañino debido a que está crudo. Por el contrario, el salmón cocido se encuentra fuera de riesgo, pues al cocinarlo y exponerlo a altas temperaturas se matan las bacterias peligrosas.

Al igual que las carnes crudas o que otros productos ahumados, el salmón ahumado puede llevar bacterias o parásitos. Estos pueden afectar a la madre e incluso al bebé.

Algunos estudios han tratado de demostrar que los productos ahumados son seguros para durante el embarazo. Concluyen que los parásitos y las bacterias no pueden sobrevivir más de 14 meses en el alimento.

Pero la mayoría de los doctores no aconsejan e incluso prohíben el consumo de salmón ahumado. No es así con el salmón cocido, pues de hecho aporta omega 3, que beneficia tanto a la madre como al bebé.

Debido a estas diferencias que pueden ocasionar confusiones, y es que el salmón cocido sí puede consumirse en el embarazo. Otra opción es congelar. Tanto si es ahumado como si no, congelando mueren todos los parásitos y bacterias.

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Problemas derivados del consumo de salmón ahumado

El consumo de salmón ahumado o crudo puede provocar listeriosis o anisakis. Cualquiera de estas dos enfermedades son potencialmente peligrosas tanto para la madre como para el bebé. Por esta razón es que se desaconsejan ciertos alimentos durante el período de gestación.

Cualquiera de estas dos infecciones pueden ser fatales para el bebé. En ambos casos la madre puede presentar síntomas leves o graves, pero normalmente no hay consecuencias graves. El problema principal radica en el daño al bebé.

1. Listeriosis

La listeria es una bacteria que se encuentra en el agua y en carnes y pescados crudos, verdura y frutas y leche. Si cualquiera de estos no es lavado adecuadamente (o cocinado en el caso de carnes y pescados), se puede contraer listeriosis.

La listeriosis puede provocar en la madre ligeros síntomas después de haber consumido algún alimento contaminado. En algunos casos provoca fiebre, diarrea, mareos y dolores musculares y de cabeza.

Sin embargo el verdadero problema es para el bebé. Puede llegar a causar muerte fetal o parto prematuro. Otra posibilidad es que provoque septicemia, que es una infección que causa secuelas. Así, es importante que si la madre presenta algún tipo de malestar acuda de inmediato al médico.

En estas ocasiones hay que realizar estudios para confirmar el diagóstico y prescribir los antibióticos adecuados. Esto permite combatir la infección en etapas tempranas evitando mayores complicaciones.

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2. Anisakis

Otro riesgo de consumir salmón ahumado o crudo es el contagio de anisakis. Aunque el anisakis no es tan dañino para el bebé como lo puede ser la listeriosis, cualquier infección durante puede derivar en complicaciones que es mejor evitar.

El anisakis es un gusano que puede causar una grave infección estomacal. Aunque esto no es grave para el bebé, sí puede serlo para la madre e incluso puede poner en riesgo el embarazo si la infección evoluciona y se agrava.

Estos gusanos se alojan en los intestinos una vez ingerido pescado infectado, causando problemas digestivos o alergias. En los casos leves se puede tratar la infección con antibióticos y antihistamínicos eliminando todo riesgo para madre y bebé.

Sin embargo, esta infección estomacal provocada por el anisakis ha llegado a ocasionar peritonitis u obstrucción intestinal. En estos casos se requiere una intervención quirúrgica que pone en alto riesgo el embarazo.

El riesgo de infección a la madre es razón suficiente para evitar la que este gusano entre en el cuerpo, pues llega a comprometer la salud de la madre y el hijo.

Medidas de prevención

La mejor prevención es eliminar el consumo de salmón ahumado o crudo durante el embarazo. Este alimento se puede sustituir por salmón cocido que no representa mayor riesgo. Otra sugerencia es preparar el salmón ahumado sometiéndolo también a cocción.

Algunos doctores y matronas sugieren que para consumir salmón ahumado o crudo, éste se congele antes durante tres días. De esta forma se eliminan los riesgos de contraer anisakis o listeriosis. Sin embargo, hay quienes aun así desaconseja su consumo.

Por estas razones la mejor recomendación es evitar o eliminar su consumo durante todo el periodo de gestación y lactancia. Lo mejor es platicar con tu médico y seguir sus recomendaciones para no correr ningún tipo de riesgo innecesario.

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Referencias bibliográficas
  • Audicana, M. T. y Kennedy, M.W. (2008). Anisakis Simplex: From Obscure Infectious Worm to Inducer of Immune Hypersensitivity. Clinical Microbiology Reviews, 21 (2), 360–379.

  • Berger, S.A. y Marr, J.S. (2006). Human Parasitic Diseases Sourcebook. Jones and Bartlett Publishers: Sudbury, Massachusetts.

  • Montalto, M., Miele, L., Marcheggiano, A., Santoro, L., Curigliano, V., Vastola, M. y Gasbarrini, G. (2005). Anisakis infestation: a case of acute abdomen mimicking Crohn’s disease and eosinophilic gastroenteritis. Digestive and Liver Disease, 37 (1), 62–64.

Beneficios del consumo de salmón durante el embarazo

Hace años que se debate y se estudia sobre los efectos del pescado durante el embarazo, cuántas piezas son saludables, de qué tipos de pescados… Y las recomendaciones no son siempre las mismas como hemos visto últimamente. Un nuevo estudio ha querido comprobar los beneficios de comer salmón durante el embarazo.

En nuestro repaso sobre los pescados que se puede comer durante el embarazo ya incluíamos el salmón, una especie de pescado azul rica en Omega-3 y que no resultaría perjudicial como otros pescados azules que acumulan mercurio y que se ha recomendado no consumir durante el embarazo, la lactancia e infancia.

Pero el salmón es un pez más pequeño, y además existen variedades de piscifactoría que minimizarían el riesgo de acumular metales pesados en el organismo y que podrían resultar perjudiciales para la madre o el feto.

Científicos de la Universidad de Granada han demostrado que el consumo de dos piezas de salmón de piscifactoría a la semana durante el embarazo resulta beneficioso tanto para la salud de la mujer como para la del niño.

El estudio sobre el salmón durante el embarazo

La investigación, enmarcada dentro de un proyecto financiado por el VI Programa Marco de la Unión Europea denominado “The Salmon in Pregnancy Study” (SiPS), revela que el consumo de salmón aumenta, tanto en las mujeres como en sus recién nacidos, el nivel de ácidos grasos omega 3, y mejora las defensas antioxidantes de ambos debido a los niveles de selenio y retinol contenidos en el pescado.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores seleccionaron una muestra aleatoria de mujeres embarazadas con un bajo consumo de pescado. Estas mujeres se dividieron en dos grupos: el grupo Control, que continuó con su dieta habitual, y el grupo Salmón, que incorporó a su dieta dos porciones de salmón “hecho a medida”, desde la semana 20 del embarazo hasta dar a luz.

Este salmón se caracteriza por haber sido criado en piscifactoría pero con una dieta controlada, usando ingredientes selectos (aceites y alimentos de origen vegetal como algas y zooplancton), de tal forma que es rico en ácidos grasos omega 3 de origen vegetal. Además, contiene vitaminas antioxidantes como las vitaminas A y E, selenio y muy bajos niveles de contaminantes.

Los científicos comprobaron mediante distintas muestras que las mujeres embarazadas que normalmente presentan una baja ingesta de pescado, cuando consumen dos porciones de salmón a la semana aumentan el contenido de ácidos grasos omega 3, tanto en ellas como en sus recién nacidos, y consiguen alcanzar la ingesta mínima recomendada para estos ácidos grasos.

Además, el consumo de dos porciones de salmón a la semana durante el embarazo no aumenta el estrés oxidativo: la mejora de las defensas antioxidantes podría ser útil para prevenir y/o reducir el estrés oxidativo adicional asociado al embarazo normal.

Por último, el consumo de salmón de piscifactoría a la semana, por parte de las mujeres embarazadas del estudio, no afecta negativamente al sistema de defensa antioxidante, al metabolismo de los hidratos de carbono o de lípidios de sus recién nacidos.

Beneficios del omega 3 durante el embarazo

Los ácidos omega-3 ayudan a controlar la presión arterial, reduce la tasa de colesterol y mejoran las funciones cardíacas. Contribuye a un mejor desarrollo cognitivo del bebé ya que son esenciales para el desarrollo cerebral del bebé y reduciría sus resfriados, mientras que previene la depresión de la madre.

Todas las variedades de pescado azul contienen omega-3. De las fuentes de proteína, el pescado representa el alimento por excelencia. También aporta calcio, hierro, vitaminas A, B1, D y E, cinc… Además el consumo de pescado azul de mar (como del blanco) aporta yodo.

Recordemos que aparte de llevar una dieta variada y equilibrada (no comeremos pescado todos los días, ni el mismo pescado siempre), para obtener los beneficios del omega3 existen muchos otros alimentos, pero si hablamos de pescado y excluímos los que acumulan exceso de mercurio, el salmón es una buena opción.

Además tendríamos atún blanco, las sardinas, los arenques, la caballa, boquerón o bocarte, salmonete, anguila, jurel o chicharro común, verdel, palometa, trucha marina, cazón…… En definitiva, pescados más pequeños que no acumulan mercurio. No obstante, hemos de advertir que las variedades ahumadas, en salazón o marinadas conllevan el riesgo de estar contaminadas por el parásito anisakis, por lo que mejor optar por variedades cocinadas.

Además, si queremos variar y optar por alimentos distintos al pescado, existen alternativas para tomar Omega-3 en otros alimentos, como las semillas de lino (que además ayudan a evitar el estreñimiento), los cañamones, las nueces (también ricas en vitamina E y cobre) y las semillas o pipas de calabaza, alimentos enriquecidos…

En definitiva, existen muchas opciones para tomar Omega-3 y beneficiarse de sus ventajas, y parece confirmarse que consumir dos piezas de salmón a la semana es bueno para la salud de las embarazadas y sus bebés según este nuevo estudio.

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