Cada cuantos minutos dan las contracciones: Las contracciones de parto: ¿cómo distinguirlas de las preliminares? – inatal

Cada cuantos minutos dan las contracciones: Las contracciones de parto: ¿cómo distinguirlas de las preliminares? – inatal

¿Cómo se sienten las contracciones?

¿Cómo se sienten las contracciones? ¿Cuándo debería comenzar a cronometrar las contracciones? ¿Cuánto duran las contracciones? ¿Qué puedes hacer durante las contracciones?

Después de meses de contracciones de Braxton Hicks y semanas de parto prodrómico, llegará al “evento principal” de tu embarazo. ¡Pronto tendrás a tu bebé!

Es emocionante, desesperante, intimidante y estimulante a la vez.

¿Pero cómo comenzará? ¿Cómo podrías saber que has empezado el trabajo de parto?

Ya sabes que el parto generalmente comienza con contracciones, pero ¿cómo se sienten las contracciones?
En esta publicación, te lo contaremos para que sepas qué esperar cuando llegue el momento.

¿Qué son las contracciones?

Antes de responder la pregunta <em cómo se sienten las contracciones, primero necesitamos saber qué es una contracción.

Como su nombre lo indica, cuando tienes una contracción, tu útero se tensa o se contrae y luego se relaja y relaja. Es similar a cuando flexionas tu bíceps y luego te relajas. (¡El útero, después de todo, es un músculo!)

Sin embargo, a los 9 meses de embarazo, el útero es el músculo más grande en el cuerpo de una mujer, lo que puede hacer que la contracción se sienta con bastante … intensidad.

Las contracciones son la manera como tu cuerpo se prepara para el nacimiento de tu bebé, y lo ayudarán a empujar a tu bebé.

Hay diferentes tipos de contracciones, ¡ya llegaremos a eso! Y no todas son incómodas. Sin embargo, existe una gran diferencia entre las “contracciones de práctica” y las verdaderas contracciones de parto.

Del mismo modo, cada mama experimenta contracciones de diferentes maneras, por eso es todo un desafío describir lo que sienten. También, los nacimientos posteriores generalmente son mucho más rápidos que los primeros partos.

Aunque puedes llegar a sentir contracciones con diferentes niveles de intensidad, necesitas saber que tu cuerpo simplemente está haciendo su trabajo: llegar a un punto seguro para dar a luz a tu bebé.

¿Cómo se sienten las contracciones?

Las contracciones pueden sentirse como un calambre menstrual muy fuerte o un endurecimiento de la parte inferior del abdomen.

A medida que avanzas en tu trabajo de parto, las contracciones pueden comenzar como si fueran un calambre menstrual de bajo nivel y se volverán más fuertes e intensas a medida que avanza el trabajo de parto.

Una vez que estés completamente dilatada y tu bebé comience a descender hacia la pelvis, sentirás más presión en la parte inferior de la pelvis, la vagina y el ano.

Algunas mamás comparan esta sensación de trabajo de parto con una evacuación intestinal descomunal, lo que tiene sentido porque los músculos utilizados para evacuar son los mismos que se usan para expulsar al bebé.

Al igual que el embarazo, cada experiencia de parto es diferente. La señal más segura de que estás experimentando verdaderos dolores de parto es que aumentan regularmente en intensidad y frecuencia.

¿De qué se trata el parto en la espalda??

Según como sea posición de tu bebé en tu útero, sera cómo son las contracciones. (¿Te preguntas cómo se posiciona exactamente tu bebé? Prueba el mapeo del vientre.)

Cuando el bebé tiene el “lado soleado hacia arriba” o el occipucio hacia atrás, es posible que experimentes dolor de espalda debido a que la cabeza del bebé empuja tu columna vertebral.

No importa cómo este posicionado el bebé, es probable que sientas el útero contraerse y relajarse de nuevo con cada ola de contracciones. Dado que el útero es el músculo más grande en el cuerpo de una mujer (source), podrás sentir los calambres en cualquier lugar desde lo más profundo de tu abdomen, los lados de tu cuerpo y, sí, haasta en tu espalda.

Contracciones prodromales

Antes de sentir las verdaderas contracciones de parto, puedes tener lo que se conoce como contracciones prodrómicas. Estas contracciones tienen nombres diferentes, -parto falso o pre-parto más comúnmente-, pero nunca son el “verdadero”.

Muchas mujeres creen que las contracciones prodrómicas son las contracciones del parto, y corren al hospital o al centro de maternidad, solo para que las envíen de regreso a casa.
La diferencia importante entre las contracciones prodrómicas y las contracciones regulares es que prodromal las contracciones prodrómicas no aumentan su frecuencia o intensidad como lo hacen las contracciones de parto. Es posible que aumenten su frecuencia o se fortalezcan a lo largo del día, pero rara vez se producen cada cinco minutos y no se desarrollan para dar lugar a un parto real ni dilatan el cuello uterino.

Los expertos no están seguros qué causa las contracciones prodrómicas. Algunas veces, puede provocarlas el permanecer demasiado tiempo de pie, tener un largo día de trabajo o estar demasiado estresada.

Si experimentas estas contracciones, la mejor manera de hacerlas desaparecer es descansando. Tan frustrante y agotador como puede ser, el parto prodrómico es solo la forma natural que tiene tu cuerpo de prepararse para el verdadero parto.

Contracciones de Braxton Hicks

Las contracciones de Braxton Hicks son otra forma de contracción que puedes llegar a experimentar. Generalmente se llaman “contracciones de práctica” y no suelen ser dolorosas. Si notas que toda tu panza está extrañamente dura, lo más probable es que sea una contracción de Braxton Hicks.

De acuerdo con la American Pregnancy Association, las contracciones de Braxton Hicks son más comunes durante el tercer trimestre y generalmente duran entre 30 y 60 segundos (source).

A diferencia de las contracciones de parto, las contracciones de Braxton Hicks son irregulares y no aumentan de intensidad.

La mayoría de las parteras y doctores creen que estas contracciones de práctica son simplemente la forma en que tu útero se tonifica para el parto y promueve el flujo de sangre a la placenta. También pueden ayudar  help a ablandar el cuello uterino.

Si tienes una contracción de Braxton Hicks, no debes preocuparte ni llamar a tu médico. Tómate unos minutos para relajarte, pon los pies en alto o recuéstate del lado izquierdo, toma un poco de agua y las contracciones cederán.

¿Cuándo debería comenzar a cronometrar las contracciones?

Aunque, hacia el final de tu embarazo, estarás atenta a los signos de parto tomar el tiempo de las contracciones es la mejor manera de asegurarte de que sean contracciones de parto verdaderas y no una falsa alarma.

Si crees que tu parto pueda estar comenzando, presta atención a la frecuencia y la intensidad de tus contracciones.

Si tus contracciones comienzan a aparecer regularmente, necesitarás empezar a cronometrarlas. También hay algunas aplicaciones increíblemente útiles que puedes descargar que te ayudarán a tomar el tiempo de tus contracciones. Full Term es una excelente aplicación para iPhone (gratuita) y Contraction Timer es otra opción gratuita para Android.

¿Cuándo debería llamar a mi asistente de parto?

No bien tus contracciones se vuelvan regulares, llama a tu asistente de parto. Puede ser que no vaya de inmediato a tu casa, pero definitivamente querrá estar al tanto de la situación. Además, te puede brindar excelentes consejos por teléfono.

Muchas parteras nos han hecho hincapié en que es mejor llamarlas y no enviarles un mensaje de texto, ya que es fácil pasar por alto un txt.

En algún momento durante tu trabajo de parto, es probable que tu partera vaya a tu casa para guiarte durante las primeras etapas del trabajo de parto. También te acompañará al hospital o al centro de maternidad.

¿Cuándo debo ir al centro de maternidad o al hospital?

Tu asistente de parto puede ayudarte a saber cuándo es el mejor momento para dirigirte al centro de maternidad. Pero, como una guía general, sigue la regla de parto 4-1-1.

La regla de parto 4-1-1

Dirígete al centro de nacimiento cuando tus contracciones ocurran con

  • 4 minutos de diferencia
  • 1 minuto de duración (al menos)
  • Y ha sido así durante 1 hora

¿Cuánto duran las contracciones?

Una vez que comiences a tener las contracciones regulares, continuarán aumentando en frecuencia e intensidad hasta que nazca tu bebé. Lo siguiente da una idea del tiempo y las etapas del parto que experimentarás:

  • El trabajo de parto inicial por lo general dura alrededor de 8 a 12 horas (menos para los embarazos posteriores), y las contracciones se producen cada 5-30 minutos y duran aproximadamente 30 segundos.
  • El parto activo generalmente dura aproximadamente 2-3 horas, con contracciones cada 3-4 minutos y duran casi un minuto.
  • La transición es la parte más corta, pero también la más intensa del trabajo de parto, y dura de 15 minutos a una hora. Las contracciones llegarán rápidamente y durarán de 60 a 90 segundos mientras tu cuello uterino se dilata hasta 10 cm preparándose para el parto.

Nuestro libro de ejercicios Natural Labor es una gran guía para que las mamas parturientas sepan en qué fase del parto se encuentran y cómo estar lo más cómodas posible a lo largo de cada fase.

¿Qué puedes hacer durante las contracciones para controlar la intensidad?

Las contracciones son dolorosas, pero también tienen un propósito maravilloso: preparar tu cuerpo para el parto. Hay muchas opciones químicas / narcóticas de alivio del dolor pero tener un parto natural es totalmente posible c with a few ron algunas técnicas de relajación y manejo del dolor en la manga. Estas son algunas de nuestras favoritas:

  • Caminar, cambiar de posición y usar una pelota para el parto son formas excelentes de permanecer activa y ocupada durante las contracciones.
  • El masaje, la contrapresión y la acupresión son métodos de relajación que tu pareja o asistente de parto emplear para aliviar tu dolor en áreas específicas.
  • Respirar profundamente, meditar y los partos en el agua puede ayudarte a mantener la calma.
  • Mantenerte firme puede ser una herramienta poderosa para darte confianza y tener un parto natural. Nuestras tarjetas de firmeza son una herramienta perfecta que puedes llevar a la sala de parto.

¿Como responden otras mamas a

“¿Cómo se sienten las contracciones?”

Esto es lo que otras mamás que han tenido un parto natural dicen acerca de cómo se sienten las contracciones.

  • Las primeras solo se sentían como si mi estómago se hubiera endurecido, pero como por afuera. Cuando comenzó el trabajo de parto, empezaron como calambres menstruales bajos, lo que finalmente aumentó la presión y se me endurecía la espalda o el frente. Si bien sé que muchas mujeres experimentan dolor en el parto, me estremezco al usar la frase “dolor de parto” por la connotación muy negativa y, en general, inexacta que conlleva. Mis partos fueron incómodos y agotadores, pero no dolorosos, como una migraña o un fuerte dolor por gases. – Nicolle K.
  • No fueron para nada dolorosos. Simplemente se sentían como lo más intenso que una persona podría llegar a sentir. Honestamente, ni siquiera me di cuenta de que era un verdadero parto hasta una hora antes de que mi bebe naciera. Estuve todo el día teniendo contracciones y pensé que era un parto falso. Mi barriga solía tensarse y sentía como si tuviera un calambre. No se intensificó hasta el final y ¡guau …. Avanzo muy rápido una vez que hice el ejercicio para levantar la panza para no sentir el dolor en la espalda y ella nació poco después. Me decía a mí misma que la tensión provoca dolor, así que me aseguré de estar muy suelta e imaginar que mi cuerpo se abría para que naciera el bebé. Honestamente, es lo más sorprendente que jamás haya sentido. – Jessica D.
  • Experimenté calambres menstruales intensos durante mi adolescencia que literalmente me hacían retorcer de dolor. Entonces, cuando comenzó al primera parte de mi trabajo de parto, me pareció que las contracciones no estaban tan mal. Se parecían a mis calambres menstruales, hasta que llegué al punto de transición. Entonces sentí una presión extrema. Con el segundo bebe, me sentí como si tuviera un cuchillo caliente en la parte baja de mi espalda. Después de levantarme de la cama y hacer algunas rotaciones con la pelota de parto, creo que el bebé se reposicionó porque afortunadamente no volví a sentir esa sensación en lo que quedaba de mi trabajo de parto. Incluso con las contracciones inducidas por la pitocina , solo sentí como calambres menstruales. Mi segundo nacimiento fue, por lejos, el menos doloroso de los dos, y me sentí muy agradecida por ello.Amber A-P.
  • Braxton hicks e sintieron como si me apretaran. Como una bolsa amarrada con un cordón y el centro era mi ombligo. Cuando tuve mis contracciones de parto, al principio parecían como calambres menstruales. El trabajo de parto activo se parecía a algunos dolores del estómago por virus y en cuanto a la transición … se me aparece una especie de borrón porque me quedé dormida. El final es definitivamente lo peor, pero si pudiste llegar hasta ahi, podrás superarlo. – Hannah W.
  • La mayoría de mis contracciones se sintieron como si ocurrieran en mis muslos. Y sentía muchísima presión. Experimenté un aumento gradual del dolor, pero solo unos 20 minutos de intensidad terrible justo antes de tener que pujar. Es como si hubiera tenido que abrazar al dolor para ‘sentir’ que todo eso funcionaba. Eso es lo que me ayudó a superar mi 4to … embarazo de # 5, así que veremos ❤? – Amanda M.
  • Nunca me di cuenta de que había estado teniendo un trabajo de parto prodrómico durante varios días. Una vez que se me rompió la fuente, de inmediato comenzaron las contracciones y rápidamente aumentaron su intensidad y estaba lista para empujar. En mi pelvis y en mi cóccix, sentí la presión más intensa que jamás haya sentido. Pude sentir que el bebé giraba y se movía con cada contracción. No fue extremadamente doloroso, solo sentí una presión muy intensa. – Casey F.
  • Sentí las verdaderas contracciones de parto como si alguien estuviera desgarrando mis entrañas. (¡Sin embargo, vale la pena hacerlo de forma natural!) DUrante al fase de práctica, senti más dura la panza y un poco de presión. – Kathryn M.
  • En el inicio del trabajo de parto solo se me endureció mi panza, apenas noté las contracciones y solo respiré con ellas. Las verdaderas contracciones, supe que eran reales porque mi fuente se rompió esa mañana. PERO- Empezarían en la parte baja de mi espalda y envolverían mis lados y luego tensarían mi abdomen. Solo las tuve por un tiempo y luego todo fue trabajo de parto de espalda.Kate B.
  • Nunca tuve dolor de espalda ni un dolor del tipo de un período. Mis dolores de parto fueron 100% en la parte frontal de ambos muslos. Fue como un intenso dolor que se irradiaba por mis muslos. ¡No fue lo que esperaba o lo que me dijeron! – Christa M.

¿Cómo sabré si estoy de parto? Contracciones, preparto y parto activo

Publicado a las 11:45h
en Embarazo
por AtempoCare

A muchas mamás, especialmente las primerizas, les preocupa saber cómo podrán identificar que están de parto y cuándo deben acudir al hospital. Muchas veces nos responden: «Tranquila, cuando ocurra, ¡lo sabrás!» pero, aunque esto suele ser cierto, no nos infunde mucha confianza ni control. Por eso, hoy te hablamos de los diferentes tipos de contracciones, del preparto y del parto en sí, para que, cuando se acerque el momento, puedas tener más certeza sobre la fase por la que está pasando tu cuerpo.

El preparto

El preparto suele darse entre las semanas 36 y 40 del período de gestación, aunque esto puede variar, de la misma manera que la fecha prevista de parto es una estimación aproximada. Durante esta fase, el cuerpo disminuye la producción de progesterona y aumenta la liberación de oxitocina en la sangre. Esta hormona es la encargada de preparar al cuerpo de la mamá y al bebé para el momento del parto.

Las contracciones de Braxton Hicks

El aumento de la cantidad de oxitocina en la sangre favorece el aumento de las contracciones uterinas. En realidad, éstas se dan durante todo el embarazo pero pasan inadvertidas; es a partir del tercer trimestre cuando pueden suponer alguna molestia. Sin embargo, no todas las mamás las perciben. Durante la fase de preparto, se hacen cada vez más perceptibles, aunque, en la gran mayoría de casos no suponen un dolor más allá del que podemos sentir durante la menstruación. Se localizan en la parte baja del abdomen y alrededor de las ingles, y pueden provocan un endurecimiento en la zona.

Estas contracciones no se dan con regularidad y se pueden aliviar con un cambio de postura, reposo o un baño de agua caliente.

Se conocen como contracciones de Braxton Hicks en honor al médico que las describió por primera vez en el siglo XIX, diferenciándolas de las contracciones que anuncian el parto.

Las contracciones prodómicas

Las contracciones prodómicas se dan habitualmente en la última semana del embarazo y su objetivo es el de disminuir poco a poco el tamaño del cuello uterino, que durante el embarazado se ha alargado hasta los 3 centímetros, hasta borrarlo. Esto desencadenará el comienzo de la dilatación.

Se dan en la zona lumbar, y en lugar de ser cada vez más frecuentes, como sucede con las contracciones del parto, van reduciéndose hasta desaparecer.

Durante el preparto, además, el bebé puede recolocarse hasta quedar encajado en la pelvis, ya de sea de cabeza o de nalgas.

Dilatación y contracciones regulares: la primera fase del parto

Dilatación del cérvix

Una vez se ha borrado por completo el cuello uterino, es cuando la dilatación puede dar comienzo. En este momento puede tener lugar la expulsión del tapón mucoso, señal inequívoca de que el cérvix ha empezado a dilatarse, aunque no siempre ocurre. En algunos casos, el tapón se expulsa días antes de que den comienzo las contracciones del parto, y en otros, no aparece hasta el mismo momento del alumbramiento.

Las primeras contracciones del parto

Es en esta misma fase cuando dan comienzo las contracciones del parto, intensas y rítmicas. A diferencia de las contracciones experimentadas durante el preparto, éstas se producen en períodos regulares, y tanto la intensidad como la duración aumentan progresivamente.

Al principio pueden durar apenas unos segundos, pero según se acerque el momento, la duración irá aumentando. A partir de los 40 segundos, ya puedes ir al hospital, y durante el momento de la expulsión, cuando el bebé se desliza a través del cuello uterino, pueden llegar a durar más de un minuto.

Las contracciones del parto sí provocan dolor, al contrario de lo que sucedía con las contracciones de Braxton Hicks, y comienzan en la espalda, irradiándose hacia la parte baja del abdomen.

Aunque son indicadores del parto, ni la expulsión del tapón mucoso ni el comienzo de las contracciones es señal de parto inminente.

Rotura de la bolsa amniótica

Aunque solemos asociar la rotura de la bolsa amniótica al momento inminente del parto, no siempre es así, y es que desde que una mamá rompe aguas hasta que llega el momento de dar a luz pueden pasar horas y hasta días. También puede darse el caso de que la bolsa no se llegue a romper nunca: los partos velados son raros, pero también existen.

Por otro lado, no siempre es fácil distinguir si hemos roto aguas o no, ya que durante las últimas horas antes de dar a luz nuestra secreción vaginal aumenta considerablemente.

Cuándo acudir al hospital

Aunque el tamaño de la dilatación del cérvix es el único síntoma del parto que no podrás controlar, puedes acudir al hospital a partir de los 3 centímetros. La señal que debes tener en cuenta para saber cuándo acudir al hospital es la duración y la frecuencia de las contracciones. Para las mamás primerizas, es recomendable esperar hasta tener contracciones de hasta 40 segundos y cada 4 ó 5 minutos. Si ya has dado a luz con anterioridad, tu cuerpo tardará menos en terminar de dilatar, por lo que puedes ir al hospital cuando alcanzas contracciones cada 10 minutos.

Al término de la dilatación y la salida del bebé: la segunda fase del parto

La última fase del parto comienza cuando termina la dilatación del cuello uterino, cuando alcanza los 10 centímetros, y el bebé se sitúa en el canal del parto, ya sea de cabeza o de nalgas. Las contracciones se dan de forma más espaciada, pero duran mucho más, en torno al minuto y medio, y también aumentan en dolor.

El parto termina una vez nacido el bebé y habiendo sido expulsada la placenta. Es a partir de aquí cuando todo el esfuerzo y el dolor de las últimas horas cobran sentido: ya podemos sostener en brazos a nuestro bebé.

Puedes consultar todas las fases por las que pasará tu cuerpo con tu matrona o ginecólogo/a: un especialista es quien mejor podrá orientarte para que estés preparada llegado el momento.

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