La infancia de los niños es el momento de la vida en que más crece una persona (lógico si tenemos en cuenta que nacen midiendo 50 cm) y, dentro de la infancia, el primer año es cuando este crecimiento es mayor, ya que en tan solo doce meses alcanzan una talla de cerca de los 75 cm.
Algunos crecen más, otros menos, algunos serán altos y otros bajos, y así empiezan a conformarse las primeras diferencias entre los bebés.
Vamos a ver con esta entrada cómo y cuánto crecen los niños y las niñas durante su infancia para conocer qué podemos esperar, qué podría influir en el crecimiento y qué factores no influyen (pese a que muchas personas creen que sí lo hacen).
La talla media de los niños al nacer es de 49,9 cm y de 49,1 cm en el caso de las niñas. Pero claro, esto es la media y parece que todo lo que esté alejado de ella no es normal.
Para aclarar esto diré que el percentil 1 de los niños recién nacidos es 45,5 cm y el percentil 99 es 54,3 cm. Esto quiere decir que cualquier niño con una altura de entre 45,5 cm y 54,3 cm es considerado, a priori, como un niño normal (¡y hay nada menos que 9 cm de diferencia!).
Si hablamos de niñas, el percentil 1 es 44,8 cm y el percentil 99 es una talla de 53,5 cm, siendo también tallas normales las que se comprenden entre esos valores.
Quizás he empezado con mucha teoría y algunos ya os habéis quedado con la primera duda acerca de los percentiles. Hago este inciso para explicar qué son.
Percentil significa porcentaje. Cuando hablamos de percentil es como decir “per cientil” (por ciento) y por eso en las tablas se habla de valores entre 0 y 100.
Para hacer las gráficas de crecimiento se miden a miles de niños sanos de diferentes edades y a partir de los datos obtenidos se crean las tablas en las que se observa el crecimiento esperado.
Haciendo un ejemplo de esto, diríamos que se cogen 100 niños sanos y se ordenan en fila, de más bajo a más alto.
Si te dicen que tu hijo está en el percentil 10, te están diciendo que está en la posición 10, habiendo 90 niños más altos que él y 9 más bajos.
Por el contrario, si te dicen que tu hijo está en el percentil 97, te están diciendo que 3 niños son más altos que tu hijo y 96 son más bajos.
Como hemos dicho que los 100 niños son sanos, el que esté en uno u otro puesto tiene poca relevancia en un momento concreto. Lo verdaderamente importante es valorar qué evolución tiene un niño con el paso del tiempo.
Si con un mes está en el percentil 97, pero con 5 meses está en el percentil 3, el niño estará dentro de las gráficas igualmente, pero la evolución será un déficit de crecimiento que debe ser estudiado (esto quiere decir que la frase “mientras esté dentro de las curvas no hay problema” no tiene sentido).
Para acabar el tema de los percentiles, las gráficas de crecimiento que utilizan los pediatras tienen como valores límite los percentiles 3 y 97, que marcan el punto de inflexión en el que quizás habría que mirar si realmente pasa algo.
Estar fuera de la gráfica no significa no ser normal o estar enfermo, ya que el percentil 1 y 2 y los percentiles 98 y 99 pueden seguir siendo niños sanos que forman parte de esos 100 niños que pusimos en orden, sin embargo algunos de los niños que no podrían tener alguna patología también estarían en estos percentiles y por eso hay que dedicar más atención a todos los niños que se salen de las curvas (y más atención no significa forzosamente tener que hacer analíticas y pruebas, aunque si se sospecha déficit de crecimiento por alguna posible enfermedad, mejor descartar posibles problemas).
Volviendo al tema que tratamos, durante el primer año crecen una media de unos 25 cm (la mitad de lo que medían al nacer) llegando a medir los niños una media de 75,7 cm (70,2 cm los que están en el percentil 1 y 81,3 cm en el percentil 99) y las niñas una media de 74 cm (68 cm las que están en el percentil 1 y 80 cm las que están en el percentil 99).
Este crecimiento no es uniforme, sino que es mayor en los primeros meses. Por poner algunos datos y cogiendo como referencia la media (aunque todos, más altos o más bajos tienen un crecimiento similar), en el primer mes un bebé niño crece unos 4,8 cm, en el segundo unos 3,7 cm, en el tercero unos 3 cm, en el cuarto unos 2,5 cm, en el quinto unos 2 cm, en el sexto unos 1,7 cm (sumando los seis primeros meses unos 17,7 cm de los 25 que crecen el primer año), en el séptimo unos 1,6 cm, en el octavo unos 1,4 cm, en el noveno unos 1,4 cm también, en el décimo unos 1,3 cm, en el decimoprimero unos 1,2 cm y en el duodécimo unos 1,1 cm.
Qué buena pregunta (y eso que la hago yo mismo). Pues de nada. No sirve de nada porque los bebés, afortunadamente (o desafortunadamente, según se mire), no son robots que crezcan todos del mismo modo y en el mismo momento.
Los patrones de crecimiento son líneas que marcan una evolución esperada en el tiempo, pero “en el tiempo” no significa mes a mes, sino a más largo plazo.
Todas las medidas que os he dado mes a mes sobre el crecimiento de los bebés varones son medias, medidas en las que unos niños estarán en un mes y dejarán de estarlo al siguiente para quizás volver a entrar meses después.
Hay niños que el primer semestre crecen muchísimo y luego dejan de hacerlo (quizás habían tomado carrerilla), hay otros que crecen poquísimo al principio pero luego cogen velocidad. Otros crecen 4 o 5 centímetros un mes y luego crecen milímetros el siguiente mes para volver a crecer otros 4 o 5 centímetros al siguiente y otros crecen poco durante su infancia pero luego siguen creciendo en la postadolescencia cuando otros ya hace tiempo que dejaron de crecer.
En definitiva, lo importante es ver que, en general, están creciendo de un modo más o menos uniforme, pero dejando margen a la naturaleza a actuar. Si un mes un bebé no crece lo que se espera de él, se puede (y debe) esperar porque lo más probable es que en dos o tres semanas, o incluso en el mes siguiente, gane altura.
Si en cambio parece que hay un estancamiento que podría continuar con el tiempo (2-3 meses sin crecer apenas nada), es necesario investigar posibles causas para poner remedio.
Como es un tema un poco largo lo finalizaremos mañana hablando de cuánto crecen el resto de años, de qué factores influyen en el crecimiento y de cuánto medirá en la edad adulta.
Fotos | Flickr – OakleyOriginals, Ccarlstead, Raúl A.
En Bebés y más | ¿Cuánto medirá?, Interpretación de las tablas de peso y crecimiento por Carlos González (I), Velocidad de crecimiento en los niños
Ver crecer a tu pequeño durante su primer año de vida es una experiencia llena de emociones. Crece y adquiere nuevas habilidades con una rapidez asombrosa. Pero cada niño tiene su propio ritmo. ¿Cómo podemos estar seguros de que está creciendo bien? Continúa leyendo.
El primer parámetro que utilizamos para medir y para saber si un bebé está creciendo lo suficiente es el peso.
El crecimiento de los recién nacidos no sólo se refiere al aumento de peso, sino también a la altura y al perímetro cefálico del niño.
Esto es limitarse sólo a los factores físicos, que son, los primeros indicadores de un bebé sano. Sin embargo, el término “crecimiento” es muy amplio e incluye mucho más, por ejemplo, las habilidades motoras y cognitivas que el bebe adquiere en los primeros meses.
Según las curvas de crecimiento de la OMS, el peso de un bebé en los tres primeros meses de vida puede aumentar aproximadamente entre 400 y 600 g al mes.
El punto de referencia insustituible cuando se trata de la salud de tu pequeño es el pediatra. Te aconsejamos que acudas a él para cualquier duda que tengas sobre el crecimiento.
Ten siempre presente que no todos los niños crecen de la misma manera y que no debes detenerte en las comparaciones con otros niños de la misma edad.
Lo importante es que tu hijo engorde con regularidad y no se desvíe demasiado de las pautas de crecimiento medio de los niños.
Podemos remitirnos a las tablas de la Organización Mundial de la Salud, elaboradas a partir de datos estadísticos recogidos en diferentes países.
Para darte una referencia media sobre el aumento de peso semanal, considera que tu bebé necesitará crecer unos 150 g por semana.
Sin embargo, éste no es un criterio infalible para medir el crecimiento de tu bebé, porque el aumento de peso puede variar de una semana a otra, incluso con grandes fluctuaciones. Por ejemplo, en una semana el bebé puede ganar 80 g, y en la siguiente 200 g.
Lo realmente importante es que siga creciendo regularmente de semana en semana. La cantidad depende de cada niño.
Según las tablas de crecimiento de la OMS, en los tres primeros meses de vida un bebé puede aumentar su peso de 400 a 800 g al mes.
A partir de los 3 meses, los bebés comienzan a reducir su ritmo de crecimiento.
Con la lactancia materna se plantea la cuestión de si el bebé come lo suficiente. Aunque no faltan referencias objetivas en las que basarse, la cantidad de leche ingerida no se puede medir matemáticamente como en el caso de la leche en polvo.
En los primeros meses, puede ocurrir que el bebé aumente repentinamente la demanda de ser amamantado, por lo que la frecuencia de las tomas aumenta considerablemente.
En estos casos, la primera reacción de la madre es de alarma: ¿significa esto que su leche no es suficientemente nutritiva?
En absoluto, es un comportamiento fisiológico que sirve para aumentar la producción de leche materna para compensar lo que se llama picos de crecimiento del bebé Los bebés no crecen de forma lineal, sino que a veces este ritmo aumenta exponencialmente y luego disminuye.
Verás que al cabo de uno o dos días las tomas retoman su ritmo normal.
Además del peso, también hay que controlar el perímetro cefálico y la longitud del niño.
El crecimiento medio de la longitud es de unos 2,5 cm al mes, mientras que el perímetro cefálico es de unos 1,3 milímetros al mes en los primeros seis meses.
La estatura media al nacer es de unos 50,5 centímetros en el sexo masculino y 49,5 en el sexo femenino; al final del primer año de vida, el recién nacido debería alcanzar los 70 centímetros (la longitud al nacer aumenta aproximadamente un 50%).
El desarrollo mental de un niño va de la mano de su desarrollo motor, es a partir del aprendizaje de nuevos movimientos y juegos que se desarrollan sus habilidades cognitivas.
Al igual que el crecimiento físico, el desarrollo psicomotor no es igual en todos los niños.
No es importante que aprenda a sentarse, a agarrar objetos o a gatear antes que los demás, lo importante es que consiga sus objetivos, siempre que los retrasos respecto a la media no sean excesivos. Si tienes dudas sobre el crecimiento motor y cognitivo de tu hijo, ponte en contacto con su pediatra lo antes posible.
¿Cuál es la trayectoria de crecimiento psicomotor de un bebé?
Desde las primeras semanas, comienza a interactuar con su entorno, reaccionando a las personas, los sonidos, los colores y las formas.
A las seis semanas empieza a emitir sus primeros sonidos y a sonreír a papá y mamá. Sigue mejor los objetos de colores brillantes con los ojos y comienzan los primeros intentos de agarrarlos.
A los cuatro meses emite gritos y parloteos en respuesta a los estímulos y se vuelve más sociable y juguetón. Poco a poco adquiere la capacidad de mantenerse erguido por sí mismo y aprende a cambiar de posición.
Para estimular su desarrollo psicomotor hay muchos juegos simples y divertidos para jugar con él, como los sonajeros y el tiovivo.