La secreción vaginal está presente a lo largo del ciclo. Sin embargo, esta secreción cambia durante las etapas tempranas del embarazo. Este tipo especial de secreción se llama leucorrea. Es una sustancia fluida y de color blanco lechoso. Aunque el término se usa ampliamente durante el embarazo, la leucorrea también se puede encontrar en mujeres no embarazadas.
La cantidad de fluido cervical durante el embarazo se incrementa y, con el tiempo, se convierte en algo llamado tapón mucoso. Este tapón mucoso protege al bebé de las infecciones y se descompone durante el parto.
La secreción vaginal, especialmente en torno a un periodo ausente, puede ser un signo de embarazo. Los cambios en la secreción vaginal durante este tiempo están causados por el aumento de estrógeno. Este aumento de estrógeno estimula también el flujo sanguíneo a la zona pélvica, lo que en última instancia provoca el incremento de secreción.
Si tu período se retrasó varios días, una prueba de embarazo adecuada puede confirmar la concepción. La secreción cervical por sí sola no ofrece una manera precisa de determinar si estás embarazada.
Basándose en las investigaciones, se puede decir con certeza que la mayoría de las mujeres con un embarazo reciente tiene una cantidad de gonadotropina coriónica humana (hCG) suficiente para ser detectada por ciertas pruebas de 7 a 10 días después de la ovulación. En ese momento, se puede confirmar el embarazo con una prueba casera muy sensible.
Sin embargo, realizar la prueba antes de tiempo puede dar un falso negativo, especialmente si la ovulación se ha producido un poco más tarde de lo estimado. Un falso negativo normalmente se da cuando la producción de hCG está en los niveles más bajos o cuando la implantación aún no ha tenido lugar. Por lo tanto, si decides realizar una prueba siete días después de la ovulación y no obtienes un resultado positivo, deberías volver a realizar la prueba un par de días después para asegurarte.
Estos son los síntomas y signos tempranos más habituales de embarazo:
Un signo temprano de embarazo es el sangrado de implantación, que se produce cuando un óvulo fertilizado se adhiere a la pared del útero. Sin embargo, el sangrado de implantación no requiere tratamiento médico. De hecho, este síntoma se confunde habitualmente con un período temprano. Una vez que el esperma fertiliza al óvulo, forman lo que se llama embrión. El embrión se desplaza hasta el útero y se implanta en la pared uterina, lo cual puede causar algo de sangrado. Sin embargo, no todas las mujeres experimentan sangrado de implantación.
Algunos de los signos de implantación son:
El sangrado de implantación es una parte normal del embarazo y no tiene efectos negativos sobre el desarrollo del bebé. Sin embargo, un sangrado abundante puede ser motivo de preocupación. Si sufres escalofríos, fiebre o calambres fuertes, consulta a tu médico inmediatamente.
La leucorrea es un tipo de secreción temprana en el embarazo. Este signo de embarazo es con frecuencia blanco lechoso, fluido y, generalmente, inocuo. Sin embargo, hay algunos parámetros de la leucorrea como signo temprano de embarazo a los que se debe prestar atención, puesto que esta secreción vaginal puede ser también una indicación temprana de infecciones.
Si notas una secreción amarillenta o verde de fuerte olor acompañada de picores o enrojecimiento, puede ser indicativo de una infección vaginal. Estas infecciones pueden tener lugar en cualquier etapa del embarazo. La candidiasis es una de las infecciones más comunes que las mujeres embarazadas contraen. La candidiasis se conoce más habitualmente como infección por hongos. Una ETS puede producir también una secreción anómala y causar molestias vaginales.
Sin embargo, puedes usar protegeslips para estar más cómoda durante el embarazo.
Algunas mujeres notan mucha secreción durante las primeras etapas del embarazo. No obstante, otras pueden tener poca o directamente no tener. Las dos cosas son completamente normales. Todos tenemos cuerpos diferentes y no todas las mujeres producirán secreción. De hecho, cada embarazo es diferente y la cantidad de moco producido por el cuello uterino depende de varios factores.
Normalmente, la secreción vaginal fluctúa en sincronía con los niveles cambiantes de estrógeno durante el transcurso del ciclo menstrual. Puesto que los niveles de estrógeno cambian durante el embarazo, la cantidad de secreción cambia también. Esto significa que los cambios en la secreción no son una manera fiable de detectar un embarazo. La única manera de confirmar un embarazo es realizar una prueba.
Pide una cita para el médico si observas cualquier secreción vaginal anómala. Los síntomas que hay que revisar incluyen:
Si sufres secreción vaginal abundante o anómala durante el embarazo, consulta a tu médico. Esto es especialmente importante si la secreción viene acompañada de un olor fuerte o desagradable.
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La salud íntima de la mujer tiene en el moco cervical un gran aliado. Incluso, puede ser el indicador natural de que estás en tus días fértiles así como la presencia de algún tipo de infección.
Escrito por Thady Carabaño
Última actualización: 11 septiembre, 2022
El moco cervical es un indicador de la salud íntima de la mujer. Gracias a sus cambios de color, olor y consistencia, podemos saber si tenemos alguna infección o un aumento de las hormonas.
Por lo tanto, en la medida en que conocemos cómo se comporta este fluido, podemos “usarlo” para interpretar las señales que nos envía el cuerpo.
De acuerdo con la Dra. Luisa Sánchez Lorenzo el cérvix o cuello uterino es el límite entre el útero y la vagina. Es una estructura con forma de esfínter que tiene como función principal separar el útero de la vagina. De esta manera, permite que la gestación se desarrolle alejada de los microorganismos presentes en la vagina.
En la mucosa del cuello uterino se encuentran las células secretoras del moco cervical. Este fluido permite o impide el paso de los espermatozoides hacia el útero, según la fecha del ciclo menstrual.
En la estructura del cuello uterino se encuentran unos anillos que se apoyan sobre unas potentes fibras musculares lisas que permite que esa zona se contraiga o se relaje.
El normal funcionamiento de esta zona, abre el camino para que los espermatozoides sigan en su vertiginosa carrera hacia el útero o, ayuda a expulsar el feto durante el trabajo de parto.
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El moco cervical es un fluido vaginal que cambia con el ciclo menstrual, debido a que está controlado por las hormonas sexuales estrógenos y progesterona. Por ello, las mujeres que conocen su moco cervical, pueden decidir si es el momento de tratar de quedarse embarazadas o si pueden mantener relaciones sexuales con una baja probabilidad de embarazo.
Si la mujer tiene una salud vaginal óptima, este fluido básicamente no tiene olor. Aunque puede haber algunas variaciones en el olor, según el día del ciclo menstrual. Pero si hay un cambio súbito en el olor, tornándose desagradable, es una señal inequívoca de que hay una infección. Ante ello, se recomienda acudir al médico.
El moco cervical, además de controlar el proceso de la concepción, también ayuda a prevenir infecciones vaginales. Todo dependerá del día en que se encuentre el proceso de ovulación de la mujer. Al hacerse más espeso, impide el paso de microorganismos.
Si la mujer está en los días cercanos a la ovulación, el moco cervical será fluido y tendrá menor acidez para facilitar la entrada de los espermatozoides. Puede ser casi transparente o blanco. También, puede presentar hilos de sangre o tejidos, tornándose turbio. Cuando presenta este aspecto, la mujer está ovulando.
El cambio en la elasticidad y la acidez del moco se debe a la presencia de estrógenos que están preparando el cuerpo para la fecundación del óvulo. Si tu interés es embarazarte, el moco cervical puede indicarte cuáles son los mejores días para tener relaciones sexuales.
En los días infértiles
Entre el primer día de la menstruación y el día de la ovulación, el moco se torna más ácido y espeso. El objetivo de ello es impedir el acceso de los espermatozoides y proteger a la vagina, el cuello uterino y el útero de infecciones. El moco es blanquecino e incluso grumoso.
Después de la ovulación, aumenta la producción de progesterona y con ello, el fluido vaginal vuelve a cambiar. Se hace de nuevo más espeso, cremoso, blanquecino y ácido, con lo cual impide el paso de espermatozoides y microorganismos hacia el útero. También disminuye la cantidad.
Probablemente, muchas mujeres no lo noten, pero una vez que el ciclo de la menstruación se interrumpe por la fecundación, uno de los primeros signos de embarazo lo muestra el moco cervical.
Al darse la fecundación, los niveles de las hormonas sexuales aumentan. Por ello, fluido vaginal aumenta tornándose de nuevo blanco y espeso.
Si la menstruación no llega, el moco cervical se incrementa y has tenido relaciones sexuales sin protección, es un buen momento para considerar hacerse una prueba de embarazo.
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El notorio aumento del moco cervical al comienzo del embarazo se debe a la progesterona. Será particularmente espeso, pues a partir de este fluido se formará el tapón mocoso en el canal cervical.