La alimentación del bebé comienza nueve meses antes de su nacimiento. Los alimentos que ingiere la madre también alimentan al bebé. El consumo de alimentos nutritivos durante el embarazo es beneficioso para la salud de la madre y también contribuye a que el bebé crezca fuerte y saludable. Además, los alimentos que ingiere la madre determinan su estado de ánimo y la cantidad de peso que aumenta.
Coma alimentos variados.
Intente comer una dieta balanceada con frutas, verduras, granos enteros, proteína y productos lácteos cada día. Aprenda más en el sitio del internet ChooseMyPlate.gov.
Beba abundante líquido. El cuerpo necesita mucho líquido (de 6 a 8 vasos al día), especialmente cuando se espera un bebé. Beba una abundancia de agua y leche desnatada. Limite o evite líquidos que agregan calorias y limitan las nutrientes tal como el té azucarado, limonada, café con sabores dulces y bebidas energéticas.
Coma alimentos o meriendas a menudo. Evite pasar 3-4 horas o más sin comer. Esto le ayudará mantener niveles constante de glucosa en la sangre y previene comer de más.
Ingiera proteína en cada comida (tal cómo leche, queso, yogur, carne, pescado y frijoles. Los alimentos ricos en proteínas contribuyen a formar los músculos y tejidos del bebé y fortalecen el cuerpo de la madre. Aumente el consumo de proteínas si tiene menos de 18 años o si estaba por debajo de su peso antes del embarazo.
Elija opciones saludables cuando salga a comer. Primero limite la frecuencia con que salga a comer y si esto no se le hace posible,, evite las opciones fritas o empanizadas, mantenga salsas al lado y tome agua.
Elija meriendas saludables. Frutas frescas, verduras, frutos secos, yogur desnatado y otros lácteos desnatados.
Aumente el consumo de fibra diaria. Elija pan y cereal integral, frijoles, frutas y verduras. Estos le ayudan a sentirse satisfecha y reduce otras complicaciones tal como el estreñimiento en el embarazo.
Planifique comidas y meriendas antes de tiempo. de esta manera ahorra tiempo, dinero y asegura que escoja opciones saludables más a menudo.
No se ponga a régimen de adelgazamiento. El embarazo no es momento para hacerlo. Comer saludablemente es bueno pero no limite su alimentación ni se restricte a dieta de puro carbohidratos. La madre que se pone a dieta también lo hace con el bebé. Las pastillas para adelgazar contienen muchos medicamentos dañinos.
Tome vitaminas prenatales. Son necesarias como complemento a una alimentación saludable. Estas pastillas contienen los niveles de vitaminas y minerales que se necesitan diariamente para llevar un embarazo saludable. El médico puede recetarle estas vitaminas, para que el seguro cubra parte de su costo.
Las tiendas de comida de TOP Foods proporcionan vitaminas prenatales gratuitas a mujeres con receta médica que no le alcanza a comprar sus vitaminas prenatales. No es necesario tener seguro médico. Para más información, puede referirse a su guía telefónica para ubicar la tienda de comida de TOP Foods más cercano.
Durante el embarazo, algunos alimentos y otras sustancias pueden ser perjudiciales tanto para la madre como para el bebé.
Alcohol: bebidas como vino, sangría, cerveza, limonada con alcohol, licores de malta, tragos y cócteles pueden perjudicar el desarrollo del cerebro y el organismo del bebé . Cuando la madre consume alcohol durante el embarazo, el bebé corre el riesgo de contraer el síndrome de alcoholismo fetal, que puede provocar discapacidad mental y física. Lea más sobre el alcohol, las drogas y el tabaco durante el embarazo.
Sustancias no alimenticias: fuera de los alimentos, el almidón para lavar ropa, la tiza, la arcilla y otras sustancias pueden ser perjudiciales para la madre y el bebé. Si siente antojo de comer estas sustancias, informe al médico de inmediato.
Alimentos crudos: la carne, el pescado, el pollo, los mariscos y los huevos cuando no están bien cocidos pueden contener bacterias o parásitos capaces de provocar enfermedades muy serias en el bebé, aun cuando la madre no sienta ningún malestar. No asuma que toda la comida procesada y empaquetada está cocida, verifíquelo usted misma.
Cafeína: la cafeína es un estimulante que pasa al bebé y puede afectar su crecimiento. Esta sustancia se encuentra en el té, el café, el chocolate y muchas gaseosas y medicinas de venta libre. Es más seguro tomar bebidas sin cafeína. Sin embargo, si decide tomar algo que contiene esta sustancia, es bueno limitarse a menos de 200 miligramos al día, por ejemplo 1-2 tazas de café.
Lácteos sin pasteurizar : la leche cruda y muchos quesos blandos de diversa procedencia, como México y Europa, no son pasteurizados. Los productos no pasteurizados pueden ser peligrosos para el bebé. Evite el consumo de quesos blandos como brie, queso feta, queso blanco y queso fresco. Ingiera sólo leche o quesos cuya etiqueta indique que son pasteurizados.
Embutidos finos fríos: a veces contienen bacterias capaces de provocar un aborto. Para consumirlos, se recomienda calentarlos hasta que emanen vapor. Hágalo en el microondas o poniéndolos al calor de una hornilla de la cocina.
Comida chatarra: está bien consumir gaseosas, galletas, rosquillas y papitas o papas fritas de vez en cuando, pero que no reemplacen los alimentos saludables.
Algunos pescados y mariscos: el pescado y los mariscos son buenos para la salud, pero algunos contienen niveles elevados de mercurio. El mercurio es perjudicial para el cerebro del bebé por nacer. Evite el consumo de pez espada, tiburón, caballa gigante y el blanquillo o azulejo. El consumo de atún enlatado está bien, siempre que se limite a 6 onzas a la semana y que se trate de atún claro.
No tiene que evitar todo el consumo de pescado/mariscos mientras está embarazada. El Departamento de Salud del estado de Washington tiene un guía de pescados saludables
que usted puede cargar consigo cuando va de compras o cuando esté cenando en restaurantes. El guía de pescados saludables le puede ayudar a escoger sabiamente cuando coma pescado.
Oprima aquí para ver una hoja informativa sobre el aumento de peso saludable durante el embarazo.
Qué se puede comer y qué no durante el embarazo
VALENCIA, 29 DE DICIEMBRE DE 2016
Las preocupaciones por la alimentación surgen muchas veces a raíz de ese positivo en el test de embarazo; dos rayitas que lo cambiarán todo. Nueve meses más tarde nacerá un ser que dependerá totalmente de ti durante muchos años, por lo que el bienestar físico y anímico se erige como prioridad, tanto en nuestras vidas como en la de ese bebé concebido con la mayor de las ilusiones.
Es importante no obsesionarse con la alimentación, ya que la saturación de información provoca en ocasiones un estado de agobio del que puede resultar difícil salir. A los consejos de madres, hermanas, tías y amigas se suman los de vecinas y conocidas “de cabecera”, que asumen el papel de “profesional sanitario” y, en consecuencia, la mujer embarazada acaba acudiendo a su consulta ginecológica inmersa en un mar de dudas.
Estas fechas navideñas, donde los excesos son casi inevitables, hacen aflorar más que nunca algunas preocupaciones en torno a lo que se puede o no tomar durante los meses de gestación. Paloma Ramos, nutricionista de IVI, despeja las dudas más frecuentes acerca de los mitos y verdades de la alimentación durante el embarazo.
¿Qué se puede y se debe tomar?
¿Qué debemos evitar?
¿Qué está prohibido tomar?
3 claves para un embarazo 10