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Los mejores zapatos para embarazadas son aquellos que proporcionan seguridad y estabilidad en cada paso de la futura madre. Aprender a identificarlos puede ahorrar inconvenientes futuros.
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 08 febrero, 2022
El embarazo es una de las etapas más lindas que vive una mujer en su vida, aunque esto lleva consigo algunos cambios. Entre las alteraciones más notables, se encuentran la forma de vestir y hasta de usar calzado. En este último caso, conviene destacar cuáles son los mejores zapatos para las embarazadas, de manera que realces tu estilo sin dejar de sentirte cómoda.
La respuesta a esta pregunta es que sí, en lo absoluto. Los cambios del cuerpo, por lo general, implican transformación en los pies, debido a que puede aparecer inflamación.
Además, se produce una ligera modificación del eje de gravedad, lo que influye en el equilibrio y puede producir caídas. No obstante, durante el primer trimestre es posible seguir usando el mismo calzado si la embarazada se siente cómoda.
Entonces, es a partir del segundo trimestre cuando las variaciones corporales hacen necesaria la utilización de un calzado diferente. Lo ideal es que hagan sentir a la mujer segura, cómoda y bella en cualquier momento.
Afortunadamente, la moda del calzado se ajusta a todo tipo de requerimientos, incluyendo los de las mujeres embarazadas. Por tal razón, ahora es más frecuente conseguir estilos vanguardistas y modernos que, además de hacerte lucir espectacular, te cuiden.
Entre los modelos recomendados por las expertas, se encuentran:
Los zapatos de horma ancha garantizan el soporte total del peso, ya que aumentan la base de apoyo.
De esta manera, la mujer logra una mayor estabilidad y se favorece el equilibrio reducido por los cambios en la gestante. Se recomienda que la punta sea ovalada o redondeada para un mayor confort y soporte.
Si la embarazada disfruta de usar tacones, lo puede seguir haciendo; sin embargo, debe evitar los muy altos. El tamaño del tacón debe oscilar entre los dos y cuatro centímetros para lograr máxima seguridad. De igual manera, un zapato plano puede favorecer la elongación del tendón de Aquiles, lo que aumenta la inestabilidad.
Una de las características de los mejores zapatos para las embarazadas es que se encuentren elaborados en un material suave. Son ampliamente recomendados los tejidos semisintéticos o naturales para que se puedan adaptar a la forma del pie.
Un tejido sintético y rígido genera compresión o rozaduras que reducen el nivel de soporte; como consecuencia, pueden ocasionarse caídas innecesarias.
Toda mujer tiene en su armario un par de zapatos deportivos clásicos para esos momentos de relax. Lo mejor de todo es que, durante el embarazo, los puedes seguir usando con tus jeans favoritos. Ten presente que los apropiados son los que cuentan con cierta elevación en el talón para favorecer la estabilidad.
“Durante el primer trimestre de embarazo, es posible seguir usando el mismo calzado si la embarazada se siente cómoda”
La mayoría concuerda en que entre los mejores zapatos para las embarazadas se encuentran las sandalias. Estas se pueden encontrar con suelas en forma de cuña, lo que brinda confort en cada paso. Además, tener el pie descubierto ofrece mayor comodidad y frescura a la gestante.
Mantener el estilo es imprescindible para una futura mamá segura y confiada. Generalmente, estos se encuentran en todos los colores y diseños que se ajustan al estilo de cualquier mujer moderna.
Además, están elaborados en materiales gamuzados suaves al tacto, para una mayor comodidad.
Si eres una mamá trabajadora y necesitas mantener el estilo por tu trabajo, las plataformas son ideales. Procura que sean bajas, de horma amplia y que proporcionen apoyo completo al pie. De seguro serán el reemplazo adecuado a los tacones.
Saber qué tipo de zapato te favorece durante el embarazo es un punto a favor durante esta etapa maravillosa. Para complementar una compra efectiva, ten en cuenta los siguientes consejos:
En conclusión, los mejores zapatos para las embarazadas no son los más bonitos, sino los más cómodos. Lo ideal es que estabilicen el pie y brinden seguridad a la gestante.
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El uso del calzado más recomendado durante la gestación va a depender de los cambios físicos y hormonales que se producen durante estos meses. Según avanza el embarazo, se produce una ganancia de peso y un aumento de la curvatura lumbar (hiperlordosis lumbar).
Estos dos hechos ocasionan un sobreesfuerzo en piernas y pies. Y a medida que aumenta el peso, disminuye paulatinamente el arco plantar. Otra razón para que esto ocurra: el tejido conectivo gana elasticidad durante la gestación gracias a ciertas hormonas.
Los cambios físicos que se producen durante la gestación van a producir un cambio en el eje de gravedad de la embarazada, lo que empeora su equilibrio.
Por ello, son más frecuentes las caídas durante el periodo gestacional.
Durante el primer trimestre de embarazo, cuando aún no se han producido la mayoría de las variantes anatómicas. La futura madre puede utilizar el calzado que empleaba antes de la concepción. Estas recomendaciones no valen para el segundo y tercer trimestre de gestación. A partir del segundo, se producen los cambios físicos antes mencionados: el aumento del volumen uterino y el peso materno. Es, a partir de este momento, cuando más cuidado debemos poner en la elección del calzado diario.
Se recomienda un calzado de horma ancha para aumentar así la base de apoyo. De esta forma, ganamos algo de estabilidad y favorecemos el equilibrio disminuido de la gestante. Además deben evitarse los tejidos sintéticos cuya elasticidad es más reducida. Son preferibles los tejidos naturales y semisintéticos con cierta flexibilidad que permitan adaptarse a la forma del pie.
Si empleamos tejidos demasiado rígidos se favorecerá el desequilibrio ya que aparecerán zonas de compresión, pequeñas rozaduras y molestias que producen una alteración en la actitud de apoyo y favorecen las caídas.
Pero ello no significa que en un momento puntual, por una celebración o evento, una mujer embarazada no pueda utilizar un tacón más alto. Por el contrario, el calzado que tiene un tacón más bajo de 2 centímetros o el calzado plano no son recomendables, ya que favorecen la elongación del tendón de Aquiles, la posibilidad de fascitis plantar y la inestabilidad.
El zapato más recomendado es aquel zapato cómodo y que estabilice el pie. El empleo de sandalias con pequeñas zonas de sujección, o los zapatos abiertos pueden favorecer los tropiezos, que el calzado se mueva y, por lo tanto, producir caídas en la embarazada
Estar en una misma postura mucho tiempo, ya sea de pie o sentada, favorece a aparición de piernas pesadas y varices.
Además, en el embarazo debes tener cuidado con la circulación de retorno, ayudándote de masajes, ejercicio físico, buenas posturas y medias de descanso especiales para gestantes.
El calzado es fundamental para la buena circulación: cómodo y con poco tacón, que permita los movimientos de la embarazada. Elige bien tus zapatos, así como toda tu indumentaria si vas a hacer un largo viaje.
Antes de aventurarte a ir a un “spa” o balneario tienes que saber los tratamientos que no puedes hacer y lo que más te conviene para el embarazo. Lo más importante es evitar al máximo los cambios de temperatura, ya que están contraindicados para las gestantes.
Los balnearios suelen tener un equipo médico que aconseja a las mujeres embarazadas sobre las actividades prohibidas o aconsejadas en su centro. Un ejemplo: los chorros, burbujas y cascadas que suelen ofrecerse en este tipo de centros pueden adelantar peligrosamente el proceso de parto.