Percebes embarazo: Embarazo y proteínas: cómo elegir y acertar

Percebes embarazo: Embarazo y proteínas: cómo elegir y acertar

Marisco y embarazo: ¿qué precauciones debo tener?

Hay alimentos que durante el embarazo deben desaparecer de la dieta y otros muchos que es recomendable limitar todo lo posible. No hablamos del jamón, quizá el alimento estrella y el que más debate suscita por los últimos estudios que abogan por permitir su ingesta entre las mujeres embarazadas, sino del marisco, que no es precisamente una familia de alimentos especialmente recomendable durante la gestación.

Hay que recordar que no solo gambas, langostinos, langosta, bogavante o percebes es marisco; también lo son las almejas, los mejillones, el pulpo o la sepia, especies animales, sobre todo estas dos últimas, que mucha gente relaciona con el pescado y no tanto con el marisco.

No está prohibido su consumo salvo casos concretos y excepcionales, pero los expertos coinciden en aconsejar que se evite tomarlo o se deje para ocasiones muy concretas porque son más peligrosos los riesgos que conlleva que positivos los beneficios que aporta. Es verdad que es una fuente de proteínas alta, pero se pueden extraer de otros alimentos que no presentan riesgos como este.

En cualquier caso, igual que pasa con el pescado, se debe tomar siempre cocinado, nunca crudo. Nada de sushi ni tampoco el famoso corte extrafino conocido como carpaccio. De lo contrario, el riesgo de contaminarse de algunos de los microorganismos o patógenos peligrosos presentes en estos seres vivos.

Entre los más peligrosos para una embarazada se encuentra la salmonela, bacteria responsable de transmitir la salmonelosis, una intoxicación alimentaria muy agresiva que afecta al aparato intestinal -diarrea, fiebre y calambres abdominales son sus síntomas más habituales-; y el anisakis, un gusano que habita en el sistema digestivo de peces y mamíferos marinos, y que puede alcanzar el organismo del ser humano a través de cualquier especie marina contaminada si no se ha congelado o cocinada previamente. La intoxicación que provoca este gusano es también realmente agresiva, dejando  a su paso síntomas como las náuseas y vómitos continuos, erupción cutánea, dolores abdominales o fiebre, entre otros.

Siendo graves estas dos, es todavía más peligrosa la toxoplasmosis, enfermedad parasitaria que es producida por un protozoo minúscula llamado Gondii. Esta patología puede provocar abortos o malformaciones congénitas muy graves en el feto, que pueden afectar a su cerebro, sus ojos y otros órganos vitales. En la madre, en cambio, los síntomas no son muy distintos a los de una fiebre, pero al feto le puede causar un daño tremendo, por lo que es suficiente motivo para evitar cualquier alimento que pueda suponer su contagio, y el marisco lo es siempre y cuando no esté bien cocinado desde el punto de vista de la salud, no del gastronómico. Esto significa que se debe cocinar a altas temperaturas para abolir cualquier tipo de riesgo para la salud de la embarazada.

De todos modos, dado que la ciencia cambia ante nuevas investigaciones, lo más recomendable es consultar al ginecólogo al respecto de qué alimentos son los prohibidos para una mujer embarazada y cuáles se recomienda evitar en la medida de lo posible.

sus riegos y las precauciones que hay que tomar

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  • ¿Cuáles son los riesgos de comer marisco durante el embarazo?
    • Salmonelosis
    • Anisakis
    • Toxoplasmosis
  • Medidas para prevenir problemas con el marisco

Los especialistas siempre han recomendado reducir o evitar el consumo de marisco durante el embarazo, debido al riesgo de contaminación que existe, un riesgo superior al beneficio que se obtiene de su consumo.

No obstante, el pescado se puede consumir, siempre cocinado y siguiendo las oportunas precauciones con la higiene. En otras palabras, sí al pescado, tanto azul como blanco, pero bien hecho y congelándolo previamente un mínimo de tres días.

De hecho, el pescado representa una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico y contribuye a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D. Asimismo, proporciona ácidos grasos poliinsaturados Omega 3.

Por otro lado, estudios recientes han demostrado que los pescados de menor tamaño, como las sardinas o las anchoas, son preferibles a los de gran tamaño (como el atún) durante la gestación, por su menor contenido en metales pesados perjudiciales, como el mercurio.

Si bien el marisco es una fuente de proteínas importante, hay que tener cuidado con algunas variedades y, sobre todo, si se consume crudo, como en el caso del sushi o del carpaccio.

El marisco es un alimento delicioso, pero durante esta importante etapa del embarazo hay que ponerse límites, como tantos otros, de ahí que sea preferible que optemos por otras preparaciones culinarias que nos mantengan alejadas de cualquier riesgo.

(Te interesa: ¿Qué alimentos están prohibidos en el embarazo?) 

¿Cuáles son los riesgos de comer marisco durante el embarazo?

Como hemos dicho anteriormente, los médicos aseguran que los riesgos de consumir marisco en el embarazo son mucho mayores que los beneficios, por lo que lo ideal será evitar el marisco o, por lo menos, limitar su consumo a momentos puntuales.

Si se decide comer marisco en algún momento de la gestación, es fundamental que la cocción sea cuidadosa, en el caso de los mejillones, sepias, pulpo, almejas o langostinos. Aunque estén deliciosos, pueden contener microorganismos o patógenos peligrosos.

A continuación, señalamos los riesgos principales del consumo de marisco estando embarazada:

Salmonelosis

– La salmonelosis es uno de los principales peligros de comer marisco en el embarazo. Es una enfermedad producida por la ingesta de alimentos contaminados por una bacteria llamada salmonela, causante de intoxicaciones alimentarias, especialmente por carnes o pescados crudos.

– La infección por salmonela afecta al aparato intestinal. La bacteria de la salmonela habita en los intestinos de los animales y los humanos y se libera a través de las heces.

– Los humanos se infectan con mayor frecuencia mediante el agua o alimentos contaminados.

Los síntomas más comunes de la salmonelosis son: diarrea, fiebre y calambres abdominales de hasta tres días de duración. La mayoría de las personas sanas se recuperan sin tratamiento específico.

– En algunos casos, la diarrea provocada por la infección puede provocar deshidratación, por lo que es fundamental acudir a urgencias, sobre todo, en caso de embarazo.

Anisakis

– El anisakis es un gusano nematodo que habita en el sistema digestivo de los peces y los mamíferos marinos, y que también causa intoxicaciones alimentarias. Se adquiere a través del consumo de pescado contaminado, principalmente.

– Las personas que consumen pescado con anisakis pueden notar los síntomas de la infección, como máximo, 24 horas después de comerlo.

Entre los principales síntomas que indican una posible infección por anisakis, se encuentran: náuseas y vómitos continuos, erupción cutánea, dolores abdominales intensos y aumento de la temperatura corporal.  

Toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo minúsculo: el toxoplasma Gondii. En ocasiones, la toxoplasmosis genera síntomas graves, en especial, en pacientes inmunodeprimidos o enfermos de VIH. 

Si la mujer contrae toxoplasmosis durante el embarazo, puede sufrir abortos o malformaciones congénitas que pueden afectar al cerebro, los ojos y otros órganos del feto. 

Los síntomas de la toxoplasmosis en el embarazo son casi imperceptibles. Pueden ser similares a los de una gripe o un resfriado: ligera hinchazón de los ganglios del cuello, fiebre, dolor de garganta, dolores musculares y cansancio.

Los síntomas se suelen manifestar unas dos o tres semanas después de la infección. Sin embargo, la toxoplasmosis puede incluso no presentar síntomas.

 

Medidas para prevenir problemas con el marisco

Si estás embarazada y deseas consumir marisco ocasionalmente, seguidamente, te explicamos qué medidas preventivas debes tomar para no correr riesgos:

No obstante, te recomendamos que, cuando tengas dudas sobre qué alimentos o mariscos ingerir durante el embarazo, consultes al ginecólogo o a la matrona que siguen tu embarazo, puesto que son las figuras de referencia y conocen tu embarazo perfectamente.

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