Como curar llagas en la lengua en niños: ¿Qué hacer para curar las aftas en niños?

Como curar llagas en la lengua en niños: ¿Qué hacer para curar las aftas en niños?

¿Qué hacer para curar las aftas en niños?

El artículo está basado en evidencia científica, y fue escrito y revisado por profesionales (el contenido incluye referencias científicas). Todo el contenido de nuestro sitio web se ha revisado, sin embargo, si consideras que nuestro contenido es inexacto, desactualizado o dudoso, puedes contactarnos para realizar las correcciones necesarias.

6 minutos

Aunque parezcan un problema menor, las aftas o llagas pueden ser un síntoma de una afección digestiva o viral. Además, son dolorosas. Te enseñamos a aliviar el malestar que generan.

Revisado y aprobado por el médico Nelton Ramos.

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 01 noviembre, 2022

Las aftas (o llagas) son úlceras que se producen en la boca y generan ardor, dolor y un gran malestar al comer. En los niños, estas lesiones pueden significar un verdadero padecimiento. Y lo que es peor, algunas de ellas pueden resultar muy duraderas. Por eso conviene conocer los trucos para curar las aftas de tus niños.

No hay que ser ningún experto para identificar una llaga en la boca de los pequeños. Esta se caracteriza por ser redonda, de color blanco o amarillento y por estar rodeada de un área roja. Además, su dolor característico provoca quejas constantes —y lógicas, por supuesto— por parte de los niños.

Las molestias se intensifican al ingerir alimentos calientes, salados, picantes o ácidos y también, con la ingesta de ciertos líquidos o al cepillarse los dientes. Generalmente, las aftas en los niños y en los bebés aparecen solas y se van solas al cabo de 7 a 10 días.

Causas de las aftas en niños

No siempre es posible determinar el origen de las aftas de los niños. Sin embargo, muchas pueden aparecer como consecuencia de una infección viral. Otras, en cambio, pueden deberse a reacciones a ciertos alimentos agresivos para la mucosa, como los picantes o aquellos muy calientes.

El estrés y la falta de vitaminas y minerales (como el hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico) también predisponen a la aparición de las llagas. Asimismo, algunos problemas bucales como una limpieza muy agresiva, un arreglo dental o una mordedura en el labio puede desencadenar esta respuesta.

Sea cual sea el origen de las aftas es recomendable atacar el problema, en lugar de esperar a que desaparezcan solas.

¿De qué manera curar las aftas en niños?

Las llagas o aftas aparecen en las encías, en el borde interno de los labios o en la cara interna de las mejillas. Por este motivo, están expuestas al contacto con todos los alimentos que el niño ingiere y despiertan gran dolor. Entonces, se hace muy importante contar con los conocimientos apropiados para aliviar los síntomas y, a continuación, te contamos cómo hacerlo.

1. Paracetamol para el dolor

La solución más efectiva para aliviar el malestar provocado por las aftas es el uso de medicamentos analgésicos. Por eso, si el niño manifiesta un dolor moderado o intenso, lo mejor será consultar al médico para que le prescriba el fármaco más apropiado. El paracetamol es una opción segura para bebés y niños de cualquier edad.

2. Solución antiséptica

Las soluciones antisépticas se aplican con un pequeño pincel o con un rociador especial. Con una pequeña dosis de antiséptico unas 3 o 4 veces al día las llagas desaparecerán en poco tiempo.

3. Enjuagues bucales

Existen algunos colutorios de venta libre que son eficaces en estos casos. Eso sí, deben evitarse aquellos que contengan alcohol, dado que producen mayor irritación. Lo mismo sucede con los enjuagues de agua y sal, que suelen generar bastante dolor en la boca de los pequeños.


Descubre más: Tips para una correcta higiene bucal infantil


4. Otros medicamentos

En ciertas ocasiones puede ser necesaria una intervención médica más específica para atacar el desencadenante de las llagas. En estos casos, suelen prescribirse algunos fármacos como los antihistamínicos, los corticoides y los antifúngicos. En ocasiones, esto se conoce como solución wonder y puede ser preparada en farmacias.

Una medida muy efectiva para curar las aftas en niños y para prevenir su aparición es el tratamiento de los problemas digestivos, como las intolerancias o alergias a ciertos tipos de alimentos.

5. Consumir vitamina B12

La vitamina B12 es un compuesto muy necesario para asegurar la salud del organismo. Cuando se consume en dosis adecuadas en la dieta sirve para favorecer la producción de glóbulos rojos y ciertas funciones del tejido nervioso.

Un pequeño ensayo clínico pretendió determinar la efectividad de la suplementación con vitamina B12 diaria en pacientes con estomatitis aftosa recidivante durante 6 meses. Los resultados revelaron una mejoría clínica significativa en el grupo experimental respecto al control (que solo recibió un placebo).

A pesar de que no es lo mismo tener aftas ocasionales que una estomatitis, esta sustancia se considera segura y de bajo coste. Además, el estudio fue hecho en adultos. Conviene consultar con tu pediatra sobre la posibilidad de recurrir a este tipo de tratamiento antes de usarlo.


Descubre más: ¿Es necesario dar vitaminas a los bebés?


6. Aplicar un gel de aloe vera

Uno de los productos naturales más utilizados para aliviar lesiones de piel y mucosas es el aloe vera. Es probable que sus efectos antiinflamatorios e inmunoestimulantes permitan mejorar las aftas bucales en los niños, además de ser una sustancia generalmente bien tolerada.

Al respecto, un estudio publicado en Dental Research Journal reveló que la aplicación de un gel de aloe vera al 2 % en pacientes adultos con lesiones activas durante unas dos semanas provocó un gran beneficio. La intensidad del dolor, el tamaño de las lesiones y el tiempo de curación fueron los indicadores que mejoraron con este tratamiento.

6. Medidas generales útiles

En la mayoría de los casos, las aftas de los niños desaparecen por sí solas al cabo de unos días. De esta manera, la aplicación de los medicamentos antes mencionados puede no ser necesaria.

No obstante, existen algunas medidas generales que se pueden implementar para disminuir la incomodidad del infante:

  • Evitar la ingesta de alimentos salados, picantes, ácidos o calientes. Todos ellos pueden causar mayor irritación en la mucosa oral dañada y aumentar el dolor.
  • Ofrecer una dieta blanda y fresca durante algunos días, con alimentos de fácil masticación y deglución.
  • Mantener una buena hidratación. Además de limitar la ingesta, las aftas pueden acompañarse de fiebre, vómitos o diarrea. De esta manera, predisponen a los niños a deshidratarse, sobre todo a los más pequeños. Por eso, es necesario ofrecer agua fresca constantemente y de diversas maneras (biberón, cuchara, vaso) para que el pequeño opte por la forma que menos le moleste.
  • Procurar una adecuada higiene bucal sin lesionar, para favorecer a la cicatrización de las lesiones.

¿Cuándo debo preocuparme?

Como señalamos antes, las aftas pueden aparecer en los niños como un síntoma de una infección viral. Por ese motivo, si el pequeño presenta otras señales de una patología infecciosa (fiebre, tos, ganglios inflamados) será necesario realizar la consulta con el médico.

También debemos estar atentos a que este malestar no se prolongue demasiado y que no interfiera con la hidratación del pequeño. Si el niño luce muy decaído o el dolor es muy intenso, habrá que acudir al médico.

Te podría interesar…

Llagas o aftas orales en niños: qué las causa y cómo acabar con ellas

Las llagas, aftas orales en lenguaje médico, son lesiones inflamatorias que afectan a la mucosa de la boca y producen úlceras superficiales dolorosas. Pueden ser únicas o múltiples y localizadas a cualquier nivel.  

 

Existen múltiples causas que pueden provocar la aparición de aftas en la boca. 

 

En muchas ocasiones se trata de llagas únicas, localizadas en la cara interna de las mejillas, en la mucosa de las encías o en los bordes de la lengua y que son de presumible origen traumático, por roce con los dientes o pequeños traumatismos. 

 

En otras ocasiones las aftas pueden producirse por infecciones víricas, lo cual es típico en niños durante la primera infancia. En este caso las aftas son múltiples, se extienden por toda la mucosa de la boca y la garganta y se acompañan de fiebre. 

 

Si la fiebre es elevada y dura varios días, el niño presenta mucho dolor, rechazo de la alimentación y de la ingesta de líquidos (por el dolor intenso), el cuadro es sugestivo de infección por el virus del herpes (gingivoestomatitis herpética).

 

Se trata de una infección autolimitada, que cura habitualmente sin secuelas pero que produce mucho malestar y dolor y durante su curso puede presentar como complicación la deshidratación producida por la disminución de la ingesta.

 

Si no presentan fiebre elevada tan prolongada y aparte de las aftas orales presentan una erupción de pequeños granitos o ampollas por todo el cuerpo, pero sobre todo localizados en manos, pies y boca, el episodio es sugestivo de infección por virus de la familia Coxsackie, responsables de la enfermedad boca-mano-pie. 

 

En los niños que presentan episodios únicos o muy esporádicos de aftas orales la causa infecciosa es la más frecuente. Dado que se trata de infecciones víricas, y por tanto autolimitadas, su único tratamiento es el sintomático y consiste en:

  • Tratar el dolor con analgésicos de forma pautada, programada (ibuprofeno o paracetamol en dolor leve, metamizol en casos de dolor más intenso).
  • Tratamiento tópico, local, de las llagas, con ácido hialurónico (en gel, spray o enjuagues, según la edad y la localización de las llagas) o carbenoxolona (Sanodin Gel®)  y sólo en casos seleccionados y bajo prescripción médica con anestésicos locales como la lidocaína viscosa al 2% (fórmula magistral).
  • Dieta blanda, de fácil masticación y deglución. Es recomendable evitar alimentos muy duros, calientes, salados, picantes y ácidos para facilitar la alimentación y evitar la desnutrición. 
  • Hidratación oral abundante. Si no son capaces de alimentarse, si la ingesta de alimentos está muy reducida o si presentan vómitos o diarrea (más frecuente en la enfermedad boca-mano-pie) se recomienda la ingesta de soluciones de rehidratación oral que aporten azúcares y sales minerales necesarias para el funcionamiento correcto del organismo. 

Algunos niños pueden presentar aftas en la boca de forma recurrente. Es decir, que tienen episodios repetidos, con mayor o menor periodicidad. En  la mayoría de los niños con  aftas recurrentes no se encuentra ninguna causa aparente, forma que se conoce como estomatitis aftosa recurrente.

 

No obstante, en estos niños es importante descartar que no se deban a un déficit de vitaminas del complejo B, entre ellas el ácido fólico, hierro o zinc, o a una enfermedad crónica y que las aftas orales sean sólo una de sus manifestaciones, como en la neutropenia cíclica, la enfermedad de Behcet, la enfermedad de Crohn o el síndrome PFAPA.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *