En los primeros meses de vida, el bebé está protegido por las defensas que su madre le transfirió durante el embarazo y la lactancia. Así, no tiene por qué resfriarse más que ella, sobre todo si quienes le cuidan tienen presente que la principal vía de contagio de los resfriados y de la mayoría de infecciones no es el aire, sino las manos. Por ello, no basta con evitar respirar o toser encima del pequeño: cualquier persona que haya estado resfriada (o que haya limpiado los mocos a un niño acatarrado) debe lavarse bien las manos antes de tocar a un bebé. Conoce los síntomas del resfriado y qué hacer si tu peque los tiene.
«Mi bebé tiene tos y mocos», «mi bebé respira como si tuviera flemas», «a mi bebé le ronca la garganta»… Estas son algunas de las dudas más frecuentes entre los padres y las madres, y casi todas las respuestas apuntan en una dirección: el peque tiene un resfriado.
Los resfriados son, a todas las edades, las infecciones más corrientes. Y aunque sus manifestaciones clínicas son bastante similares entre sí, pueden variar la duración, intensidad y localización de las molestias que ocasionan, dependiendo del virus que los produce, y de la propia naturaleza y sensibilidad del niño.
Estornudos, mucosidades, obstrucción nasal, malestar, quizá fiebre y tos (primero seca e inútil y luego más húmeda y productiva), componen el conjunto de síntomas de unos procesos que, salvo complicaciones, no requieren más tratamiento que su alivio.
Estornudos
Son el primer aviso de los resfriados y el signo más evidente de la actividad de los virus que los causan. Algún estornudo aislado solo es una muestra de la sensibilidad de la mucosa nasal de los bebés, pero si hay más, debemos prestar atención.
Mocos
Al principio los mocos son transparentes, pero poco a poco se espesan y se vuelven amarillentos.
Luego, recorren el camino inverso hasta desaparecer, en un plazo de 8 o 10 días. Si persisten amarillos durante más de 10 días consecutivos, podrían indicar una sobreinfección por bacterias.
Obstrucción nasal
Junto con la tos, es el síntoma más molesto de los resfriados, especialmente para el bebé, que cuanto más pequeño es, menos sabe respirar por la boca. La obstrucción se debe a la excesiva mucosidad, que llena las fosas nasales, pero también al edema o hinchazón de sus paredes. La mucosidad puede aliviarse haciendo lavados nasales, pero el edema no puede resolverse por más suero fisiológico que se emplee.
Ronquidos y ruidos nasales
Tos
Respiración ruidosa
Sin embargo, este último síntoma no siempre está ligado a la bronquitis.Fiebre
Cuanto más intensos sean los signos de congestión de las vías respiratorias altas, los estornudos y la obstrucción nasal, más razonable será que el niño tenga fiebre, incluso alta.
En este caso, siempre es recomendable acudir al médico. De hecho, la fiebre es uno de los 8 motivos de consulta urgente con el pediatra.
👶 Si tu bebé se resfría, lo más importante es tener paciencia y prestar atención a la evolución de los síntomas. En general, los resfriados cumplen su ciclo y las molestias remiten una vez que termina.
👶 Pero no siempre es así. La fiebre, la tos excesiva (que despierta al bebé), los ruidos en el pecho que no desaparecen con un cambio de posición y una mucosidad que no remite merecen una visita al pediatra.
👶 En el caso de los más pequeños (bebés de 1 mes o 2 meses), es recomendable acudir al médico ante los primeros síntomas para descartar otras enfermedades.
Los expertos de Mayo Clinic explican que el tratamiento para el resfriado común en los bebés pasa, sobre todo, por el alivio de sus síntomas. Así, algunas cosas que podemos hacer son las siguientes:
Imagen: N8tr0n
Es normal que las madres primerizas no sepan cómo quitar la congestión nasal de su guagua, lo cual puede ser un motivo de ansiedad. Ya que este malestar puede llegar a ser tan incómodo tanto para ti, que sufres al ver a tu guagua indispuesto, como para el bebé, que es quien padece las molestias que le impiden, incluso, hasta comer y dormir.
En vista de este problema tan común entre los bebés, hoy en Sacaleches.cl queremos compartir contigo toda la información sobre lo que es la congestión nasal y cómo eliminarla con remedios efectivos y al alcance de todos.
Y ¿qué es la congestión nasal en bebés? Bien, esta es la aflicción que se presenta con taponamiento de sus fosas nasales, impidiendo el paso del aire normal hacia sus pulmones.
Dicho taponamiento u obstrucción se ocasiona por la inflamación de los tejidos nasales y por la acumulación de secreciones líquidas o secas, de acuerdo al avance o nivel en el que se encuentre la congestión nasal.
La causa de la inflamación y la secreción nasal se debe a diferentes patologías, entre las que destacan las alergias a diferentes factores ambientales y microorganismos como los ácaros; o virus como la gripe.
En cualquiera de los casos debes prestar mucha atención y actuar rápidamente para descongestionar a tu guagua, ya que este problema desmejora notablemente su estado de ánimo y, de no solucionarse prontamente, la situación de salud de tu bebé puede complicarse gravemente.
Quien mejor sabe cómo quitar la congestión nasal en tu guagua es el pediatra, sin lugar a duda. Pues él es quien podrá ayudarte a descubrir la raíz de esta patología, y te indicará qué factores debes aislar del entorno del bebé para curar y prevenir que reincida la patología.
Sin embargo, además de evitar los factores desencadenantes de la congestión nasal en tu guagua, es importante que tengas a mano algunos remedios que pueden funcionar para aliviar la congestión nasal de tu bebé y ayudarlo a superar esta molestia.
La composición del suero fisiológico ayuda a desinflamar y destapar las fosas nasales, por esta razón es uno de los remedios más efectivos para la congestión nasal en niños. Este se usa de la siguiente forma:
Este remedio suele ser uno de los más recomendados por los pediatras, por ser inofensivo y muy efectivo, siempre que lo realices con cuidado y no maltrates a tu bebé mientras lo practicas.
El siguiente remedio es el spray nasal, que contiene una solución similar a la del suero fisiológico, con la ventaja de tener un aplicador anatómico, más fácil y cómodo de usar sobre las fosas nasales de tu guagua. La postura de tu bebé y la forma de aplicación del spray es la misma que se emplea para aplicar el suero.
Si te inclinas por esta opción, te recomendamos el spray nasal Nariklin, el cual está elaborado con agua de mar; una potente solución para destapar, desinflamar y tratar las secreciones en las membranas nasales. Además, tiene un aplicador diseñado especialmente para la delicada nariz de tu guagua.
Una de las herramientas mecánicas más prácticas para retirar todas las secreciones que tu bebé expulsa o retiene en su nariz es el aspirador o aspiradora nasal. Existen diferentes modelos, entre los que sobresalen el tipo pera y el tipo tubo o manguera. En ambos diseños se usa la succión segura y efectiva para extraer de la nariz de tu guagua el moco en diferentes estados de densidad.