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Existen posibles causas de estas contracciones. Algunos médicos creen que su función es tonificar el músculo uterino y promover el flujo sanguíneo a la placenta. No tienen nada que ver con la dilatación del cerviz, pero podría tener un impacto sobre el ablandamiento del mismo.
Estas contracciones se intensifican más a medida que se acerca el momento del parto. Las contracciones se refieren como falso trabajo de parto a menudo. Cuando esto pasa, puede ayudar en el proceso de dilatación y borramiento.
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Estas contracciones se pueden desencadenar porque el bebé o la madre son muy activos, alguien toca la barriga de la madre, la vejiga está llena, después del sexo o estás deshidratada.
Existen diversos tipos de contracciones que se van sucediendo a lo largo de la gestación para preparar al útero para el momento del parto:
1- Contracciones focales, también llamadas de Álvarez y Caldeyro: son las más leves, de intensidad tan baja que no suelen notar. Comienzan hacia el final del primer trimestre de embarazo y duran hasta la semana 30 aproximadamente. Son muy frecuentes, pueden tenerse hasta 6 al día y se localizan solo en una parte del útero. Normalmente son consecutivas al movimiento del bebé.
2- Contracciones de Braxton Hicks: comienzan en torno a la semana 20 del embarazo, aunque generalmente no se notan hasta la semana 26, más o menos. Incluso hay mujeres que apenas las notan hasta las últimas semanas de embarazo. Son algo más intensas que las anteriores, pero nunca dolorosas. No invaden todo el útero, solo algunas zonas, y se pueden tener hasta 10 diarias. Más de 3 en una hora no es normal.
Tienen un gradiente descendente (van del fondo del útero hacia la vagina), y solo se siente que el abdomen se endurece y da una sensación de tensión abdominal cuando aparecen.
Duran entre 30 y 60 segundos y se van haciendo más frecuentes hacia el final de la gestación, pero se diferencian de las contracciones de parto en que no son regulares ni aumentan de intensidad, frecuencia o duración. Puedes notar 3 en una hora y no notarlas de nuevo hasta varias horas después.
3- Contracciones patológicas: Son parecidas a las de la primera fase de parto. Son más molestas, dolorosas, intensas y regulares que las anteriores. Si suceden antes de la semana 37 y no se inhiben, provocan un parto prematuro ya que modifican el cuello del útero. Son poco frecuentes, se dan en un 6-8% de los casos, y necesitan tratamiento farmacológico cuanto antes, reposo e ingreso hospitalario para evitar que continúen y se conviertan en contracciones de parto.
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4- Contracciones de parto: Son las que comienzan cuando empieza el parto. Son muy regulares y dolorosas, suceden cada dos o tres minutos y llegan a tener una duración de aproximadamente 90 a 120 segundos cada una.
Además, se vuelven cada vez más intensas, frecuentes y dolorosas. Comienzan en la espalda y luego en el bajo abdomen y el dolor no cesa al cambiar de postura.
Por lo tanto, de acuerdo a esta división, tener contracciones focales o de Braxton Hicks el séptimo mes de embarazo no solo no es preocupante, sino que es normal y bueno ya que ayudan a preparar el parto para el útero.
Pero tener contracciones patológicas sí es peligroso porque si no se tratan a tiempo, acaban convirtiéndose en contracciones de parto, modifican el cuello del útero y causan un parto prematuro. Para parar estas contracciones es necesario acudir al médico cuanto antes para recetar tocolíticos para detener las contracciones, administrar corticoides para madurar los pulmones por si al final se produce el parto, recomendar reposo absoluto y, en ocasiones, colocar un pesario si el cuello del útero se ha reducido mucho por las contracciones.
Según la causa de las contracciones patológicas será posible frenarlas o no.
En ocasiones se logra alargar el embarazo otras 5 o 6 semanas, dando tiempo a que el bebé madure. Pero a veces no se puede frenar (sobre todo en casos de infección uterina) y el parto se produce igualmente unas 48 horas después, aunque en mejores condiciones si ha dado tiempo a madurar los pulmones del bebé.
Hay una serie de factores que pueden aumentar las contracciones de Braxton Hicks y las patológicas, por lo que es importante tenerlos en cuenta:
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– Ejercicio físico o actividad muy intensa: el ejercicio es bueno, pero andar muy rápido, correr, levantarse de forma brusca, cargar peso o subir cuestas puede hacer que aparezcan las contracciones. Para, descansa y tómate las cosas con calma, sobre todo si tienes riesgo de tener un parto prematuro.
– Problemas emocionales o estrés: un disgusto, un problema, el estrés o una discusión fuerte puede desencadenar contracciones que, normalmente, paran al relajarse y tranquilizarse.
– Las infecciones vaginales y urinarias también pueden provocar contracciones que acaben en parto, por eso es importante seguir los controles médicos para tratarlas en cuanto aparezcan.
Recuerda que si notas contracciones intensas, fuertes, dolorosas y regulares, debes acudir al médico de inmediato si estás de menos de 37 semanas por si acaso es un parto prematuro. Pero si son leves y ceden al cambiar de postura o tumbarte, no te preocupes que solo es tu útero entrenando.
También debes acudir a tu médico para una exploración si tienes más de 24 contracciones al día, duran más de 40 o 50 segundos y no desaparecen a pesar del descanso.
Es importante que acudas al médico que sigue tu embarazo si estas contracciones aparecen de forma repetida ante el mínimo esfuerzo.
Una de las primeras preguntas que se hace una embarazada es “¿cuánto debo subir de peso en el embarazo?”.
Los expertos recomiendan un máximo de 12 kilos en total. Teniendo en cuenta que el último trimestre es el periodo donde más se adquieren kilos es importante desde el principio controlar esta variable.
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Comienza el tercer y último trimestre de embarazo, una etapa que estará marcada por la inmensa felicidad de saber que en unas pocas semanas podrás tener a tu bebé en brazos y por la incertidumbre de saber que todo está bien.
Te quedarás mucho más tranquila y segura leyendo nuestra guía completa sobre el séptimo mes del embarazo. ¿Cómo crecerá tu barriga? ¿Qué cambios notarás a partir del mes 7? ¿Los órganos del bebé ya están formados completamente? ¡Respondemos a estas y otras dudas!
El tiempo pasa tan rápido que apenas te enteraste de que estabas embarazada y ahora ya te encuentras en tu tercer y último trimestre de embarazo. En esta maravillosa séptima etapa se incluyen las semanas 27, 28, 29 y 30. ¿Qué sucede en cada una de ellas y cómo se desarrolla el bebé? ¡Vamos a verlo en detalle!
En la semana 27, el bebé pesa alrededor de 1 kg y su longitud total es de aproximadamente 34 centímetros de la cabeza a los pies. Sus proporciones físicas son ya mucho más completas, su apariencia se parece a la de un bebé recién nacido. Y todo ello viene acompañado de una intensa actividad cerebral que incluso, según algunos científicos, podría llevarle a tener sus primeros sueños.
Los sentidos del tacto y del oído están completamente desarrollados; si pones la mano sobre tu vientre y la mueves puede que incluso notes como tu pequeño acompaña esos movimientos. Su percepción de la luz también está desarrollada: puede ponerse sus manos delante de sus ojos o darse la vuelta si la luz del exterior le deslumbra, ¿no es asombroso?
Con la semana 28 de embarazo se inicia oficialmente el tercer y último trimestre de gestación. A estas alturas el bebé ya está completamente formado, pero aún necesita seguir creciendo y madurando un poco más. Su peso es de unos 1100 gramos y su longitud ronda los 35 o 40 centímetros de los pies a la cabeza.
El sistema nervioso central de tu hijo se desarrolla, tanto es así que su cerebro deja de tener una superficie lisa para cubrirse de los característicos surcos. La grasa sigue acumulándose bajo su piel lo que le va a dar un aspecto rollizo y redondeado.
Para la semana 29, tu bebé pesa ya 1250 gramos y mide unos 37 centímetros de longitud de la cabeza a los pies. Durante esta semana se va a producir un notable desarrollo de su cara: ya tiene cejas y pestañas e incluso puede abrir y cerrar bien los ojos ¡Está preparando para ver el mundo por primera vez!
Si el bebé naciera en esta semana, tendría muchas opciones de sobrevivir y se le conocería como sietemesino, aunque es probable que necesitara de una serie de cuidados para que sus órganos terminarán de madurar. Por ello, su estancia debería cursar en un hospital que contara con el Servicio de Neonatología para evitar posibles complicaciones derivadas de un parto prematuro.
Ya estás embarazada de 30 semanas. El bebé pesa ya unos 1350 gramos y mide alrededor de 38 centímetros de la cabeza a los pies. Su crecimiento continúa, pero ya no lo hace a una velocidad tan rápida como en los primeros meses de gestación.
Los movimientos fetales se notan más intensos y también más lentos debido a que el espacio dentro de la cavidad uterina es cada vez más escaso. El pequeño puede cambiar de posición, pero cada vez le cuesta más hacerlo debido a su aumento de peso y tamaño. Esta semana también puede ser el momento en el que se coloque boca abajo, la llamada posición cefálica, para poder pasar por el canal del parto.
A continuación pasamos a detallar los síntomas y molestias más comunes de la gestante durante el mes 7 de gestación. No quiere decir que los vayas a experimentar todos; unas mujeres los viven muy intensamente durante el séptimo mes del embarazo y otras, en cambio, apenas los perciben. Sin embargo, te ayudará a sentirte más tranquila conocer qué puede suceder, por qué y en qué momento deberías ponerte en contacto con tu doctor o matrona.
– Aumento de pecho
Tu pecho puede llegar a crecer hasta tres veces su tamaño inicial causando la aparición de estrías o venas.
La aureola se hace cada vez más grande, oscura y sensible, incluso podrías llegar a notar cómo aparecen las primeras gotas de leche de tus pezones, ¡se están preparando para la lactancia materna!
– Cambios de humor
Debido a las hormonas y a la emoción por saber que el parto está próximo podrías sentir cambios de humor y de ánimo igual que al inicio de tu embarazo. Del llanto a la risa y de la euforia o la más absoluta tranquilidad. Sin olvidarnos del miedo a que algo pueda ir mal, lo que podría hacer que también notaras ansiedad o angustia. El embarazo tiene sus picos de incertidumbre; para mitigarlos no dudes en dedicarte tiempo a ti misma, descansar todo lo que puedas y apoyarte en tus seres queridos.
– Estrías
Las estrías aparecer en la piel del abdomen, muslos, caderas y pechos. Médicamente hablando se las conoce como atrofia de la piel y aparecen en forma de líneas blancas o rosadas. Una vez salen son muy difíciles de tratar, por lo que lo indicado es prevenir su aparición: procura mantener tu piel bien hidratada con cremas hidratantes o específicas anti estrías, de este modo tu piel estará flexible, hidratada y preparada para acoplarse al crecimiento del bebé.
– Hinchazón de pies, cara y manos
La acumulación de líquidos propia del embarazo, más en concreto del tercer trimestre, puede hacer que notes tanto tus pies como cara y manos más hinchadas de lo normal. Y es que el aumento de peso en el abdomen supone un impedimento para el retorno venoso causando lo que los médicos conocen como éxtasis venoso. Sentirás un gran alivio si caminas un poco cada día y si elevas tus pies en alto cuando estés sentada o recostada.
– Fatiga y cansancio
Muchas mujeres, ya antes del séptimo mes del embarazo, se sienten más cansadas o fatigadas de la cuenta debido a las molestias propias de la gestación y al aumento del peso. Si tu jornada te lo permite, toma pequeños descansos durante el día y reduce el tiempo que dedicas al ejercicio moderado. Si te sigues sintiendo muy cansada durante varios días, pide una cita con tu doctor para que te realice unos análisis de sangre y pueda verificar si tus niveles de hierro son los correctos.
– Ciática
Otra molestia muy común de este mes 7 del embarazo es el hecho de sentir dolor o punzadas en las caderas o la zona lumbar. También conocido como ciática, se debe a que el útero en crecimiento presiona al nervio ciático. Para aliviar estos dolores, prueba a colocar una bolsa de agua fría o caliente en aquella zona donde notes la molestia. También puedes realizar una serie de estiramientos específicos para aliviar esa sensación.
– Estreñimiento
Si llevas una alimentación rica, saludable, variada y con un gran aporte en fibra, es posible que apenas notes el estreñimiento, pero aun así tal vez te cueste ir más al baño a partir de ahora. La causa está en un aumento de los niveles de la hormona progesterona unido junto a la ingesta de hierro que harán que tus digestiones se vuelvan más lentas y pesadas, ¡tendrás que armarte de paciencia a la hora de enfrentarte a estos molestos síntomas!
A los 7 meses de embarazo es posible sentir las contracciones de Braxton Hicks, las cuales van preparándote para el momento del parto.
Pueden ser molestas y algo dolorosas, pero son totalmente normales por lo que no tienes nada que temer. Simplemente lleva la cuenta y, a menos que sientas más de 5 contracciones en una hora, no tienes por qué acudir a la consulta o al servicio de urgencia.
Para este séptimo mes del embarazo, los movimientos del bebé son más frecuentes, por lo que también podrían llegar a confundirse con contracciones. Los notarás de un modo más intenso, incluso en ocasiones podrían llegar a hacerte daño. La buena noticia es que tus familiares también pueden sentir las patadas del pequeño cuando pongan tus manos sobre tu barriga. ¡Les va a hacer muchísima ilusión!
La aparición de la línea alba, además del crecimiento del vientre, es una de las señales más características de que te acercas a la recta final del embarazo. Dicha línea es de color marrón, atraviesa de forma vertical el abdomen y suele aparecer en la semana 27 del embarazo, en el mes 7 de gestación.
Se debe a un aumento de la melanina en esta zona de la piel de la barriga.
Si hablamos de la tripa de la embarazada de siete meses, también debemos referirnos a la ganancia de peso. En el séptimo mes de la gestación, es probable que hayas cogido unos 6 kilos. No es necesario que estés a cada rato con la báscula, pero sí que es recomendable hacerlo de vez en cuando (como una vez a la semana) para controlar que subes bien de peso.
Es normal que a partir de este mes 7 ganes peso más rápido, por lo tanto, debes dejar de pensar que lo correcto es engordar 1 kilo por cada mes. A partir de la semana 28 es cuando la barriga crecerá más rápidamente.
El útero también aumenta de peso y lo hace para poder dar cabida al bebé. El útero, al inicio del embarazo, pesaba unos 80 gramos y al final de este podría alcanzar el kilo de peso.
¿Qué le pasa a mi ombligo? ¡Pero si ha salido hacia fuera! Una vez que ya conocemos cómo crece la barriga de la embarazada de 7 meses y cómo va ganando peso para esta etapa de la gestación, debemos saber más sobre el ombligo.
Seguro que te has fijado que tu ombligo ya no tiene el mismo aspecto que antes…
La distensión de la pared abdominal hace que no solo el ombligo se aplane, sino que se invierta, es decir, que salga hacia afuera como si de un bulto se tratara. No le pasa a todas las mujeres embarazadas, pero sí a muchas. Si es tu caso, tranquila, no tienes nada de lo que preocuparte, es algo totalmente normal que sea corregirá a las pocas semanas de dar a luz.
Como decíamos, si hubiera algún problema o complicación y tu bebé naciera en el mes 7 de embarazo se consideraría un bebé prematuro (sietemesino) y aunque tendría que llevar unos cuidados especiales en un hospital que contara con el servicio adecuado para ello, tendría muchas probabilidades de sobrevivir.
Hay factores de riesgo que influyen en que se dé un parto prematuro como la preeclampsia, la placenta previa o el embarazo múltiple. Pero no temas, en las consultas prenatales se revisan todos estos aspectos y se toman todas las precauciones posibles para prevenirlos o minimizar sus riesgos.
Por ello, te recomendamos que, igual que has hecho durante los meses anteriores, sigas con las revisiones pautas por tu obstetra y matrona durante el séptimo mes del embarazo.
En cuanto a las pruebas médicas, visitas a consulta y vacunas a administrar, detallamos las rutinarias que pautan los especialistas para este séptimo mes del embarazo.
– Ecografía 3D, 4D, 5D
En este momento es cuando mejor se puede observar al feto a través de una ecografía 3D, 4D o 5D. Se trata de una prueba opcional que se realiza para completar el estudio fetal y que se recomienda en caso de diagnóstico de malformación fetal.
En la ecografía 3D se puede ver la instantánea del feto en 3 dimensiones. En la 4D se observa el bebé en movimiento, como si de un vídeo se tratara y tiene una gran relevancia en el diagnóstico de malformaciones como el labio viperino o en alteraciones de las extremidades de manos y pies. En cuanto a la ecografía 5D se observa al feto de una forma más realista, por lo que muchos expertos lo han llamado la ecografía de alta resolución.
– Consulta de Obstetricia
En la consulta rutinaria tendrás el privilegio de escuchar de nuevo el latido del corazón de tu bebé que sigue oscilando entre los 120 y 160 latidos por minuto. Si el médico cuenta con el equipo necesario, podrá incluso realizarte una ecografía y detallar el peso del bebé.
– Vacuna de la tosferina
Se recomienda en este mes 7 de embarazo y ya forma parte del calendario de vacunación de la gestante; incluye además la del tétanos y la difteria. Con esta vacuna estarás protegiendo a tu bebé de una enfermedad que, de contraerla al nacimiento, sería muy peligrosa para su salud.
– Vacuna antiD
La vacuna anti D contiene anticuerpos contra el antígeno D (Rh) de glóbulos rojos humanos. En caso de ser necesario, la semana 28 de embarazo será la indicada para vacunarte. La inyección es intramuscular y la administran en el servicio de Hematología o en el centro de salud.
– Vacuna de la gripe
Esta vacuna también forma parte de las recomendaciones de las principales autoridades sanitarias para aquellas mujeres embarazadas que están en grupo de riesgo por la baja inmunidad que supone la propia gestación.
Se aconseja administrar en la temporada de gripe. Esta vacuna te protege tanto a ti como al bebé.
Con el fin de que puedas tener energía durante el séptimo mes del embarazo (y estés bien cuidada para así cuidar de tu bebé) evita alimentos como los elaborados, ultraprocesados o con alto contenido en sodio y grasas saturadas. Nada de bebidas alcohólicas y con cafeína; apuesta por alimentos con contenido en vitamina A y zinc.
Además, se recomienda que las mujeres embarazadas reduzcan la ingesta de sal para evitar así sentirse tan hinchada. Se aconseja que esta siempre sea yodada para que recibas el aporte que tu organismo necesita.
Las carnes magras, los pescados blancos, los lácteos pasteurizados, las legumbres, los granos como el arroz y los cereales integrales han de estar siempre en tu despensa, pues son los grupos de alimentos que más y mejores nutrientes te van a proporcionar.
Si no lo has hecho ya, el séptimo mes de embarazo es el momento indicado para preguntar a tu matrona por las clases de preparación al parto.
En estas sesiones se incluyen clases prácticas en las que aprenderás a respirar y a relajarte e incluso a empujar cuando llegue el momento del parto y además conocerás recomendaciones higiénico dietéticas que te vendrán muy bien en esta etapa tan importante del embarazo.
Además de consultar todas tus dudas e inquietudes con otras futuras mamás, podrás construir con ellas una bonita amistad. Tu matrona se encargará también de darte todas las recomendaciones acerca de las cosas que tienes que preparar para llevar al hospital y que te harán falta durante los primeros días de vida de tu bebé.
En Guiainfantil.com te queremos acompañar a lo largo de todos los meses de tu gestación, para que los disfrutes desde la tranquilidad y tengas toda la información en tu mano. Por ello, más allá del séptimo mes del embarazo, a continuación podrás conocer con más detalle qué ocurre durante los distintos meses. ¡Felicidades, mamá! Pronto tendrás al amor de tu vida entre tus brazos.