Postoperatorio fimosis niños: cuándo operar, tipos, síntomas y postoperatorio

Postoperatorio fimosis niños: cuándo operar, tipos, síntomas y postoperatorio

cuándo operar, tipos, síntomas y postoperatorio

  • En estas líneas encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la fimosis, y por qué no es solo cosa de niños: cuándo toca operación, si hay varios tipos, cuáles son los síntomas, y cómo es el postoperatorio
  • Las 50 mejores posturas sexuales del kamasutra que debes probar una vez en la vida.
  • Las mejores posturas sexuales dependiendo de tu tipo de pene.

    Dícese de la “estrechez del orificio del prepucio, que impide la salida del glande”. Así que como la RAE define la fimosis, esa imposibilidad de bajar la piel del prepucio del pene, típico de niños y bebés, pero que también afecta a hombres adultos. Y por este motivo, hemos elaborado una guía completa, más allá de los tratamientos caseros de la fimosis , donde vemos cuándo se debe operar la fimosis, cuáles son los síntomas, los tipos de fimosis y operación, y qué se debe hacer en el postoperatorio. ¿Has oído hablar de que hay diferentes grados de fimosis? Y si estás buscando mejorar tus erecciones, no te pierdas estos consejos, y nuestra lista de alimentos para tener un mejor rendimiento en la cama.

    ¿Qué es la fimosis? Todo lo que necesitas saber

    La fimosis es un problema que se da exclusivamente en los varones debido a la naturaleza de la dolencia. Ocurre cuando resulta imposible descubrir la cabeza del pene o del glande por culpa de una excesiva estrechez de la abertura del prepucio. Y no solo se da en la adolescencia y en la pubertad, aunque es el momento en que puede descubrirse si hay un problema.

    Fimosis: cuándo operar

    Si de entrar en quirófano se trata, la complicación más común, pero también la más importante puede ser nuestra culpa, al intentar intentar bajar en exceso el prepucio. Esto se denomina, parafimosis, estrangulamiento o atrapamiento del glande al retraer el prepucio, sin poder volver a su situación original. Se forma un anillo que se va inflamando, creando “flotador” que produce un atasco vascular doloroso y edema del prepucio, provocando una inflamación importante y dolorosa de la piel. Ese es el momento de ir a urgencias, y si no se puede corregir de forma manual, toca cirujía. La maniobra puede ser difícil, incluyendo en dolor que puede producir.

    Y tampoco hay que tener prisa, en menores de 3-4 años, las adherencias se liberan de forma fisiológica. Además, también puede ayudar el estímulo de retraer levemente el prepucio sin forzar, todos los días como una medida. en general, solo el 20% de los niños tienen algún tipo de problema con su prepucio.

    Grados de fimosis

    La fimosis se presenta en diferentes grados según el paciente, dependiendo de los estrecho que sea el prepucio. Y están ordenados en 5 casos. En el primero de ellos, la fimosis es puntiforme; el glande no es visible, y el prepucio está completamente cerrado y no se puede retraer. En el segundo, aunque la la fimosis también es puntiforme, sin embargo, aquí al menos se ve el meato urinario, ya el prepucio se puede retraer mínimamente. El tercero de los casos es un punto intermedio, donde el prepucio se retrae hasta la mitad del glande. En el cuarto, el prepucio puede retraerse hasta un poco más la mitad del glande, mientras que en el quinto sí se puede retraer completamente el prepucio, pero produce dolor y se observa el llamado anillo fimótico.

    Tipos de fimosis y operación

    La fimosis puede ser primaria –la más típica que puede presentarse hasta la edad adulta–, o una secundaria derivada de una patología –provocada por una infección o inflamación crónica como balanopostitis crónica, balanitis xerótica obliterante o liquen escleroso–, que antes no había problemas y por algún motivo de los comentados anteriormente, la piel del pene ha ido perdiendo elasticidad y ha ido impidiendo que vaya con normalidad hacia atrás, dejando el glande al descubierto.

    En cuanto a la cirugía, existen dos tipos de intervenciones y por cierto, ambas requieren anestesia general:

    • Prepucioplastia: soluciona la fimosis pero se conserva el prepucio. Se realiza una incisión longitudinal sobre el prepucio estrechado y se cose después transversalmente. Esta cirugía es menor, produce un alivio duradero y es la solución más estética posible. Eso sí, no siempre puede realizarse con garantías.
    • Circuncisión: aquí sí que se produce una eliminación completa del prepucio, dejando el glande al aire. Es una intervención muy segura e higiénicas cuidados son mínimos, como el baño diario, analgesia para tratar el dolor y aplicar una crema recomendada por el cirujano.

      En ambos casos, el postoperatorio merece tener en cuenta una serie de detalles que te contamos a continuación.

      Síntomas de la fimosis

      Los síntomas que nos obligarán a tratar la fimosis, independientemente de nuestra edad, son claros; dolor e inflamación al orinar, la orina se acumula por la dificultad para salir, y duele porque la presión de salida es mayor de la que la piel y el orificio tienen en ese momento; Infecciones de orina o Balanitis, una infección causada por la acumulación de esmegma, esa sustancia normalmente blanca que generan las células del glande y el prepucio, y que hay que ir limpiando para que no se acumule bajo la piel.

      Fimosis: postoperatorio y tratamiento

      Las pautas de autocuidado pueden variar según cada paciente, y los tipos de operación vistos anteriormente. Sin embargo, sí existen una serie de recomendaciones generales para los hombres que se someten a estar intervención quirúrgica.

      1. Mantener la herida limpiacon agua tibia, no caliente, que provocar inflamación. Con gasas y suero al 0,9% también se puede.
      2. Utilizar productos neutros, jabones que no irriten la piel, en pequeñas cantidades para que no se acumule el producto.
      3. Secar herida con una toalla distinta a la del cuerpo, suave y con leves toques, no con secador.
      4. Evitar baños públicos. Ni playas ni piscinas hasta que no haya cicatriz y se caigan los puntos.
      5. Proteger con una gasa para evitar roces y molestias.
      6. Ropa interior ajustada para mantener el pene hacia arriba y controlar el dolor y la inflamación. Y cambiarla a menudo, claro.
      7. Evitar el deporte, y posibles lesiones o traumatismos que puedan hacer retroceder el proceso de recuperación.
      8. Evitar las erecciones y por ende, las relaciones sexuales unas 4 semanas como media, hasta que hayan caído los puntos.
        1. Joaquín Gasca Calatayud
          Experto en deporte de competición, motor y gadgets deportivos en Men’s Health España.

          cómo es la recuperación de esta operación tan común en niños

          La fimosis es la imposibilidad de bajar la piel del prepucio del pene. En los bebés es una condición fisiológica, ya que el prepucio y el glande están adheridos desde el nacimiento. Con el paso de los años, estas adherencias irán desapareciendo sin necesidad de hacer nada, y la fimosis se resolverá por sí sola.

          Pero puede haber situaciones en las que se recomiende operar al niño, especialmente si presenta episodios recurrentes de balanitis (inflamación dolorosa del pene), infecciones de orina o si la fimosis no se soluciona con la edad.

          En este post hablamos hace un tiempo sobre la operación de fimosis en niños, y hoy queremos detenernos en el posoperatorio: ¿qué cuidados se necesitan los días posteriores a la intervención quirúrgica y cómo es la recuperación tras la circuncisión?

          ¿En qué consiste la circuncisión o la operación de fimosis?

          La circuncisión u operación de fimosis consiste en cortar circularmente una porción del prepucio del pene con el objetivo de liberar el glande y dejarlo al descubierto. En algunos países esta práctica se realiza por motivos religiosos o culturales, pero nosotros vamos a centrarnos en la circuncisión quirúrgica realizada por motivos médicos justificados.

          La operación de fimosis tiene lugar mediante anestesia general, aunque en función de la edad que tenga el niño se podría realizar bajo anestesia local, eliminando las complicaciones asociadas al despertar de la anestesia general, como la confusión, el aturdimiento, las náuseas o los escalofríos.

          Las suturas de la piel se hacen con hilo absorbible que tardan entre dos y tres semanas en desaparecer.

          Se trata de una operación de carácter ambulatorio, cuya duración aproximada es de 30 minutos. Una vez que el niño haya despertado de la anestesia, si todo va bien y no hay ninguna complicación, será dado de alta para continuar el post-operatorio en casa.

          Primeros días del post-operatorio: curas y aspectos a considerar

          Tras la operación, el pene estará envuelto en una gasa estéril, colocado hacia arriba y cubierto con un apósito comprensivo que evitará que sangre y se inflame. Salvo que el cirujano indique lo contrario, es recomendable mantener este tipo de vendaje durante las 24-48 horas siguientes, pues es cuando más riesgo de edema y hematoma hay.

          La herida debe curarse varias veces al día con agua tibia y jabón neutro, aunque también podría recomendarse el uso de un antiséptico como la clorhexidina o incluso suero fisiológico. Después de lavar la herida hay que secar bien el pene con ayuda de una gasa estéril, aplicando toquecitos suaves por toda la superficie; sin arrastrar.

          Hay médicos que también podrían recomendar antibiótico, así como la aplicación de una pomada o vaselina para lubricar la zona, favorecer la cicatrización y evitar roces.

          Dada la especial sensibilidad que tiene la zona operada, los primeros días es recomendable rodear el glande con una gasa estéril y utilizar calzoncillos de algodón ajustados. La gasa deberemos cambiarla tantas veces al día como sea necesario, asegurándonos siempre que permanece limpia y seca. Podría ocurrir que al retirar la gasa para cambiarla, esta se hubiera quedado pegada a la herida. En ese caso debemos despegarla con mucho cuidado, ayudándonos de agua tibia o suero para que se desprenda más fácilmente.

          Los dos primeros días días tras la operación son los más dolorosos. Podemos dar al niño paracetamol y/o ibuprofeno -según las recomendaciones del médico- para aliviar las molestias. También se puede aplicar sobre la zona compresas frías (¡nunca hielo en contacto directo con la piel!) que ayudarán a bajar la inflamación y reducir el dolor.

          ¿Duele la herida cuando toca ir al baño?

          En contra de lo que podamos pensar, el momento de ir al baño no tiene por qué ser especialmente doloroso para el niño. Sin embargo, sí puede escocer la herida si se moja con orina. Por eso, -y para evitar infección- es fundamental que después de ir al baño limpiemos la herida y cambiemos la gasa por una nueva.

          En cualquier caso, si ir al baño le supone al niño un problema (ya sea por miedo a que le duela o porque refiera a continuación mucho escozor), un truco que podría aliviarle es llenar el bidé con agua tibia y permitirle que haga pis en él, ya que el contacto con el agua mitigará las molestias.

          Precauciones que debemos tomar hasta que los puntos hayan caído

          Los puntos se caerán aproximadamente entre las dos y tres semanas después de la operación, momento en el cual la herida ya estará completamente cicatrizada y el niño podrá volver a recuperar su actividad normal.

          Pero hasta entonces, es recomendable que guarde un reposo relativo y evite el deporte y las actividades que impliquen un cierto riesgo de sufrir un golpe o traumatismo. Igualmente, el baño en piscinas y playas también está prohibido hasta que los puntos caigan. No así, como hemos mencionado más arriba, la ducha o el baño en la bañera de casa.

          Al igual que ocurre con cualquier otra herida, hasta que haya curado por completo debemos vigilar cualquier signo de alarma que nos indique una posible infección: la presencia de pus o secreción, sangrado que no cesa tras la aplicación de cuidados, fiebre, dolor que no se controla con analgésicos y/o que va a más, así como zona inflamada y enrojecida. En estos casos, debemos ponernos en contacto con el pediatra de inmediato.

          Fotos | iStock

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          Phimosis in children – what parents need to know

          One of the most common questions that parents have is is everything “out there” normal for their little son? In pediatric surgery, there are very few diagnoses that would arouse the same interest and give rise to as many conflicting opinions as phimosis.

          Phimosis is usually called the impossibility of free exposure of the glans penis due to narrowing of the skin covering it (foreskin). Already in the very definition lies one of the “pitfalls”. The fact is that in the practice of adult surgeons and urologists, the narrowing of the foreskin is always interpreted as a pathological condition that requires the intervention of a doctor. Therefore, we often hear from the parents of our patients that the urologist diagnosed phimosis in the child at an early age and therefore immediately recommended the operation.

          Types of phimosis

          In pediatric practice, physiological and pathological types of phimosis should be distinguished. At an early age, it is precisely physiological phimosis that is associated with the structural features of the genital organs of the child. In only 10% of male children, the glans penis is fully or partially open in the first year of life. In most newborn boys, the skin of the foreskin, as a rule, is fused with the glans penis through synechia – peculiar adhesions that prevent or completely exclude the free removal of the glans. This is a normal condition for the first 5-6 years of life and does not require any special treatment. Moreover, the fusion of the glans with the foreskin can be considered as a protective mechanism that reduces the likelihood of infection under the foreskin and the development of inflammation there.

          Gradually, in the process of penis growth, the glans pushes the foreskin apart, the synechia slowly separates on its own and the glans opens. This process can continue until the beginning of the boy’s puberty, when sex hormones are activated, which make the tissue of the foreskin more elastic and extensible. This is significantly affected by the individual structure of the foreskin in each individual child. For example, it can be developed excessively (the so-called proboscis foreskin), forming a hypertrophic variant of phimosis. In this case, spontaneous recovery takes longer and does not always occur.

          Treatment of phimosis

          In the area of ​​the glans penis there are special glands that produce a protective substance – smegma. Sometimes smegma accumulates under synechia in the form of a dense formation, similar to a white tumor. Such accumulations are also called smegmolites. In the case of a large accumulation of smegma, minimal medical assistance may be required: with the help of a special probe, similar to a thin stick, synechia is separated that prevents the discharge of secretions.

          Note that you should not succumb to the persuasion of some experts who recommend removing synechiae just because they exist. In addition to the tears of the child and the development of fear of white coats, you will not achieve anything, and adhesions can form again and again.

          Violent manipulation of the foreskin in most cases leads to tearing of its leaves and scarring. As a result, cicatricial phimosis develops, the only way to treat it is surgery. In this case, either a dissection of the foreskin is performed, followed by suturing, or its complete removal by circular circumcision (circumcision). It is the second type of intervention that has received the greatest distribution, since it guarantees the complete elimination of phimosis without the risk of relapse.

          For parents, three basic rules can be formulated that will allow them to navigate the problem of phimosis in a child in the first years of life.

          So, special manipulations on the foreskin are not required if:

          1. there are no recurring episodes of purulent inflammation of the head and foreskin – balanoposthitis;
          2. there is no critical narrowing of the opening of the foreskin, which makes it difficult to urinate;
          3. there are no abundant accumulations of smegma under the foreskin, determined visually.

          Balanoposthitis

          It should be mentioned separately about acute inflammation of the glans penis and foreskin – balanoposthitis . The chance of getting sick with balanoposthitis increases in children with reduced immunity or against the background of other infectious diseases. Many parents make the mistake of mistaking the red color of the external opening of the urethra for the manifestation of inflammation. Normally, the narrow zone of transition of the mucous membrane of the urethra into the skin of the head may have an intense pink-red color. Inflammation of the foreskin is characterized by its pronounced edema, extensive redness (hyperemia), pain, purulent discharge from the preputial space (the space between the glans penis and the foreskin). The result of inflammation can be cicatricial degeneration of the skin of the foreskin and, as a result, the development of phimosis. In some cases, balanoposthitis causes acute urinary retention (the child cannot urinate against the background of a strong urge and an overflowing bladder). This is a condition requiring urgent treatment – call an ambulance!

          Paraphimosis – infringement of the glans

          If you have phimosis, as a result of an attempt to withdraw the glans penis, it can occur in the narrowed ring of the foreskin – paraphimosis. Then the blood supply and lymph flow are disturbed in the penis, which leads to a rapid swelling of the foreskin and head, and later to their necrosis (necrosis) and the development of purulent complications. The development of paraphimosis requires emergency medical attention. With a short period of the disease, manual reduction of the strangulated head is possible (sometimes with the use of short-term anesthesia). If this is not possible, then a surgical dissection of the restraining ring is performed, and later, after the inflammatory changes subside, circumcision of the foreskin is performed.

          EMC treatment of phimosis

          So, in most cases, physiological phimosis resolves on its own as the child grows older. However, in the case of a complicated course or as a result of incorrect actions, phimosis can become unconditionally pathological. In this case, the only correct tactic is surgical treatment. The operation is performed at any age, immediately after the diagnosis is established, in a planned manner. The circumcision of the foreskin is most often performed – circumcision (or circular excision of the leaves of the foreskin).

          In our clinic, this operation lasts 10-15 minutes and is performed under general anesthesia, i.e. anesthesia. The foreskin is cut off circularly, the remaining inner and outer sheets of the foreskin are sutured with a material that subsequently dissolves on its own. A few hours after surgery, the child can walk, spontaneous urination is restored.

          Parents who decide to circumcise their child’s foreskin should consider the following:

          1. Often, for advertising purposes, clinics offering this operation focus on the use of a laser, plasma scalpel, etc. In fact, the use of this equipment does not change the essence of the operation in any way, and the likelihood of postoperative complications and cosmetic results depend overwhelmingly on experience the surgeon, not the surgical instruments used.

          2. Circumcision performed on a child under local anesthesia (without anesthesia) is a dangerous procedure in which the risk of developing both immediate complications (bleeding, damage to adjacent anatomical structures, acute urinary retention) and long-term complications is much higher. In addition, this kind of “procedure” often leads to psychological trauma in children.

          3. Circumcisio in a child cannot be considered a “non-serious” operation. Even in the best surgical clinics, complications after circumcision develop in 0.1-0.2% of patients, and circumcision performed outside a specialized clinic (especially ritual circumcision at home) leads to complications 20 times more often!

          4. In some countries, the so-called hygienic circumcision is quite popular – the removal of healthy foreskin in order to avoid, as the proponents of the procedure assure, possible long-term problems (for example, penile cancer, venereal diseases, inflammation of the foreskin, etc. ). Parents should be aware that there is no evidence-based medical research to support this view.

          Thus, the correct determination of the tactics of managing a child with narrowing of the foreskin is the key to a successful solution of the issue. An extremely important role is played by the qualification of a specialist – a pediatric urologist-andrologist, who has experience in both conservative and surgical treatment of children with phimosis.

          If your child has been diagnosed with phimosis and is strongly advised to have surgery as soon as possible, take your time. Only a few situations described above require urgent intervention. In the case of a planned surgical intervention, you have time to seek advice from another doctor. Listen to the opinions of several professionals who have experience working with children, and then make a decision.

          Phimosis in a child: what is dangerous and how to treat?

          A normal question of the parents of a small son: is everything in order with the child’s genitals? Usually they are embarrassed to ask about this, but it can help keep the boy healthy.

          This question should be addressed to a pediatric urologist.

          One of the most common penile health problems in boys is phimosis.

          What is it and how to deal with it, told the pediatric urologist, surgeon Euromed Kids Kagan Maria Aleksandrovna

          Phimosis is the inability to expose the glans penis due to too narrow foreskin.

          An important point! Usually in children from birth to 5-6 years there is a physiological narrowness of the foreskin. This is the norm. After 5-6 years, as a rule, the head opens a little. If this does not happen, this is a reason to see a pediatric urologist.

          What can go wrong?

          Cicatricial phimosis may develop.

          Causes:

          • 1st reason : you tried to open the head and tore the foreskin – a scar formed.
          • 2nd cause : Lichen sclerosus is a chronic inflammatory disease of unknown etiology that often affects the foreskin with subsequent scarring.
          • 3rd reason: recurring balanoposthitis – inflammatory processes of the foreskin and glans penis (often due to poor hygiene, since the glans cannot be opened due to the narrow foreskin and, accordingly, not washed properly).

          Why is phimosis dangerous?

          • As we have already learned, phimosis can cause inflammation of the foreskin (balanoposthitis).
          • A formidable complication of phimosis can be paraphimosis – infringement of the glans penis by a narrow foreskin. In this case, if you do not consult a doctor in time, necrosis (death) of the penis may develop.
          • Also in adolescence, phimosis can lead to psychological discomfort, and then to the problems of becoming a full-fledged sexual life.

          What to do?

          If you suspect that the child is not all right with the penis, the first thing to do is contact a pediatric urologist. It is also normal to visit this specialist annually for a preventive examination.

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