Una embarazada puede comer gambas: ¿Se pueden comer gambas en el embarazo? Te lo explicamos

Una embarazada puede comer gambas: ¿Se pueden comer gambas en el embarazo? Te lo explicamos

¿Se pueden comer gambas en el embarazo? Te lo explicamos

Escrito por Eleuterio Sanz el en Embarazos

Hay muchas dudas sobre qué alimentos se pueden o no comer durante el embarazo, y si las gambas están permitidas o no. Aunque generalmente se recomienda evitar ciertos tipos de mariscos durante el embarazo, las gambas pueden ser una excepción. Aquí te explicamos por qué se pueden comer gambas en el embarazo y cuáles son las mejores maneras de prepararlas.

Por qué las embarazadas no pueden comer gambas

Las gambas y otros crustáceos pueden ser portadores de la bacteria vibrio vulnificus, que puede causar una enfermedad grave llamada septicemia. Si esta bacteria entra en el torrente sanguíneo, puede provocar fiebre, dolores y calambres, y en algunos casos puede ser fatal. Las mujeres embarazadas tienen un sistema inmunológico más debilitado que las no embarazadas, lo que las hace más propensas a enfermarse gravemente si contraen la bacteria.

Qué gambas puede comer una embarazada

Aunque las gambas son un alimento muy saludable, están llenos de mercurio. El mercurio es un elemento tóxico que puede causar daños al cerebro y el sistema nervioso de un niño en desarrollo. Si usted está embarazada o en periodo de lactancia, debe evitar comer gambas. En su lugar, optar por otras fuentes de proteína, como el pollo, el atún albacora o el salmón.

Qué marisco puede comer una embarazada

Durante el embarazo, las mujeres tienen que prestar especial atención a su dieta, ya que lo que comen afectará no solo a su salud, sino también al desarrollo de su bebé. Es importante que se mantengan hidratadas y que coman alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras y proteínas.

El marisco es una buena fuente de proteínas, y muchas mujeres lo incluyen en su dieta durante el embarazo. Sin embargo, hay algunos tipos de mariscos que no se deben comer durante el embarazo, ya que pueden estar contaminados con bacterias o parásitos que pueden ser peligrosos para la mujer y el bebé.

Los mariscos que se deben evitar durante el embarazo son los que no han sido cocidos correctamente, ya que pueden estar contaminados con bacterias. También se deben evitar los mariscos crudos, ya que pueden estar contaminados con virus o parásitos.

Los mariscos seguros para comer durante el embarazo son los que han sido cocidos hasta que estén bien cocidos, ya que esto matará cualquier bacteria o parásito que pueda estar presente. También se pueden comer mariscos cocidos enlatados, siempre y cuando se hayan cocido hasta que estén bien cocidos.

Los mariscos que se pueden comer durante el embarazo incluyen: camarones, calamar, cangrejo, langosta, pulpo, salmón, atún, trucha y bacalao.

Por qué una embarazada no puede comer mariscos

Los mariscos son una fuente de muchos nutrientes beneficiosos, como la vitamina B12, el selenio y el yodo. Sin embargo, estos peces y crustáceos también pueden estar contaminados con bacterias, virus y parásitos que pueden ser perjudiciales para la madre y el bebé en desarrollo.

Las bacterias y los virus que se encuentran en los mariscos pueden causar infecciones graves, como la salmonela y el virus del Nilo Occidental. La salmonela es una bacteria que se encuentra en la carne, el pollo, los huevos y los productos lácteos no pasteurizados. La salmonela puede causar diarrea y vómitos, y puede ser muy peligrosa para las mujeres embarazadas, ya que puede causar deshidratación y, en algunos casos, septicemia (infección en el torrente sanguíneo). El virus del Nilo Occidental es un virus transmitido por mosquitos que puede causar fiebre, dolores de cabeza y otros síntomas. Si se contrae durante el embarazo, el virus del Nilo Occidental puede causar daño cerebral al bebé.

Los parásitos que se encuentran en los mariscos pueden causar anemia y otros problemas de salud. Algunos de estos parásitos pueden atravesar la placenta y infectar al bebé, lo que puede causar daño cerebral, retraso en el crecimiento y otras complicaciones.

Para minimizar el riesgo de enfermedad, las mujeres embarazadas deben evitar los mariscos crudos o mal cocidos. En su lugar, deberían optar por mariscos cocidos a fuego lento hasta que estén bien cocidos.

¿Se puede comer marisco en el embarazo?

Comer en exceso, beber alcohol o no seguir una dieta saludable puede provocar un aumento de peso. Además, es evidente que algunos alimentos pueden aumentar el riesgo de problemas de salud durante el embarazo, en especial para el feto.

En el caso del alcohol, por ejemplo, es cierto que se trata de una bebida que debería evitarse siempre, se esté o no embarazada. Pero, durante la gestación, su consumo está absoluta y totalmente prohibido, especialmente ante el riesgo de que se produzca el conocido como síndrome de alcoholismo fetal, que puede afectar gravemente al desarrollo y a la propia salud del bebé.

También es cierto que existen determinados alimentos que, aunque en cualquier otro momento y etapa de la vida no suelen causar problemas, sí pueden acabar convirtiéndose en un riesgo innecesario durante el embarazo.

Esto es debido a que, durante la gestación, dado que el cuerpo cambia y las defensas bajan con la finalidad de que el cuerpo no rechace al bebé que está gestando, es común que la salud de la futura mamá se resienta, estando más predispuesta a sufrir determinadas infecciones tanto víricas como bacterianas.

En este sentido, alimentos que hasta el momento de la concepción no tenían por qué producir ningún tipo de problema, durante la gestación el riesgo tiende a aumentar de forma más o menos considerable, puesto que el riesgo de infección alimentaria es muchísimo mayor.

Es lo que ocurre, por ejemplo, con carnes y pescados mal cocinados. En el caso de la carne, por ejemplo, el riesgo de infectarse con el parásito del toxoplasma es bastante elevado, sobre todo cuando se consume carne cruda o rosada y con sangre en el medio.

La toxoplasmosis es una enfermedad, similar a la gripe, la cual se desarrolla semanas después de haber consumido el alimento contaminado. Eso sí, aunque es originalmente una enfermedad bastante leve para la embarazada, puede acabar dañando al bebé, causándole problemas graves de salud.

Es más, en lo que a la toxoplasmosis se refiere, aún cuando la infección en mujeres embarazadas hoy en día es poco común, en un pequeño número de casos puede provocar un aborto espontáneo, o incluso la pérdida del bebé al nacer.

En el caso de los pescados, por ejemplo, ocurriría algo similar. Aunque en estos casos el riesgo viene de la presencia de una serie de parásitos y patógenos potencialmente dañinos, pudiendo originar una infección en la sangre que podría poner en peligro la vida tanto de la futura mamá como del propio bebé.

¿Es seguro comer marisco en el embarazo?

En relación al marisco la situación es similar al pescado. Consumir marisco crudo o poco cocinado podría causar infecciones alimentarias, debido a la posible presencia de patólogos o parásitos dañinos.

Es más, consumir marisco crudo o mal cocinado podría provocar la aparición de enfermedades transmitidas por alimentos, como:

  • Listeriosis. Causada por la bacteria Listeria monocytogenes, se trata de una infección especialmente peligrosa en mujeres embarazadas, ya que puede originar complicaciones graves al aumentar el riesgo de sufrir una infección más avanzada.
  • Salmonela. Causada por ciertas bacterias del grupo Salmonella, es un tipo muy común de intoxicación alimentaria, pero que durante el embarazo puede causar también distintas complicaciones, sobre todo para la salud del feto.

Comiendo marisco seguro durante el embarazoFoto: Istock

Esto no significa, evidentemente, que no sea seguro consumir marisco durante la gestación. Al contrario, los mariscos son absolutamente seguros, siempre y cuando estén bien cocinados. Por tanto, el marisco crudo o mal cocinado no lo serán, debido al riesgo evidente de intoxicación alimentaria.

De esta forma, los mejillones, vieiras, cangrejo, gambas, langosta y ostras son seguras para comer durante la gestación, siempre y cuando hayan sido adecuadamente cocinadas, no solo el tiempo suficiente, sino a la temperatura más adecuada.

Algunos consejos útiles a tener en cuenta

A la hora de preparar y consumir el marisco es fundamental seguir las mismas recomendaciones que se pautan a la hora de preparar y comer pescado. Esto significa que es particularmente importante cocinar el marisco a la temperatura suficiente, que nunca sea consumido crudo o mal cocinado, y que, una vez preparado, se mantenga debidamente conservado en la nevera.

A la hora de cocinarlo, es conveniente seguir los pasos que te indicamos a continuación:

  • Debemos cocinar las almejas, mejillones y ostras hasta que las conchas se hayan abierto completamente, desechando, eso sí, aquellas que no se han abierto. 
  • En el caso de cocinar ostras y almejas sin cáscara, estarán completamente cocidas cuando presenten una apariencia blanco lechosa (opacas) y estén firmes.
  • A la hora de cocinar langosta, vieiras o camarones, es conveniente cocinarlas hasta que alcancen su color más apropiado. Mientras que las vieiras deben ser opacas y firmes, los camarones y las langostas deben tener un color blanco lechoso.

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