Como se ase una planta: ¿Cómo hacer una planta de semillas en casa?

Como se ase una planta: ¿Cómo hacer una planta de semillas en casa?

¿Cómo hacer una planta de semillas en casa?

4 minutos

Ya sea como elementos decorativos o para conseguir los más exquisitos y naturales frutos e ingredientes, hacer una planta de semillas en casa es una buena opción.

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 30 abril, 2018

Comerse una deliciosa fruta aporta más satisfacción si la planta ha sido sembrada y cuidada por uno mismo en casa. Eso es posible, aunque no tengamos mucho espacio; un pequeño jardín permite el crecimiento de un árbol frutal si se lo hace de la manera adecuada. Lograr una planta de semillas en casa es muy fácil.

Crear una planta de semillas en casa es una actividad fenomenal para enseñar a los niños y pasar tiempo juntos. A continuación, veremos cómo sembrar algunos de esos árboles frutales como fuente de alimento o como planta decorativa. 

Manzana

El manzano es un árbol alto y frondoso que da una fruta muy clásica, con variadas formas de consumo y las más exquisitas recetas. Elegiremos entre muchas clases de manzanas la que más nos gusta.

  • Retirar las semillas del fruto.
  • Colocarlas sobre papel secante y envolverlas.
  • Humedecer el papel un poco e introducir dentro de una bolsa plástica. Conservar en la heladera durante unas siete semanas, cuando las semillas comenzarán a germinar. Se observarán unas raíces muy delgadas.
  • Plantarlas separadas unas de otras en una maceta, con una profundidad de entre 5 y 10 centímetros.
  • Mantener las plántulas a temperaturas de entre 20 y 26 °C.
  • Colocar la maceta en un lugar donde reciba luz y regar al observar sequedad en la superficie.
  • Cuando hayan desarrollado tallos un poco duros, pueden ser trasplantadas a suelo, cuidando de que este tenga buen drenaje y la planta reciba sol.
  • Los frutos comienzan a verse a partir del séptimo año.

Níspero

La siguiente planta de semillas en casa es el níspero. Este árbol es fuerte y resistente, fácil de sembrar y no requiere muchos cuidados; es una opción ideal para tener en el jardín.

  • Las semillas deben lavarse para retirar posibles restos de pulpa, lo que impediría un germinado ideal y comienzo de la planta.
  • Poner en un vaso las semillas, que habrán sido envueltas en papel absorbente humedecido.
  • Tapar el vaso y esperar varias semanas, al cabo de las cuales las semillas deberían haber germinado.
  • Cuando se formen las plántulas, disponer de tantos rollos de papel higiénico usados como plantas sean. Realizarle unos cortes longitudinales de unos 2 centímetros y doblar hacia adentro para cerrar los rollos en su base. Estos recipientes servirán de pequeñas macetas.
  • Agregar tierra en los recipientes y sembrar una planta en cada uno; regar con agua.
  • Es importante estar atentos a la humedad de la tierra e hidratar cuando se requiera.
  • Al triplicar su tamaño, pueden ser trasplantadas a macetas. No es necesario quitar el rollo de papel, pero sí mantener el riego periódico y ubicar en un lugar soleado.
  • Al alcanzar cierta altura, las sembraremos en un suelo con buen drenaje.

“Crear una planta de semillas en casa es una actividad fenomenal para enseñar a los niños y pasar tiempo juntos”

Aguacate

Este árbol de origen mesoamericano alcanza gran altura. Su fruto oleoso es el ingrediente principal de numerosos platos exóticos muy deliciosos, además de ser una rica fuente de nutrientes.

  • Retirar la semilla del aguacate y lavarla con agua.
  • Insertar cuatro palillos equidistantes a la altura de la mitad de la semilla.
  • Llenar un vaso con agua y colocar la semilla de modo que los palillos actúen como soporte. Ubicar en un lugar iluminado.
  • En un lapso de tiempo aproximado de tres semanas, brotarán raíces en el extremo inferior de la semilla.
  • Cuando las raíces tengan una longitud de unos 10 centímetros, quitar los palillos y sacar la semilla.
  • Preparar una maceta mediana con tierra y sustrato universal.
  • Sembrar la semilla y ubicar la maceta en un lugar donde reciba algo de sol durante el día.
  • Regar al observar la superficie de la tierra seca.
  • Se puede fertilizar con productos que estimulen el crecimiento.
  • Trasplantar a suelo en época primaveral.
  • La primera carga del fruto aparece aproximadamente a los cinco años.

Limón

El limonero es un árbol de poca altura con cargas de fruta muy frecuentes. Junto a las propiedades del fruto, el aroma que conseguiremos teniendo un limonero en el jardín será realmente atractivo.

  • Elegir un limón orgánico para garantizar que las semillas sean fértiles. Retirar varias semillas y mantenerlas húmedas.
  • Disponer de una maceta con tierra preparada y muy humedecida. En el mercado encontraremos sustratos ideales para un germinado ideal de las semillas.
  • Sembrar las semillas de manera que queden a unos 1,5 centímetros de la superficie.
  • Regar con un atomizador y colocar un plástico perforado en la parte superior de la tierra.
  • Ubicar la maceta en un lugar donde llegue luz solar, pero que no se alcance demasiada temperatura. En verano, la planta debería estar protegida.
  • A la segunda o tercera semana se observarán los brotes y es momento de quitar el plástico.
  • Conservar el equilibrio ideal entre luz solar, humedad y nutrientes orgánicos.

Tener una planta de semillas en casa no es solamente una alternativa saludable para nuestra alimentación, sino que también puede fomentar la unión familiar. Una gran idea es que cada integrante se haga cargo de una y que, a partir de la colaboración mutua y el compromiso, todos puedan sentirse parte de la producción final.

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Cómo sembrar una planta correctamente

Ahora que se acerca la época de sembrar y recuperar el jardín, hagamos un momento de pausa. O, lo que es lo mismo, veamos en detalle una de las labores más habituales en el jardín que, a pesar de su sencillez, tiene sus matices. Nos referimos a cómo sembrar una planta correctamente. Una tarea que todos estamos seguros de hacer bien por su increíble facilidad, pero que tiene ciertos pormenores que solemos desconocer. Unos que marcan la diferencia entre que aquello que sembremos salga adelante y que no lo haga. Suficiente argumento para conocer al detalle cómo debemos llevar a cabo esta labor.

Cómo sembrar una planta correctamente no consiste únicamente en introducir una semilla en un sustrato. Y sí, lo es. De ella nacerán las plantas que deseemos tener, por lo que no podemos tomarnos esta tarea a la ligera. Una semilla es, en sí misma, un enorme trozo de vida a pesar de sus dimensiones. Y, como todo inicio, este es fundamental para el desarrollo de la planta. De nada nos sirve que nuestra semilla germine correctamente si no es capaz de salir adelante. Para que eso suceda, el momento de la siembra es tan crucial como todos los cuidados que le demos después.

Así, veamos cómo sembrar una planta correctamente atendiendo tanto a la forma como a las circunstancias del momento de siembra. La mejor manera de saber que aquello que depositamos en la tierra crecerá como esperamos.

  • CÓMO SEMBRAR UNA PLANTA PASO A PASO
  • 1. Elegir correctamente el tipo de plantas y su momento de siembra
  • 2. Organizar las especies según sus necesidades y características
  • 3. Preparar el suelo, vital cuando hablamos de cómo sembrar una planta
  • 4. Revisar el estado de las semillas
  • 5. Sembrar de la manera indicada
  • 6. Crear un acolchado para proteger las semillas
  • 7. Regar abundantemente

Aunque es poco conocido, saber cómo sembrar una planta nos ayudará también en aspectos vitales de su cultivo. La siembra es tan importante que de ella depende, incluso, la cantidad de agua de riego que tengamos que dispensarle a una planta. Pero no es lo único. Una semilla bien plantada necesitará menos abonos, además de estar menos expuesta a tener plagas. Unos beneficios que no solo se aplican a las plantas de jardín sino, también, a las plantas de huerto.

Y, ahora que sabemos lo importante que es saber cómo sembrar una planta, veamos cómo debemos hacerlo.

1. Elegir correctamente el tipo de plantas y su momento de siembra

Algo que no solemos contemplar, y que es fundamental. Lo habitual es que nos dejemos llevar por el impulso, escogiendo semillas de las plantas que nos gustan. Y sí: con suerte, puede funcionar. Pero, en muchas ocasiones, lo más fácil es que este comportamiento nos lleve a la frustración. Solo si nos tomamos el tiempo de revisar las exigencias de cada tipo de planta podremos llevar a buen puerto nuestra siembra. Así que y por más optimistas que seamos, no podremos sembrar nunca una planta con alta necesidad de sol si el lugar que vamos a destinar a su cultivo carece de él.

Tan importante como saber cómo sembrar una planta es elegir la adecuada. Conoce nuestra selección de semillas de flor y sus características de cultivo

 

Pero no es en lo único que hemos de ser cuidadosos. Cuando hablamos de cómo sembrar una planta hay que contemplar, inevitablemente, el cuándo. Algo que, nuevamente, pasa por echarle un vistazo a fondo a las indicaciones de cada paquete de semillas. Porque, como sucede con sembrar la especie inadecuada, si sembramos cuando no toca lo más probable es que nuestras plantas no prosperen.

2. Organizar las especies según sus necesidades y características

Nuevamente, toca hacer una pausa antes de sembrar nuestras plantas. Y es imprescindible. Cada especie vegetal tiene unas características, tanto en lo que respecta a sus necesidades como a sus peculiaridades. Conocerlas en detalle nos permitirá agrupar nuestras semillas en función de ellas para evitar, por ejemplo, sembrar especies con baja demanda de agua junto a otras amantes del riego.

Y no solo eso: hay plantas que no pueden convivir entre sí. Ya sea porque el crecimiento de unas impide el de otras, por contar con un carácter invasivo, o porque la altura de una pueda impedir la exposición solar de otra. Sea por lo que sea, lo ideal es informarnos a conciencia antes de sembrar.

3. Preparar el suelo, vital cuando hablamos de cómo sembrar una planta

De cómo esté el suelo en el que plantemos dependerá que nuestras semillas puedan crecer con alegría. Por eso y antes de empezar a trabajarla, hay que evaluarla. Si está demasiado seca, lo ideal es humedecerla para manipularla mejor. Por el contrario, si está demasiado húmeda, lo ideal es posponer ligeramente la tarea de siembra. De continuarla, corremos el riesgo de que las semillas se pudran antes incluso de germinar.

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Cuando sembramos directamente en el suelo, tendremos que empezar por retirar todo lo que pueda entorpecer el crecimiento de las plantas. Algo que no solo se refiere a las piedras, hojas o palos que pueda haber. También es un momento fantástico para erradicar las malas hierbas y evitar así que estas plantas le roben agua y nutrientes a las semillas.

Con el terreno limpio y saneado, es momento de coger la azada y cavar una capa de unos cuatro centímetros de profundidad. Aprovecharemos esta tarea para romper los terrones de tierra que se hayan podido crear durante el invierno. Gracias a esta tarea, el suelo estará más suelto y más receptivo a albergar las semillas. También es recomendable rastrillar la tierra para que esté más aireada y esponjosa.

4. Revisar el estado de las semillas

Algo fundamental. Si tenemos unas semillas viejas o que no se han conservado correctamente, lo más probable es que las plantas no puedan crecer. Pero incluso si son completamente nuevas, tendremos que desechar algunas si no son adecuadas. ¿Cómo saber cuáles son las idóneas? Metiéndolas en un vaso con agua y removiendo. Aquellas semillas que floten tendrán que ser desechadas de la siembra.

5. Sembrar de la manera indicada

Cómo sembrar una planta no es, únicamente, hacer un agujero en el suelo e introducirla dentro. ¡Nada más lejos! Para empezar, es imprescindible saber cuál es la técnica de siembra recomendada para cada especie. Las de siembra directa son las menos exigentes, ya que pueden ser colocadas simplemente en un hoyo o hilera en el suelo. Es importante contemplar la distancia recomendada entre semilla y semilla, con vistas a que tengan el espacio necesario para crecer cuando comiencen a hacerlo.

Sin embargo, no es la única manera de sembrar una planta. También podemos hacerlo por el sistema de siembra por voleo. O, lo que es lo mismo, lanzando libremente y de la manera más uniforme posible las semillas al azar. Se suele utilizar para la siembra de semillas de pequeño tamaño que no demandan mucha tierra encima.

Si en las indicaciones sobre cómo sembrar una planta especifica que sea en semillero, lo ideal es usar un sustrato especial como este

 

Por último, la siembra en semillero la reservaremos para determinadas plantas de flor y cultivos más delicados. Como su nombre indica, debe realizarse en contenedores para semillas y, ¡fundamental!, utilizando un sustrato específico para semilleros. Gracias a él, nuestros proyectos de plantas tendrán todos los nutrientes que necesitan para crecer.

6. Crear un acolchado para proteger las semillas

Si creías que cómo sembrar una planta había terminado, tomemos una precaución más. Con nuestro suelo sembrado, lo ideal es crear un acolchado. Una técnica que consiste en crear una nueva capa de tierra de entre cinco y 15 centímetros. Gracias a ella, no solo estaremos protegiendo a las recién plantadas semillas del frío. También le estaremos aportando una capacidad extra de hidratación, ya que al tratarse de sustrato orgánico nuevo su capacidad de retener el agua es mayor.

Para hacer un acolchado correcto, lo ideal es mezclarlo con materiales tanto orgánicos como inorgánicos como las cortezas de madera o la marmolina.

7. Regar abundantemente

¡Fundamental, sobre todo para las semillas de pequeño tamaño! Lo idóneo es hacerlo con una regadera que simule el agua de lluvia.

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