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Si estas embarazada y sientes rechazo hacia tu pareja, no te aflijas. Hay muchos cambios hormonales en tu cuerpo, aunque estos no son los únicos factores. ¿Quieres conocer los demás? Sigue leyendo.
Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.
Última actualización: 17 diciembre, 2021
El embarazo es una etapa llena de cambios que afectan a todos los aspectos de la vida de la mujer: desde lo hormonal y lo físico, hasta lo psicológico, lo emocional y lo social. Pues el nuevo rol que toca desempeñar comienza a tomar protagonismo lentamente.
En este sentido, es muy común que las gestantes refieran no entender bien qué les sucede algunas veces. De hecho, algunas describen esta etapa como una montaña rusa, pues pasan de sentirse eufóricas y entusiasmadas a iracundas, inseguras o molestas en un segundo. Y también, muchas futuras mamás experimentan cierto rechazo hacia sus parejas.
Antes de ahondar en este tema, debemos remarcar que todo esto es completamente normal, habitual y hasta esperable durante la gestación. Si bien no debes culparte por sentir así, es bueno que sepas un poco más de qué se trata para que tú y tu pareja lo paséis bien durante la transición hacia la paternidad.
El rechazo a la pareja durante el embarazo es esperable, aunque no siempre sucede.
Muchas veces, cuando las mujeres empiezan a notar el enorme cambio en sus cuerpos o caen en la cuenta de que tienen que cuidarse más que antes, pueden volverse irritables.
A esto se le suma la incomodidad de tener que cambiar de indumentaria, las dificultades para lograr un buen descanso y la imposibilidad de realizar tareas sencillas de la vida cotidiana. Todo este malestar puede proyectarse sobre el otro, en este caso, la pareja.
En general, se trata de un rechazo temporal y pasajero, estrechamente vinculado a los cambios hormonales de la gravidez. No obstante, puede ser contrarrestado si se le brinda a la mamá el apoyo necesario. Algunas veces es necesario darle espacio, mientras que otras es preciso ofrecerle compañía. Hay que hacer una buena lectura de la situación y esto los involucra a ambos.
Pero más allá de las cuestiones fisiológicas, también es cierto que el embarazo trae a la luz otros conflictos previos de la pareja y que estos pueden ponerse de manifiesto a través del rechazo. Por ejemplo, cuando el embarazo no fue planeado o deseado por ambas partes.
Por otro lado, es posible que algunas cuestiones se sobredimensionen en esta etapa. Si antes del embarazo ya se atravesaban problemas económicos, es posible que en este contexto la situación se vuelva más angustiante.
En resumen, los factores hormonales son importantes, pero no son los únicos motivos que pueden conducir al rechazo de la pareja.
Si eres quien transita el embarazo, hay algunas cuestiones que debes conocer para intentar modificar. Toma nota de los siguientes puntos:
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Si eres la pareja de la persona que está embarazada, toma en cuenta los siguientes consejos:
Para ambas personas, fortalecer la comunicación es fundamental, pues les permite expresar con sinceridad los sentimientos y las necesidades. Además, ayuda a evitar las interpretaciones erróneas y a ajustar las expectativas a la realidad.
Finalmente, el embarazo es el mejor momento para hablar acerca de los proyectos, de los objetivos de crianza y del futuro de la pareja. Esto también permite detectar los aspectos en común y conciliar las diferencias antes de la llegada del pequeño.
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Durante el embarazo hay momentos que se viven con especial emoción y otros que nos llenan de estrés. Por ejemplo, la noche anterior a los estudios que indican cómo se encuentra el bebé, la ansiedad y los temores afloran.
Es importante saber que las cosas se acomodan con el tiempo y que en un abrir y un cerrar de ojos, habrán pasado los nueves meses. Por eso, lo mejor es procurar estar tranquilas y mantener las preocupaciones a raya, para que el embarazo pueda disfrutarse, tanto sola como en pareja.
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El embarazo es una etapa maravillosa… casi siempre. Algunas mujeres sienten una revolución hormonal, física y emocional tan fuerte que les cambia por completo, haciendo que se conviertan en personas diferentes, siempre molestas e irritables ya que están cansadas, con náuseas, dolores y otras molestias. Esta irritación, generalmente, se paga con el marido ya que, en cierta forma, es el “culpable” de todo lo que le pasa. Rara vez se echa la culpa al bebé que crece dentro, el responsable de todos los males es el marido, quien además es quien suele estar más a mano. Por eso, no es raro ver cómo algunas mujeres embarazadas se enfadan más a menudo que antes del embarazo. Estos cambios de humor son normales y suelen ocurrir sobre todo al principio y al final del embarazo, aunque pueden darse durante toda la gestación o no aparecer en ningún momento.
Además de enfadarse con más facilidad o echarse a llorar sin ningún motivo, también es normal que las embarazadas se irriten ante comportamientos o gestos que antes les gustaban. Por ejemplo, es posible que hasta ahora nunca le hubiera molestado la forma de comer de su marido, y ahora la encuentre insoportable. Esto sucede porque todos los sentidos de la mujer están más alerta: distingue y le molestan olores en los que antes no reparaba, sonidos o gestos. Por eso, es frecuente que de repente la colonia de tu marido te huela fatal o que sus caricias te incomoden.
También es habitual que la libido caiga, sobre todo en las primeras semanas de embarazo, y que por lo tanto no tengas ganas de hacer el amor con tu pareja. Las náuseas, el cansancio y el miedo a hacer daño al bebé o a sufrir un aborto te cortan y te hacen rechazar a tu marido, quien se siente feliz de vuestro embarazo y tiene ganas de hacer el amor contigo. Pero cuando se acerca todo feliz y sonriente para darte un beso, tú le apartas y le dices algo como “Déjame en paz que estoy muy cansada”. Eso hace que tu marido ponga una cara de pena total, pero aun así sigues sin ganas de que te toque, lo cual te frustra y te molesta ya que no quieres hacerle sufrir ni sentirte irritada a todas horas con él, pero no puedes evitarlo.
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Como decíamos, es algo normal debido a los cambios hormonales, las molestias físicas y las sensaciones encontradas que experimentas en estos meses (miedo, alegría, angustia…), pero no debes permitir que se convierta en tu día a día sin hacer nada ya que puedes acabar provocando discusiones y enfados con tu marido. Para evitarlo, sigue estos consejos:
1- Habla con él claramente, con sinceridad y total confianza de lo que te pasa y lo que sientes. Aunque te dé vergüenza decirle lo que sientes en estos momentos hacia él, es mejor que se lo expliques y le hagas ver que tus sentimientos no han cambiado, simplemente estás atravesando una etapa complicada, pero todo pasará.
2- Procura reducir el estrés y la ansiedad de tu vida para estar más tranquila y relajada y que no te moleste todo. Habla con tu médico acerca de tu embarazo y resuelve todas tus dudas, lleva una vida tranquila y duerme lo suficiente, haz ejercicio para reducir el cortisol de tu sangre –la hormona del estrés- y aumentar las endorfinas –las hormonas de la felicidad.
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3- Haz mindfulness o meditación, respira hondo y practica yoga para controlar tus impulsos y tus enfados y no pagar todos tus disgustos y problemas con tu pareja.
4- No te centres solo en el bebé y el embarazo, dedica tiempo a tu pareja y a pasar tiempo juntos sin hablar del bebé. Podéis salir a cenar, ir al cine o tener una cita romántica.
5- Si no te apetece mantener relaciones sexuales, no estás obligada pero recuerda que no es malo para el bebé y que incluso puede ser bueno para ti y ayudarte a sentir más relajada y más cerca de tu pareja. El segundo trimestre es un buen momento para el sexo en el embarazo, incluso hay mujeres que dicen tener mejores orgasmos, así que pruébalo. Además, el sexo no es solo la penetración, hay muchas otras cosas que se pueden hacer.
6- Si ya tenías problemas con tu marido antes del embarazo, puede que este no sea la causa de tus rechazos. Piensa bien en tus sentimientos hacia tu pareja, en si todavía le quieres o no y si te resulta atractivo. Puede que la causa de tus rechazos no sean los cambios hormonales del embarazo, sino un cambio más profundo en tus sentimientos que debas analizar para ver si debes seguir con él o no. El hecho de que estés embarazada no implica que tengas que seguir con alguien si no le quieres o si no se porta bien contigo, por ejemplo. Aunque para el bebé es bueno que sus padres estén juntos, es aún mejor que ambos sean felices y que el ambiente familiar no esté cargado de problemas y discusiones.
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