Como motivar a estudiar a un niño de 8 años: Seis estrategias para motivar a los niños a estudiar en casa

Como motivar a estudiar a un niño de 8 años: Seis estrategias para motivar a los niños a estudiar en casa

10 trucos para motivar a los niños a estudiar

5 minutos

Muchos padres se preocupan porque sus hijos no obtienen buenas notas en clase o no quieren realizar sus tareas. Si se muestran apáticos y con desánimo, puede que estén desmotivados.

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 diciembre, 2021

A veces es un poco difícil motivar a los niños a estudiar, pero eso no significa que sea imposible. Como padres nos preocupa que nuestros hijos adquieran conocimientos adecuadamente y obtengan buenas notas, es por eso que nuestra participación en su vida escolar también será muy importante para su rendimiento. Con estos trucos que te presentaremos a continuación lograrás que tu hijo se sienta motivado a la hora de estudiar.

Trucos para motivar a los niños a estudiar

Cuando un niño se enfrenta al reto de ir al colegio para adquirir conocimiento y hacer exámenes, sus resultados estarán sujetos a dos factores muy importantes: su capacidad intelectual y su motivación para estudiar. Si está presentando problemas con el segundo factor, estos consejos para motivar a los niños a estudiar te serán muy útiles:

  1. Comenta con el niño diferentes experiencias de otras personas que hayan tenido éxito en cualquier profesión (deportistas, abogados, ingenieros). Esto le permitirá a tu hijo comprender que su esfuerzo traerá frutos al final y valdrá la pena estudiar para lograrlo.
  2. Fíjale objetivos a corto y largo plazo. Cuando, por ejemplo, se marque como objetivo sacar un 10 en alguna materia como matemáticas, debe dejarlo por escrito en un lugar visible. Esto causará que el niño visualice el logro de esta meta y lo tenga siempre presente.
  3. Es importante reconocer el esfuerzo y celebrar sus logros. Frases tan sencillas como “estoy muy orgullosa de ti” o “sabía que eras capaz de lograrlo” son palabras muy importantes para el niño.
  4. Si obtiene una nota que no era la esperada, aliéntalo a continuar y salir adelante. No puedes cometer el error de comparar su capacidad con la de algún hermano o hijo de una persona cercana que tenga mejores resultados que los de él. Recuerda que cada niño tiene su tiempo de aprendizaje.
  5. Si le ofreces algún premio por un logro, debes asegurarte de que sea de su gusto. Es mejor incluso pequeños premios por logros a corto plazo. Para que estos premios no se vuelvan costumbre, ofrécelos cuando quieras que el niño cumpla con alguna tarea o examen que le resulte difícil.
  6. No debes comentar en público si tu hijo tiene bajo rendimiento. Lo único que causará es que el niño se sienta humillado y se desmotivará por completo, por lo que tendrá menos ánimo para estudiar.
  7. No es bueno que los niños escuchen a sus padres criticar las técnicas de enseñanza de los profesores, y tampoco escucharlos decir que la enseñanza es deficiente.
  8. Es positivo que los niños vean asistir a sus padres a las reuniones que se realizan en el colegio, que participen en las actividades y que colaboren con los profesores constantemente. Esto causa que el niño sienta que te preocupas por él y quieres que se sienta cómodo.
  9. Establece horarios fijos de estudio. Muchas veces la organización de un horario de estudio puede motivar a tu hijo, ya que verá las tareas como algo que se puede hacer en un momento del día y quedará tiempo para la recreación. A su vez, es importante que tengas tiempo libre para ayudarlo en sus asignaciones en este periodo de tiempo.
  10. Adáptate a tu hijo. Todos los niños poseen una capacidad de aprendizaje diferente, por lo que deberás adaptarte a tu pequeño. Busca la mejor forma de explicarle o de ayudarlo con sus asignaciones, de esta manera, quizás logres motivarlo un poco.

¿Cómo detectar que un niño está desmotivado?

Muchos padres buscan ayuda psicológica para detener la motivación en sus hijos, lo que no está mal, pero también la solución puede estar en nuestras manos. Si ves estos síntomas en el niño, puede estar sufriendo desmotivación:

  • No tiene interés por realizar ninguna actividad.
  • Se muestra apático y con falta de energía.
  • No se muestra receptivo para realizar cosas nuevas.
  • No siente pasión por ningún pasatiempo o actividad.
  • Parece ser un niño perezoso.
  • No tiene iniciativa para realizar tareas por sí mismo, solo realiza las tareas que se le exigen.
  • No parece estar feliz con ninguna actividad.
  • Todo lo hace rápido para salir del paso.
  • No siente ilusión por nada de lo que sucede en su entorno.
  • No tiene ganas de hacer las cosas bien.
  • Tiene la sensación de que no es entendido por las personas de su entorno.
  • No tienen claro qué espera su entorno de ellos.
  • No percibe que su esfuerzo sea valorado.

“La técnica de los cuadros de incentivos es muy útil para mejorar  y valorar el comportamiento de los niños”

¿Qué causa que los niños se desmotiven?

La desmotivación en los niños es algo normal, mientras no se alargue con el tiempo. Incluso a los adultos nos ocurre que nos desmotivamos en algún momento de nuestras vidas y eso provoca que no realicemos nuestras actividades con toda nuestra energía, tal y como ocurre también con los niños. Pero, ¿qué puede causar que un niño se desmotive?

  • No reciben la atención que necesitan de parte de sus padres.
  • No encuentran sentido a las cosas que hacen durante el día.
  • Realizan únicamente las tareas que su entorno les exige y no las que ellos quieren.
  • Las tareas que les piden son difíciles de hacer y esto les causa frustración.
  • Tienen algún problema psicológico que no les permite avanzar.
  • Se desenvuelven en un ambiente donde no existe motivación.
  • En casa las normas son muy rígidas.
  • El nivel de exigencia de los padres es de gran nivel.
  • El estilo de crianza es autoritario.

Cada niño tiene su capacidad de entendimiento y su tiempo para madurar. Motivar a los niños a estudiar es de vital importancia para que puedan lograr cada uno de sus objetivos. Debemos apoyarlos y acompañarlos para que no se desmotiven ante cualquier situación.

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¿Cómo motivarlos?

Salvar todos esos obstáculos es complicado, pero resulta factible paliarlos. Estas estrategias pueden ayudarnos:

1. Horarios con tiempo libre

Durante el periodo escolar, muchos niños van a la escuela por la mañana y parte de la tarde, hacen actividades físicas y extraescolares, socializan y juegan con los compañeros y, cuando llegan a casa, hacen las tareas escolares. Adriana Ornellas, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y coordinadora del grupo de investigación eTIC de la UOC, afirma que no podemos reproducir al 100 % esta realidad, pero sí establecer hábitos y rutinas que nos acerquen a una situación de normalidad. Según la profesora de la UOC, es recomendable priorizar las mañanas, cuando los niños están más activos y dispuestos a participar, para que los docentes establezcan las conexiones con el grupo de clase y los estudiantes se conecten a los entornos virtuales, conozcan las tareas asignadas, planifiquen el trabajo y hagan actividades. Después, es importante “destinar un tiempo del día para el paseo, el juego y la actividad física en los espacios exteriores, ahora que se han flexibilizado las medidas de confinamiento“. Las tardes son más apropiadas para leer, escribir, pintar, escuchar música, hacer tareas conjuntas o conectarse virtualmente con amigos y familiares.

2. Fomentar la concentración de los niños con espacios fijos

En función de las posibilidades del domicilio y de cada familia, podemos controlar algunos aspectos que promuevan la concentración. Si intentamos que estudien en un espacio lo más aislado posible, con todo el material necesario, les estaremos ayudando a reducir estímulos externos. “Así evitaremos interferencias de otras personas y que tengan que levantarse para buscar material”, señala Gordóvil, que también es psicóloga infantojuvenil en el centro GRAT.

3. Seguir las cinco ‘C’

Para Adriana Ornellas, la clave para lograr la motivación de los niños es promover actividades de aprendizaje que incluyan las cinco ‘C’: contexto, creatividad, curiosidad, control y colaboración. La primera se refiere a conectar el aprendizaje con los conocimientos y las experiencias previas, articulando lo que se aprende con la realidad que se está viviendo; la creatividad se logra estimulando la resolución creativa de problemas reales y significativos; en cuanto a la curiosidad, se trata de procurar despertar el interés del estudiante por lo que está aprendiendo; el control se refiere a que los alumnos puedan influir en lo que aprenden y elegir cómo lo aprenden, y respecto a la colaboración, la idea es promover la interacción y el trabajo en equipo entre los estudiantes y las familias.

4. Fijar objetivos pequeños y concretos

Para fomentar la motivación de los niños, podemos concretar objetivos no demasiado ambiciosos. De esa forma, serán alcanzables “y ellos verán que van consiguiendo algo. Por ejemplo, hoy haremos los ejercicios de esta página. O estas diez multiplicaciones“, señala Zenaida Aguilar, profesora colaboradora del máster universitario de Psicología Infantil y Juvenil: Técnicas y Estrategias de Intervención de la UOC, que advierte que hacer lo contrario —es decir, marcarse metas muy ambiciosas— solo conseguirá frustrarlos. “En la situación actual, la prioridad de nuestro cerebro es adaptarse y sobrevivir. Hay que darse cuenta de que los ritmos van a ser diferentes y no podemos pretender que estudien lo mismo que cuando iban al colegio todos los días”, afirma.

5. Adaptarse al niño

Las necesidades, los intereses y las formas de aprender de cada niño son distintas, y tenerlo en cuenta es una ventaja a la hora de motivarlos.No todos los niños tienen la misma capacidad de atención ni la ponen en práctica de la misma manera. Hay niños que en movimiento retienen más, otros lo hacen pintando, a algunos lo que les funciona es aprender a partir de enseñar a sus peluches o “trabajando” junto con sus padres. Con los descansos también hay que adaptarse a cada niño, ya que la capacidad de concentración varía”, explica Zenaida Aguilar. Por eso cree que lo importante es que los padres se adapten a las necesidades de sus hijos y sugiere que se les pregunte a ellos mismos.

6. Ser congruentes

Si todos en casa saben los horarios de los demás y se respetan, será más sencillo mantener un orden necesario tanto para el aprendizaje como para que los padres puedan trabajar, si lo hacen desde casa, o tengan su espacio de tiempo individual. De lo contrario, la situación puede desbordarnos. “Es fundamental ser congruente con lo pactado. Al fin y al cabo, lo mejor que nos deja este confinamiento es la posibilidad de conectar con los niños y que sientan nuestra presencia, pero esta ha de ser de calidad.

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