Si estoy con diarrea puedo amamantar: Fiebre y lactancia | Medela

Si estoy con diarrea puedo amamantar: Fiebre y lactancia | Medela

Fiebre y lactancia | Medela

Si tú o tu bebé no os encontráis bien, puede que te preguntes si es seguro dar el pecho. La buena noticia es que dar el pecho mientras estáis enfermos puede tener muchos beneficios para ambos; sigue leyendo para obtener más información.







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¿Sabías que si das el pecho es menos probable que tu bebé se ponga enfermo? Aunque no evitará por completo que se ponga enfermo, las propiedades protectoras de la leche materna hacen que los bebés amamantados tiendan a ponerse enfermos con menos frecuencia1 y se recuperen más rápido que los bebés alimentados con leche de fórmula.

La leche materna tiene elementos antibacterianos y antivirales.2 Dependiendo de la duración de la lactancia, reducirás el riesgo de que tu bebé contraiga resfriados y gripes, infecciones de oído y del tracto respiratorio, náuseas y diarrea. 1 Los científicos están investigando el potencial de la leche materna para el tratamiento de problemas que van desde la conjuntivitis hasta el cáncer.3,4

¿Debería dar el pecho a mi bebé enfermo?

Sí. Dar el pecho a un bebé enfermo aumenta las probabilidades de que se recupere rápidamente, además de reconfortarle. Tu leche materna contiene anticuerpos, glóbulos blancos, citoblastos y enzimas protectoras que combaten las infecciones y que pueden ayudar a la curación.1,5,6 También tiene un equilibrio de vitaminas y nutrientes en permanente ajuste que le ayudan a recuperarse lo antes posible. Y eso significa menos días enfermo y menos visitas al médico para ambos.7

«La lactancia proporciona todo lo que tu bebé necesita cuando está enfermo: es su medicina y también su alimento, bebida y consuelo. Es lo mejor que existe para él», señala Sarah Beeson, visitadora médica y enfermera en el Reino Unido.

Lo más sorprendente es que la composición de tu leche materna cambia cuando tu bebé está enfermo. Si estás expuesta a una infección bacteriana o vírica, tu cuerpo crea anticuerpos para combatirla; estos anticuerpos se transfieren después a tu bebé a través de la leche.8 Los niveles de las células que refuerzan el sistema inmunitario, los leucocitos, presentes en tu leche aumentan rápidamente siempre que tu bebé está enfermo.5

Y como la leche materna es muy fácil de digerir, también es el alimento ideal para los bebés con estómagos revueltos.

«Mi hija contrajo un norovirus a los 12 meses de edad y la leche materna era lo único que podía tomar», recuerda Maya, dos hijos, España. Habíamos iniciado el destete de forma natural y habíamos reducido las tomas a una al día, a la hora irse a dormir, pero el efecto de oferta y demanda que se produjo al darle el pecho con más frecuencia fue espectacular. ¡En menos de 48 horas ya estaba a plena producción! Eso evitó que tuviesen que poner un gotero a mi pequeña».

Ten en cuenta que puedes tener que modificar el modo en que das el pecho a tu bebé cuando está enfermo. Por ejemplo, un bebé con un resfriado puede querer tomas más frecuentes y cortas, tanto para reconfortarse como por tener la nariz taponada, lo que puede dificultar las tomas largas. Si el bebé tiene la nariz taponada, tal vez prefiera alimentarse de pie, así que puedes experimentar con diferentes posiciones de lactancia. 

¿Qué pasa si mi bebé parece demasiado enfermo como para tomar el pecho?

En ocasiones, cuando un bebé se siente realmente mal, puede que no tenga apetito o la energía necesaria para tomar el pecho. Si tienes problemas para alimentarlo, ponte en contacto con un profesional sanitario, un especialista o consultora de lactancia para obtener consejos sobre cómo evitar que se deshidrate.

Puede que te recomienden que extraigas algo de leche para alimentar a tu bebé con una jeringa, vaso u otro método que requiera menos esfuerzo por su parte para beber. Extraer leche cuando normalmente deberías dar el pecho también mantendrá constante tu suministro de leche.

Si tienes alguna duda acerca de la salud de tu bebé o la ingesta de leche, solicita ayuda médica inmediatamente.

¿Puedo seguir dando el pecho cuando estoy enferma?

Puede que sea la última cosa que quieras hacer, pero es mejor seguir dando el pecho casi con cualquier enfermedad común. Si tienes un resfriado o gripe, fiebre, diarrea o vómitos, o mastitis, continúa con la lactancia de forma normal. Tu bebé no se pondrá enfermo por tu leche materna. De hecho, esta leche contendrá anticuerpos que reducirán el riesgo de que sufra la misma enfermedad.

«No solo es seguro, sino que dar el pecho mientras estás enferma es una buena idea. En realidad, tu bebé es la persona que menos probabilidades tiene de caer enfermo con tu dolor de tripa o resfriado, ya que ha estado en estrecho contacto contigo y recibe una dosis diaria de esos anticuerpos protectores de tu leche», señala Sarah Beeson.

No obstante, estar enferma y seguir dando el pecho puede ser realmente agotador. Debes cuidarte a ti misma para poder cuidar de tu bebé. Mantén altos tus niveles de líquidos, come cuando puedas y recuerda que tu cuerpo necesita más descanso de lo habitual. Reserva un sitio en el sofá y acurrúcate con tu bebé durante unos días, y pide a tus familiares o amigos que te ayuden a cuidar del bebé cuando sea posible para que puedas centrarte en tu recuperación.

«No te preocupes por el suministro de leche materna: seguirás produciéndola. Lo único que tienes que hacer es no detener la lactancia de forma brusca, ya que corres el riesgo de sufrir una mastitis», añade Sarah.

Una buena higiene es importante para minimizar el riesgo de propagar la enfermedad. Lávate las manos con jabón antes y después de alimentar al bebé, preparar la comida y comer, ir al baño o cambiar pañales. Utiliza un pañuelo para la tos y estornudos, o usa el pliegue del codo (no las manos) si no tienes un pañuelo a mano, y lava o desinfecta siempre las manos después de toser, estornudar o sonarte la nariz.

¿Se pueden tomar medicamentos durante la lactancia?

No hay ningún problema con tomar paracetamol, ibuprofeno y algunos antibióticos durante la lactancia,9,10 siempre que hables de ello previamente con un profesional sanitario y tomes las dosis recomendadas. Recuerda que el ibuprofeno tiene contraindicaciones para las madres asmáticas.

Antes se recomendaba a las madres que evitasen la aspirina, pero un estudio reciente indicó que, en dosis bajas, su consumo puede ser seguro durante la lactancia.11 Por el contrario, unas dosis altas se han asociado a un problema en bebés muy poco frecuente, pero grave, denominado síndrome de Reye,12 por lo que es mejor hablar sobre el uso de la aspirina con un profesional sanitario.

No se recomienda el uso de analgésicos con receta más potentes, como la codeína y el tramadol.10 Dado que las directrices y recomendaciones se actualizan de forma continua, un profesional sanitario o farmacéutico podrán ofrecerte más información acerca de medicamentos concretos en caso de que tengas alguna duda.

Algunos medicamentos utilizados para la gripe, el resfriado y la tos contienen descongestionantes o expectorantes que pueden reducir tu suministro de leche. No utilices medicamentos que contengan fenilefrina, fenilpropanolamina o guaifenesina entre sus ingredientes.9 También es mejor evitar aquellos medicamentos que provoquen somnolencia durante la lactancia.

«Consulta el envase y, si sigues teniendo dudas, pregunta a un profesional sanitario», aconseja Sarah. «Y si tu bebé ha nacido de forma prematura, con un peso bajo al nacer o si tiene algún problema médico, deberías consultar a un profesional sanitario antes de tomar cualquier medicamento durante la lactancia, incluso paracetamol.

»Siempre que acudas a un médico o farmacéutico, por el motivo que sea, deja claro que estás dando el pecho y pide que te ofrezcan la mejor opción posible», añade.

¿Qué pasa con la medicación de larga duración?

Si tienes una medicación de larga duración para problemas como diabetes, asma, depresión o cualquier otro problema crónico de salud, los beneficios de la lactancia pueden ser superiores a los riesgos. «Dar el pecho a menudo sigue siendo posible con casi cualquier enfermedad, excepto en algunos casos muy concretos», señala Sarah. «Te acostumbrarás a tu medicación habitual y debes tener la oportunidad de hablar sobre este tema con tu médico o especialista mientras estás embarazada. Todos los profesionales sanitarios cuentan con guías acerca de la seguridad de los diferentes fármacos». En cualquier caso, debes hablar de este tema con tu médico o profesional sanitario.

«Tomaba una dosis alta de medicación para tratar la epilepsia, pero pude seguir dando el pecho», afirma Nicola, tres hijos, Reino Unido. «Mi neurólogo me controlaba para conseguir un equilibrio adecuado entre la seguridad de mi hijo y mantener a un nivel bajo el riesgo de sufrir una crisis. Las crisis se pueden desencadenar por falta de sueño, y yo daba el pecho día y noche, pero me cuidé mucho, y también lo hizo mi marido. Ha sido una experiencia positiva».

¿Qué pasa si tengo que ir al hospital?

Tanto si necesitas un tratamiento planificado como si se trata de una urgencia, existen métodos para asegurarte de que tu bebé siga recibiendo los beneficios de la leche materna y que tú sigas dándole el pecho una vez que recibas el alta.

«Extrae y congela la leche materna para que un cuidador pueda dársela a tu bebé. Practica con anterioridad y no olvides indicar a los profesionales sanitarios que eres una madre lactante en el momento del ingreso», sugiere Sarah.

«Si tu bebé es pequeño, puede que te dejen tenerlo contigo. Pregunta si hay un especialista o consultora de lactancia en el hospital a quien puedas acudir. Serán un gran respaldo para ti, especialmente si estás en una sala general. Si se trata de una emergencia, asegúrate de que los profesionales sanitarios sepan que tienes un bebé; de lo contrario, es algo en lo que posiblemente no repararán».

Someterse a una cirugía con anestesia local o general no significa que tengas que dejar de dar el pecho, ni que tengas que «extraer y tirar» tu leche materna. Para cuando te sientas lo suficientemente bien como para sujetar a tu bebé tras una operación, la cantidad de anestesia en tu leche materna será mínima y casi siempre podrás utilizarla para dar el pecho. 10 No obstante, debes solicitar el consejo de un profesional sanitario, especialista o consultora de lactancia en cualquiera de estas circunstancias.

¿Hay algún momento en que no deba dar el pecho?

Hay unas pocas situaciones en las que es más seguro dejar de dar el pecho temporalmente y extraer y desechar tu leche para mantener tu suministro hasta que finalice el tratamiento. Estas situaciones incluyen sesiones de radioterapia o quimioterapia para el tratamiento de un cáncer, lesiones por herpes en el pecho, o infecciones como tuberculosis, sarampión o septicemia, que se pueden transmitir a través de tu leche.13,14 Solicita asesoramiento médico experto acerca de tu problema y pregunta si es mejor continuar o interrumpir la lactancia.

Bibliografía

1 Victora CG et al. Breastfeeding in the 21st century: epidemiology, mechanisms, and lifelong effect. Lancet. 2016;387(10017):475-490.

2 Lönnerdal B. Bioactive proteins in breast milk. J Paediatr Child Health. 2013;49 Suppl 1:1-7.

3 Australian Breastfeeding Association [Internet]. Topical treatment with breastmilk: randomised trials. [cited 2018 Apr 4]. Available from https://www.breastfeeding.asn.au

4 Ho JCS et al. HAMLET–A protein-lipid complex with broad tumoricidal activity. Biochem Biophys Res Commun. 2017;482(3):454-458.

5 Hassiotou F et al. Maternal and infant infections stimulate a rapid leukocyte response in breastmilk. Clin Transl Immunology. 2013;2(4):e3.

6 Hassiotou F, Hartmann PE. At the dawn of a new discovery: the potential of breast milk stem cells. Adv Nutr. 2014;5(6):770-778.

7 Ladomenou F et al. Protective effect of exclusive breastfeeding against infections during infancy: a prospective study. Arch Dis Child. 2010;95(12):1004-1008.

8 Hanson LA. Breastfeeding provides passive and likely long-lasting active immunity. Ann Allergy Asthma Immunol. 1998;81(6):523-533.

9 Hale TW, Rowe HE. Medications and Mothers’ Milk 2017. 17th ed. New York, USA: Springer Publishing Company; 2017. 1095 p.

10 Reece-Stremtan S et al. ABM Clinical Protocol# 15: Analgesia and anesthesia for the breastfeeding mother, Revised 2017. Breastfeed Med. 2017;12(9):500-506.

11 Datta P et al. Transfer of low dose aspirin into human milk. J Hum Lact. 2017;33(2):296-299.

12 Morello O. Safe in breastfeeding [Internet]. Italy: Orfeo Morello; 2016. Aspirin: Can I take aspirin while breastfeeding? [cited 2018 Apr 4]. Available from: https://www.safeinbreastfeeding.com/aspirin/

13 Lamounier JA et al. Recommendations for breastfeeding during maternal infections. J Pediatr (Rio J). 2004;80(5 Suppl):181-188.

14 Hema M et al., Management of newborn infant born to mother suffering from tuberculosis: Current recommendations & gaps in knowledge. Indian J Med Res. 2014;140(1):32-39.

Gastroenteritis y lactancia: qué hacer

En los últimos días hemos recibido bastantes preguntas sobre gastroenteritis y lactancia en el Canal de Consultas de nuestra app LactApp. Hemos detectado un brote de gastroenteritis aguda que está afectando a muchas madres lactantes y sus bebés y no queremos dejar pasar la oportunidad de ofreceros respuestas a las principales dudas.

Estoy dando el pecho y tengo gastroenteritis: ¿Qué hago?

Las madres lactantes se pueden ver afectadas por la gastroenteritis como cualquier otra persona. No existe un tratamiento específico para la gastroenteritis, así que las pautas a seguir para cualquier persona afectada por gastroenteritis, esté o no amamantando, son descanso e hidratación, a lo que añadiríamos medidas de higiene antes de tocar o amamantar al bebé.

¿Es conventiente dejar de amamantar?

La madre infectada puede seguir amamantando a su hijo, ya que a través de la leche no se contagia el virus de la gastroenteritis. Lo principal es disponer de ayuda para que alguien cuide al bebé y se encargue de llevarlo con la madre cuando éste tenga hambre.

Si tienes muchos vómitos o diarrea es importante mantenerse hidratada, la recomendación es tomar un solo sorbo de agua cada 15 minutos, para que de esta manera se retenga el agua. Si después de unas horas vemos que retenemos el agua, podemos realizar un sorbo cada 5 minutos.

Creo que mi bebé tiene gastroenteritis

Si un bebé amamantado de manera exclusiva tiene gastroenteritis, sin duda debe seguir con la lactancia materna. En bebés amamantados este es un proceso que raras veces es grave. Los factores inmunes presentes en la leche materna no solo previenen la gastroenteritis, sino que también ayudan a curarla: la leche materna está compuesta por una serie de factores que ayudan a recobrar el intestino.

¿Cómo puedo saber si mi bebé se está deshidratando?

Los bebés pueden deshidratarse con mucha facilidad, especialmente cuando tienen menos de seis meses de edad. Los signos de deshidratación son:

  • Somnolencia muy potente
  • Falta de orina en los pañales
  • Ojos y fontanela hundidos
  • Boca y labios secos

En caso de de tener un bebé menor de 6 meses afectado por gastroenteritis es muy importante consultar inmediatamente al pediatra. Si el bebé debiera quedarse ingresado en el hospital por deshidratación puede seguir con la lactancia materna.

Mi hijo ya toma alimentos y se niega a comer, solo quiere pecho ¿es un problema?

Es muy habitual que cuando un bebé se siente mal, deje por completo los alimentos sólidos y solo quiera mamar. La leche materna lo mantendrá nutrido e hidratado hasta que se recupere. Además la leche no solo es alimento y la proximidad con su madre le ayudará a sentirse mejor y más tranquilo.

Cuando el bebé ya consume alimentos, a parte de la leche materna, se le puede ofrecer después del pecho una  solución de rehidratación oral. Es posible que no la quiera, pero no está de más ofrecerla.

¿Y si también vomita la leche?

Prueba a hacer tomas cortas, con descansos, para comprobar que va tolerando la leche y ayudar al bebé a mantenerse hidratado. Es buena idea mantener al bebé en posición vertical tras la toma. Si no tolera nada y vomita toda la leche, consulta con su pediatra.

¿Tengo que darle una comida especial después de la gastroenteritis?

Si quiere comer sólidos, se evitarán las dietas astringentes y se le dejará comer lo que le apetezca. Hace años que las dietas astringentes están desaconsejadas ya que aportan pocas calorías, proteínas y grasas a los niños (y adultos), haciendo que el estado de debilidad general se mantenga y se alargue más de lo deseado.

¿Mi leche tiene menos nutrientes a causa de la gastroenteritis?

La leche materna sigue siendo el mejor alimento que puedes ofrecer al bebé, aún estando enferma. No pierde nutrientes ni deja de alimentar al bebé.

¿Me voy a quedar sin leche?

Algunas madres describen que el bebé está más nervioso después de que ellas hayan sufrido una gastroenteritis, que sienten los pechos blandos o simplemente que tiene la sensación de que se han quedado sin leche.  

En el caso de un proceso leve, la producción de leche no suele verse afectada y el bebé seguirá mamando con normalidad.

En el caso de que el proceso haya sido severo o la madre se haya deshidratado, la producción de leche puede que se haya visto parcialmente afectada. Si es el caso, debemos saber que se trata de una situación temporal y que podemos recuperar completamente la producción de leche anterior al proceso de gastroenteritis. Algunas ideas son:

  • Aumentar el número de tomas tan pronto la madre se sienta con fuerzas
  • Extraer leche mediante el uso del sacaleches un rato cada hora
  • Mantenerse hidratada
  • Comer alimentos ricos en calorías (grasas y proteínas) evitando las dietas astringentes

Con estas medidas, la producción de leche debería recuperarse en pocos días.

¿Cómo puedo evitar el contagio de la gastroenteritis?

La gastroenteritis es una enfermedad infecciosa bastante común, caracterizada por la inflamación del tracto gastrointestinal. Los síntomas principales son diarrea, vómito, dolor abdominal, calambres y a veces la aparición de fiebre. Puede ser causada por varios virus diferentes, como el rotavirus y el norovirus. Es una enfermedad altamente infecciosa y se contagia con mucha facilidad por contacto fecal-oral:

  • Por el contacto de persona a persona, por ejemplo, darle la mano a alguien que ha estado enfermo y tiene el virus en sus manos.
  • Tocando objetos contaminados.

Por lo que cuando se produce un brote de gastroenteritis, la higiene es clave, ya que en las primeras 48 horas de aparición de los síntomas es cuando las personas transmiten la enfermedad a otras con más facilidad. Así que después de ir al baño o atender a alguien con gastroenteritis, es importante que todos los miembros de la familia que puedan haber estado en contacto con las heces o los vómitos y por supuesto la misma persona enferma se lave las manos con agua caliente y jabón, y a poder ser se sequen las manos y la cara con papel, evitando el uso de toallas.

Tengo más dudas, ¿cómo puedo contactar con vosotras?

Si necesitáis ayuda con vuestra lactancia y quieres que te acompañemos, nos encuentras en las visitas online (puedes consultarlas en esta web, donde también tienes talleres y grupos de lactancia) y a través de la app.

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